Dos capis mas >w

Sep 02, 2011 18:19


Este capitulo personalmente es el que mas me ha gustado aunq no termino del todo como queriamos, pero para mi gusto esta genial por que ya se forman las parejas y de a pcoco se van conociendo dando paso al amorsh XD

Rehaciendo la felicidad

Entrevista con los recuerdos: Capítulo 8

De amor y algo más

Sho y Azumi van en el auto platicando un poco más de ellos mismos, el momento era cercano, en cierto modo íntimo ya que la relación iba evolucionando de manera veloz.
Sho: Qué pena que las cosas hayan tenido que terminar de esa forma, la estábamos pasando muy bien, ¿no crees?
Azu: ¿Quién dijo que terminó? A mí me parece que quedamos en algo importante ¿no?
Sho: -estaciona el auto, llegando a la casa de Azumi- Me parece que sí… -se aproxima y le da un apasionado y duradero beso-
Azu: -se deja llevar y le responde con la misma intensidad, pero cuando siente que las cosas van a ir más allá, ella se detiene- ¿No crees que vamos un poco rápido?
Sho: Si eso crees o eso sientes, podemos parar aquí…
Azu: No es mi intención no ir más allá, pero creo que debemos conocernos un poco más, además recuerda que recién estoy saliendo de una relación…
Sho: Lo sé, pero sería bueno que nos siguiéramos viendo, digo, si eso deseas…
Azu: Es lo que más deseo
Sho: Entonces, ¿te parece si mañana almorzamos juntos?
Azu: Aceptaré encantada, entonces será un “Buenas noches y nos veremos pronto” -Muy coqueta se despide con un beso pícaro y fugaz en los labios de Sho, sale del auto tan rápido como puede, para llegar pronto a descargar su emoción. Sho por su parte muy feliz y complacido arranca en el auto-

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Tres chicos dentro de un auto viven una situación agria, como si el cocaví no hubiese sido lo suficientemente amargo, era un triángulo bizarro, como quién pone la mesa de esa forma de manera intencional, la chica autoritaria tiene una conducta amenazante, como si esto se tratara de una competencia por el vestido en oferta, mientras que la otra sólo quiere disfrutar de lo bello del vestido, él , como el vestido se hace notar en una disputa que no tiene fin, pero también es ausente, porque dentro de todo sabe que él será de quién más se lo merezca.
Saori: ¿Y ustedes vinieron juntos?
Nana: No…
Saori: ¿Y desde cuándo se conocen?, porque Satoshi nunca te había mencionado y a las demás tampoco
Nana: Saori-san, tranquila, nos conocemos hace muy poco y sólo hemos coincidido por los asuntos de la revista
Saori: ¿Ah sí?, hasta donde yo sé, tanto tú, como Miu-san, no trabajan en la revista
Nana: Estás en lo correcto, pero como las chicas son mis amigas coincidimos en algunos momentos
Ohno: Creo que hemos llegado
Nana: ¡Sip! Aquí vivo
-Ohno, como todo un caballero, baja del auto para proceder a abrir la puerta de Nana, ella al salir del auto se encuentra con una mirada que le da a entender que se disculpa por la actitud tan desagradable de Saori, ella sólo le sonríe y le agradece el gesto de llevarla hasta su casa y así ella entra a su casa-
Ohno: -Entra al auto molesto, enciende el auto para ir a dejar a Saori, no pudiendo evitar así increparla por su actitud durante la noche- ¿No crees que podrías controlar tus celos enfermos?
Saori: Deberías ponerte más en tú puesto como mí novio
Ohno: Me es difícil, porque no siento el mismo amor que antes, y tú no ayudas con tus escenas de celos, además sabes que estamos juntos estrictamente por algo profesional
Saori: ¿Entonces qué pasa con mis sentimientos? ¿Por qué tienes que ser tan cruel?
Ohno: No creo que sea cruel por decir la verdad, yo no te amo y tú la verdad tampoco me amas a mí, me tiene harto esto de seguir fingiendo, ¿acaso tú no?
Saori: ¿Entonces amas a esa chica?
Ohno: Tanto como amar, no, pero no te voy a negar que me intriga, ¿hasta cuándo seguiremos con esto?
Saori: No lo sé, pero yo, aunque tú no lo creas, yo aún te amo, no te dejaré ir tan fácilmente y menos por ella
Ohno: Ya llegamos, deberías entrar, tus padres pueden estar preocupado… nos veremos cuando sea necesario
Saori: -Intenta besarlo, pero él la evita y sólo la besa en la mejilla, ella triste y enojada sale del auto dando un portazo, él complicado por la situación intenta desaparecer lo más rápido posible del lugar-

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Jun se dirige a casa de Miu, dentro de los recelos que se daban normales en la actitud de Jun, estaba una atmósfera agradable, sin mayores preámbulos, ésta amistosa pareja compartían un viaje silencioso. Ella notó que sus lentes estaban algo sucios y comienza a limpiarlos, es así como él no puede evitar notar que detrás de eso lentes grandes y pasados de moda se escondía un bello rostro, un rostro triste, pero no por eso menos bello.
Jun: -interrumpe el silencio- Miu-san, puedo preguntarte a qué te dedicas
Miu: -mira un poco desconcertada- Sí, eeh, soy dueña de una florería
Jun: Entonces te gustan las flores
Miu: No sólo las flores, sino las plantas en general, por eso dediqué mis estudios a la botánica
Jun: Eso suena muy interesante, eso significa que algún día me podrías enseñar algo de las plantas
Miu: -entusiasmada- ¡Claro!, cuando quiera Matsumoto-san
Jun: Oye, después de que me has proclamado tú protector, deberías sólo decirme “Jun” - le dice en un tono amistoso-
Miu: ¿Y eso estaría bien? Digo porque yo a usted recién lo conozco
Jun: Creo que sí, de todas formas ya somos amigos ¿no? -A pesar de que Jun era una persona arisca con las gente, no sentía esto con ella, ya que hacía notar que su acercamiento no tenía dobles intenciones, más bien desde un ojo superficial y otro más crítico, ella hacía relucir la pureza de su ser-
-llegan a la casa de Miu-
Miu: Debo llamar a Izumi-chan -Saca el celular, pero se da cuenta de que este se encuentra sin batería- Estee, Jun-san, ¿me permitiría hacer una llamada desde su teléfono?
Jun: Por supuesto, toma, aquí está -saca desde su bolsillo el teléfono-
Miu: -comienza a llamar, cuatro tonos y…- Aló, nee-san, te llamaba para avisarte que ya llegué… sí, todo bien… no te preocupes… nee-san cuídate mucho… ya te extraño… está bien… nos vemos… adiós… Toma Jun-san, muchas gracias
Jun: -comienza a cuestionarse la relación entre Izumi y Miu- Uhhm, de nada… puedo hacerte otra pregunta…
Miu: Uhm, sí
Jun: ¿Qué tipo de relación tienes con Izumi-san?
Miu: Mmmhh… mí relación con mi nee-san, aaah nos conocemos desde el instituto, ella me ayudó en momentos tristes, desde ahí que somos inseparables, ella me protege de todos, es como mi ángel guardián… Bueno, creo que ya debo bajar, mis padres ya deben estar un poco preocupados, muchas gracias Jun-san, por traerme, adiós -ella baja del auto de manera rápida-
Jun: Hasta luego Miu-chan -dice esto algo pensativo, para después sentir un impulso, cuando ella abre la reja de su casa, teniendo los deseos de protegerla y a la vez de sacarla de un cascarón impenetrable, que en cierto modo intenta construir Izumi para ella- ¡Espera, Miu-chan!
Miu: -ella voltea algo sorprendida- Dime, Jun-san
Jun: Ya que somos amigos, ¿qué te parece si mañana nos volvemos a ver?
Miu: Es que mañana quedé de juntarme con Izumi-chan
Jun: -un poco más insistente- Creo que Izumi-san no se molestará si decides salir conmigo, digo, siempre tendrán otros momentos para verse, ¿no?, además mañana es uno de los pocos días que tengo libre, y quiero hacer algo divertido
Miu: -lo mira y sonríe- Creo que tienes razón, mi nee-san no se enojará y menos si salgo contigo -diciendo esto de manera muy inocente-
Jun: Entonces está decidido, mañana saldremos a dar un paseo, pasaré por ti a eso de las diez, ¿te parece bien?
Miu: Sí, Jun-san, nos vemos… Uhm, por cierto, muchas gracias…
Jun: No te molestes, fue un placer -rostro nice- Ok, adiós -sube a su auto y arranca-

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Sensaciones explicitas, se sentían en un auto con poco espacio, entre conversaciones vacías, unas risas coquetas y miradas fugaces, pero cautivadoras, esto era lo que se vivía en el auto de Aiba, con su acompañante, Izumi, pasado unos minutos, unas cuantas millas y unas cuantas calles, se encontraban ellos en la soledad de una noche que no pretendía terminar, en un barrio residencial, que hacía de esto el hogar de Izumi.
Izumi: Mmmhhh, ya llegamos…
Aiba: Sí, qué lástima que ya llegamos
Izumi: ¿Lástima? ¿Y eso por qué?
Aiba: Porque eso significa que te tengo que dejar ir, y eso es algo que no quiero
Izu: Aiba-kun, no digas eso, porque no va a faltar la oportunidad donde nos volvamos a ver
Aiba: -hace puchero- eso lo sé, pero no quiero que ésta noche termine
Izu: Lo sé, yo tampoco, pero es tarde, fue lindo lo de hoy, nos veremos, Aiba-kun -Ella abre la puerta del auto-
Aiba: -mientras ella procedía a bajarse del auto, este la detiene tomándola del brazo y le planta un beso, compuesto de pasión, con ritmo acelerado, permitiendo que ésta no escapara de una situación fogosa-
-Más allá de las intenciones de ellos, se mostraba un beso que iba evolucionando en algo mucho más intenso, las manos comenzaban a besar cada espacio, cada centímetro de piel, como si éstas buscaran algo oculto, Aiba, no podía evitar sentir la exaltación y excitación de la situación, haciendo que su acciones fueran algo torpes y apresuradas, ella por su parte dejándose llevar, pero a ratos con chispeos conscientes de un frenesí que debía parar. Ella decide acabar con la situación cuando siente que las manos de él, ya habían finalizado un recorrido, terminando directamente en sus entrepiernas, ella sabía como terminaría, una escena final, que no venía al caso, ya que era ella la que decidía cuándo debía tomar el paso siguiente-
Izu: A-Aiba, n-o, creo que ya debemos parar, es-to es un poco acelera-rado -dice con la voz entrecortada-
Aiba: -un poco decepcionado, pero siendo comprensivo con la situación, se detiene- creo que tienes razón, ya tendremos más oportunidades de continuar, será mejor que me vaya -antes de dejarla partir, él la besa, un beso de despedida, pero también de un “pronto nos veremos”-
Ella sube a su departamento, después de una noche acalorada, pero con mucho sentido, decide irse a dormir, pero antes de esto toma una foto de Kenji, que se encontraba enmarcada en una mesa de noche, la mira y por primera vez decide mirarla por última vez, representado en ella una despedida afectiva, no con una misma pena, como en noches anteriores, “ya es hora de continuar” dice, guardando en un cajón aquella foto que representaba un pasado, sacando también de allí un frasco de píldoras, aquellas que representaban la necesidad de aferrarse al recuerdo, así mismo de aferrarse al racconto que diariamente hacía cada noche en los últimos 8 meses.

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Los cuerpos desnudos posados en un sillón, unidos entre la lujuria y el placer, la necesidad de no decir nada y explicar todo a través de los movimientos rápidos, al ritmo de dos corazones acelerados, ella arriba de él demostraba en pocas palabras quién llevaba el control, como si ella fuese una maestra, y él, el alumno deseoso de aprender los secretos que aquella, ya experimentada, guardaba. Los gemidos de goce se dejaban notar, daba pié para que siguiera el acto, un calor intenso se apoderaba del salón, la sensación recalcitrante de que cada movimiento implicaba una acción bien armada, casi precisa, como si todo hubiese estado planeado desde el principio, la situación iba cada vez más rápido, aquella chica, nuevamente disfrutaba de manera exaltada los placeres que le entregaban el arte de hacer el amor. Juntos y sin esperar más tiempo, llegan al clímax, un último gemido demostraba que el acto había concluido, conservando la unión del principio, dilataron la situación, en un “post”, casi congelado, en tiempo y espacio. Ella, una viuda negra muy sabia, decide romper la situación, para imponer también su carácter, una independencia efusiva, sinónimo también de una barrera de algo oculto dentro de la indolencia de la joven mujer.
Ai: ¿No crees que ya es tarde? Digo, mañana debes tener varias actividades
Nino: -Descolocado por aquella reacción, ve como ella se levanta y se dirige a ponerse una bata- Bueno si tú quieres que me vaya, me voy
Ai: No lo tomes a mal, pero la verdad mañana me espera un arduo día
Nino: Pero entonces, me puedo quedar contigo
Ai: Nino-chan, no quiero que me mal intérpretes, ni que me tomes como una bruja maliciosa, es sólo que yo tengo una visión diferente de las cosas, quiero que lo veas como una situación, aunque no creas que no se puede volver a repetir
Nino: Eso lo decido yo
Ai: ¡Ay, por favor! ¿Ahora me dirás que no te gustó?
Nino: No creas que eres la única que puede tomar decisiones por sí sola -Se viste en silencio y se dirige hacia puerta, yéndose del lugar, dejando atrás un sonoro portazo-
Ai: Bueno, como quieras…

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A la mañana siguiente se acercaba una sorpresa a la casa de Izumi, eran aproximadamente las 10 de la mañana, un joven entusiasmado, llegaba a la puerta, junto con unas bolsas que demostraban ser un posible festín matutino.
-Ding-dong, suena el timbre, ella, con el ánimo de quién se levantó hace muy poco o más bien dicho recién, atiende el llamado de su puerta, la sorpresa, era grande, no por eso no era agradable, es sólo que el contexto situacional no dejaba ver ni una pisca de un ambiente romantico-
Izu: -Abre la puerta- Aiba… hollyshit -cierra la puerta de golpe- ¡Mierda!, qué hago, qué hago…-dando vueltas en círculos, con sus dos manos en la cabeza, en pijama y mirando la realidad de su departamento-
Aiba: Izumi-chan, por favor, abre la puerta, que están pesadas -refiriéndose a las bolsas
Izu: Ok, tranquila, respira, no lo va a notar -diciéndose a sí misma, tratando de auto convencerse- Está bien -abre la puerta- Aiba-kun, pero qué sorpresa…
Aiba: -mirandola con puchero y con sorpresa viéndola tan desaliñada- ¿Por qué me cerraste la puerta? ¿No te da gusta verme?
Izu: Sí, me alegra, pero, eeh, pero, ¿quieres pasar? -sonríe algo nerviosa-
Aiba: Sí, gracias -entra a la casa y no puede evitar notar un “ligero” desorden allí- Izumi-chan, ¿te han robado?
Izu: -nerviosa- Lo que pasa es que hubo un tornado inusual, ¿acaso no has visto las noticias últimamente? , si me permites un poco ¿me podrías esperar? -se dirige al baño-
Aiba: Sí, tranquila, aquí te espero, me sentaré en el sillón -mientras se sentaba, no pudo evitar notar que en aquel sillón además de un montón de artículos se encontraban allí, desde relojes rotos, hasta un sostén rojo, claramente tirado allí de forma despreocupada-
Izu: -pasado unos minutos ella sale del baño- Por cierto, Hola, ¿cómo estás, Aiba-kun?
Aiba: -Él se aproxima y le da un beso de buenos días- Muy bien ¿y tú?
Izu: Como ves, recién despertando jeje, ¿esas bolsas son el desayuno? -Dirigiéndose a las bolsas que acompañaban a Aiba-
Aiba: Sí, ¿te parece si hoy desayunamos algo delicioso?
Izu: ¡Claro! Me gusta comer, ñami
Aiba: Cómo ésta es mi sorpresa para ti, yo seré el que te prepare el desayuno
Izu: Yeeei, me parece genial, por aquí está la cocina -indicando el lugar que curiosamente, era el único espacio que se mantenía decente, como si por allí nadie se asomara en varios días-
-Mientras Aiba hacía el desayuno, Izumi pretendía pasar desapercibida, haciendo un poco de limpieza en el lugar-
Aiba: Que no se te olvide, sacar esa cosa roja que está allí -riendo pícaramente-
Izu: -sonrojada- ¿Qué cosa?, no hay nada… Ah, olvídalo
-pasado un rato, el desayuno ya estaba hecho, un festín digno de los dioses, ya ubicados en los puestos respectivos, comen y juegan un poco, haciendo de esto un desayuno muy agradable y divertido. Cuando ya terminaron, ella, casi como un caso particular, levanta los trastos y procede a lavarlos, es allí cuando Aiba se acerca a ella, y la toma por la cintura para besarla en el cuello, en el acto mismo, cuando los besos y caricias se volvían más intensos, un sonido de llaves se escucha, la llegada del exaltado Dan-chan, quién no duda entrar de forma escandalosa y cargado en sí de una historia llena de furia e insatisfacción-
Dan: -entra de golpe- Maldito Imai, desgraciado, juro que no lo volveré a llamar, juro, pero JURO que no lo volveré a ver -cuando iba a seguir maldiciendo, se dio cuenta de la presencia de Aiba-
Izu: ¡Dan-chan! Tan inoportuno como siempre, pero ¡qué demonios te pasa!
Dan: -ignorando a Aiba- Ese estúpido, de nuevo me hizo la misma, pero ésta sí que no se la perdono
Aiba: Ehh, hola -con un hilo de voz un poquito asustado-
Dan: Ah, hola… Ah ¿Hola? ¿Qué haces tú acá?
Aiba: Le vine a preparar el desayuno a Izumi (:3)
Dan: Pero prima ¿cómo lo recibes en ésta pocilga?... espera… ¿escuchaste todo lo que dije?
Izu: Difícil que no te haya escuchado, si llegaste gritando y maldiciendo a Tsubasa-san
Aiba: Izumi-chan, se refiere a ¿Tsubasa-sempai?
Izu: -Facepalm- Bueno, sí… Aiba-kun, ya, pero que esto quede entre nosotros ¿vale?
Aiba: Sí, no hay problema, pero no puedo evitar sorprenderme la verdad
Izu: Ya, déjate de tantos rodeos y dinos qué pasa
Dan: Naaa, te digo otro día, ya que te veo ocupada y no me gusta hablar en público sobre mí vida privada… -Izumi con un rostro de “Are you fucking kidding me?”-
Izu: Ya, habla de una vez y dime qué fue lo que hizo Tsubasa-san ésta vez
Dan: Lo mismo de siempre, niña, nuevamente me dejó solo, estábamos en lo mejor, cuando a éste idiota se le ocurre contestar una llamada, y no se le ocurrió nada mejor que decir nuevamente que tenía un compromiso y se fue, y me dejó, ¿puedes entender eso? Nuevamente me dejó botado, ¡a mí, niña!
Izu: Pero ¿cuál era ese compromiso tan importante?
Dan: La misma cosa esa de la agencia, que quieren que lleve una doble vida, y siempre soy yo el que queda de lado. Yo que he estado con él todos éstos años, he sido incondicional, lo he apoyado en todo, y sin embargo no respeta nuestros momentos, estoy tan cansado, pero toda paciencia tiene su límite, ósea no puedo estar siempre reprimido por culpa de su fama
Izu: Cariño, tú sabías a lo que ibas, involucrándote con él, y si ya llegaste a tú límite, ya sabes cuál es la solución, termina de una vez por todas con esa relación, que al final lo único que hace es dañarte
Dan: Lo sé, pero me cuesta tanto…

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Y pasa el tiempo

Habían pasado ya casi dos meses, de amor y algo más es de lo que se trataba esto, y más allá de una evolución de aquellos personajes, en donde algo había sucedido, y demostraba así el final de un episodio, pero también el comienzo de otro.
Sho y Azu, todo se esperaba, el comienzo de una relación prometedora. En una de sus tantas salidas decidieron formalizar su relación, lejos de los conflictos que se veían venir, había una linda conexión entre ellos dos.
Para Miu y Jun, algo había comenzado, dentro de la amistad y el apego constante, nació el amor, dando así una pequeña oportunidad para Miu, claro estaba que no todo iba a ser fácil, ya que también comenzarían a aparecer sucesos del pasado que atormentaban a la pequeña.
De Nino y Airi, no mucho se deparaba, las idas y venidas de los momentos de amor, seguían persistiendo, a pesar de que Airi se resistía, el sentimiento de amor sería inevitable, pero ésta vez iba a ser ella la que debía sacrificar un poco de su orgullo, ya que ella tenía una posición costumbrista con respecto a las relaciones, siempre el chico persiguiendo a la dama de hielo, pero Nino, quien era claramente una persona en términos iguales, no dejaría, y de forma astuta, que el mismo patrón se volviera a repetir.
En cuanto a Ohno y Nana, la cosa no evolucionaba, no se veían en mucho tiempo. Para Nana era un capítulo casi olvidado, pero como dándole un gusto más dulce, el pasado vuelve a encontrarlos, para hacer de ello una sublime oportunidad. Por lo demás, es interesante explicar, que entre Nino y Nana una buena amistad había nacido, así como la de Sho con Izumi, ya que ellos tenían actividades en común, como los videojuegos.
Dan, después de la última situación con Tsubasa, termina en cierto modo la relación, dándose el tiempo de conocer gente nueva, pero debido a que aún seguían sentimientos, la vida los vuelve a juntar, dándose así una oportunidad más seria y comprometida.

Tratandose de Aiba e Izumi, iba todo avanzando en forma positiva, se aproximaba un “rehaciendo la felicidad”, pero dado que dentro de ello había actores enfurecidos, los cuales harían lo imposible para que esto no se lleve a cabo, la historia se verá un poco tormentosa, llena de enredos e intrigas.

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Rehaciendo la felicidad:

Entrevista con los recuerdos: Capitulo 7

Y comienzan los enredos, aparecen los enemigos

Aiba, toma a Izumi de la mano y la lleva hacia una terraza. Ella intenta resistirse, por no querer más confrontaciones con él.

Izu: Aiba-san, suéltame por favor
Aiba: No, hasta que me escuches
Izu: Todos nos están mirando, por favor suéltame, no quiero una escena y malas interpretaciones, no más
Aiba: Entonces no te resistas y sólo sígueme
-Llegan a una de las terrazas más alejadas del sitio-
Izu: Habla, qué es lo que me quieres decir
Aiba: Sólo te quiero explicar lo sucedido, no quiero que estés enojada conmigo
Izu: ¿Cómo quieres que no me enoje? Me dejaste de lo peor y este tipo de cosas me recuerdan demasiado esas escenas de celos que me hacía Kenji, eso siempre me dejaba muy mal, tú también lo conseguiste
Aiba: Yo no soy él, me dejé llevar por los celos, te prometo no va a volver a suceder
Izu: No prometas algo que quizás no vas a poder cumplir, los celos siempre sacan lo peor de la gente
Aiba: Quizás tengas razón, pero cuando me propongo algo, siempre lo logro, por lo demás quiero pedirte disculpas, sé que mi comportamiento no fue debido, especialmente porque no hay nada entre nosotros dos, eso no quiere decir que yo no sienta algo por ti y de verdad quiero que nuestra barrera cambie
Izu: -un poco tambaleante por aquella confesión- Aiba-san, creo que tengo que reconocer que tu también me gustas, por algo te besé, pero siento que aún no estoy preparada para corresponderte un cien por ciento, y no quiero terminar haciéndote daño
Aiba: Tan sólo dame la oportunidad, yo me encargaré que termines enamorándote de mi -la toma por la cintura, acaricia su rostro con la mano derecha y acerca sus labios hasta besarla, de forma suave, pero breve, se reincorpora y le susurra al oído- No me rendiré
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Mientras tanto en otro lado del salón se encuentra Matsumoto y una nerviosa Miu, ésta se encontraba así no sólo porque estaba con Matsumoto, sino que también porque se sentía abandonada por sus amigas, ya que ella no era muy sociable, y se incomodaba con facilidad en las aglomeraciones de gente.
-Ella se dirige timidamente a Matsumoto-
Miu: Matsumoto-san, ¿Me puedes ayudar a buscar a Izu-chan? Por favor
Jun: -la mira de reojo y de forma reacia le contesta- Mmhhh, ¿y por qué no la buscas sola?
Miu: Aah, lo siento, no pensé que te molestara -algo cabizbaja-
Jun: -Al ver un rostro triste y temeroso- Bueno, te ayudaré, para que no andes sola, ni te pierdas, quién sabe que te podría pasar entre toda ésta gente
Ella comienza a caminar, sin querer alguien la empuja, asustada se desorienta, Matsumoto la toma de la mano para que no se pierda entre la gente, caminan juntos sin darse cuenta de que siguen tomados de la mano, hasta llegar a una de las terrazas más alejadas, allí Matsumoto se da cuenta de la escena y se mantiene alejado, mientras que Miu, que sólo quería encontrar a Izumi, sólo la ve y corre sin percatarse de lo que allí estaba sucediendo, arrastrando a un perplejo Matsumoto por la actitud tan infantil de Miu.

Miu: ¡Izumi-chaaaaan, por fin te encontré!
Izu: -algo nerviosa- ¿Qué pasa pequeña, por qué gritas?
Miu: Es que no te encontraba y estaba sola y tenía miedo de que algo le pasara a mí nee-chan y yo… -comienzan a aparecer unas lágrimas en sus ojos-
Izu: Pequeña, cálmate que aquí estoy y creo que mejor sueltas a Matsumoto-san, antes de que lo dejes sin mano
Jun: -algo incomodo y avergonzado, pero al mismo tiempo divertido- Por favor, que ya me cortó la circulación de mí brazo
Miu: -sonrojada suelta su mano- Perdón. Perdón, perdón, Matsumoto-san, es que yo estaba nerviosa y bueno, Izu y … yo… perdón, Matsumoto-san
Aiba: Bueno, bueno por lo visto Matsujun te cuidó bien, ¿por qué no volvemos todos con los demás? -Mientras Matsumoto pega una mirada de complicidad con Aiba, y pega una sonrisa pícara, dándole a entender que algo sabía-

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Azumi y Sho, se encontraban en otra terraza, después de haber escapado de aquella escena con Oguri, pidiéndole disculpas por lo sucedido.
Azu: Lo siento mucho y lamento que hayas presenciado esto, a veces Shun puede ser muy insistente, especialmente cuando no se siente tomado en cuenta
Sho: Parece una historia algo tormentosa y al parecer aún no tiene fin
Azu: Para mi ya finalizó, desde el momento en que lo encontré con otra en la cama, al principio eran sólo rumores y siempre perdonaba sus supuestas infidelidades
Sho: Pero cuando lo vives en carne propia todo cambia, ¿no? Bueno por eso dicen, ojos que no ven, corazón que no siente
Azu: Sí, creo que aquello terminó por matar cualquier rastrojo de amor que podía sentir por él, aunque siempre supe que esto no terminaría bien, prefería hacer ciertamente oídos sordos, fui una tonta
Sho: No creo que seas tonta, sólo que él amor a veces nos ciega, pero el tonto fue Oguri-san, por perder a alguien tan lindo como tú
Azu: -sonrojada- gracias, creo ya debo dar vuelta la página y comenzar algo nuevo
Sho: -esperanzado, se acerca a ella, y al notar que ella no lo rechaza, le acaricia el cabello- ¿Y tienes a alguien en mente?
Azu: -dejandose llevar- Mmmhhh, podría ser, hay un chico guapo, interesante, inteligente y que le agrada escucharme, que podría ser un buen candidato, para hacerme olvidar
Sho: -se aproxima más a ella, acercando su rostro, tan aproximado que podían sentir la respiración de cada uno, sin poder aguantar más, la besa, no era un beso tierno, sino más bien un beso apasionado y lleno de deseo, mientras esto sucedía y sin percatarse que unos ojos los observaban, llenos de ira y celos-
Shun: Veo que se están entendiendo
-Ellos se separan bruscamente-
Sho: -se coloca delante de Azu, como protegiéndola- ¿Qué buscas aquí, Oguri-san? Me parece que estás demás
Shun: Yo sólo vengo a reclamar lo que es mío
Sho: Creo que aquí no hay nada que te pertenezca
Shun: -dirigiéndose a Azu- Veo que aún sigues en la misma línea de los famosos y no pierdes el tiempo, se te olvidó pronto tú devoción hacia mí, pero recuerda que yo puedo hacerte volver cuando quiera
Sho: Ya basta de tratarla así, ella ya no quiere estar contigo, ya no es esa esclava que creías tener, ella ahora está conmigo
Shun: Por ahora, ya verás que ella volverá, no se te hará fácil retenerla a tú lado
Azu: ¡Ya basta, los dos!, Sho, no caigas en su juego, es eso justamente lo que él quiere, y tú, ya vete, no eres bienvenido, asume que lo nuestro se acabó y sigue tú camino, hay muchas otras que mueren por estar contigo
Shun: Pero yo sólo quiero a una, y esa eres tú
Azu: ¡Mentira!, tú sólo te quieres a ti mismo, yo sólo era tú trofeo de exhibición, ahora, el pequeño mimado está enojado porque su juguete encontró un nuevo dueño, porque es eso lo que ves de mí, yo soy tú propiedad, pero te equivocaste, siempre fui libre, y tú sólo eras mí captor, ahora encontré a alguien que me liberó de ti
Shun: Eso ya lo veremos…
Azu: -toma a Sho de la mano y camina hacia la fiesta- Es hora de que nos vayamos de aquí, ya que él al parecer no tiene intenciones de irse
Shun: -intenta detenerla de una forma brusca, Sho intenta detenerlo, pero Azu se le adelanta dándole una bofetada muy fuerte a Shun-
Azu: Ésta será la última vez que volverás a tocarme y que no se te olvide -toma de la mano a Sho, antes de que la situación se vuelva más grave y salen rápidamente del lugar-

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En la mesa se encontraban el resto de los chicos, Ohno muy atento, por primera vez, miraba y escuchaba todo lo que Nana hacía y decía , era la primera chica, que lograba captar su total atención, no sólo porque era muy bella, sino por su personalidad tan burbujeante, sentía que si dejaba de ponerle atención, este se perdería de algo muy importante, no era una conversación, muy profunda, sino más bien algo un poco más divertido y liviano, algo muy característico de ella, sin nombrar el histrionismo natural que ella poseía.
Nana: Oye Satoshi, ¿te puedo decir Satoshi?, es que decirte Onho-san es tan formaaaaal, así que está decidido, te digo Satoshi, y tú sólo dime Nana
Ohno: ¿¿Eeh?? -algo sorprendido por la actitud tan relajada de ella- Sí, por supuesto, no pierdas cuidado, olvidémonos de las formalidades
Nana: Ah qué bueno, eh sí, ¿es verdad que te gusta pescar?
Ohno: Bueno, sí… la verdad es que es …
Nana: Ah sí y también me enteré de que hiciste una exposición, ¿cómo era que se llamaba?
Ohno: “Freestyle”…
Nana: ¡Ah sí, verdad, verdad! Eso es muy interesante ¿Te gustan los pasteles?
AI: Hey nana, deja hablar al pobre, lo interrumpes a cada rato
Nino: Y por lo demás cómo se te ocurre llamarlo Satoshi, ni nosotros lo llamamos así
Nana: Ahh, es que …
Ai: ¿Y a ti qué te importa, si ni a Onho-san le molesta?
Nino: ¿Y tú eres la representante legal o qué?
Ai: Y tú serás acaso el manager de Ohno-san
Nino: Sólo soy un buen amigo que cuida sus intereses
Ai: Más bien pareces una novia celosa
Nino: Y tú una vieja amargada
Ai: ¡¿VIEJA?! ¡¿A QUIÉN LE DICES VIEJA?!
Nino: A ti, por supuesto, porque se nota que Nana-san es mucho menor que tú
Nana: Aaah, ¿Yo?, neee, yo soy sólo un año menor
Ohno: Uhm, yo seré entonces un jubilado, soy el mayor de todos
Nana: Serás mayor, pero no se te nota
Ohno: -sonrojado- Uhm, muchas gracias Nana-chan

Mientras ellos platicaban, habían unos ojos expectantes que de lejos los miraban, era Ishikawa Rika y su hermana menor Saori.

Rika: Oye Saori, acaso no es tú novio el que está allí con esas amigas de Izumi
Saori: Sí, al parecer y ni siquiera me pidió que lo acompañara
Rika: Eso te pasa porque le das demasiada libertad, te he dicho una y mil veces que a los hombres hay que tenerlos con correa tirante
Saori: Pero es que tú sabes que él siempre intenta evitarme, si ya casi no salimos juntos a eventos públicos, y si no me ha dejado todavía, es porque las agencias no lo permitirían
Rika: Eres una tonta, anda hacia allá y demuéstrales a éstas suripantas quién es tú hombre, que ellas sepan que ese chico tiene dueña
Saori: No creo que sea muy buena idea, se va a molestar…
Rika: -Rika la agarra del brazo y la empuja hacia la dirección de los chicos- Eres una estúpida, ¡vamos!
-Se acercan las chicas a la mesa-
Saori: -ella se acerca por detrás del chico, lo abraza y lo besa en la mejilla- Hola, amor, ¿Por qué no me pediste que viniéramos juntos?
-él chico, sorprendido, se voltea, con una expresión como de haber visto un muerto-
Ohno: Saori, no pensé que vendrías, en la agencia no me pidieron que te llamara
Rika: ¿Y qué tienen que ver las agencias? Es tú novia, y tú deber es haberla invitado
Nino: Éramos tan felices…
Rika: -pega una mirada víbora y maliciosa hacia Nino- ¿Y bueno, y tú qué te metes?
Nino: Lo mismo digo…
Ai: Hablando de la escencia del mal gusto
Rika: Ah no, tú no me dirijas ni la palabra
Ai: No te preocupes, si yo le hablaba a tú vestido, debe sentirse muy mal por no poder lucirse bien, con una modelo tan vulgar
Nino: Al parece le faltó un poco de tela a ese vestido
Ai: Si hasta la celulitis se le nota, qué poco glamour
Nino: Ya sabemos por qué los guardias la dejaron entrar
Ai: Ay, niña, yo que tú por lo menos habría hecho dieta y una rutina intensiva de ejercicios, por que harta falta que te hace
Rika: Mira quién habla, por lo visto tú haces mucho ejercicio con tus juguetes, já, si hasta encontraste uno nuevo, Airi -mirando a Ninomiya-
Nana: Uy, pero que filoso, Hola, mucho gusto, no sabía que Saori- chan era novia de Satoshi
Saori: -dirigiendose a Nana- ¿Disculpa? ¿Satoshi? Para ti es es Ohno-san, ya y ahora si me disculpas, ¿te puedes mover un poco? Es que me quiero sentar junto a mí novio
-Llegan los demás chicos (Jun, Miu, Izumi, Aiba, Azumi, Sho)-
Izu: -Ella cambia el rostro de manera muy brusca, Aiba se percata de esto- Rika-san, supongo que no vienes a hacer de esto un momento desagradable
Rika: No, por supuesto que no, cómo se te ocurre, sólo vine a acompañar a mí pequeña hermana a ver a su novio, pero ya me iba
Azu: ¿Novio? ¿Y quién sería tú novio Saori-chan?
Rika: ¿Acaso estás ciega? Ohno-san, obvio
Izu: Cuida tú tono al dirigirte a mis amigas y tú nana ¿Por qué estás parada?
Nana: No, no es por nada no tiene importancia
-De lejos una mirada suspicaz, vigila todo lo que está sucediendo-
Rika: -Ella nota que Aiba está muy cerca de Izumi- ¡Ah!, vaya, veo Izumi que tienes novio nuevo, ¿tan rápido te olvidaste de Kenji?
Izu: -perpleja no sabe cómo reaccionar, ya que el comentario la tomó desprevenida-
-Aiba iba a reaccionar a decir algo cuando Airi se le adelanta y muy enojada se levanta de la mesa-
Ai: -golpea la mesa- Cuida tú sucia boca, antes de que te arranque la lengua, rata apestosa, que ya de por sí tú presencia me provoca nauseas
Nino: -se levanta y trata de calmarla- Airi-san, no vale la pena que hagas caso a estos recursos tan bajos
Sho: Creo que ya es suficiente, Rika-san, por favor te pido que te retires, y Saori-san a ti no puedo pedirte que te vayas ya que eres la novia de Ohno, pero por favor te pido no armes un escándalo como tu hermana
Saori: Yo no me iré del lado de mi novio, pero tampoco quiero conflictos, estoy en mi derecho de estar acá
Rika: Bueno, ni modo, no me quería quedar aquí, adiós y no me extrañen mucho

Después de ese desafortunado incidente, nadie quería seguir en la fiesta, por eso mismo decidieron irse del lugar, hacia sus casas.

Izu: Al parece Dan-chan, que me tenía que llevar, tuvo una emergencia y se tuvo que retirar ¿Ai-chan, me llevarías hasta mí casa con Miu?
Ai: No vine en auto, recuerda que todas llegamos en el auto de Dan-chan
Azu: Ese idiota y sus emergencias…
Aiba: Si quieres yo te llevo
Izu: Tendrías que llevarnos a todas
Aiba: Ehhh, pero no es un auto muy amplio
Nino: Airi-san, si quieres te vas conmigo, recuerda que tu casa queda cerca del camino que sigo hacia la mia
Ai: Ah, ya bueno, me voy con el enano
Jun: Yo puedo llevar a Miu-chan, como ella ya me nombró su guardián personal, mejor cumplo con mi deber, porque quizás mí otra mano pueda sufrir las consecuencias
Miu: Gracias, Matsumoto-san, y perdón -rostro apenado-
Izu: -mira con un poco de desconfianza a Matsumoto- ¿Estás segura, pequeña?
Nino: Ay, ni que se la fuera a comer
Miu: Sí, nee-san, no te preocupes yo estaré bien, apenas llegue, te llamo
Izu: Ok -mirando a Matsumoto- te la confío, y pobre de ti si le pasa algo
Nino: Ay, por dios, ni que fueses su madre
Ai: Ya, cállate enano y vamonos - Lo toma del brazo y lo lleva hacia la salida-
Nana: ¿Y yo? ¿Con quién me voy? -Hace puchero-
Ohno: Yo te llevo, vente conmigo, no hay problema
Saoiri: Claro, no hay problema, te puedes ir con nosotros -Tomando a Ohno del brazo-
Sho: Bueno, yo me llevo a Azu-chan -la toma de la mano y se la lleva sin agregar nada más-
Aiba: Y bueno, sólo quedamos nosotros, ¿nos vamos?
Izu: Sí, vamos
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En el estacionamiento, algo oscuro se tramaba, Rika caminaba enfurecida por el estacionamiento hacia su auto, mientras alguien la seguía, este la toma desprevenida por la espalda, ella voltea y él la besa de forma apasionada.

Rika: ¿Y tú? No deberías estar con tú novia, no fue eso lo que me dijiste la última vez
Shun: Ella por ahora está ocupada, pronto hablaremos de eso, tengo algo que proponerte, por ahora ¿por qué no nos vamos a tu departamento?
Rika: Eso suena excitante, hacer ejercicio contigo me hará olvidar la rabia que tengo
Shun: No te preocupes, que de eso me encargo yo, te haré hacer ejercicios toda la noche
-suben al auto, sin darse cuenta de que habían unos vigilantes de la escena-
Ai: Enano, ¿te diste cuenta de eso?
Nino: ¿Oguri-san y Rika? Eso no lo sabía, vieja
Ai: ¿Ehhh? Que no soy vieja y no me digas vieja, maldito enano
Nino: Y tu no me llames enano, vieja amargada

Ellos suben al auto, en dirección a la casa de Airi. Pasado unos 30 minutos, llegan a un departamento muy lujoso, digno de la propia personalidad de su dueña, en el último piso, un penthouse, que escondía en él, todas esas arrancadas de amor de la glamorosa Airi, ella lo invita a pasar, con la excusa de tomar unas copas y así que durara la noche un poco más, Nino, no dudó en aceptar, ya que él en el fondo se sentía atraído por la chica. Pasadas unas copas, la conversación giraba en torno a lo que vieron en aquel estacionamiento, ya que les intrigaba o más bien les extrañaba la relación que podían tener ellos dos, también sabiendo, por lo menos por parte de Airi, la relación que Azumi había tenido con Oguri, y que Rika, siempre había estado enamorada de Kenji, y le había hecho la vida imposible a Izumi, debido a esto.
De pronto de formó un silencio, pero no era un silencio incomodo, sino más bien era un silencio más íntimo, las miradas cambiaron, y comenzaba un acercamiento casi espontáneo entre los dos, ya no sabían en qué momento se estaban besando, en el sillón del salón, con una luz tenue, con las copas servidas y un momento que se daba tan rápido como la tormenta misma podía formar, cuando las caricias se tornaron más candentes, el comienza bajar el cierre de su vestido, la escena ya estaba dada para la siguiente acción.
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