No, no he perdido una cabeza por casualidad, como quién pierde un móvil. Simplemente estoy muy descontenta con la mía y ya no me sirve. Es estúpida y no se acuerda de nada, me mete en líos de los que no es capaz de sacarme, y hago el ridículo delante de media ciudad día sí y día también gracias a ella. No estoy satisfecha con la compra, y me gustaría que me devolvieran mi dinero. ¿Cómo? !Claro que está desenvuelta y usada! Así es cómo supe que estaba defectuosa...¡no me cuelgue! Cabrón.
Pues eso, si me quereis dar la vuestra, o teneis una en formol o en el fondo de la nevera y creeis que funciona bien, pasádmela. El aspecto no me importa tanto, y no haré preguntas.
Bueno. No sé por dónde empezar. El martes, -día en que llegué a este lugar de nuevo, tras casi perder el avión- olvidé las llaves de casa en casa, estando sola en el país. Poco más y tengo que acampar durante una semana delante de mi portal esperando a que me rescaten. Ante tal perspectiva me dio taquicardia y pensé en llamarme una ambulancia. Oh teh drama.
Ayer vino el fontanero, y se pasó aqui seis horas. Cambió el calentador, para que el agua de los grifos dejase de salir marrón (sanidad como no hay otra, oye), pero además meó en mi vater y no tiró de la cadena, lo cual no me ha sentado nada bien.
Hoy...me encontraba mal aún (estoy resfriada y mareada, a saber) y después de que ayer tuviera que esperar a que el fontanero se fuese para limpiarlo todo (hasta bastante tarde), esta mañana me quedé dormida. Cuando me desperté a las cuatro de la tarde, miré el móvil y tenía una llamada de la "delegada" de mi año, diciéndome que la exposición (esa que yo creía que era dentro de un mes o así) era hoy y que habían estado todo el día colocándolo todo, y que si me interesaba meter algo, que moviese mi culo hacia ahi a toda leche. La llamada era de las 12 de la mañana.
La llamé, y me dijo que ya no estaba ahi, pero que lo intentase si quería. Salí hacia la uni a toda leche, lloviéndo y tal, para más inri, y agarré el par de cuadros feos-pero-terminados que tenía de principios de año. Para no tener que correr a la galería con cuadros bajo la lluvia, llamé a un taxi.
Llegamos a donde es la exposición, y ya no quedanban más que dos personas, más preocupados -como es normal- de ellos mismos que de ayudar a la tontaina sudorosa y mojada que acaba de venir corriendo con cuadros feorros. Mi tutor ya no está. Los números y los espacios ya están repartidos y llenos. Intenté razonar con la "organizadora" de la galería, pero era una de esas personas: bajita, de mala leche, con cara de necesitar más fibra en su dieta. De las que mojan las bragas cuando por una vez tienen una razón semi-legítima de avergonzar a alguien y llamarle imbécil. Hizo justo eso: me llamó imbécil entre lineas, me dijo que ella no podía hacer nada, y que me jodiera un rato.
Finalmente apareció el acosador, y me dije que la dignidad era para maricas, o algo, y le pedí ayuda. Se ofreció a ayudarme, y me buscó un sitio, al lado del extintor (lol), donde solo cabía un cuadro chiquitín (el único que no es feo con avaricia), que es lo que acabé colgando. Un tipo más creepy y raro aún que el acosador me ayudó a colgar el cuadro. Le di las gracias, me avergoncé un rato más delante de los de la galería, que volvieron a ser bordes, y me largué a casa con el resto de fealdad. Lloviéndo aún, pero ya dando igual, porque pa qué.
Y aqui estoy: me he manchado la chaqueta de óleo negro, aún no he comido nada más que pastillas de esas de menta para el aliento, que mastiqué con mucha rabia (y hambre).
Por otro lado, el conductor del taxi se llamaba Robert Cullen, lo cual me hizo mofarme mucho, y acordarme de
nimphetamina .Aclararé que el hombre en realidad tenía más pinta de Bilbo.
*Sigh.*