30 Drabbles [11-20]
11. Pecado.
Palabras: 119
Personajes: España
El silencio de la iglesia se rompía cada dos por tres al menor ruido. Se encontraba de rodillas frente uno de los bancos, con las manos juntas e intentando rezar todo lo que el cura le había dicho que necesitaba para expiar sus pecados. No iba a acabar en toda la noche y a la mañana siguiente salían pronto a otra batalla. Es decir, aún no había limpiado sus pecados y ya sabía que en unas horas volvería a ser considerado un pecador nuevamente. Es que encima no se escapaba de uno (por muy creyente que era): Bebía más de lo aceptable, después blasfemaba, sesgaba vidas y no podía negar que había cedido a los placeres de la carne.
12. Encanto.
Palabras: 100
Personajes: Francia.
París era una ciudad con encanto. Era algo que no se cansaría de repetir hasta la saciedad. Sólo hacía falta echar un ojo a sus calles, al ambiente, la majestuosa Torre Eiffel. Por eso insistía tanto a los demás países de que visitaran su capital. El lugar era hermoso y quería que todos admiraran el glamour que desprendía. No es porque quisiera toquetearlos, no. O porque quisiera arrebatarles algún beso en el momento menos pensado. O porque quisiera ver si podía formar alguna alianza con alguno de ellos. No era nada de eso... ¡Qué va!
Quizás se encontraba demasiado solo.
13. Un empujón.
Palabras: 115
Personajes: Francia.
Si dijera que nunca había deseado dominar a España estaría blasfemando. Ese carácter atolondrado, esa sonrisa y esa simpatía que solía desbordar. Era cierto que había deseado ser el dueño absoluto de todo eso, pero le había faltado alguien que le diera la razón y le animara a ello. Su deseo se había hecho realidad. El sujeto en cuestión: Napoleón Bonaparte. Habían decidido apoderarse de la península silenciosamente y se deleitaba viendo como Antonio seguía en la inopia mientras él estrechaba el cerco a su alrededor.
Al principio no lo entendería, estaba seguro. Era muy cabezota. Pero lo acabaría entendiendo. Después de todo sólo quería su bien. Eso no era, para nada, un capricho suyo...
14. Ambivalencia.
Palabras: 114
Personajes: España + UK.
- Estoy encantado de verte -dijo sonriendo falsamente.
Que venía a significar: Ojalá te hubieras ahogado en la ducha la última noche y no tuviera que ver tu cara.
- Tu compañía es siempre agradable.
Que venía a significar: Odio tu acento inglés y tu carácter agrio. Parece que tienes la regla los 365 días del año a pesar que eres un hombre.
- Puedes venir siempre que quieras.
Que venía a decir: Como vengas muchas veces te echo a patadas de la península. Y como te descuides Gibraltar volverá a ser mía. Lo más curioso de todo era la cara de disgusto con la que lo miraba. Si hasta lo entendía y todo...
15. Vuelta atrás.
Palabras: 100.
Personajes: Alemania + Italia del norte.
Ludwig suspiró mientras aún podía ver el rastro de polvo que habían levantado al huir. Bueno, tendría que habérselo esperado. Después de todo, Italia no había sido el colmo de la valentía desde nunca. Lo que quizás no encajaba tan bien era la rapidez y eficacia con la que daban media vuelta y emprendían la huida. Oteó el horizonte a su espalda y vio un grupo parado. ¡No podía ser! ¿Habían vuelto? Usó unos prismáticos y vio como el grupo italiano estaba entretenido... hablando con unas jovencitas.
- Lo mato... Juro que lo mato. -murmuró apretando el puño con rabia.
16. Última palabra.
Palabras: 103
Personajes: USA + UK + España.
En un lado Alfred y Bush. En otro lado Arthur y Blair. En el que se encontraba él estaba Aznar.
- ¿Cuál es vuestra decisión final? ¿Cuento con vuestro apoyo para Irak? -preguntó Bush de nuevo mirando al presidente y a él mismo.
Antonio ladeó la mirada hacia su actual jefe. Intentaba que su mirada le hiciera recordar todo lo que había ocurrido: Las manifestaciones, la gente diciendo que no, todas las críticas. El pueblo no deseaba una guerra. Notaba las miradas escudriñantes de los dos de habla inglesa.
- Por supuesto -dijo Aznar sorprendiendo al mismo Antonio- España os prestará su apoyo.
17. Equipaje.
Palabras: 109
Personajes: Italia del sur.
Había vuelto a casa con su hermano. Se le hacía rara la idea de no ver cada día al bastardo español. ¡No es como si lo fuera a echar de menos! Sólo es que se había acostumbrado a oír sus estupideces. Desde entonces lo había visto únicamente en un par de ocasiones. Siempre silencioso y mirando de fondo cómo iban y venían con maletas. No dejaba de preguntarse una y otra vez si aquello cambiaba las cosas y haría que el hispano olvidara todos los años que habían convivido juntos.
¡N-no es porque le diera miedo o pena! ¡Después de todo no era como si Antonio le importara nada!
18. Después de.
Palabras: 111
Personajes: Neutral.
La desaparición de un hombre puso al mundo en un estado de conmoción. Los más cercanos al Gran Imperio Romano no habían sabido reaccionar y habían visto como sus territorios eran invadidos por los bárbaros. Sin comerlo ni beberlo, empezaron a perder todo lo que Roma les había aportado. Las letrinas habían sido sustituidas por hoyos en el suelo. Por algún motivo habían dejado de construir con mármol y piedra pulida para pasar a usar piedras y paja. Su aspecto había empezado a ser más dejado, asemejándose al de los bárbaros. Eso entre otras muchas cosas.
Lo mejor (o peor) era que nadie parecía preguntarse el porqué ni se quejaba.
19. En una sola noche.
Palabras: 104.
Personajes: Roma + Germania.
Lo primero que haría sería ir a la zona norte donde aquella dulce muchacha de cabellos cobrizos largos lo esperaba. Calculaba tardar unos veinte minutos como máximo y entonces andaría dos calles hasta llegar donde aquella morena de ojos verdes y pecas lo recibiría con los brazos abiertos. Una charla, un poco de vino... Otros diez minutos. Su horario se extendía, bastante similar, hasta las primeras horas del día. Orgulloso, le enseñaba el pergamino a Germania mientras el otro lo miraba sin expresión alguna.
- ¿Qué te parece? ... ¡Eh! ¡Germania! -vio como el otro se levantaba y se iba- ¡Pero opina! ¡Serás soso!
20. En llamas.
Palabras: 100.
Personajes: España.
No lo iba a permitir. Panamá no iba a caer en manos de los piratas ingleses. Llevaban horas largas cargando todo lo de valor en los barcos. Por mala suerte, le habían llegado noticias de que en los barcos ya no cabía nada más. Aún había material que podría ser robado. Aún era un buen botín. Miró tensamente las cosas. No lo consentiría... Si él no podía tener aquello, entonces nadie podría tenerlo.
- ¡Quemadlo todo! -exclamó Antonio- ¡Que no puedan llevarse nada esos sucios piratas!
Para cuando los hombres de Henry llegaron, Panamá estaba siendo pasto de las llamas.
Palabras: 119
Personajes: España
El silencio de la iglesia se rompía cada dos por tres al menor ruido. Se encontraba de rodillas frente uno de los bancos, con las manos juntas e intentando rezar todo lo que el cura le había dicho que necesitaba para expiar sus pecados. No iba a acabar en toda la noche y a la mañana siguiente salían pronto a otra batalla. Es decir, aún no había limpiado sus pecados y ya sabía que en unas horas volvería a ser considerado un pecador nuevamente. Es que encima no se escapaba de uno (por muy creyente que era): Bebía más de lo aceptable, después blasfemaba, sesgaba vidas y no podía negar que había cedido a los placeres de la carne.
12. Encanto.
Palabras: 100
Personajes: Francia.
París era una ciudad con encanto. Era algo que no se cansaría de repetir hasta la saciedad. Sólo hacía falta echar un ojo a sus calles, al ambiente, la majestuosa Torre Eiffel. Por eso insistía tanto a los demás países de que visitaran su capital. El lugar era hermoso y quería que todos admiraran el glamour que desprendía. No es porque quisiera toquetearlos, no. O porque quisiera arrebatarles algún beso en el momento menos pensado. O porque quisiera ver si podía formar alguna alianza con alguno de ellos. No era nada de eso... ¡Qué va!
Quizás se encontraba demasiado solo.
13. Un empujón.
Palabras: 115
Personajes: Francia.
Si dijera que nunca había deseado dominar a España estaría blasfemando. Ese carácter atolondrado, esa sonrisa y esa simpatía que solía desbordar. Era cierto que había deseado ser el dueño absoluto de todo eso, pero le había faltado alguien que le diera la razón y le animara a ello. Su deseo se había hecho realidad. El sujeto en cuestión: Napoleón Bonaparte. Habían decidido apoderarse de la península silenciosamente y se deleitaba viendo como Antonio seguía en la inopia mientras él estrechaba el cerco a su alrededor.
Al principio no lo entendería, estaba seguro. Era muy cabezota. Pero lo acabaría entendiendo. Después de todo sólo quería su bien. Eso no era, para nada, un capricho suyo...
14. Ambivalencia.
Palabras: 114
Personajes: España + UK.
- Estoy encantado de verte -dijo sonriendo falsamente.
Que venía a significar: Ojalá te hubieras ahogado en la ducha la última noche y no tuviera que ver tu cara.
- Tu compañía es siempre agradable.
Que venía a significar: Odio tu acento inglés y tu carácter agrio. Parece que tienes la regla los 365 días del año a pesar que eres un hombre.
- Puedes venir siempre que quieras.
Que venía a decir: Como vengas muchas veces te echo a patadas de la península. Y como te descuides Gibraltar volverá a ser mía. Lo más curioso de todo era la cara de disgusto con la que lo miraba. Si hasta lo entendía y todo...
15. Vuelta atrás.
Palabras: 100.
Personajes: Alemania + Italia del norte.
Ludwig suspiró mientras aún podía ver el rastro de polvo que habían levantado al huir. Bueno, tendría que habérselo esperado. Después de todo, Italia no había sido el colmo de la valentía desde nunca. Lo que quizás no encajaba tan bien era la rapidez y eficacia con la que daban media vuelta y emprendían la huida. Oteó el horizonte a su espalda y vio un grupo parado. ¡No podía ser! ¿Habían vuelto? Usó unos prismáticos y vio como el grupo italiano estaba entretenido... hablando con unas jovencitas.
- Lo mato... Juro que lo mato. -murmuró apretando el puño con rabia.
16. Última palabra.
Palabras: 103
Personajes: USA + UK + España.
En un lado Alfred y Bush. En otro lado Arthur y Blair. En el que se encontraba él estaba Aznar.
- ¿Cuál es vuestra decisión final? ¿Cuento con vuestro apoyo para Irak? -preguntó Bush de nuevo mirando al presidente y a él mismo.
Antonio ladeó la mirada hacia su actual jefe. Intentaba que su mirada le hiciera recordar todo lo que había ocurrido: Las manifestaciones, la gente diciendo que no, todas las críticas. El pueblo no deseaba una guerra. Notaba las miradas escudriñantes de los dos de habla inglesa.
- Por supuesto -dijo Aznar sorprendiendo al mismo Antonio- España os prestará su apoyo.
17. Equipaje.
Palabras: 109
Personajes: Italia del sur.
Había vuelto a casa con su hermano. Se le hacía rara la idea de no ver cada día al bastardo español. ¡No es como si lo fuera a echar de menos! Sólo es que se había acostumbrado a oír sus estupideces. Desde entonces lo había visto únicamente en un par de ocasiones. Siempre silencioso y mirando de fondo cómo iban y venían con maletas. No dejaba de preguntarse una y otra vez si aquello cambiaba las cosas y haría que el hispano olvidara todos los años que habían convivido juntos.
¡N-no es porque le diera miedo o pena! ¡Después de todo no era como si Antonio le importara nada!
18. Después de.
Palabras: 111
Personajes: Neutral.
La desaparición de un hombre puso al mundo en un estado de conmoción. Los más cercanos al Gran Imperio Romano no habían sabido reaccionar y habían visto como sus territorios eran invadidos por los bárbaros. Sin comerlo ni beberlo, empezaron a perder todo lo que Roma les había aportado. Las letrinas habían sido sustituidas por hoyos en el suelo. Por algún motivo habían dejado de construir con mármol y piedra pulida para pasar a usar piedras y paja. Su aspecto había empezado a ser más dejado, asemejándose al de los bárbaros. Eso entre otras muchas cosas.
Lo mejor (o peor) era que nadie parecía preguntarse el porqué ni se quejaba.
19. En una sola noche.
Palabras: 104.
Personajes: Roma + Germania.
Lo primero que haría sería ir a la zona norte donde aquella dulce muchacha de cabellos cobrizos largos lo esperaba. Calculaba tardar unos veinte minutos como máximo y entonces andaría dos calles hasta llegar donde aquella morena de ojos verdes y pecas lo recibiría con los brazos abiertos. Una charla, un poco de vino... Otros diez minutos. Su horario se extendía, bastante similar, hasta las primeras horas del día. Orgulloso, le enseñaba el pergamino a Germania mientras el otro lo miraba sin expresión alguna.
- ¿Qué te parece? ... ¡Eh! ¡Germania! -vio como el otro se levantaba y se iba- ¡Pero opina! ¡Serás soso!
20. En llamas.
Palabras: 100.
Personajes: España.
No lo iba a permitir. Panamá no iba a caer en manos de los piratas ingleses. Llevaban horas largas cargando todo lo de valor en los barcos. Por mala suerte, le habían llegado noticias de que en los barcos ya no cabía nada más. Aún había material que podría ser robado. Aún era un buen botín. Miró tensamente las cosas. No lo consentiría... Si él no podía tener aquello, entonces nadie podría tenerlo.
- ¡Quemadlo todo! -exclamó Antonio- ¡Que no puedan llevarse nada esos sucios piratas!
Para cuando los hombres de Henry llegaron, Panamá estaba siendo pasto de las llamas.