El nombre del viento/El temor de un hombre sabio

Jul 25, 2012 21:11

Le debía un post ya, y estaba tardando porque:

1.- No me siento nada inspirada para hacer reseñas
2.- No sé hacer críticas de las cosas que me gustan. Cuando no me gustan no tengo ningún problema. En cuanto me gusta, ya no sé decir nada más a parte de babeos incoherentes. Cuanto más me guste el libro, peor lo hago.

Y estos dos libros me gustan mucho, muchísimo e infinito. Pero lo vamos a intentar. Así que aviso que más que una reseña del libro, esto es simplemente una enumeración incoherente de cosas que me han gustado.

Lo más curioso es que llegué a este libro sin tener ni idea de qué iba. Sólo que era un libro de fantasía (con lo difícil que es encontrar un libro de fantasía que se salga de lo común!) con un nombre interesante, y que si a todo el mundo le estaba gustando tanto, yo también lo quería leer. Quizás por eso ni me planteé (creo que ni me acordé) de leer de qué iba, ni quién era el protagonista. Y el amigo que me lo prestó lo tenía forrado de papel de periódico, así que no pude siquiera leer la contraportada. Llegué al libro totalmente virgen, así que hasta que no llegó Cronista no me dije "anda, que lo que va a hacer este hombre es contar su historia, que bien". Totalmente informada yo. Aún así me gustó el no saber absolutamente nada, espero poder volver a hacer eso con un libro en el futuro.

La primera cosa por la que creo que hay que admirar al autor, es por hacer que Kvothe no caiga mal. Es un Gary Stu de manual, inteligente, talentoso, perfecto, y que nunca se equivoca, y si las cosas le salen mal, es porque el mundo es imperfecto, no porque lo sea él. Con un personaje así, lo más normal es que lo odies totalmente y salgas huyendo del libro en dirección contraria. Que el personaje de Kvothe no solo no caiga mal, si no que parezca interesante (aunque no es mi favorito del libro), creo que es el mayor logro del autor. Aún así hay veces que tropieza: con todo lo que me ha gustado el libro, si no lo considero perfecto es simplemente porque a ratos Kvothe me cansa de verdad. Entiendo que deba hacer cosas increibles para convertirse en el gran héroe que se supone que es, pero hay cualidades accesorias e innecesarias, y el libro hubiese ganado muchísimo si Kvothe no fuese repateantemente perfecto y experto en todo.

Siguiendo por el estilo, olvidaos de libros de fantasia con grandes historias pero mal escritos (G.R.R Martin te estoy mirando a ti). Este libro por lo que destaca es por lo bien escrito que está. Hacía mucho, muchísimo tiempo que no sentía deseos de tener una libreta a mano para ir apuntando los diálogos y párrafos enteros que me iban gustando. Y hacía mucho que no decía “quiero escribir como este señor” (y que no me deprimía profundamente porque yo jamás podré escribir ni la décima parte de bien)

Otra cosa que creo que tengo que destacar es la cantidad de detallitos pequeños que tiene el libro que se enlazan unos con otros. Kvothe canta una canción al inicio del primer libro cuya protagonista conoceremos más adelante, Elodin hace una pregunta aparentemente inocente y muchas páginas después es contestada... algunos son obvios pero otros son tan sutiles, que es difícil darse cuenta (yo encontré uno hojeando las páginas desde el principio, y desde entonces ando paranoica intentando cazarlos, pero hay muchísimos). Son libros a los que hay que darles una relectura para poder darte cuenta de todo lo que te has perdido al principio.

Aunque el inicio es interesante, para mi el libro arranca de verdad cuando llega a la universidad, que de hecho es mi parte favorita. Y mis personajes favoritos del libro son Wilem y Simmon. en realidad todos los personajes que pululan por la universidad son mis favoritos: Elodin (¿a quién no le gusta Elodin? Creo que es el personaje favorito de todo el mundo y su madre por lo que he podido ver), Auri, que es totalmente adorable, Fela, Devi, Kilvin... creo que menos Ambrose y Hemme podría nombrarlos a todos uno a uno.
Pero me quedo con Wilem y Simmon, quizás porque siempre he tenido debilidad por los amigos de los protagonistas cuando son fieles y leales. Creo que me parte el alma cuando veo que nadie los pone nunca entre sus favoritos, o cuando miré la wiki del nombre del viento y pasaban por ellos como de puntillas, como si no pintasen nada en la historia. ¿Es que yo soy la única que ve lo que valen o qué? En fin, es mi destino encariñarme siempre de los personajes que no le interesan a nadie. Simmon, tú sigue siendo adorable, que yo te quiero xDDDD

Los tres muchachos, uno moreno, uno rubio, y otro como el fuego. no se fijan en la noche. Quizá una parte de ellos si lo haga, pero son jóvenes y están borrachos y ocupados sabiendo en el fondo de sus corazones que nunca crecerán, ni morirán. También saben que son amigos, y comparten cierto amor que nunca los abandonará. Los muchachos saben muchas otras cosas, pero quizá ninguna tan importante como esa. Quizá tengan razón.

Este párrafo me encantó.

También tengo que nombrar al personaje de Denna, porque empecé odiándola y ha acabado gustándome bastante.
Y Bast, no me puedo olvidar a Bast, sobretodo porque es el gran enigma del libro. Eso si, no hay que ser precisamente slasher para apostar a que está enamorado de Kvothe, vamos que yo quiero mucho a mis amigas y no voy diciendoles que su risa es como la fruta. En el fondo, Bast no podría haberle salido a Rothfuss más carne de fangirl ni aunque hubiese hecho un estudio de mercado: perosnaje enigmático, peligroso, atractivo, y ya, como lo quieras ver pero tampoco es muy dificil, de identidad sexual dudosa. ¡Fangirls del mundo, acudid! xD

Y ya que he acabado con la segunda parte, la meto en la reseña también, oculta por si hay spoilers. Aunque es aún más caótico que todo lo anterior, no es más una pequeña opinión con una queja de por medio.



En cuanto a El temor de un hombre sabio, no sabría decir si me gustó más o menos que el primero. Las partes que me gustaron de este libro, me gustaron más que las del primero, pero hay algunas que se hacen muy pesadas. En especial la parte de Felurian (que era un somnífero perfecto y absolutamente prescindible salvo por lo del Cthaeh y las puertas de piedra) y la parte de Haert, que de hecho toda la historia ligada a este sitio me parece un poco cogida por los pelos. Es decir, Kvothe llega allí porque a Tempi se le ocurre enseñarle el Ketan, algo que no solo no se debe hacer si no que no se ha hecho nunca porque pondría en peligro la subsistencia de los Adem ¿y a Tempi no se le ocurre pensarlo? No, ni se le pasa por la cabeza. Luego lo arreglan todo con "es que Tempi es un poco tonto". No, para hacer lo que hace, si es tan peligroso como lo contáis en el libro, tendría que tener una deficiencia mental importante. Hubiese quedado mucho mejor un "no es algo que se suela hacer, pero no eres el primer bárbaro en el que vemos el Lethani y que viene a aprender". No, como Kvothe tiene que ser único y especial, pues el autor hace que otro personaje tome decisiones ridículas de niño de dos años. No me convenció nada, y además le llegué a tomar realmente manía a Kvothe en esa parte.

Suerte que luego vuelve a la universidad, las aguas vuelven a su cauce, y el libro se acaba con Bast más loco y más intrigante que en el anterior.

En fin, que me está encantando la saga, y que me entran ganas de apuntar a cada párrafo la cantidad de detallitos que el autor va soltando y que se nota a la legua que serán importantes. Tengo mis propias teorías, pero algunas son tan locas que me las voy a callar. Toca esperar, ojalá que no por mucho tiempo (aunque entre un libro y otro han pasado cinco años), y con suerte a este paso tendremos un libro del tamaño de un cachorro de dinosaurio. Mejor.

PD: ¿Veis como cuando me gusta un libro lo hago fatal? Esto no tiene ni pies ni cabeza.

el nombre del viento, libros

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