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Cuando nos levantamos por la mañana esperamos tener un buen día, no he conocido a nadie aún que se despierte deseando tener el peor día de su vida. Incluso la gente más despreciable desea tener un buen día, pero no saben cómo hacerlo... En realidad pocos saben cómo hacerlo. Además, tener un buen día, no depende sólo de uno, si no también de las circunstancias que le toque vivir a cada cual. En fin, todo está relacionado. El desastre financiero-ecológico-ético-etc... mundial está relacionado entre otras cosas con la avaricia inherente a las personas... con la búsqueda de seguridad, que por una parte es natural y por otra parte nos ha sido inculcada desde la más tierna infancia por nuestros ignorantes mayores... Buscamos la culpa en las élites que dominan los "mercados", pero.. ¿acaso no actuaríamos nosotros igual si estuviéramos ahí? ¿No intentaríamos conservar a toda costa nuestros privilegios? Sólo el conocimiento puede hacernos ver que muchos de los supuestos "privilegios" no son más que ataduras. Pero ese conocimiento llega muchas veces al límite, cuando ya no podemos más, cuando necesitamos como la vida una respuesta... cuando duele. En fin, nos queda poco tiempo para aprender.