(no subject)

Jun 23, 2008 15:16

Buenas~~

Oootro drabble! Vamos, creo que es un drabble... no sé cuantas palabras tiene xDD En fin. Es el primero que escribo de Canción de Hielo y Fuego, así que no sé si lo he hecho bien :S Pero bueno, es que hasta que salga el quinto algo tendré que hacer para que no volverme loca!!! Aiiins! Necesito Fics!! Más FanArt!! *aparece una seta de no se sabe donde y le inyecta a saber qué*
Así que hasta entonces, a escribir se ha dicho.

Título: Familia
Fandom: ASOIAF (Canción de Hielo y Fuego en inglés)
Personajes: Eddard Stark/ Arya Stark/ Jon Nieve
Spoiler: insinuación de, mejor dicho.
Rating: K

Por cierto; hay insinuación de una teoría que descubrí hace algún tiempo en relación a quiénes son en realidad los padres de Jon. Esa teoría en cuestión la ADORO. En serio, me encanta. Me parece bastante real, y además me gusta más que la idea de que Jon sea hijo de Ned. Pero bueeeno. A ver cómo nos sorprende esta vez Martin xD



Familia

- ¿Arya...? - Silencio -. Arya, abre -. Ned es casi capaz de ver a su hija pequeña sentada en la cama, con el morro torcido y mirando por la ventana - ¿Por favor?

Pasos apresurados suenan en la habitación, y la puerta se abre de golpe. La niña tiene la cara surcada de lágrimas, que intenta tragarse inútilmente. Ned comienza a sentirse realmente mal. A veces olvida lo terrible que ser comparado con tu hermano mayor... para decidir que no tienes nada que merezca la pena.

- ¿Q-qué quieres? - Arya hipa, sin poder controlarse, sin mirar a su padre a la cara. Éste se queda por un momento sin palabras -. Vete a alabar a Sansa, como todos los demás.

- ¿Te apetece venir a montar conmigo? - Arya contempla atónita su rostro. Ned no sabe realmente por qué se lo ha preguntado... pero esa sonrisa sorprendida le confirma que ha valido la pena.

- ¿De verdad? - la niña no se lo cree. Pero después de un momento de desconcierto vuelve al interior de su habitación, donde se calza las botas a toda prisa, y vuelve a salir con la capa en la mano.

- Te espero en los establos. Di que preparen mi caballo y el tuyo - Arya contempla a su padre, concentrada. Ned se da la vuelta, y comienza a subir las escaleras de la torre.

- ¡Padre! - la niña está aún en la entrada de su cuarto. Cuando Ned se gira a mirarla, reconoce la expresión de su rostro -. ¿Puede venir Jon con nosotros? - Su padre abre la boca para recordarle que no estaría bien visto, por mucho que le duela, pero Arya se adelanta -. Ya sé que no es correcto y todo eso... pero por una vez no pasará nada, ¿no?

Ned suspira. "Pero por una vez no pasará nada, ¿no?"
Debe estar haciéndose viejo más rápido de lo que pensaba... también olvidó lo mucho que su hija pequeña se parecía a Lyanna. Ella tampoco era hermosa cuando tenía nueve años, por mucho que nadie lo recordarse. El señor de Invernalia oculta una sonrisa triste, y asiente.

- Está bien -. Arya sonríe, contenta -. Pide también que ensillen el suyo. Ya le busco yo -. La niña echa a correr escaleras abajo, con sus largos cabellos castaños flotando a su espalda.

Ned comienza a andar por el largo pasillo que sale del vestíbulo de la torre. Tiene el presentimiento que el joven estará también en su habitación. Jon es el más complicado de todos, y eso no se debe tan sólo a su condición de bastardo. Sus padres tienen también bastante que ver.
Pero claro, eso él no lo sabe.

Cuando llega al cuarto que comparte con Robb, se sorprende al encontrarle ya fuera, a punto de cerrar la puerta. Ned le contempla, inquisitivo, con las cejas arqueadas. El muchacho le devuelve una mirada inocente que no le engaña en absoluto.

- Os escuché desde mi cuarto -. El señor de Invernalia se mantiene en silencio -. ¿Es verdad que puedo ir con vosotros?

- Por supuesto... ya se ha ocupado tu hermana de ello -. Y le ha dado la excusa perfecta para poder pasar la mañana alejada del castillo en su compañía. En ocasiones lamenta, para después recriminarse mentalmente, el que Jon no sea su hijo legítimo -. Baja a ayudarla, anda... seguro que está intentando ensillar ella misma a los caballos.

Jon se echa a reír, y toma el mismo camino que Arya con más tranquilidad que la niña. Cuando sus pasos se pierden escaleras abajo, Ned se dirije a sus habitaciones a cambiarse también. La imagen de Lyanna sigue dando vueltas en su cabeza.

El día transcurre sin mayores sobresaltos. Ned pasa la mañana con Arya y Jon, paseando a caballo por las cercanías del castillo. Cuando se acerca la hora de comer, los tres vuelven lentamente a Invernalia. Conforme se van acercando al edificio principal, el muchacho da señales de sentirse cada vez más nervioso. En las enormes puertas, se distingue al resto de los Stark. Catelyn y los niños. Todos con el cabello castaño rojizo y los ojos azules. Jon se detiene a mitad del camino.

- Padre, Arya... - ambos se vuelven. El joven mantiene fija la mirada en algún lugar más allá del castillo -. Desmontad, ya llevo yo los caballos al establo.

Ned contempla al adolescente. Con un imperceptible suspiro, baja del animal y le entrega las riendas. Arya mira a Jon.

- Te acompaño -. Los ojos grises del chico la contemplan con cariño, y niega con la cabeza.

- No digas tonterías... no querrás darle a la septa Mordane más motivos para castigarte, ¿verdad? - la niña frunce el ceño, pero imita a su padre.

Padre e hija contemplan a Jon perderse de camino a los establos. Ned se vuelve a mirar a la niña, y de nueve siente el aguijonazo de la melancolía. Si no se pareciera tanto a Lyanna... si no se parecieran tanto a Lyanna.

Poco tiempo después se encuentran ya todos en el gran comedor, esperando a que les sirvan la comida. Al final, elevada por encima del resto de los comensales, se encuentra la mesa donde comen el señor de Invernalia y los suyos.
Rickon al lado de su madre, contándole cosas sobre su último descubrimiento a Bran mientras su madre intenta que le preste algo de atención al plato. Junto a Ned, Robb, hablando animadamente con Jon, que escucha haciendo a veces alguno de sus irónicos comentarios, mientras ambos dan buena cuenta de su comida. Situada junto al muchacho, Arya presta atención a la conversación, inteviniendo de vez en cuanto entusiasmada. A su lado, Sansa le dirije en más de una ocasión miradas escandalizadas. Ella, como buena dama, come delicadamente, dando cortésmente su opinión con voz dulce.

Eddard Stark contempla a su familia.
Y por encima del dolor causado por los que no están, siente algo más importante.

Amor y orgullo por los que se encuentran a su lado. Junto con la certeza de que dará su vida por protegerlos.

asoiaf, drabble

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