Ciudad Crepúsculo: una guía

Dec 14, 2011 21:42

Título: Ciudad Crepúsculo
Fandom: Original
Rating: K
Resumen: todo lo que necesitas saber sobre Ciudad Crepúsculo.
Notas: hace unos años me inventé un mundo. Lo llamé Ciudad Crepúsculo, y lo llené de personajes extraños. Fue uno de esos originales que no llegaron a nada, de los que tengo muchos, y mi favorito de todos. La idea de una ciudad llena de niebla y secretos e iluminada por la luz ámbar de las farolas me sigue encantando, y de vez en cuando la uso como escenario de algunas de mis historias. (Concretamente, un fic de HP que espero terminar alguna vez x_D). Las excusas: sin betear, sin plot, tiene poco más de quinientas palabras y lo he escrito porque me aburría y porque la única forma de evitar el bloqueo, en mi caso, es desconectar con otra historia. Espero que no os disguste :)


Ciudad Crepúsculo: una guía

Hay una ciudad, cuya localización exacta no necesitáis saber, que está entre este mundo y el siguiente. Ciudad Crepúsculo la llaman, y existe desde los albores del tiempo. Al principio como lugar de paso, más adelante como refugio de todo lo extraño y lo extraordinario, todavía pervive, más viva que nunca. Está hecha de noches anaranjadas y días grises, de miradas de reojo en el autobús y sonrisas llenas de dientes. Es el lugar al que ir si quieres perderte, donde acudir si lo que deseas es que te encuentren. Todos los caminos llevan a Ciudad Crepúsculo, y todas los mares tocan su costa. Es una mezcla entre puerto de mar, encrucijada y campamento de circo. Es peligrosa y sucia, con la belleza de la luz naranja de las farolas en las noches de niebla y la lluvia de telaraña de un amanecer de otoño. Es muchas cosas, y pocas de ellas buenas.

En Ciudad Crepúsculo existe un barrio bastante peculiar; le llaman el de los libreros. En los documentos oficiales aparece con otro nombre que, sin embargo, pocos recuerdan y menos usan. Está lejos del mar - la humedad daña las páginas -, y lleno de tiendas de libros.
Todo lo que puedas imaginar lo encontrarás allí. También algunas cosas que jamás concebirías. Lo importante es que nunca olvides que en las sombras de las estanterías siempre habitan monstruos, y que la sonrisa amable de un librero puede ocultar más de un secreto afilado. Cuenta una leyenda urbana que un estudioso desesperado juró dar lo que fuera a cambio de un libro prohibido. El agradable anciano de la tienda se lo consiguió, y años más tarde apareció en casa del para entonces famoso catedrático, reclamando el precio. El éxito no es gratis, le recordó.
El catedrático desapareció, pero la tiendecita todavía existe. La lleva un hombrecillo encorvado de mirada gris y ojos castaños. No cierra nunca.

Es fácil perderse entre las calles de Ciudad Crepúsculo. Es antigua, y, por lo tanto, en ella abundan los callejones sin salida, los rincones absurdos y las plazas llenas de señores mayores tomando el aire. Hay pocas avenidas como las de las grandes capitales europeas, y muchos caminos escondidos como los de las ciudades que algún día fueron fortalezas. Siempre huele a mar, a humedad, y el sol es más una presencia intuida que un pasajero constante del día. Raramente hace calor, y casi siempre llueve. Un viajero que se tomaba demasiado en serio la llamó una vez la hermana retorcida de Londres. Era italiano y jamás había estado en la capital inglesa, pero le gustaba como sonaba. Así son los escritores.

La noche crepusculiana es famosa por su oscuridad. Hay algo en las sombras que sale del mar y la niebla, y empapa la luz de las farolas, la atenúa, y a veces, hasta la hace desaparecer. Hay algo en los ojos de sus habitantes, en su forma de mirar de reojo y no ver nada en realidad, que revela que es una ciudad con un secreto.
Ese secreto tiene nombre, boca y muchas patas, y, desgraciadamente, no os lo puedo decir.

historia original, ciudad crepúsculo

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