because he doesn't know when to stop (lay/kris/luhan)
fandom: exo
personajes: luhan, kris, lay
disclaimer: los chicos no me pertenecen. trabajo de ficción.
claimer: fanfiction de mi autoría.
rating: r (smut implícito)
resumen: donde nadie es quien parece ser y luhan no puede escapar a ese juego enfermo que cambia de reglas día a día.
n/a: no me pregunten de dónde salió esto ._. pero es mi OT3 y bueno ♥ el edit me costó horrores ;A;
Luhan no aparenta ser el típico novio celoso o siquiera poseer el más mínimo rastro de controlador.
Luhan sonríe de forma angelical y alterna su atención entre todos sus compañeros de grupo, con abrazos y fanservice que confunden a más de uno de vez en cuando.
¿Le intereso?
Pero no, Luhan sólo está siendo Luhan, y normalmente trata de dejar todo en claro después de divertirse lo suficiente.
Yixing y Wufan no se ven como los típicos novios infieles. Yixing parece demasiado inocente y demasiado ingenuo, una víctima fácil, con sus olvidos continuos y momentos de distracción. Wufan es demasiado correcto, todo estricta disciplina y demasiada conciencia de todos sus movimientos.
Aún así, Luhan es posesivo cuando Wufan se acerca a susurrar algo en el oído de Yixing, demasiado cerca, para recibir como respuesta una risa avergonzada y un asentimiento corto. Porque no, Wufan y Yixing no tienen derecho a coquetear entre sí, no pueden estar juntos.
Wufan y Yixing son propiedad de Luhan, y le gustaría mantenerlo así por mucho más tiempo.
-
Luhan.
Wufan jadea, voz grave y profunda, enviando escalofríos por la columna del mayor, sobrecogido por todas las emociones que lo invaden en un mismo momento.
Recientemente cambiaron los arreglos de las habitaciones, y aunque a Luhan le parecía una pena perder sus noches en vela ‘hablando’ con Yixing y escuchándolo rogar (‘Luhan por favor, suficiente con tu tortura’), nunca es algo malo variar un poco y de todas formas estamos hablando de Wufan. Wufan quien le hace alcanzar las estrellas cada vez que se desliza dentro y fuera de él y a Luhan no le gusta estar en el extremo recibidor pero por el rubio lo haría una y otra vez porque se siente demasiado bien.
Wufan.
Luhan se agarra de los hombros del rubio, sintiendo como se aproximo su orgasmo y sus extremidades se vuelven gelatina. Repite su nombre como un mantra y gime, porque sabe que eso es lo que a Wufan le gusta, que no se contenga, que llene la habitación con sus gemidos y los demás sepan qué es lo que está ocurriendo.
Al diablo con el cartel de ‘no molestar’, Wufan prefiere ser más directo.
-
‘Kray’ es la forma en que sus fans comenzaron a llamar a las interacciones entre Yixing y Wufan, a su supuesta relación. Luhan contiene un gruñido cada vez que escucha esa palabra entre la multitud o lee carteles y mensajes en la web. Es ridículo, si Yixing y Wufan tuviera algo él ya lo sabría.
Aunque siempre se miente a sí mismo porque es consciente de cada roce, cada mirada que dura más de lo necesario y cada actitud sospechosa entre ellos, entre su propiedad, y siente la necesidad de romper, patalear y gritar ante esa situación incoherente donde las cosas no salen exactamente como él lo tenía planeado.
Una realidad donde Luhan puede jugar con su mente y su cuerpo y ellos siguen volviendo por más. Una realidad donde no se cruzan personas que deberían estar pendientes únicamente de él. Luhan refunfuña y rememora momentos perfectos en los cuales los imprevistos parecían algo muy lejano.
-
Yixing está mirándolo con esos ojos inocentes suyos, como cuestionándole ‘¿por qué?’ pero al mayor no le interesan sus interrogantes ni mucho menos. Los instintos básicos son lo único que lo mantiene sobre Yixing, labios recorriendo la extensión de su cuello y pecho y dientes mordiendo con más delicadeza de la que planeaba. Luhan está enojado, y cuando se enoja descarga su frustración de esta forma: a costa del cuerpo de Yixing.
-Luhan -gime lastimosamente el bailarín, ojos semi cerrados y llenos de lujuria.
Luhan sonríe a pesar de todo, continuando con su camino de besos hasta llegar a la erección del menor, rozándola apenas con la punta de su nariz y esperando los quejidos de Yixing y sus ‘por qué’s y ‘por favor’es. Es el entretenimiento más placentero que conoce y duda ser capaz de dejarlo en algún momento, como si fuese una adicción.
No olvida, no obstante, los motivos que lo llevaron a este momento: un beso que había pasado desapercibido a ojos de todos menos él. Más tarde tendría que hablar con Wufan y aclarar la situación, porque Luhan no estaba permitiendo que esto siguiera mucho más adelante.
-
-¿Desde cuándo?
Wufan enarca una ceja ante su tono.
-¿Desde cuándo qué, Xiao Lu?
-No, Wufan -el mayor inspira hondo, controlando el instinto básico que lo insita a gritar, romper y exigir explicaciones violentamente-. No tengo ganas de jugar al inocente contigo. ¿Desde cuándo empezaste a interesarte en Yixing?
El rubio suspira, comprendiendo la situación y el motivo de la expresión que Luhan lleva en su rostro.
-Un mes, quizás. Pensamos que no te molestaría, considerando la dinámica de nuestras relaciones, ¿no te parece?
No, piensa Luhan egoístamente. No le parece y no está de acuerdo.
-Yixing y tu son míos, Wufan. Míos, y no quiero que se distraigan el uno con el otro.
-Luhan-
El mayor lo interrumpe antes de que pueda continuar, labios demandantes forzándolo en un beso impulsivo y desesperado.
Wufan lo entiende, por el momento.
-
Luhan quiere soltar una risa de amargura cuando se da cuenta de que definitivamente ya no tiene el control de las cosas. Las interacciones no-tan-amistosas entre Yixing y Wufan no disminuyen, sino más bien todo lo contrario, y a veces tiene que dar vuelta la cara cuando se encuentra a Yixing presionado contra la pared del dormitorio con Wufan devorándolo en más de una forma.
Aquello no significa que no le presten más atención. Durante las noches en su cuarto sigue dejando que Wufan lo lleve hasta lo más alto del éxtasis y cada vez que tiene tiempo a solas Yixing le ruega ‘por favor’ y gime debajo de Luhan, sin preocuparse sobre si el resto los está escuchando.
A Luhan todavía no lo convence la forma en que se desarrolló esta rutina, pero ya no hace nada para cambiarla, porque podría haber sido mucho peor. Podría haber perdido a su Yixing y Wufan.
Podría haber dado un paso al costado en este juego enfermo que cambia de reglas día a día, pero Luhan no sabe cuando detenerse.
personajes: luhan, kris, lay
disclaimer: los chicos no me pertenecen. trabajo de ficción.
claimer: fanfiction de mi autoría.
rating: r (smut implícito)
resumen: donde nadie es quien parece ser y luhan no puede escapar a ese juego enfermo que cambia de reglas día a día.
n/a: no me pregunten de dónde salió esto ._. pero es mi OT3 y bueno ♥ el edit me costó horrores ;A;
Luhan no aparenta ser el típico novio celoso o siquiera poseer el más mínimo rastro de controlador.
Luhan sonríe de forma angelical y alterna su atención entre todos sus compañeros de grupo, con abrazos y fanservice que confunden a más de uno de vez en cuando.
¿Le intereso?
Pero no, Luhan sólo está siendo Luhan, y normalmente trata de dejar todo en claro después de divertirse lo suficiente.
Yixing y Wufan no se ven como los típicos novios infieles. Yixing parece demasiado inocente y demasiado ingenuo, una víctima fácil, con sus olvidos continuos y momentos de distracción. Wufan es demasiado correcto, todo estricta disciplina y demasiada conciencia de todos sus movimientos.
Aún así, Luhan es posesivo cuando Wufan se acerca a susurrar algo en el oído de Yixing, demasiado cerca, para recibir como respuesta una risa avergonzada y un asentimiento corto. Porque no, Wufan y Yixing no tienen derecho a coquetear entre sí, no pueden estar juntos.
Wufan y Yixing son propiedad de Luhan, y le gustaría mantenerlo así por mucho más tiempo.
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Luhan.
Wufan jadea, voz grave y profunda, enviando escalofríos por la columna del mayor, sobrecogido por todas las emociones que lo invaden en un mismo momento.
Recientemente cambiaron los arreglos de las habitaciones, y aunque a Luhan le parecía una pena perder sus noches en vela ‘hablando’ con Yixing y escuchándolo rogar (‘Luhan por favor, suficiente con tu tortura’), nunca es algo malo variar un poco y de todas formas estamos hablando de Wufan. Wufan quien le hace alcanzar las estrellas cada vez que se desliza dentro y fuera de él y a Luhan no le gusta estar en el extremo recibidor pero por el rubio lo haría una y otra vez porque se siente demasiado bien.
Wufan.
Luhan se agarra de los hombros del rubio, sintiendo como se aproximo su orgasmo y sus extremidades se vuelven gelatina. Repite su nombre como un mantra y gime, porque sabe que eso es lo que a Wufan le gusta, que no se contenga, que llene la habitación con sus gemidos y los demás sepan qué es lo que está ocurriendo.
Al diablo con el cartel de ‘no molestar’, Wufan prefiere ser más directo.
-
‘Kray’ es la forma en que sus fans comenzaron a llamar a las interacciones entre Yixing y Wufan, a su supuesta relación. Luhan contiene un gruñido cada vez que escucha esa palabra entre la multitud o lee carteles y mensajes en la web. Es ridículo, si Yixing y Wufan tuviera algo él ya lo sabría.
Aunque siempre se miente a sí mismo porque es consciente de cada roce, cada mirada que dura más de lo necesario y cada actitud sospechosa entre ellos, entre su propiedad, y siente la necesidad de romper, patalear y gritar ante esa situación incoherente donde las cosas no salen exactamente como él lo tenía planeado.
Una realidad donde Luhan puede jugar con su mente y su cuerpo y ellos siguen volviendo por más. Una realidad donde no se cruzan personas que deberían estar pendientes únicamente de él. Luhan refunfuña y rememora momentos perfectos en los cuales los imprevistos parecían algo muy lejano.
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Yixing está mirándolo con esos ojos inocentes suyos, como cuestionándole ‘¿por qué?’ pero al mayor no le interesan sus interrogantes ni mucho menos. Los instintos básicos son lo único que lo mantiene sobre Yixing, labios recorriendo la extensión de su cuello y pecho y dientes mordiendo con más delicadeza de la que planeaba. Luhan está enojado, y cuando se enoja descarga su frustración de esta forma: a costa del cuerpo de Yixing.
-Luhan -gime lastimosamente el bailarín, ojos semi cerrados y llenos de lujuria.
Luhan sonríe a pesar de todo, continuando con su camino de besos hasta llegar a la erección del menor, rozándola apenas con la punta de su nariz y esperando los quejidos de Yixing y sus ‘por qué’s y ‘por favor’es. Es el entretenimiento más placentero que conoce y duda ser capaz de dejarlo en algún momento, como si fuese una adicción.
No olvida, no obstante, los motivos que lo llevaron a este momento: un beso que había pasado desapercibido a ojos de todos menos él. Más tarde tendría que hablar con Wufan y aclarar la situación, porque Luhan no estaba permitiendo que esto siguiera mucho más adelante.
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-¿Desde cuándo?
Wufan enarca una ceja ante su tono.
-¿Desde cuándo qué, Xiao Lu?
-No, Wufan -el mayor inspira hondo, controlando el instinto básico que lo insita a gritar, romper y exigir explicaciones violentamente-. No tengo ganas de jugar al inocente contigo. ¿Desde cuándo empezaste a interesarte en Yixing?
El rubio suspira, comprendiendo la situación y el motivo de la expresión que Luhan lleva en su rostro.
-Un mes, quizás. Pensamos que no te molestaría, considerando la dinámica de nuestras relaciones, ¿no te parece?
No, piensa Luhan egoístamente. No le parece y no está de acuerdo.
-Yixing y tu son míos, Wufan. Míos, y no quiero que se distraigan el uno con el otro.
-Luhan-
El mayor lo interrumpe antes de que pueda continuar, labios demandantes forzándolo en un beso impulsivo y desesperado.
Wufan lo entiende, por el momento.
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Luhan quiere soltar una risa de amargura cuando se da cuenta de que definitivamente ya no tiene el control de las cosas. Las interacciones no-tan-amistosas entre Yixing y Wufan no disminuyen, sino más bien todo lo contrario, y a veces tiene que dar vuelta la cara cuando se encuentra a Yixing presionado contra la pared del dormitorio con Wufan devorándolo en más de una forma.
Aquello no significa que no le presten más atención. Durante las noches en su cuarto sigue dejando que Wufan lo lleve hasta lo más alto del éxtasis y cada vez que tiene tiempo a solas Yixing le ruega ‘por favor’ y gime debajo de Luhan, sin preocuparse sobre si el resto los está escuchando.
A Luhan todavía no lo convence la forma en que se desarrolló esta rutina, pero ya no hace nada para cambiarla, porque podría haber sido mucho peor. Podría haber perdido a su Yixing y Wufan.
Podría haber dado un paso al costado en este juego enfermo que cambia de reglas día a día, pero Luhan no sabe cuando detenerse.