fandom: exo
disclaimer: los chicos no me pertenecen y los hechos no son reales ni pretendo hacerlos pasar por tal
claimer: fanfiction de mi autoría! no lo reproduzcan sin mi permiso, gracias~
kray (kris&lay). drabble. 291 w. pseudo-humor?. fluff y randomness. no necesariamente romántico, a menos que lo crees en tu mente fujoshi(?)
n/a: lo que hago en vez de prestar atención a matemática y asombrosamente apruebo
research-Duizhang.
Kris ojeó al bailarín con precaución. Hace unos minutos habían terminado de ver una de sus últimas entrevistas y Lay había entrado en su estado de trance poco después, como de costumbre.
-¿Qué pasó, Yixing?
El tono cansado del más alto había hecho reír a cualquiera. Era semejante al que usaría un adulto con un niño travieso.
-¿Por qué sigues llevando ese bolso tan viejo? -Kris no dejó que su mirada inocente lo engañara.
-¿Por qué lo preguntas?
Lay se encogió de h9ombros, aún con esa extraña aura suya como si no estuviera escuchándolo realmente.
-¿Por qué es tan secreto?
-Quieres que te lo diga para hablar de eso en la próxima entrevista -acusó el rubio, conteniendo la necesidad infantil de señalarlo con el dedo-. ¿O no?
Lay le respondió con una de sus sonrisas encantadoras que mostraban su hoyuelo.
-No, Yixing. Ya dijiste demasiado -sentenció el líder, recordando el momento exacto en que su compañero había decidido dejar de ser eternamente silencioso.
-Pero Wu Fan~ ¿No es algo bueno que las fans sean capaces de ver otro lado de ti?
-Ni lo intentes -lo frenó Kris, evitando mirar la expresión suplicante que empezaba a formarse en las facciones del otro.
¿Desde cuándo se les daba a todos por sobornarlo de aquella forma?
-Bien. Pero me lo vas a terminas diciendo de todas formas, duizhang.
-Búscate una nueva víctima -siseó el mayor, abandonando la sala con aires dramáticos. Lay dejó escapar una risa sincera, siguiéndolo unos momentos después.
-Duizhang~ No me ignores o en la próxima entrevista voy a hablar de tu mal carácter.
-¡Lo harías de todas formas! -exclamó con indignación el rubio.
Eso no podía negarlo, pero Kris no tenía por qué pensar en tal cosa.
Aún.