fandom ● MBLAQ
tipo/palabras ● drabble. 297.
dislcimer ● todo lo escrito es puramente ficción. sin fines de lucro: hecho de fans para fans.
claimer ● el fanfiction si es mío, por favor no lo reproduzcan sin mi autorización.
personajes ● jung byunghee (g.o). lee changsun (lee joon).
resumen ● Él era todo sonrisas y simpatía, y estaba seguro de que brillaba más que una estrella. Eso era hasta que Byunghee lo miró con esos ojos suyos.
nota ● corto, corto. (deberían ser todos así, pero esta vez me obligué a respetar la idea del principio). kinda lame, pero me gustó la idea básica~
+
dust.
Si el carisma tuviera que ser personalizado, a Changsun le gustaba creer que sería él sin lugar a dudas. Porque él era todo sonrisas, coqueteo, humor e ingenuidad. Tenía una larga lista de amigos y una interesante cantidad de personas que lo querían a nivel romántico. ¿Cómo podía dudar de su potencial, entonces?
Era mirado con respeto y admiración, incluso con envidia a veces de parte de sus pares. No les guardaba rencor por eso, lo que sumaba nuevos puntos a su llamada "perfección".
Bueno, eso había creído hasta que conoció correctamente a su compañero, Byunghee. Dejando de lado la (no tan obvia desde afuera pero bastante evidente para sus íntimos, según Changsun) fachada humorística y descarada que ponía en práctica el mayor, era bastante cierto que el vocalista principal era una persona curiosa. Aunque ninguna advertencia habría servido para preparar al bailarín de su mirada. Y es que ante sus ojos quedaba resumido a polvo y esas estrellas que parecían iluminar su aura se apagaban. Al principio tuvo miedo, luego se dio cuenta de que lo único que hacía era desnudar su alma. No era perfecto ante esos ojos, pero seguía siendo inevitablemente irremplazable para Byunghee, aún si este no llegaba a comprender aquello que los otros veían en su 'amigo'. Puede que lo que a él le hubiera atraído fuera su casi evidente imperfección, y todos esos detalles que le hacían apretar los dientes y rodar los ojos pero que habían quedado soldados a su alma.
¿Cómo le decían? ¿Tener más valor? Algo así. De lo que estaba seguro Lee Joon era de que lo hacía sonreír pensar en aquella rara conexión a la que tanto había rehuído.
(Quizás nunca se enteraría de que su sonrisa era más brillante para Byunghee que para cualquiera).