Chapter 23

Aug 03, 2010 04:54

Tittle: You'll never know before dark.
Fandom: Anne Rice's Vampire Chronicles & True Blood.
Rating/Warnings: A fuck load of violence.
Chapter: 23

- ¿Qué cojones esta pasando?
- ¡Sal del coche! -gritó Quinn.
- ¡Ni de coña! -ella estaba histérica.
- ¡Sal del puto coche o moriremos los dos! -Quinn abrio su puerta y ella echó a correr en dirección al bosque.

De pronto se detuvo y vio cómo una silueta de aproximadamente dos metros saltaba de la furgoneta en dirección a ella. Claudia gritó y los brazos de Quinn rodearon al ser en el aire.
Ambos cayeron al suelo y la luz de la luna los iluminó.

- ¡Claudia, lárgate! -gritó Quinn al tiempo que la criatura se aproximaba a él, y sus garras brillaban como sables.

Claudia estaba completamente paralizada y tan solo temía por la vida de Quinn.
La silueta resultó ser un hombre con aspecto salvaje y fiero, de pelo rubio y lacio, muy largo y que caía por encima de sus hombros. Sus colmillos eran gigantescos. Sus ojos centelleaban a la luz de la luna, metálicos y temibles. Claudia intentó distinguir un poco más en la oscuridad, pero ambos se enzarzaron en una pelea que hizo que ella echase a correr como alma que lleva el diablo.

Su velocidad era impresionante, pensó, y se preguntó si sería debido a la sangre de vampiro. Se encaramó a un árbol, procurando así no ser vista, oculta entre la vegetación y la oscuridad.
Un grito desgarrador rompió el silencio y de pronto... nada.

- Joder -susurró- Quinn, más te vale seguir con vida.

Escuchó pasos que se dirigían hacia el árbol dónde ella se encontraba. Se aferró a una de las ramas y esperó.

- Vaya, vaya, vaya -alguien la observaba desde abajo- Creo que esto va a ser divertido.

El ser cortó de un solo golpe el tronco del árbol y Claudia gritó como jamás lo había hecho en su vida. El árbol cayó y ella quedó atrapada bajo las ramas, a punto de desmayarse.

El ser avanzó hacia ella, canturreando y silbando. Partío las ramas que la aprisionaban y ella se agitó en el aire cuando la tomó por la garganta.

- Pero si eres más guapa de lo que pensaba - sus ojos metálicos se clavaron en los de ella, esbozando uan sonrisa cruel- Marc no estaba equivocado, eres toda una guerrera.
- ¡Te mataré! ¡Soy bruja!
- No dudo que lo seas, pero es más fácil cuando no teneis ni puta idea -el ser se echó a reír, aun sonteniéndola por la garganta- Acabo de dejar seco a tu amiguito, espero que no te importe.
- ¿Quinn? -ella sollozó al tiempo que sentía que la estrangulaba- ¡Quinn!
- Bueno, a eso he venido, Marc estaba ocupado registrando tu casa -el ser fingió sorpresa y se echó a reír- Al final nos habéis dado más trabajo del que pensábamos, tú y tus amiguitos los inadaptados.
- ¡Vete al infierno!
- ¿Acaso no estamos en él? -el ser la lanzó contra el tronco de un árbol próximo y ella empezó a escupir sangre- Me llamo Main, encantado de conocerte -se inclinó sobre ella y comenzó a arrastrarla, tomándola por el brazo- De veras que me gustaría sentir algún tipo de remordimiento al hacer esto, pero lo cierto es que me la pone dura -se detuvo y la lanzó contra una roca.

Claudia cayó al suelo finalmente y tuvo la sensación de que le había roto por lo menos todas las costillas. Sollozó y gimoteó, ahogándose en su propia sangre, al tiempo que el ser caminaba hacia ella y sus garras volvían a hacerse visibles.

- Verás, tengo un pequeño problema -Main se quitó la camiseta y la lanzó lejos- Y es que por un extraño motivo todo esto me ha dado un poco de hambre -lamió la sangre de sus garras y la miró, alzando una ceja- Y bueno, no es que tuviese planeado que tu fueses la cena, pero resulta que a veces, en la vida, nos damos de cara con situaciones comprometidas y...
- ¿Por qué no me matas ya? -ella sollozó al tiempo que él la ponía de lado con el pie para que no se ahogara en su propia sangre.
- ¿Quieres irte con tu amado sanguijuela, eh? -Main se echó a reír- Resulta que, como iba diciendo, la vida es una sucesión de hechos comprometidos y situaciones únicas -la tomó por la garganta y se inclinó sobre ella- Y nunca me había comido a una bruja. Y tengo hambre.

Claudia le escupió la sangre a la cara con las pocas fuerzas que le quedaban y él la lamío de sus labios.

- Tal vez quieras algo más antes de despedirte del mundo -Main le arrancó la camiseta.
- ¡Te juro que te mataré! -ella gritó con todas la fuerza de sus pulmones.
- No te confundas, no soy un sádico -Main volvió a colocarla boca arriba y desgarró sus shorts- Solo busco mi pequeño lugar en el mundo y tú nos has puesto las cosas muy difíciles.
- ¡No me toques! -ella alargó el brazo y le arañó la cara.

Main retrocedió y escondió las garras de nuevo. La agarró del pelo y golpeó en plena cara para atontarla.
Claudia aun podía defenderse y lo haría a todo coste, a pesar de que seguramente tendría dañado algun órgano interno.

- Joder, no quiero follarme a una puta parapléjica, de modo que pon un poco de tu parte -la agarró del pelo y arrastró hasta el centro del claro- No lo hagas más difícil- fingió que se echaba a llorar- Eres tan frágil y manejable.

Ella intentó zafarse de la mano que la agarraba del cabello, pero fue inútil. Finalmente dejó de forcejear y cayó en la cuenta de que encondía un arma en la furgoneta. Si tan solo pudiese acercarse a la furgoneta...

- De acuerdo, perro sarnoso -ella le miró cuando la arrojó contra el suelo- Vas a morir -gruñó.
- Lo dudo -él se echó a reír de forma cruel y se desabrochó la bragueta- ¿Cómo lo quieres? ¿En forma de lobo o humano? Nunca he sabido bien lo que os da morbo.

Main se detuvo y miró a su espalda. Un enorme oso gruñía tras él, avanzando con paso calmado.

- Joder, esto es más de lo que uno podría pedir -Main sonrió- ¿Eres su ángel peludo de la guarda?

El oso se abalanzó sobre Main y lo rodeó con sus garras y Claudia aprovechó para intentar incorporarse. Se arrastró hasta el tronco de un árbol e hizo fuerza con los brazos para ponerse de rodillas.
Escuchaba los gruñidos y los gritos, pero no tenía tiempo para detenerse a pensar en qué coño estaría pasando.
Finalmente se puso en pie y cojeó a toda prisa, sorprendida ante el hecho de que estaba caminando y huyendo del lugar sin que aquél monstruo la detuviese.

La furgoneta estaba hecha pedazos, de modo que supuso que el rifle que había habido en su interior también.
A medida que avanzaba hasta la carretera descubrió a Quinn tendido en la cuneta. Se dejó caer junto a él y entre sollozos, rogó porque aun siguiese con vida.

- Quinn -musitó al tiempo que acariciaba su cara- No te mueves. Quinn, muévete. No puedo caminar mucho más -le zarandeó- ¡Quinn!

El Jeep de Sam se detuvo frente a ellos y éste salió a toda prisa. Ella apenas podía mantenerse con los ojos abiertos y había perdido mucha sangre.

- ¡Claudia! -gritó Sam al tiempo que la cogía en brazos- ¡Tenemos que largarnos de aquí, Umi se está encargando de todo!
- ¡No me iré sin Quinn! -ella forcejeó con él- ¡Coge a Quinn!
- Ese monstruo puede quedarse donde está.

Claudia cayó sobre el asiento delantero y consiguió darle una patada.

- ¡Yo no me voy a ninguna parte sin Quinn! -bramó- ¡Coge a Quinn o bájame del coche inmediatamente!

Sam dudó y finalmente se las apañó para coger a Quinn y arrojarlo sobre el asiento trasero. Cerró las puertas y se sentó frente al volante.
El Jeep salió a toda prisa en dirección Dios sabe donde.

- ¿A dónde vamos? -Claudia estaba a punto de perder el conocimiento.
- ¡Al hospital!
- ¿Y qué hay de Quinn?
- A mi déjame aquí -escuchó la voz de Quinn y rompió en sollozos- Podré recuperarme mientras os encargais de ella.
- Mierda -masculló Sam.

Claudia sonrió justo antes de que todo se volviese negro y el mundo ensordeciese.

anne rice, fanfic, true blood

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