Pq no vengo a vender, vengo a regalar... xDDDDDD
Pq son muchos fics los que debo publicar, asi que es mejor ir subiendolos rapido, recuerdenme para la proxima no hacer memes (como si fuera hacer caso) ni dedicarme tanto a los fics (como si me fuera a resultar).
Primero que todo aqui esta la segunda parte de Miradas (el fic de Remus/Bill que escribi para el cumpleaños de xizu , ella queria una segunda parte p0rn, y esto fue lo que salio :P
Titulo: Instintos
Fandom: Harry Potter
Pairing: Remus/Bill
Beta: siniestramalfoy
Nota: No es necesario leer Miradas para entenderlo, pero si seria bueno pq si no queda como si el p0rn pasara demasiado rapido
La reunión de la Orden llegaba a su fin, entre acuerdos inmediatos y estratégicos planes de acción. Había sido una larga discusión y estaban todos agotados, excepto por los dueños de dos miradas que poca atención habían prestado a la conversación. Remus y Bill dedicaron todo ese tiempo a devorarse mutuamente con los ojos y sólo esperaban el momento indicado para salir sigilosamente del salón y dejar que sus cuerpos cumplieran todas las indicaciones que sus instintos dictaran.
El ex-profesor fue el primero en hacer un movimiento, despidiéndose de todos antes de salir del cuarto, con una sonrisa amable en el rostro que ocultaba perfectamente sus malas intenciones. Después de un rato, el mayor de los hermanos Weasley se retiró silenciosamente. Parecía un cazador a punto de atacar y un brillo insano se había apoderado de su mirada azul.
Apenas Bill entró al cuarto de Remus, sintió un peso que lo acorralaba contra la puerta y atacaba su boca con agresividad, mientras su fina audición se llenaba del sonido de un pestillo al cerrarse.
Estaba atrapado, preso de un animal sediento que no iba a descansar hasta quedar satisfecho, pero no se sentía asustado, al fin y al cabo, en sus más ocultas fantasías, ansiaba ser dominado por el mayor.
Toda la tensión acumulada se transformó pronto en mordidas, caricias bruscas e intensos deseos de marcar al otro. El castaño perdía de manera sorprendentemente rápida su acostumbrada calma y se dedicaba a tocar el cuerpo del pelirrojo con desesperación, luego de haber rasgado toda su ropa, convirtiéndola en jirones desparramados por el suelo. Estaba concentrado en actuar, no quería que sus fantasmas aparecieran en ese momento, trayendo recuerdos dolorosos y obligándolo a detenerse.
Bill se dejaba guiar por las sensaciones, mientras con una tranquilidad sádica abría el pantalón de Remus, colando su mano dentro de la ropa interior y acariciando el miembro de su compañero con firmeza; quería sentirlo más cerca, fundirse con su piel. Prestaba máxima atención hasta al más mínimo de los movimientos del otro, para atesorarlos todos en su memoria como algo sagrado.
El lobo se dedicó a disfrutar de la caricia mientras aullaba obscenas palabras obscenidades entrecortadas en el oído del pelirrojo.
Ninguno supo muy bien cómo llegaron a la cama, estaban tan ensimismados en el otro, que solo se dieron cuenta del hecho cuando Remus estuvo sobre Bill y ambos sintieron sus erecciones hacer contacto entre sí. Comenzaron a restregarse como dos bestias descontroladas, sedientas de placer.
El sudor invadía sus cuerpos y en la habitación sólo se podían escuchar gruñidos de satisfacción y el roce de sus cuerpos al hacer contacto.
El menor estaba fuera de sí, era urgente sentir a Remus invadir su interior. Dejó que su instinto animal se adueñara de su cuerpo, y éste se encargó de que sus piernas rodearan la cintura del mayor y lo acercaran a él, mientras mordía sus labios con controlada fuerza.
Bill se estremeció ante la mirada, nublada de puro deseo, que le dedicó el castaño antes de penetrarlo de una sola vez. No pudo evitar el gemido de dolor y placer combinados que desgarró su garganta en el momento que sintió su entrada siendo llenada; aun así empezó a moverse casi al instante, cualquier sensación era aplacada por la necesidad que tenía de ser poseído.
Remus empezó a moverse con rapidez, rozando certeramente la próstata de Bill con cada embestida. Dirigió su mano al miembro de su compañero y comenzó a masturbarlo, buscando otorgarle la mayor cantidad de placer posible, sentirlo desfallecer en sus brazos, que las sensaciones fueran mas allá de un puro disfrute carnal.
El pelirrojo se coordinaba a la perfección con los movimientos del mayor, como si sus cuerpos estuvieran moldeados para complementarse. Remus presentía por primera vez en meses que el vacío que sentía dentro podía llenarse, que quizá no todas las puertas estaban cerradas. Y sin necesidad de palabras, sólo con el lenguaje de sus cuerpos, Bill lo entendía.
El menor adivinó el orgasmo segundos antes de que lo alcanzara, como si la sensación del clímax hubiera estado presente todo el tiempo. Remus no pudo contenerse más cuando la entrada de Bill envolvió su miembro en una última contracción. Ambos se quedaron quietos por unos instantes, disfrutando del contacto de sus cuerpos relajados después del sexo, como si tuvieran todo el tiempo del mundo para estar juntos así, desnudos, uno sobre otro y sin necesidad de decirse nada, sólo guiándose por la pasión de sus instintos.
Ahora viene otra de las peticiones de los primeros besos, este es de un Fandom que yo creo que la mayoria no conoce pero me gustaria que le dieran una oportunidad, HumanKind. Regalo para mi hermanito, Matias. (aunque el dice que en realidad lo puso para yo tener la satisfaccion de escribirlo)
Cosas que necesitas saber para leer el fic:
Hay una guerra subterranea en el mundo que vivimos, protagonizada por los desviantes, seres que estan un paso mas alla de la evolucion humana. Esta guerra esta representada por cuatro facciones cada una con un ideal diferente. Las que se mencionan en el fic son la Acracia: los rebeldes que solo buscan vivir en libertad. Y el abismo: su meta es destruir la humanidad y que el planeta sea solo de desviantes.
Sid: Lider de la Acracia actual, aunque no es un lider visible porque pasa mucho tiempo viajando por su carrera de musico. Unico hijo reconocido de Espartaco, primer lider de la Acracia
Sombra: De padres desconocidos, se dice que es hijo de la voluntad junto con su hermana melliza Tamara. Espartaco profetizo su nacimiento, asegurando que gracias a el y su hermana Acracia encontraria la victoria
Ahora lo que nos interesa
Titulo: Real Things
Fandom: HumanKind
Pairing: Sombra/Sid
Beta:
a_lunatica
El Club Beat era catalogado por todos como enérgico y brutal, la música parecía tener vida propia y no sólo se sentía en el escenario o en los instrumentos de la banda de turno, si no también en cada rincón del lugar, como si las notas estuvieran impregnadas en las paredes y sólo bastara un pequeño conjuro para hacerlas brotar.
Lo que la mayoría de los asistentes no sabía era que sobre sus cabezas una magia mucho mayor habitaba; la que provenía de los miembros de la Acracia que convivían en el segundo piso de tan afamado sitio. No se podía pedir mejor cuartel secreto para unos revolucionarios como ellos.
Era en uno de los cuartos de ese lugar donde en ese momento se encontraba Sid, líder por herencia de aquella fuerza rebelde, recostado en una vieja cama y sacando melodías instintivas de su siempre fiel Telecaster. Y fue ahí donde Sombra, promesa de un mejor futuro y eternamente condenado a una vida entregada a la causa, lo encontró.
-No sabía que habías vuelto de tu gira -.El recién llegado se sentó en la cama, su voz inspiraba el respeto de aquel que tomaba el mando cuando el músico no se encontraba.
-Acabo de llegar hace unas horas, estaba intentando poner las ideas en orden sobre un nuevo plan de ataque ¿hay novedades?-. Su tono tenía el deje despreocupado justo, como si hasta eso estuviera siendo controlado por su mente.
-Lo mismo de siempre, no es como en una guerra absolutamente secreta puedan haber cambios drásticos.
Sid río y siguió rasgando la guitarra de vez en cuando, disfrutando la compañía silenciosa de su hermano adoptivo. Los segundos se eternizaban entre ellos de una forma relajante, y la verdad era que siendo los dos desviantes sus conversaciones solían ser telepáticas casi todo el tiempo.
-Se rumorea que estás saliendo con Mangosta-. Sombra tuvo que poner las palabras en su boca, no había manera de explicarle aquella inquietud a su compañero mentalmente sin que imágenes para nada convenientes acompañaran la duda.
-Siempre se han rumoreado demasiadas cosas en este lugar, al menos esta vez es algo bueno-. No pudo evitar que una pequeña sonrisa se dibujara en su cara, no necesitaba invadir la mente del otro para saber en qué estaba pensando.
-Y bien… ¿es cierto?-. ¿Por qué simplemente no podía quedarse con la duda?
-No tienes nada de que preocuparte.
Sid se acercó con deliberada lentitud hasta posar por primera vez los labios sobre los de Sombra, acomodándose de la manera adecuada para que las antiparras de éste no molestaran el toque, malditos fueran los posos de la entropía que le impedían disfrutar del verde caótico que gobernaba en los ojos de su amigo sin sufrir las consecuencias. Siguió con ese delicado roce hasta que sintió la gran mano de Sombra posarse en su nuca e impulsar hacia delante, mientras su lengua le invadía la boca por completo.
Fue un beso cómplice, lleno de la esencia radioactiva y corrosiva que ellos poseían. En esos minutos poco importaba la guerra que no daba descanso, la defensa de los más débiles, la inminente invasión del abismo sobre el mundo. Sólo importaban ellos, puro fuego abrazando todo lo que se encontraba a su paso.
Ambos sabían que podían morir mañana, que el mundo estaba cambiando y que a otros les correspondería tomar su lugar, pero los recuerdos de ese beso y de todos los que siguieron, los protegerían con su vida.
Saludos a tod@s
Primero que todo aqui esta la segunda parte de Miradas (el fic de Remus/Bill que escribi para el cumpleaños de xizu , ella queria una segunda parte p0rn, y esto fue lo que salio :P
Titulo: Instintos
Fandom: Harry Potter
Pairing: Remus/Bill
Beta: siniestramalfoy
Nota: No es necesario leer Miradas para entenderlo, pero si seria bueno pq si no queda como si el p0rn pasara demasiado rapido
La reunión de la Orden llegaba a su fin, entre acuerdos inmediatos y estratégicos planes de acción. Había sido una larga discusión y estaban todos agotados, excepto por los dueños de dos miradas que poca atención habían prestado a la conversación. Remus y Bill dedicaron todo ese tiempo a devorarse mutuamente con los ojos y sólo esperaban el momento indicado para salir sigilosamente del salón y dejar que sus cuerpos cumplieran todas las indicaciones que sus instintos dictaran.
El ex-profesor fue el primero en hacer un movimiento, despidiéndose de todos antes de salir del cuarto, con una sonrisa amable en el rostro que ocultaba perfectamente sus malas intenciones. Después de un rato, el mayor de los hermanos Weasley se retiró silenciosamente. Parecía un cazador a punto de atacar y un brillo insano se había apoderado de su mirada azul.
Apenas Bill entró al cuarto de Remus, sintió un peso que lo acorralaba contra la puerta y atacaba su boca con agresividad, mientras su fina audición se llenaba del sonido de un pestillo al cerrarse.
Estaba atrapado, preso de un animal sediento que no iba a descansar hasta quedar satisfecho, pero no se sentía asustado, al fin y al cabo, en sus más ocultas fantasías, ansiaba ser dominado por el mayor.
Toda la tensión acumulada se transformó pronto en mordidas, caricias bruscas e intensos deseos de marcar al otro. El castaño perdía de manera sorprendentemente rápida su acostumbrada calma y se dedicaba a tocar el cuerpo del pelirrojo con desesperación, luego de haber rasgado toda su ropa, convirtiéndola en jirones desparramados por el suelo. Estaba concentrado en actuar, no quería que sus fantasmas aparecieran en ese momento, trayendo recuerdos dolorosos y obligándolo a detenerse.
Bill se dejaba guiar por las sensaciones, mientras con una tranquilidad sádica abría el pantalón de Remus, colando su mano dentro de la ropa interior y acariciando el miembro de su compañero con firmeza; quería sentirlo más cerca, fundirse con su piel. Prestaba máxima atención hasta al más mínimo de los movimientos del otro, para atesorarlos todos en su memoria como algo sagrado.
El lobo se dedicó a disfrutar de la caricia mientras aullaba obscenas palabras obscenidades entrecortadas en el oído del pelirrojo.
Ninguno supo muy bien cómo llegaron a la cama, estaban tan ensimismados en el otro, que solo se dieron cuenta del hecho cuando Remus estuvo sobre Bill y ambos sintieron sus erecciones hacer contacto entre sí. Comenzaron a restregarse como dos bestias descontroladas, sedientas de placer.
El sudor invadía sus cuerpos y en la habitación sólo se podían escuchar gruñidos de satisfacción y el roce de sus cuerpos al hacer contacto.
El menor estaba fuera de sí, era urgente sentir a Remus invadir su interior. Dejó que su instinto animal se adueñara de su cuerpo, y éste se encargó de que sus piernas rodearan la cintura del mayor y lo acercaran a él, mientras mordía sus labios con controlada fuerza.
Bill se estremeció ante la mirada, nublada de puro deseo, que le dedicó el castaño antes de penetrarlo de una sola vez. No pudo evitar el gemido de dolor y placer combinados que desgarró su garganta en el momento que sintió su entrada siendo llenada; aun así empezó a moverse casi al instante, cualquier sensación era aplacada por la necesidad que tenía de ser poseído.
Remus empezó a moverse con rapidez, rozando certeramente la próstata de Bill con cada embestida. Dirigió su mano al miembro de su compañero y comenzó a masturbarlo, buscando otorgarle la mayor cantidad de placer posible, sentirlo desfallecer en sus brazos, que las sensaciones fueran mas allá de un puro disfrute carnal.
El pelirrojo se coordinaba a la perfección con los movimientos del mayor, como si sus cuerpos estuvieran moldeados para complementarse. Remus presentía por primera vez en meses que el vacío que sentía dentro podía llenarse, que quizá no todas las puertas estaban cerradas. Y sin necesidad de palabras, sólo con el lenguaje de sus cuerpos, Bill lo entendía.
El menor adivinó el orgasmo segundos antes de que lo alcanzara, como si la sensación del clímax hubiera estado presente todo el tiempo. Remus no pudo contenerse más cuando la entrada de Bill envolvió su miembro en una última contracción. Ambos se quedaron quietos por unos instantes, disfrutando del contacto de sus cuerpos relajados después del sexo, como si tuvieran todo el tiempo del mundo para estar juntos así, desnudos, uno sobre otro y sin necesidad de decirse nada, sólo guiándose por la pasión de sus instintos.
Ahora viene otra de las peticiones de los primeros besos, este es de un Fandom que yo creo que la mayoria no conoce pero me gustaria que le dieran una oportunidad, HumanKind. Regalo para mi hermanito, Matias. (aunque el dice que en realidad lo puso para yo tener la satisfaccion de escribirlo)
Cosas que necesitas saber para leer el fic:
Hay una guerra subterranea en el mundo que vivimos, protagonizada por los desviantes, seres que estan un paso mas alla de la evolucion humana. Esta guerra esta representada por cuatro facciones cada una con un ideal diferente. Las que se mencionan en el fic son la Acracia: los rebeldes que solo buscan vivir en libertad. Y el abismo: su meta es destruir la humanidad y que el planeta sea solo de desviantes.
Sid: Lider de la Acracia actual, aunque no es un lider visible porque pasa mucho tiempo viajando por su carrera de musico. Unico hijo reconocido de Espartaco, primer lider de la Acracia
Sombra: De padres desconocidos, se dice que es hijo de la voluntad junto con su hermana melliza Tamara. Espartaco profetizo su nacimiento, asegurando que gracias a el y su hermana Acracia encontraria la victoria
Ahora lo que nos interesa
Titulo: Real Things
Fandom: HumanKind
Pairing: Sombra/Sid
Beta:
a_lunatica
El Club Beat era catalogado por todos como enérgico y brutal, la música parecía tener vida propia y no sólo se sentía en el escenario o en los instrumentos de la banda de turno, si no también en cada rincón del lugar, como si las notas estuvieran impregnadas en las paredes y sólo bastara un pequeño conjuro para hacerlas brotar.
Lo que la mayoría de los asistentes no sabía era que sobre sus cabezas una magia mucho mayor habitaba; la que provenía de los miembros de la Acracia que convivían en el segundo piso de tan afamado sitio. No se podía pedir mejor cuartel secreto para unos revolucionarios como ellos.
Era en uno de los cuartos de ese lugar donde en ese momento se encontraba Sid, líder por herencia de aquella fuerza rebelde, recostado en una vieja cama y sacando melodías instintivas de su siempre fiel Telecaster. Y fue ahí donde Sombra, promesa de un mejor futuro y eternamente condenado a una vida entregada a la causa, lo encontró.
-No sabía que habías vuelto de tu gira -.El recién llegado se sentó en la cama, su voz inspiraba el respeto de aquel que tomaba el mando cuando el músico no se encontraba.
-Acabo de llegar hace unas horas, estaba intentando poner las ideas en orden sobre un nuevo plan de ataque ¿hay novedades?-. Su tono tenía el deje despreocupado justo, como si hasta eso estuviera siendo controlado por su mente.
-Lo mismo de siempre, no es como en una guerra absolutamente secreta puedan haber cambios drásticos.
Sid río y siguió rasgando la guitarra de vez en cuando, disfrutando la compañía silenciosa de su hermano adoptivo. Los segundos se eternizaban entre ellos de una forma relajante, y la verdad era que siendo los dos desviantes sus conversaciones solían ser telepáticas casi todo el tiempo.
-Se rumorea que estás saliendo con Mangosta-. Sombra tuvo que poner las palabras en su boca, no había manera de explicarle aquella inquietud a su compañero mentalmente sin que imágenes para nada convenientes acompañaran la duda.
-Siempre se han rumoreado demasiadas cosas en este lugar, al menos esta vez es algo bueno-. No pudo evitar que una pequeña sonrisa se dibujara en su cara, no necesitaba invadir la mente del otro para saber en qué estaba pensando.
-Y bien… ¿es cierto?-. ¿Por qué simplemente no podía quedarse con la duda?
-No tienes nada de que preocuparte.
Sid se acercó con deliberada lentitud hasta posar por primera vez los labios sobre los de Sombra, acomodándose de la manera adecuada para que las antiparras de éste no molestaran el toque, malditos fueran los posos de la entropía que le impedían disfrutar del verde caótico que gobernaba en los ojos de su amigo sin sufrir las consecuencias. Siguió con ese delicado roce hasta que sintió la gran mano de Sombra posarse en su nuca e impulsar hacia delante, mientras su lengua le invadía la boca por completo.
Fue un beso cómplice, lleno de la esencia radioactiva y corrosiva que ellos poseían. En esos minutos poco importaba la guerra que no daba descanso, la defensa de los más débiles, la inminente invasión del abismo sobre el mundo. Sólo importaban ellos, puro fuego abrazando todo lo que se encontraba a su paso.
Ambos sabían que podían morir mañana, que el mundo estaba cambiando y que a otros les correspondería tomar su lugar, pero los recuerdos de ese beso y de todos los que siguieron, los protegerían con su vida.
Saludos a tod@s