Sep 30, 2021 23:21
Abre la puerta, entra en el dormitorio. Su silueta, gris, sus ojos ténues. Camina lento. Arrastra un poco los pies. Se detiene junto a la cama, se abraza. "¿Blade?"
El aludido arruga el rostro, se gira, mira. "¿Takashi?" responde lento, grave, sentándose entre las almohadas y alargando la mano para enceder la luz de noche.
Toma su mano, lo detiene, niega. "No enciendas la luz..." pide.
El mayor obedece, aparta la mano; la lleva sobre las mantas y allí da dos palmadas.
Se sienta.
"¿Qué sucede?" le preguntan, y las palmadas ahora son en su cabeza.
"¿Puedo dormir aquí?" pregunta él, alzando sus ojos para encontrar los del otro.
Silencio.
"Puedes decirme que no..." vuelve a hablar, restregándose la nariz con la manga de su ropa.
Silencio.
Él asiente, se levanta, pero una mano sostiene su ropa.
"Puedes quedarte..." le dicen. "Pero solo a dormir..."
Ouch. Claro. Por supuesto. Sonríe para sí con un terrón de arena en el gaznate. "¿No puedo tocarte mientras duermes?" se sonríe.
El mayor frunce el ceño.
"Olvídalo. No sé en que estaba pensando. Buenas noches..." Se aparta, se aleja.
"¡E-espera! ¡Takashi!" se incorpora, lo sigue, lo pierde.
Puerta.