Borradores

Dec 07, 2010 01:04

Titulo del fic: Borradores
Parejas: Kyuhyun/Zhou Mi (inexistente KyuWook, aun más inexistente KyuTeuk)
Genero: Drama, romance.
Clasificación: PG
Resumen: El fuerte de Kyuhyun nunca ha sido expresar sus emociones. Pero cuando éstas toman un rumbo inesperado, no le queda más remedio que aprender a hacerlo.



El mejor modo de denominar esa noche es, probablemente, “inusual”.

Es inusual la tranquilidad que reina en el apartamento del undécimo piso, cuyos únicos ocupantes en ese momento son Ryeowook y Kyuhyun, lo cual también es inusual. Es inusual que el resto haya salido aquella noche a beber, pero han decidido aprovechar que el siguiente es un inusual día libre e ir a divertirse.

Es inusual que nadie haya decidido quedarse en los apartamentos, pero los miembros de Super Junior M han llegado ese mismo día de viaje y sólo pueden pensar en deshacer la maleta y disfrutar de un inusual sueño de más de cuatro horas.

Es inusual el fuerte y repentino ruido que procede del dormitorio de Kyuhyun y que logra sobresaltar a Ryeowook cuando está regresando de tomar un vaso de agua en la cocina.

Es inusual el mal presentimiento que invade a Ryeowook en ese momento ―pero es que Kyuhyun ha pasado todo el día inusualmente silencioso― y de igual modo lo es que abra directamente la puerta a la habitación de su dongsaeng sin haber llamado antes.

Pero, definitivamente, lo más inusual es lo que la imagen que le espera allí dentro.

―¿Kyuhyun?

Éste está sentado sobre la silla, con la cabeza agachada y sujeta por dos manos que no cesan de temblar. Los tonos vivos que emergen de la pantalla y se corresponden al juego al que Kyuhyun se ha estado dedicando hacen relucir su pálida piel. A su alrededor se encuentran esparcidos los restos de lo que parece haber sido un teclado hasta hace unos segundos ―Ryeowook cree ver la letra “O” mirándolo lastimeramente desde el suelo, al lado de lo que se asemeja sospechosamente a una tecla intro―. A juzgar por el cable roto y maltrecho que aún cuelga a un lado del ordenador, Kyuhyun lo ha arrancado de cuajo y lo ha destrozado contra el suelo.

Ryeowook se agacha a su lado y agarra una de las manos del más joven mientras que con la otra acaricia su espalda. Le convence para que lo acompañe a la cocina y pueda prepararle algo caliente. Lo calma con palabras suaves y voz melodiosa.

Kyuhyun nunca le cuenta lo que le ha hecho caer en ese estado. Ryeowook no lo necesita. El silencio que se hace entre ellos mientras Kyuhyun toma lo que Ryeowook le ha dado es de cálido entendimiento y sólo es roto por Ryeowook tras unos minutos, para comentar con tono casual:

―Deberías aprender a liberarte de tus frustraciones de algún otro modo. Puedes escribir en un cuaderno o algo así. Al menos, si lo rompes, no saldrá tan caro.

(Ni siquiera el propio Ryeowook sabe hasta qué punto esa sugerencia debe ser tomada a broma, porque, en realidad, sólo lo ha hecho para animar un poco a Kyuhyun ―lo cual logra, a juzgar por la sonrisa sincera que Kyuhyun le dirige―. Aun así, unos días después, Kyuhyun aparece en el apartamento tras sus actividades con un cuaderno nuevo debajo del brazo y poco rato más tarde se le puede observar escribiendo concienzudamente sobre él.)

oOo

Kyuhyun sabe que su cuaderno es un tema que tiene intrigados a algunos de los otros miembros de Super Junior y le hace pensar que, pese a sus apretadas agendas, sus hyungs tal vez disponen de demasiado tiempo libre.

No es la primera vez que ha descubierto a alguien intentando espiar por encima de su hombro lo que está escribiendo apoyado sobre la mesa de la cocina, y sabe muy bien que Donghae ha organizado más de una expedición a su habitación en busca del dichoso objeto.

Cuando Kyuhyun pregunta a Shindong qué ven de interesante en un simple cuaderno, el otro tarda unos segundos en responder.

―En un principio queríamos saber si te había dado por empezar a practicar escritura literaria o composición o algo. Pero creo que en realidad necesitábamos descubrir qué tiene ese cuaderno que te hace apartarte de tu portátil que nosotros no tengamos ―añade, en tono divertido.

Kyuhyun suelta una carcajada.

―Sólo son algunas cosas personales, hyung. No es un gran misterio.

―¿Como un diario?

Kyuhyun simplemente se encoje de hombros. Sabe que ahora sí que ha hecho saltar la chispa de la verdadera curiosidad y es perfectamente consciente de que las intrusiones de Donghae en su cuarto se duplican a partir de ese momento. Pero encuentra hilarante imaginarse el desconcierto de éste cuando nunca logra dar con lo que busca y eso hace que el registro de sus pertenencias merezca la pena ―tal vez, piensa, el jugar así con alguno de su hyungs sólo demuestra que él también tiene demasiado tiempo libre―.

Lo cierto es que es completamente imposible que Donghae encuentre ninguna de sus páginas escritas por el simple hecho de que Kyuhyun las arranca y las tira tan pronto como las llena. Al fin y al cabo, él nunca ha querido releer lo plasmado en ellas más tarde como si eso pudiera ayudarle a entender su existencia o reflexionar sobre sus errores. Él solamente necesita un modo sencillo de desahogarse y de expresar aquello que jamás se atrevería a decir en alto.

(Y mientras sus hyungs se devanan los sesos pensando en un modo de descubrir qué mantiene a Kyuhyun tan concentrado entre aquellas hojas, éste intenta descubrir cómo hacer que el nombre de Zhou Mi no vuelva a ser mencionado en ellas.

Ninguno de ellos tiene una mínima esperanza.)

oOo

Cuando Kyuhyun entra a Super Junior, sufre la suerte del más pequeño y menos veterano. Además de las clásicas novatadas que jamás fallan, sus hyungs insisten en darle consejos y hablarle sobre experiencias pasadas con las que sólo logran asustar a Kyuhyun un poco más.

Como cabe esperar, los momentos más singulares vienen de la mano de Heechul, y logran labrarse en la mente de Kyuhyun como hubieran sido cinceladas en ella. Aprende poco después que al más mayor le gusta dejar su firma en las personas que cree que van a marcar su vida (quizá no es más que una manera de ser recíproco y saldar su deuda ante el temor de que le sea imposible hacerlo más adelante). Kyuhyun habría dado cualquier cosa porque esto le hubiera sido dicho con más anterioridad. Así, habría podido prepararse para la noche en la que se reúne con Heechul en aquel bar.

Kyuhyun ha celebrado su decimoctavo cumpleaños hace relativamente poco, y todavía no ha tenido la oportunidad de adquirir apenas experiencia en lo relativo al alcohol. No obstante, Heechul no parece ser consciente de este hecho, o tal vez ha decidido no darle ningún tipo de importancia, porque frecuentemente le insta a que beba de aquel vaso que ha puesto delante de él y que llena cada vez que está a punto de agotarse. Kyuhyun obedece, porque sus padres le han dicho que tiene que obedecer a sus mayores, y porque en la agencia se lo han repetido, y porque tiene la mirada de Heechul encima de él y Heechul siempre es alguien que le ha intimidado un poco, por todas los rumores y leyendas acerca de él y sus rarezas y su temperamento.

Finalmente, Heechul parece satisfecho con el nivel de alcohol que la sangre de Kyuhyun ha alcanzado y es entonces cuando dispara su temida lengua.

―¿Eres gay? ―es lo primero que pregunta.

Kyuhyun se atraganta en medio del sorbo y está a punto de escupir todo el líquido.

―¿Qué? ―consigue exclamar de forma ahogada antes de ser atacado por la tos. Heechul lo contempla impasible.

―Ya me has oído. Simplemente, sé sincero. Yo no se lo voy a contar a nadie. ¿Te gustan las mujeres o los hombres?

―Me… me gustan las mujeres, hyung.

Heechul ladea la cabeza y dibuja una de sus típicas sonrisas torcidas. A Kyuhyun le gustaría saber lo que está pensando.

―Bien, veo que lo tienes claro. Entonces, confío en que no te asustarás el día que te sientas atraído por alguno de tus compañeros. Me alegro de que estés preparado, porque a todos nos pasa y no me gustaría que tu inocente mente colapsara pensando que vas a ir al infierno o algo parecido.

Kyuhyun abre la boca para responder, pero es interrumpido por Heechul antes de que pueda articular un solo sonido.

―Ah, ya sé lo que me vas a decir: tú tienes muy clara tu orientación sexual y esas cosas no te van a pasar ―sisea con malicia―. En SM tienes fama de ser un pequeño genio, así que no te comportes como un estúpido, por favor―Hace una pausa para asegurarse de que Kyuhyun está prestando atención y continúa―: A partir de ahora, se acabó la libertad, las relaciones normales. Vas a estar las veinticuatro horas del día rodeado de los miembros. Cuando te levantes por la mañana, allí estarán; cuando quieras ver una película tranquilamente, ellos serán lo que te acompañen. Cuando eches en falta el contacto con otro humano, adivina quién se encontrará a tu lado.

―Pero… yo estoy saliendo con alguien, hyung.

En esa época, Kyuhyun todavía no tiene un cuaderno con el que descargar sus preocupaciones. Si lo tuviera, sin duda alguna escribiría sobre la risa cargada de amargura que Heechul deja escapar en esos momentos.

El ambiente se vuelve algo incómodo después de eso. Tras unos minutos de denso silencio, Kyuhyun se pone en pie, realiza una profunda inclinación y agradece educadamente que el más mayor le haya invitado a beber y le haya obsequiado con su tiempo y sus conocimientos y le indica que se le está haciendo tarde y que debe volver a casa. Heechul sale del trance en el que parece haber estado desde el fin de su conversación y le sonríe.

―Está bien. Sólo déjame darte un último consejo.

―Claro. Dime.

―Mantente lejos de mi armario.

(Un mes y medio después del debut, Kyuhyun rompe con su novia. Las cosas han dejado de funcionar entre ellos.

Esa misma noche, el joven encuentra un bote entero de helado y una cuchara al lado de las mantas que le sirven de improvisada cama ―en el suelo de la sala de estar, porque no han encontrado otro sitio para él― y, cuando pregunta a Leeteuk sobre su procedencia, éste le sonríe con dulzura y le dice que es para él. Algo salta en el estómago de Kyuhyun en ese mismo instante y sabe que ha sido provocado por su líder.

Una parte de la mente de Kyuhyun culpa irracionalmente a Heechul por todo. La otra comprende de pronto que el mayor sólo intentaba advertirle de aquello a lo que nadie más se atreve.)

oOo

La segunda vez, ocurre con Ryeowook. Las ganas surgen de pronto, al verlo cocinando de espaldas a él. Repentinamente, desea abrazarlo por la cintura, obligarlo a que gire su rostro y besarlo.

Por supuesto, Kyuhyun sólo agita la cabeza y devuelve su atención al drama que está viendo en su ordenador.

(Cuando momentos más tarde Ryeowook se da la vuelta y anuncia felizmente que la comida está preparada, Kyuhyun decide que lo que él padece es el más degenerado de los complejos de Edipo. )

oOo

“Esta vez es diferente” es lo primero que Kyuhyun escribe en la primera hoja de su cuaderno. A eso le sigue un figurado balbuceo sobre lo que siente cuando Zhou Mi le susurra al oído, le abraza, le sostiene o le sonríe (y esto último ocurre demasiado a menudo). Confiesa que al principio pensó que se le pasaría, como había ocurrido anteriormente y habla de cómo eso jamás sucede. De hecho, el transcurso de los días junto a él sólo provoca todo lo contrario.

Poco después, decide que aquello es ridículo y arranca la página.

Esto es otro de los motivos por los que Kyuhyun nunca guarda lo que escribe: siendo el perfeccionista amante de las matemáticas y los libros bien estructurados que es, le resulta absurdo conservar un manuscrito chapucero sin principio ni fin.

Y es que en caso de representar algún tipo de inicio, aquellas ridículas palabras dignas de un adolescente no serían más que la muestra del instante en el que Kyuhyun abrió la puerta de la jaula que encerraba una emoción alimentada durante una cantidad de tiempo que nunca será posible determinar, y en el que ésta, viéndose libre, pudo hacerse con el control de su cuerpo e indicarle que, efectivamente, estaba ahí y había venido para quedarse. Lo cual realmente no es un inicio.

En cuanto a la posibilidad de un final, las emociones que siente son lo suficientemente fuertes como para determinar que éste no será cercano. Lo que le ocurre con Zhou Mi es completamente diferente a lo que Leeteuk o Ryeowook pueden haberle provocado en un momento dado. Lo último que el aspecto de Zhou Mi sugiere es “pequeño” o “femenino” y, aunque su personalidad sí resulte (a veces, cómicamente) achacable a la de una chica, Kyuhyun jamás se ha sentido tan protegido y seguro que cuando está con él.

Eso si se ignora el vertiginoso hormigueo de su estómago, claro.

Si bien anteriormente la atracción ha estado asociada a una figura maternal, Zhou Mi se asemeja más bien a una paternal, firme y orgullosa. Sólo que habitualmente nadie se enamora de su padre.

Kyuhyun ha intentado más de una vez volver atrás y figurar cuándo empezó todo. En qué ensayo, o con qué canción. En cuál de aquellas noches en las que todos los miembros de Super Junior M se quedaban hasta tarde hablando, riendo o jugando a la cartas, con la intención de llegar a conocerse mejor, si es que iban a trabajar juntos. Quiere saber en qué momento los pequeños fallos o errores en la pronunciación de Zhou Mi al usar coreano dejaron de ser simplemente divertidos y se volvieron adorables, o cuándo empezó a ruborizarse cada vez que Zhou Mi se inclinaba sobre él para ayudarle con sus lecciones de chino.

En la que luego considera que debe de ser la más estúpida de sus acciones, Kyuhyun aparta su cuaderno a un lado, minimiza la ventana del juego ―lo acaba de comprar y es tan extremadamente malo y sencillo que en unas pocas horas ha logrado completarlo casi enteramente― y comienza a buscar webs de fans.

Sabe que no va a aclararle nada, pero le hace sentirse mejor el pensar que miles de personas aceptan (más bien, se deleitan con la perspectiva) la posibilidad de que haya algo más que una amistad entre Zhou Mi y él y que no debe sentirse tan culpable por sus sentimientos.

De algún modo, de pronto se descubre a sí mismo inmerso en un infinito valle de historias ficcionales sobre ellos dos y, aunque sólo una mínima parte está en coreano, es suficiente como para hacer que su boca se seque cada vez más con cada frase que lee.

(Termina la noche en el baño, con una mano cubriendo sus ojos y la otra dentro de sus pantalones; las imágenes de lo que acaba de leer aún candentes en su imaginación.)

oOo

La merecedora del primer puesto del ranking de acciones estúpidas de Kyuhyun, de cualquier modo, es claramente determinada el día en el que Kyuhyun decide que no lo soporta más y debe confesar todo aquello que lo ha estado oprimiendo a Zhou Mi.

Es un proceso complicado. Primero, pasa casi una hora entera delante del espejo. No sabe si quiere arreglarse ―como si Zhou Mi no lo hubiera visto ya en cada uno de los aspectos posibles, excepto en el que Kyuhyun desearía que lo hiciera y que, tal vez, implica sábanas y sudor― o ensayar unas frases, o si solamente está intentando retrasar el momento de enfrentarse a Zhou Mi.

Después viene llamar a su puerta. Se escucha música al otro lado y Kyuhyun sabe que Zhou Mi no ha podido oír sus pasos acercándose. Tiene la oportunidad de dar media vuelta e irse; sumido en su indecisión ―y puro terror―, está diez minutos observando el trozo de madera delante de él. No logra encontrar la fuerza para llamar.

Ni siquiera se da cuenta de que Henry ha estado observándolo un buen rato con cara de compasión unos pasos por detrás de él. No lo hace hasta que éste se aproxima sigilosamente, da un par de golpes lo suficientemente fuertes en la puerta, y se escabulle tan rápidamente como ha aparecido.

Cuando Zhou Mi abre la puerta, lo primero que ve es la espalda de Kyuhyun, quien tiene su vista fijada en el lugar por el que Henry acaba de desvanecerse.

―¿Kyuhyun? ―pregunta suavemente, y el aludido se gira con cara de desconcierto―¿Ocurre algo?

―No. Henli… ―Señala la dirección en la que el más joven se ha ido y, tras unos momentos, sacude su cabeza―. No importa. Yo… Quería hablar contigo. ¿Estás ocupado?

―¡Oh, no! ¡Pasa! ―Zhou Mi le dirige una amplia sonrisa antes de apartarse para permitirle entrar y Kyuhyun casi siente ganas de llorar.

El discurso de Kyuhyun transcurre entre temblor de manos, tartamudeo y suspiros. Él no es capaz de mirar a Zhou Mi a los ojos mientras intenta por explicar por perífrasis y rebuscados eufemismos lo que le ha llevado allí, y Zhou Mi tiene que hacer grandes esfuerzos por entender lo que Kyuhyun quiere decir.

Finalmente, Zhou Mi parece comprender y Kyuhyun puede sentir su mirada ligeramente horrorizada clavada sobre él, pero simplemente, no quiere, no puede levantar la vista y arriesgarse a verla, porque cree no será capaz de hacerle frente.

El silencio es casi punzante. Kyuhyun acaba suplicando a Zhou Mi que diga algo.

―Yo… no sé. Lo siento… No sé qué decir.

―¿Qué tal “yo también te quiero” y “llevo siglos esperando este momento”? ―Kyuhyun odia que su lado sarcástico se acentúe en las situaciones más complicadas y tienda a ponerse a la defensiva, pero no quiere resultar más dañado por ahora.

No obstante, nada puede evitar que esto ocurra cuando la única respuesta que recibe es la de la puerta cerrándose detrás de Zhou Mi, quien ha salido apresuradamente de allí.

(Más tarde, Kyuhyun se sienta delante de su cuaderno, bolígrafo en mano, dispuesto a liberar en él su frustración. Al cabo de unos minutos de oraciones incompletas y líneas tachadas se da cuenta de que ésta es demasiado grande y dolorosa como para poder ser descrita en simples palabras.

Después de todo, Zhou Mi siempre ha sido mucho mejor expresando sus emociones sobre un papel que él.

Kyuhyun se pregunta si Zhou Mi estará intentando componer una canción que relate lo que está sintiendo en esos momentos. Decide que, si es así, prefiere no escucharla jamás.)

oOo

Se necesita de un viaje de vuelta a Corea y una separación de un par de meses para que Kyuhyun y Zhou Mi vuelvan a hablar con naturalidad entre ellos. Están en China, en un programa, y están sentados uno al lado del otro como habitualmente solían hacer. Y todo va bien. Casi como si nada hubiera ocurrido. Hasta que Kyuhyun se da cuenta de que la presentadora lleva un buen rato intentando llamar su atención y que él ha estado todo ese tiempo ignorándola (y pendiente de cada movimiento de Zhou Mi) sin saber siquiera que se dirigía a él, y que no entiende nada de lo que está diciendo y que Zhou Mi parece a punto de inclinarse sobre él para traducírselo, pero que este gesto que antes era tan normal ahora parece costarle barbaridades.

Y comprende que nada, nada va bien.

Se encierra en el baño en cuanto les dan un descanso. Se lava la cara insistentemente ―casi hasta arruinar por completo el maquillaje― y se convence a sí mismo de que no debe dejarse afectar.

Es entonces cuando oye a Han Geng y Zhou Mi discutiendo. Las voces llegan claramente hasta sus oídos a través de la puerta y, aunque no es capaz de comprender demasiado (ambos se están expresando en veloz mandarín), puede escuchar su propio nombre mencionado en varias ocasiones. Han Geng dice algo de errores que no pueden permitirse y Zhou Mi sale en defensa de Kyuhyun.

Kyuhyun tapa sus oídos y desea poder volverse sordo en ese mismo instante. No entiende que Zhou Mi haya decidido contradecir a Han Geng, y mucho menos que se haya puesto de su parte. Este último no parece comprenderlo tampoco, porque cuestiona a Zhou Mi sobre su comportamiento de forma airada. Zhou Mi responde con otro grito.

―¡Él sólo es un crío, gege!

Y, de pronto, todo se tranquiliza. Hay unos segundos de silencio, tras los cuales Zhou Mi se disculpa con su líder y pide perdón por su tono. Han Geng lo acepta y suspira. Al final, añade:

―Creo que te estás equivocando con él, Zhou Mi.

Luego, únicamente hay pasos alejándose.

Kyuhyun vuelve a encontrarse rodeado de absoluta calma. Lástima que no pueda darse cuenta de este hecho cuando en su cabeza la palabra “crío” resuena una y otra vez. En cualquier otra circunstancia, se preguntaría con qué derecho una persona apenas dos años mayor que él se atreve a decir algo así, para luego olvidarse del tema y no darle más importancia.

No obstante, ahora no puede más que agachar la cabeza y preguntarse qué ha hecho tan mal.

(Ésa resulta ser la segunda vez en la que nada puede expresar el modo en el que se siente, tal y como puede comprobar cuando el bolígrafo se niega a deslizarse sobre el blanco papel y no puede más que dejarlo caer a un lado y arrugar la hoja con furia. Descubre que el estado en el que ésta queda dice mucho más sobre la condición de su mente que cualquier palabra.)

oOo

Concluye que lo inusual es una constante en su dinámica de relación con Zhou Mi. No es bastante inusual ya haberse enamorado de un hombre, compañero de trabajo, y Zhou Mi, como para que las situaciones en las que este hecho cobra especial importancia cumplan con la misma cualidad de lo poco frecuente.

Y es que es raro que tantos miembros de Super Junior y los dos exclusivos de Super Junior M se hayan puesto de acuerdo para salir todos juntos. También lo es que Kyuhyun haya aceptado, pero cree que tal vez lo necesita más de lo que está dispuesto a admitir y, además, Sungmin dispone de una muy eficiente capacidad de convicción.

Ver a Zhou Mi así de bebido no es sólo poco habitual; más bien, Kyuhyun no recuerda haber presenciado algo semejante nunca. El mayor logra tropezarse varias veces con sus propios pies y probablemente ya habría caído de no ser por Kyuhyun, quien tiene los reflejos suficientes (y está lo suficientemente pendiente de él) como para sujetarlo antes de que algo así suceda.

No obstante, Zhou Mi es apenas capaz de distinguir la presencia del otro a su lado y sigue su desgarbada marcha hacia la barra, dispuesto a pedir un nuevo trago que le ayude a ahogar los últimos pensamientos con sentido y recuerdos que todavía le puedan quedar. Kyuhyun decide que está moralmente obligado a convencer a Zhou Mi de que es una mala idea.

Sorprendentemente, alejar a Zhou Mi de las bebidas y llevárselo fuera a que respire un poco de aire puro acaba siendo una tarea extremadamente sencilla, ya que Zhou Mi no opone ningún tipo de resistencia y se deja guiar mansamente. En su camino hacia el exterior, pasan por delante de la mesa en la que el resto de los miembros se encuentran y Kyuhyun siente varias miradas preocupadas sobre sus nucas.

Aun así, no es hasta que puede detenerse y observar el estado real de Zhou Mi con detenimiento que Kyuhyun entiende el por qué de esas miradas: el hombre chino luce un aspecto simplemente horrible, con los párpados caídos, la piel roja y la expresión desconcertada.

―¿Kui Xian? ―llama dubitativo, entrecerrando los ojos para distinguir quién está delante de él.

―Sí, soy yo ―responde el aludido con un susurro y Zhou Mi sonríe, sólo que esa sonrisa no hace ningún tipo de honor a las que generalmente luce y Kyuhyun descubre que echa mucho en falta una sonrisa de ese tipo dirigida a su persona.

―Kui Xian… Yo… ―Zhou Mi parece estar haciendo un gran esfuerzo por comunicarse en coreano y que haya decidido usar su nombre chino (mucho más fácil de pronunciar para él) sólo lo demuestra―. Creo que he bebido mucho.

―Es que has bebido mucho, hyung. Creo que sería buena idea que pararas por hoy.

El otro frunce el ceño.

―Eres un aburrido, Kui Xian ―Sus palabras son pesadas y Kyuhyun tiene que prestar especial atención para entenderlas.

―Sólo estoy siendo responsable, hyung.

Zhou Mi sonríe de nuevo, pero Kyuhyun no alcanza a adivinar qué significado se esconde tras el gesto antes de que el mayor comience a caminar con pasos torpes y algún que otro traspiés, y Kyuhyun no puede más que correr para colocarse a su lado y vigilarlo.

Zhou Mi se aleja del local y camina por la calle. Su voz tararea débilmente una canción que Kyuhyun acaba reconociendo como “Confession” y se pregunta si se puede convertir eso en algo más irónico. Tres estrofas más tarde, Kyuhyun le pide que pare.

―¿Hay alguna razón por la que estamos aquí, hyung?

Zhou Mi hace un puchero.

―¿Es qué no te acuerdas, Kyu… ―El intento de pronunciar su nombre resulta en un estrepitoso fracaso y desiste― Kui Xian?

Kyuhyun mira a su alrededor, pero no logra entender de qué está hablando Zhou Mi y así se lo hace saber.

―¡En ese restaurante nos conocimos! ―Señala a un punto que Kyuhyun tarda unos segundos en reconocer, debido a la escasa iluminación de las sucias farolas. Parece mentira que esa desértica calle pertenezca a Seúl―. Bueno, no nos conocimos, porque nos conocíamos de SM, pero Han Geng hizo las presentaciones formales. También estaba Henry…―Se ríe suavemente―. Ninguno de los dos podíamos hablar demasiado coreano.

―Eso explica por qué mi memoria no le da especial relevancia a aquel día, hyung ―Eso, y que sufrió el accidente poco después y no tiene muchos recuerdos de los días inmediatamente anteriores a éste.

Pero Zhou Mi ni siquiera le está prestando atención.

―Tú estabas tan callado como nosotros y, de no ser porque lo sabía desde que entré a SM, habría pensado que no eras coreano. Parecías tan pequeño… Sobre todo, después de que salieras del hospital. Pero luego eras muy perfeccionista a la hora de cantar… Tan decidido a compensar el tiempo que no habías estado ahí… Solía preguntar a Henry por ti cada vez que volvía de ensayar con vosotros. Me decía que solías sentarte a un lado e intentabas memorizar el baile, aunque no pudieras hacerlo.

Kyuhyun no sabe si sentirse complacido por descubrir que Zhou Mi se fijó en él, o molesto porque eso se asemeja a una conversación entre un abuelo y un nieto. Zhou Mi, mientras tanto, continúa con su soliloquio:

―Y luego ambos fuimos asignados a Super Junior M y todo era perfecto… Nada más importaba excepto el grupo, y tú. Yo siempre estaba detrás de ti, dónde debía estar. Soy el encargado de proteger al decimotercer miembro de Super Junior ―Zhou Mi se traba varias veces en esa frase, pero continúa y Kyuhyun no se atreve a interrumpir―. Porque tú vas a brillar, y yo me quedaré atrás, vigilando desde la distancia, y eso es lo correcto, Kui Xian. Cada uno debe saber dónde está su lugar…

Kyuhyun estira su brazo y toma la mano de Zhou Mi. Éste parece sorprendido. Lo cierto es que son pocas las veces en las que Kyuhyun inicia un acercamiento afectivo de ese tipo, pero en ese momento siente que debe hacerlo. Sostiene aquella mano entre las suyas, notando cómo sus dedos largos y fríos van poco a poco entrando en calor. Finge estar fascinado por este hecho mientras intenta dejar atrás su vergüenza por segunda vez y poder hablar con Zhou Mi sinceramente.

―Yo prefiero que estés a mi lado ―dice.

Zhou Mi niega con la cabeza.

―Y yo, Kui Xian… Pero las cosas no funcionan así.

―No entiendo nada. ¿Acaso yo a ti…?

Kyuhyun está confuso, muy confuso. No sabe qué pensar de lo que Zhou Mi le ha dicho: un mensaje demasiado ambiguo que, tal vez ―o eso quiere pensar Kyuhyun― deja entrever que el sentimiento es recíproco. Pero Zhou Mi se muestra indeciso y aparentemente fiel a una ética que Kyuhyun no puede comprender; por otro lado, éste último es demasiado tímido como para completar la pregunta que está consumiéndolo por dentro.

De pronto, Zhou Mi está inclinado sobre Kyuhyun, quien puede notar su respiración sobre su cuello. Se da cuenta de que ésa es su oportunidad. Empieza a girar un poco la cabeza y los labios de Zhou Mi entran en su campo de visión. Están tan cerca que incluso encuentra difícil mirarlos.

Pero hay algo que lo detiene. Quizá es el olor a alcohol que emana de Zhou Mi y que le recuerda que éste no está actuando de forma completamente lúcida. O puede que sea el pánico repentino al ser verdaderamente consciente de que está a punto de besar a otro hombre y las implicaciones que pasan fugazmente por su mente: lo que dirá su familia, sus compañeros y su agencia; esconderlo de los medios y de las fans. Todo aquello en lo que Zhou Mi ya ha reparado y es lo que, tal vez, realmente intentaba expresar.

Y antes de que pueda decidirse, la oportunidad se va. Zhou Mi se aleja de él rápidamente y corre a una esquina. Allí, vomita violentamente todo lo consumido.

Cuando Kyuhyun se aproxima a él para ayudarlo ―Zhou Mi está tan pálido y tembloroso que teme que pueda caer en cualquier momento―, éste no deja que le toque.

Por segunda vez, Zhou Mi se va corriendo (con sorprendente coordinación de extremidades para su condición) y deja a Kyuhyun allí.

Un buen rato más tarde, Sungmin se lo encuentra en ese mismo sitio, sentado en el suelo de la calle y con la mirada perdida en el frente.

―Mimi me ha dicho que estarías aquí ―explica el mayor, mientras le ayuda a levantarse. En su voz se refleja pena y compasión, pero no dice nada más acerca de Zhou Mi―. Vámonos a casa, Kyuhyun.

(Resultando ésta la tercera ocasión en la que el cuaderno falla completamente en su propósito de servir como medio de desahogue debido a su incapacidad para lanzar sus más profundos malestares sobre él, Kyuhyun se pregunta si podrá volver a encontrar utilidad para el mismo. Tal vez es que la historia sin comienzo ya ha llegado a su fin, si es que esas dos lágrimas que acaban de caer sobre una esquina del papel pueden ser consideradas una firma.

El haber estado tan cerca del triunfo sólo hace que se sienta más miserable.)

oOo

Kyuhyun recibe un email de Zhou Mi al día siguiente. Está cargado de disculpas, pero no hay ni una sola explicación.

( Kyuhyun no encuentra el valor para culparlo de nada.)

oOo

―Pensé que habías dicho que no eras gay.

Kyuhyun levanta la vista de su libro para encontrarse a Heechul delante de él. Trae bebidas calientes para los dos y Kyuhyun le hace sitio en el banco para que pueda acomodarse a su lado.

―¿Lo sabes? ―le pregunta con algo de diversión fingida―. ¿Quién te lo dijo? Déjame adivinar: ¿Ryeowook mientras ibais de compras juntos? No creo que haya sido Sungmin…

Heechul le sonríe.

―Fue Henli. Pero estaba sorprendido de que no lo supiera antes porque, según él, se os nota a kilómetros. Debo fijarme más de ahora en adelante.

Kyuhyun asiente y da un trago a su bebida. El líquido arde tanto que quema su lengua y su garganta cuando pasa por ella.

―He hablado con él ―informa Heechul después de unos segundos―. Condimiento… Él sólo necesita tiempo.

―Debes dejar de llamarlo así, hyung ―le indica Kyuhyun, sin ganas de hablar de ninguna otra cosa.

―Y tú deberías empezar a relajarte. Teuk mencionó algo de encerraros a los dos en una cámara hasta que resolvierais vuestras cosas si vuelves a cometer algún otro error durante los ensayos.

Kyuhyun cierra los ojos y vuelve a asentir.

(Ya ni siquiera se molesta en buscar su cuaderno en el caos en el que su habitación se ha convertido. Sungmin amenaza con hablar con Leeteuk si no la limpia, y Kyuhyun accede a hacerlo sin rechistar.)

oOo

Kyuhyun abandona sus videojuegos y dramas a favor de los libros. Cuando alguien le pregunta acerca de éste cambio, Kyuhyun murmura algo acerca de ser más baratos que un portátil.

(Su interior grita algo sobre esquemas estructurados y finales felices).

oOo

Kyuhyun y Zhou Mi vuelven a encontrarse el último día que ambos tienen que ir al edificio de SM antes de tomarse una semana de merecido descanso.

Se topan por casualidad en uno de los pasillos y se saludan con cortesía. Mantienen una conversación superficial sobre lo que han planeado para esos días. Kyuhyun habla de amigos a los que hace años que no puede ver; Zhou Mi menciona algo sobre unas letras que debe terminar y su idea de permanecer en Corea en ese tiempo.

―No quiero gastarme dinero en el avión, y el clima es demasiado malo para viajar, de cualquier modo. Además, me siento inspirado ahora mismo y temo que el viaje pueda afectarme ―explica.

Ambos se desean unos felices días libres y continúan con su camino.

Kyuhyun no sabe qué es lo que le lleva a darse la vuelta tras unos pasos y volver a llamar a Zhou Mi. Pero esto es completamente irrelevante comparado con lo que hace a continuación.

―He pensado que… ―comienza―. No sé. Quizá te apetecería venir a cenar a mi casa… Mis padres siempre se quejan de que no les presento en condiciones a los miembros de mi grupo. Me parecería una buena ocasión, ya que tú estás sólo y eso… Si a ti te parece bien, claro.

La invitación de Kyuhyun es tan chocante como la respuesta afirmativa de Zhou Mi, pero una hora después ambos están subidos en el coche de Kyuhyun, camino del hogar de éste. Hacen una pequeña parada, porque Zhou Mi insiste en comprar algún regalo para la familia del otro, aunque éste diga que no hace falta, y, tan pronto como el tráfico se lo permite, llegan a su destino.

Los padres de Kyuhyun son gente cálida y educada, por lo que Zhou Mi puede comprobar. La madre es más enérgica y habladora, mientras que el padre es algo más reservado y discreto. La hermana, por su parte, es decidida y jovial y Zhou Mi no puede más que encontrarla encantadora.

La cena transcurre de forma amena y agradable. La madre de Kyuhyun se interesa mucho por Zhou Mi y hace diversas preguntas sobre su infancia en China y el transcurso de su vida hasta llegar allí. Kyuhyun puede comprobar con diversión que Zhou Mi se siente muy halagado con todo aquel interés.

No obstante, Kyuhyun no lo disfruta tanto cuando su madre comienza a recordar algún incidente gracioso de cuando él era pequeño. La risa de Zhou Mi sólo hace que se hunda más y más en su asiento, muerto de vergüenza.

―Pero ha crecido tanto ya ―concluye su madre―. Parece mentira que éste sea el mismo chico que me llamó llorando el día que debutó.

―Es cierto ―afirma Zhou Mi, y algo en su tono hace que Kyuhyun levante la vista de su plato con sorpresa, para clavarla en él―. Ha madurado mucho. Más que alguno de nosotros.

(La cabeza de Kyuhyun está demasiado ocupada pensando en el último comentario de Zhou Mi y, quizá, intentando rescatar una esperanza enterrada en algún lugar para ser consciente de que Ahra, su hermana, está intentando llamarle con disimulo.

Necesita de una fuerte patada por debajo de la mesa para darse cuenta, lo cual no le hace ninguna gracia. Aun así, accede a escuchar a Ahra, quien se acerca a él para susurrarle pícaramente:

―Tu amigo es todo un caballero. ¿Crees que podrías pasarme su número?

Kyuhyun escupe todo lo que tiene en la boca, rociando cualquier elemento a treinta centímetros a la redonda.)

oOo

Zhou Mi acaba accediendo a quedarse a dormir en aquella casa ante la presión de los padres de Kyuhyun, quienes argumentan que no es una buena hora para moverse hasta la otra punta de la ciudad.

―¿Seguro que no es un inconveniente? ―pregunta Zhou Mi por décima vez, mientras preparan la cama de la habitación de Kyuhyun.

―Ya sabes que no. ¿Quieres que vuelva a llamar a mi madre para que te lo repita?

―Esta vez me refería a ti, Kyuhyun. ¿Te parece bien?

―Está bien, hyung.

Zhou Mi decide no insistir más

No obstante, no pueden evitar verse envueltos en otra pequeña disputa poco después, cuando Kyuhyun trae unas mantas y las coloca en el suelo. Zhou Mi pregunta si no hay otra cama y Kyuhyun le da una respuesta negativa.

―Entonces, yo dormiré en el suelo ―dice Zhou Mi.

―No. Acuéstate en la cama.

―¡Es tu cama!

―Me pasé varios meses tras el debut sin una. No me voy a morir por una noche.

―¡Pero es tu cama!

―Hyung, estás siendo muy escandaloso.

―Lo siento ―se disculpa Zhou Mi y se queda en silencio, pensando en un modo de hacer que Kyuhyun entre en razón. Finalmente, suspira―. Creo que estamos siendo estúpidos. ¿Por qué no… simplemente... dormimos los dos en la cama?

Kyuhyun no se puede creer lo que acaba de oír.

―¿Estás loco? ¡Es la casa de mis padres!

Zhou Mi suspira de nuevo.

―¿A qué me has traído exactamente aquí, Kyuhyun?

El aludido se muerde un labio, y piensa en la respuesta. Quiere decir que es por no dejarle solo, pero sabe que la pregunta hecha por Zhou Mi va mucho más allá de eso. Al final, se acaba sentando en el colchón, junto a éste.

Es inevitable que tengan que acabar hablándolo, de cualquier manera.

―Lo he estado pensando. Mucho ―asegura Kyuhyun―. Entiendo todas tus preocupaciones, y las comparto. Durante un tiempo, yo mismo me convencí de que tenías razón y de que era algo descabellado plantearse que pudiera funcionar. Pero al final me he dado cuenta de que eso no depende del resto, sino de nuestra propia fortaleza para aguantar. Nunca voy a estar satisfecho si no dejo de empeñarme en ser aceptado por los demás y me acepto yo mismo primero.

―Has pasado demasiado tiempo con Leeteuk ―murmura Zhou Mi.

―Puede ser ―Kyuhyun dibuja una pequeña sonrisa―. Es cierto lo que has dicho antes: he permitido que conozcas a mis padres y me ha quitado un peso de encima saber que les agradas. Supongo que eso reduce mínimamente la probabilidad de que me repudien…

―¡No digas eso! ¡Ellos jamás harían algo así!

Kyuhyun ignora por completo a Zhou Mi y sigue hablando:

―Pero sólo he hecho esto después de decidir que, no importa cómo saliera, lo que siento no va a cambiar.

―Kyuhyun…

―No es sólo por ti, o por lo que pensaba que nosotros podríamos llegar a ser. Es por mí. He aprendido a ser crítico y no guiarme únicamente por lo que el resto opine.

―¿Cuándo has aprendido a hablar así? ―pregunta Zhou Mi, impresionado.

―He pasado demasiado tiempo con Leeteuk.

Ambos se miran y Kyuhyun observa que los ojos de Zhou Mi están ligeramente humedecidos. El más joven sonríe, alza una mano y, después de acariciar suavemente el cabello del otro, deja que ésta caiga hasta su hombro. Zhou Mi apoya su cabeza sobre el de Kyuhyun. Están unos momentos así, hasta que el hombre chino alza el rostro y lo coloca junto al del otro, de forma muy parecida a como ocurrió la última vez en la que llegaron a ese acercamiento.

Sólo que ahora Kyuhyun no está dispuesto a dejar pasar la oportunidad. Con un movimiento tranquilo ―pero sin detenerse― gira su cuello y, lentamente, permite que sus labios encuentren los de Zhou Mi y tracen suaves formas sobre ellos.

―Lo siento de verdad ―le dice Zhou Mi cuando se separan, y su voz tiembla―. Siento todo por lo que te he hecho pasar. Supongo que en realidad era yo quien tenía que aprender a madurar…

―Necesitabas tiempo.

―En realidad, supe que lo que sentía por ti era muy especial desde el principio. Creo que lo que no pude asimilar es que fuera recíproco. Pensé que sólo estarías confundido…

―No lo estoy.

(Al final, ambos acaban compartiendo la misma cama.

Por algún motivo, Kyuhyun siente la necesidad de enviar a Heechul un mensaje de agradecimiento por sus inestimables consejos para novatos y le anima a que siga compartiéndolos. Lo hace con su cabeza apoyada en el pecho de Zhou Mi, quien ya se ha quedado dormido. Tras dar a la tecla de envío, y sonreír estúpidamente a la nada, él también se duerme sin variar en lo más mínimo su cómoda posición. )

oOo

A la mañana siguiente, Ahra llama alegremente a la puerta.

―¡Kyuhyunnie! ¡Zhou Mi-sshi! ¡Mamá dice que el desayuno está…!

Una exclamación surge de los labios de la chica cuando abre la puerta para asegurarse de que la han oído y se encuentra a ambos hombres sobre la cama ―más bien un entresijo de troncos, extremidades y sábanas―. Acto seguido, se lleva las manos a la boca, y empieza a disculparse con Kyuhyun, quien todavía intenta asimilar a qué vienen todo aquel alboroto.

―Yo… ¡Lo siento, Kyuhyun! ¡No sabía que tú y él…! ¡No pretendía ofenderte! ¡Lo de darme su teléfono no iba en serio!

Y luego, ya desde la salida:

―¡No te preocupes! ¡No diré nada a mamá y a papá! ¡Lo lamento de veras!

Tanto Kyuhyun como Zhou Mi observan el punto por el que Ahra ha desaparecido claramente confusos. A continuación, se miran. Y entonces, Zhou Mi estalla en carcajadas.

(Kyuhyun contempla a Zhou Mi reír y nota cómo sus propios labios se curvan en una sonrisa imposible de contener. De pronto, ya no importa dónde ni cuándo empezó y, en lo que a él respecta, no va a dejar que termine.

Kyuhyun se olvida por completo de la existencia del cuaderno.)

fanfiction, suju, qmi

Previous post
Up