Lo crean o no, no vi Daria en mi infancia de niña de la década de los 90. La verdad, nunca en mi vida vi MTV si no fue un domingo de zapping. ¿Porqué? Hace unos días lo recordé: Beavis & Butt-head. Les tuve miedo toda mi infancia y, al parecer, adquirí algún especie de trauma por sus diseños y risas que me hacía cambiar de canal apenas aparecían en la pantalla o no querer estar cerca de gente que llevara ropa con su imagen (muy común por aquellos años). Por eso y muchas otras cosas, el canal de música no fue parte de vida ni en sus buenos ni en sus malos años y eso hizo perderme de sus buenas producciones como la serie que voy a hablar ahora.
Tampoco veo tan mal haber visto esta serie como 22 años porque pude entender a la perfección todos los chistes y las indirectas que Daria y cia dan en sus diálogos, que se centran principalmente en una crítica dura al sistema educativo y social de las secundaria norteamericana en donde el que menos piensa es el más admirado y el que usa más de dos neuranas y dice su opinión sobre las cosas es rechazado, por miedo principalmente. El miedo a romper la burbuja de alegre vida adolescente que todos quieren creer vivir. La gente aveces prefiere vivir en la ignorancia porque eso la hace feliz. Peor no todo el mundo puede ser así y Daria es de esos jóvenes que prefieren ver la realidad sin lentes rosados de por medio, aunque la mayoría de las veces duela.
Es una serie con la que aprendes mucho y los personajes van creciendo temporada tras temporada. Principalmente desde la tercera. No solo los adolescentes de la serie sino también y la forma de hablar con ellos. En la adolescencia, los padres dejan de ser esos superhéroes que teníamos en un pedestal para pasar a ser una persona cualquiera: con problemas y una que a veces tuvo demasiadas experiencias duras como por ejemplo la vida de Jake, el padre de Daria y Quinn, que nunca pudo superar el odio hacia su exigente padre del que no puede vengarse ni decirselo a la cara por que ya esta muerto hace años.
La música también es un apartado muy importante en Daria. No solo las canciones que se emitian en los créditos, sino también las que se escuchan en algunas escenas. Nos pone no solo en una época sino en un estilo y letras. No son lo mismo las canciones que aparecen en las escenas de Daria que en las escenas de Quinn y el club de modas.
El sarcasmo también es una característica importante de la serie y estoy segura, por experiencia propia, que la adolescencia es la época de esplendor para el sarcasmo. Mi madre ha estudiado toda su vida psicología, así que sé muy bien todo lo que hay detrás pero lo amo. No todo el mundo entiende el sarcasmo y eso dice mucho de la persona.
El humor de Daria me resultó diferente para bien de los cartoons para adolescentes que se emiten en la actualidad. No basa el 90% de sus chistes en drogas, racismo y sexo. En la vida hay esterotipos pero ninguno es exagerado como la televisión nos hace creer y de los que nos obliga a reirnos. Muchos de los chistes de Daria son de humor inteligente y respuestas políticamente incorrectas a cosas de todos los días. Apenas hay capítulos surrealistas en un 100% y son de los que más chocan en la serie pero también los que más críticos hacía otros programas de tv son.
Otro tema que no quiero olvidar tratar es mi personaje favorito: Jane, la mejor amiga de Daria. No es la única persona que la entiende pero si con la que decide entenderse y la primera perosna con la que lleva una relación importante, fuera de su familia. El lazo de amistad que las une fue creciendo tanto que, en los capítulos en donde pelean, relamente te ponen mal pero, como cualquier adolescente, las peleas no son para siempre y ellas se conocen demasiado, por lo que saben que su relación no puede romperse tan fácilmente.
Jane, a diferencia de Daria, no ve la vida tan miserable y puede disfrutar de las tonterías de ser adolescente. Sabe que es diferente, es normal, viene de una familia que piensa muy diferente a las otras que se ven en el show. Su familia es demasiado liberal y deja a sus hijos pensar por si mismos, sin implantarles un ideal en la cabeza (o tal vez se les olvidó en alguno de sus viajes).
En fin, Jane es genial y una muy buena persona. A todos nos gustaría tener una amiga así.
Bueno, creo que ya cubrí todos los aspectos que quería con la review. Sino, seguiré extendiendome en sus comentarios xD
En fin, cierro con esta gran verdad de la vida: