LA TENGO PUESTA HASTA LAS OREJAS...

Apr 21, 2014 16:49


Durante un tiempo, yo leí novela romántica (más o menos erótica, porque sí, porque se me cantaba) y me gustaba. Me gustan las historias de amor, qué le vamos a hacer, condimentadas con algo de sexo nunca pasan de moda. Soy muy fan del romance, y el sexo es algo tan humano y normal como lo es la violencia, aunque en la tele censuremos una teta y mostremos un cuello cortado lo más panchos.

Desde hace un par de meses, sin embargo, ya casi no leo romántica y mucho menos, erótica de la "nueva era". ¿Por qué?

Porque estoy cansada. Muy cansada.


Estoy cansada de que las protagonistas femeninas sean mujeres fuertes, independientes, trabajadoras, inteligentes, y que luego no demuestren ni medio dedo de estas cualidades a la primera que ven un pene envuelto en millones. Estoy cansada de los machos manipuladores, celosos, súper-exitosos que maltratan tanto física como verbalmente a la mujer que intentan seducir y parecería que con una mirada son capaces de anularles hasta la dignidad. Estoy cansada de que ellas se impresionen por una palabra maleducada o un tipo que las ignora (o peor, uno que las persigue a dondequiera que vayan, con la excusa de que está obsesionado... sí, tienes que hacerte ver, muchacho) y de que ellos no sepan lo que es pedir PERDÓN o PERMISO, ni mucho menos lo que es el ESPACIO PERSONAL, la CORTESÍA o el significado de la palabra "NO".

El resultado suele ser el mismo: ellas acaban arrastrándose y ellos, arrastrándolas de los cabellos. BIEN NEANDERTHAL.

¿Dónde está el chico que la invitaba salir de una forma creativa, el que evitaba los enfrentamientos en lugar de cagar a puñetes al novio de turno para abrirse camino? Ahora es "cursi", "aburrido", "flojo". Un protagonista masculino respetuoso y sincero es "aburrido".

Ahora una relación amorosa no existe si no hay un contrato de por medio o un arreglo económico o de algún tipo. El dinero lo hace todo más divertido, más exótico, ¿cierto? Está bien, ya. No le pongo pegas a lo del dinero, vale.

Yo soy una persona que piensa que la fantasía influencia a la realidad y que toda ficción tiene su base en alguna realidad, también. Siempre ALGO de estas fantasías se queda con nosotros. Lo que más valoro de un libro es la credibilidad, y lamentablemente no disfruto este tipo de libros "nuevos" que causan "furor" ahora mismo porque me han enseñado que ese tipo de relaciones son las que una, si se respeta y tiene un mínimo de sentido común, debería evitar. Por amor propio y sanidad. No me molestan los "one-night-stand" ni el típico "casamiento por conveniencia" o los triángulos amorosos, en realidad nada me molesta si está llevado (y escrito) de manera creíble e interesante.

También siento que parte del motivo por el que estoy abandonando la romántica en general es la "pluma" cada vez menos agraciada, la narrativa es cada vez más directa y menos introspectiva. Más vulgar, sin necesidad. ¿Mientras más sucio todo, más excitante? Try again. Los personajes que actúan sin motivos o que quieran justificarlo todo diciendo que ella o él eran "seres caprichosos" me la bajan mucho. Suena a que no tenés un fundamento para lo que estás haciendo. Sí, podría resumirse a que esto tiene casi la mayor parte de la culpa, no nos engañemos: es la pérdida de la calidad narrativa lo que estoy notando y que me tiene tan inquieta.

Pero es tan impresionante la cantidad de historias similares, tan similares que parecen plagios...

Ok, sí. Lo que pasa en el dormitorio, mientras sea de común acuerdo, es cosa privada y que a nadie le debería molestar ni mucho menos, importar. Gustos son gustos. Es fantasía, es una diversión, dicen algunos. Yo, personalmente, ya me he cansado de los Christian Grey, de los Travis Maddox, y de los Eliah Al-Saud. Me he cansado de las Anastasia Steele, de las Abby Abernathy y de las Matildes (aunque Matilde tendría muchos puntos a su favor si fuera un poco menos histérica y si se diera cuenta del maltrato psicológico al que la somete Eliah, Caballo de Fuego es una trilogía que me gustó mucho pero no soporté a la pareja principal ni a su relación enfermiza a más no poder).

O será, tal vez, que las parejas "turbulentas" no son para mí. No sé. Yo creo en lo que me dice siempre mi hermana: los excesos terminan enfermando.

BOTTOMLINE: Si a vos te gusta este tipo de literatura, knock yourself out, sé feliz y disfrutala. Pero de ahí a querer un Christian Grey, un Travis Maddox o un Eliah Al-Saúd en tu vida, pensátelo muy bien. No vaya a ser que se te haga realidad, y después te arrepientas.

demencias banales, no valgo nada, crítica de libros, boludeces

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