DISCLAIMER: Esta es una reflexión muy personal, fruto de una observación parcial y sin ánimo de ofender a nadie.
Voy a empezar esto diciendo que me asusta leer en algunos blogs que hay gente que se lee prácticamente un libro por día (dos, en algunos casos). Además de que denota una importante disponibilidad de tiempo y capacidad de lectura ágil, que no son lecturas muy largas y que son de temáticas similares, en algunos casos me queda la impresión de que los libros que se devoran uno detrás de otro son como pañuelitos descartables.
Siento que la literatura se ha vuelto un placer descartable. Y me entristece un poco, porque, ¿Qué más puede pedir un libro, que ser recordado? Más allá de que no todo puede trascender en igual medida, creo que es lo que todo escritor ansía: que se le recuerde, a él y a su obra.
Blogger tiene un poco de todo, como la vida. Llevo muy poco tiempo en ese ámbito, yo soy del LJ donde la gente habla de sus vidas, de fanfics, series o videojuegos (los elejoteros literarios son pocos, tristemente) y la mayoría de este tiempo lo he pasado observando y analizando el comportamiento de los blogs que sigo (que son más de 300). Cómo funcionan, qué actividades realizan, cómo interactúan, cómo es la dinámica de los comentarios, cómo se comportan los administradores, etc. La impresión más fuerte que tuve y que salta a primera vista, es que en los blogs literarios hay un instinto competitivo impresionante, a la par de un elitismo complejo y escalonado en varios niveles. Blogger es un mundo aparte, muy distinto del LJ. Es como que en LJ éramos pocos y nos sentíamos a gusto siendo los mismos cuatro pelagatos, y Blogger es enorme y si no llevas años en ello, estás solo.
Y no sé, mucho de lo que he visto me ha dejado con una sensación de "descartabilidad" terrible.
Yo leo poco, para qué mentir. Porque no tengo mucho tiempo (trabajo 9 hs diarias en una oficina, también voy a la universidad y hago un poco de diseño freelance, ocupo un poco de lo que me queda en escribir un rato y no quiero ni pensar en cómo será cuando tenga hijos) y porque leo despacio, y prefiero recordar lo que estoy leyendo por un buen tiempo si me causa una buena impresión. No me leo todo lo que cae en mis manos, tampoco. Elijo, espero. No estoy desesperada por leer. Me gusta, es un vicio saludable y entretenido, pero no vivo para eso. Tal vez por esto no entiendo mucho la dinámica de algunos bloggeros literarios, claro, pero una mirada de afuera nunca viene mal. Cuando uno necesita opiniones diferentes se las pide a gente diferente.
Siempre he sido muy de tirar para atrás, contra la corriente; no es que me crea "especial" por esto ni mucho menos, pero se me hizo un trago duro cuando empecé a entender cómo funcionan algunos blogs literarios y lo que más destacó fue la competitividad. Quién colabora con las mejores editoriales. Quién tiene más seguidores. Quién actualiza más rápido. Quién recibe más comentarios. Quién lee todos los libros de moda. Quién hace los sorteos más jugosos.
Me gusta cómo quedan los libros en un estante, por supuesto. Pero apuesto que les gustaría ser algo más que un adorno cuando "terminamos" con ellos. Me quedó eso. La impresión de que se consumen libros como cerillas, de manera voraz y efímera.
Y pienso en lo que hago con una cerilla una vez que la usé.