Jan 24, 2009 11:32
No hay nada mejor para empezar el día que intentar subir la persiana de tu cuarto y que se te caiga entera encima. La esquivas por los pelos en el último momento, con un salto atrás nada elegante, y te quedas mirándola, pensando que acaba de caer a escasos centímetros de tu naríz.
¿Qué hubiera pasado si llevase la cabeza inclinada, como suelo hacer casi todos los días cuando me levanto medio adormilada? Es una de esas persianas que llegan hasta el suelo y cubren una pequeña terraza....puede que no hiciese "el efecto guillotina", pero seguro que hacía bastante daño.
Llamas inmediatamente para que vengan a cambiarla, te piden el teléfono y que no salgas de casa, pues no saben decirte a qué hora vendrán; ya te llamarán.
El día avanza, el tiempo empeora cada vez más y empiezas a perder la paciencia porque tenías varias cosas que hacer fuera; aún así, esperas.
Hasta que al final, por supuesto, no llegan; ni vendrán hasta el lunes (lo veremos) porque todo esto ha sucedido en viernes.
Cae la noche, y se convierte en la noche más infernal que has visto desde que vives en este lugar.
El viento golpea los cristales de toda la casa, especialmente los del cuarto que no tiene persiana, claro (mejor no hablar de la cristalera del salón; espeluznante).
Tanto que empiezas a temer que en algún momento se rompan.
Así que al final, te armas con cinta aislante y telas gruesas y empiezas a sellarlo todo lo mejor posible, porque el temporal aumenta cual película de terror.
Mientras estás en lo peor de la tarea en lo alto de una silla, con su típico don de la oportunidad, cómo no, llamada materna.
"Sí, mamá, estoy ya bien atrincherada, tengo provisiones, y si alguien intenta alguna incursión hostil siempre puedo usar el juego de cuchillos de la cocina o romper una silla contra la pared e improvisar algo" . A mi madre, como siempre, no le hace gracia. En realidad, a mí tampoco, pero si no hubiera criado una hija "tan bruta", pensaría que mi preocupación empieza a transformarse en cierto miedo..(¿A qué? Creo que tengo que dejar de ver tantas pelis de serie B de monstruos, zombies, espíritus y demás cosas normalmente desagradables).
Me acuesto e intento mirar un rato la tele..cómo no, una serie de vampiros XD
Pero me quedo a medias porque, para rematar la jugada, se vá la luz. (Si es que tenía que pasar, en una noche así no podía faltar eso :P)
Así que decido dejar de pensar en gilipolleces y dormirme de una vez; nada mejor se puede hacer para dar por terminada una jornada como esta.