Parte 4

Feb 05, 2014 06:05


CUATRO;
Número de palabras: 1341
Jongin despertó.

Estaba en un lugar extraño, de eso estaba seguro, pero… ¿qué había pasado? Lo último que recordaba era al auto volando por los aires y la imagen del suelo cada vez más cerca. Será acaso que… ¿él estaba muerto?
De pronto, un chico con una gran sonrisa apareció de la nada.
-¡Hasta que por fin despertaste! Ven, tenemos que apresurarnos -dijo tomando del brazo a Jongin.
-Hey, hey, hey, espera. ¿Quién eres y dónde estamos? ¿A dónde tenemos que ir? -respondió Jongin quitando la mano del extraño de su brazo.
-Seré breve.  Yo soy Chanyeol, y tenemos que irnos a un lugar muy importante, ¿contento? Ahora vámonos.
-No me iré de aquí hasta que me expliques de que se trata todo esto.
Chanyeol sonrió.
-Está bien, Jongin, te explicaré, pero apenas termine nos vamos, ¿sí?
-Pero, ¿Cómo sabes mi nomb-?
- Haces demasiadas preguntas ¿sabes?, como ya te dije, no tenemos tiempo.
Jongin asintió con la cabeza y bajó la mirada.
-Bueno, como verás no estamos en la tierra.
Los ojos de Jongin se abrieron reflejando su sorpresa.
-En-entonces, ¿estamos en el infierno? -dijo nervioso.
-Aún no, para eso debemos ir al Tribunal. Estamos en una dimensión paralela a la de la tierra, le llamamos Limbo.
-¿Tribunal? ¿Limbo? -repitió Jongin aún más confundido.
-Sí, allí te explicaran mejor cómo funcionan las cosas así que tranquilo.-dijo Chanyeol mientras le mostraba la salida a Jongin.
Caminaron un largo tramo sin intercambiar palabras, Jongin apenas podía notar la superficie por la cual caminaba, todo era borroso y oscuro; hasta que llegaron a una gran sala aparentemente vacía a excepción de las dos siluetas que estaban de pie en medio de ella.
Chanyeol lo guió hasta donde ellas se encontraban y se detuvieron justo al frente.
-Hola, Jongin -saludó el que parecía ser más joven, un chico con cabello rojo y expresión firme.
-Bienvenido -agregó el otro hombre.
-¿Ahora sí me explicaran de que se trata todo esto? -dijo Jongin mirando a Chanyeol cansado de tantos rodeos.
-Tomemos asiento. -El hombre que parecía mayor dijo mientras señaló hacia una esquina de la gran habitación.
Al estar sentados los cuatro en los imponentes muebles que Jongin no había notado al entrar en la habitación, el mayor de los dos se presentó.
-Mi nombre es Kris, y él es Sehun. Ambos controlamos a los enviados.
-¿A los enviados?
-Sí, a los enviados de la muerte. Verás, existen cuatro realidades, la tierra que es el lugar donde habitan los humanos; el Limbo, que es una realidad intermedia entre las demás; y las otras dos que son el cielo y el infierno.
Luego Sehun tomó la palabra.
-Cuando una persona muere es conducida hacia aquí y la derivamos a donde su alma merece ir para pasar el resto de sus días. No creas que el cielo es ese lugar lleno de nubes esponjosas como el algodón, ni que el infierno es un lugar envuelto en llamas. Ambos son lugares parecidos, la diferencia la hacen las almas que los habitan.
-¿Te imaginas pasar el resto de tus días con personas marcadas por la maldad y condenados eternamente por sus actos? Así funcionan las cosas. Ahora te explicaré quienes somos, nos hacemos llamar “enviados de la muerte”. Nuestra función es velar por mantener el equilibrio del universo y cumplir con lo que el destino nos dicta. En realidad, la muerte existe y es un ser muy poderoso, pero no puede estar en todas partes, por eso existimos -agregó Chanyeol.
-Exacto, su función es vital para mantener el equilibrio del universo. ¿Cómo sería la tierra si nadie muriera? Se sobre poblaría, ¿no? Si te das cuenta, la muerte es necesaria para la vida -finalizó Kris.
-Está bien, entiendo, pero ¿qué tengo que ver con todo esto? -Jongin estaba cada vez más ansioso.
-Queremos que seas uno de los nuestros -pronunció Chanyeol.
-¿Tengo otra opción?
-Sí, y creo que decidirás más rápido al conocerla. -Sehun hizo una pausa-. Es eso o ir al infierno ahora mismo. Tú sabes muy bien lo que hiciste.
Jongin sintió cada palabra de Sehun como pequeñas estocadas.
-¿Qué tengo que hacer entonces?
-Muy bien. -Kris sonrió por primera vez en toda la conversación-. Es sencillo, solo debes seguir la lista que te encomendaremos. Te daremos una serie de poderes para poder concretar lo que te pidamos. Debes asegurarte que las personas mencionadas en ella  mueran dentro de un lapso de tiempo determinado.
-¿Quieren decir que tengo que matarlas? -dijo Jongin espantado.
-No, claro que no, solo te aseguraras que mueran en el momento que deben morir, así que tranquilo. ¿Comenzamos con la conversión? -Sehun se dirigió a Kris.
Kris negó con la cabeza.
-Jongin, primero debes prometer obedecernos. Debes cumplir con lo que te encomendamos -dijo posando su mirada en el jovencito.
-¿Qué pasaría si..? -Jongin cuestionaba cuando Chanyeol lo interrumpió.
-Te vas al infierno, donde deberías  estar. Toma esto como una oportunidad.
Jongin se estremeció, nunca pensó estar en una situación así, pero prefería mil veces ser un enviado a pasar la eternidad en el infierno. Tenía mucho miedo de lo que le esperaba.
-Está bien, acepto. ¿En qué consiste la conversión esa de la que hablan?
-Kris, míralo, es un niño, ¿debería hacer algo al respecto? -Sehun trató de contener la risa.
Kris movió las manos y de repente Jongin sintió como su espalda se ensanchaba, como ganaba algunos centímetros de altura y sus brazos se hacían más gruesos.
-¿Qué me acaban de hacer? ¿Qué le paso a mi voz? -Jongin notó que su voz se había hecho más grave.
-Algunas mejoras, como te quedaras para siempre luciendo así, te he dado la apariencia de un joven de veinte años y también ya posees los poderes de los que te hablé.
-¿Entonces ya está?
-Falta la parte más difícil -dijo Chanyeol agachando la mirada.
-Debemos bloquear tu memoria, no podrás recordar nada de tu pasado en la tierra. Eso hará más fácil tu labor.
Lo primero que apareció en la mente de Jongin fue el rostro de Kyungsoo, aceptar significaría borrarlo a él, todos los momentos juntos, todas esas tardes, borrar su sonrisa, su voz, las miles de fotografías mentales que le había tomado sin que él se diera cuenta. Pensar en todo eso hizo que se forme un nudo en su garganta.
La sala se quedó en silencio, mientras Jongin no respondía.
Cuando Kris estaba por decir algo, Jongin se llevó la mano al corazón y lo interrumpió.
-No importa, acepto de todos modos.
Jongin se dio cuenta que le harían un favor al borrar todo rastro de Kyungsoo de su mente. Todo sería menos doloroso.
Kris colocó sus dos manos alrededor de la cabeza de Jongin, mientras este estrujaba en su camisa, como si el corazón le doliese.
Luego de unos segundos, Jongin abrió los ojos.
-¿Hola?  -Chanyeol movía ambas manos delante del rostro de Jongin.
-Hola, nuevo enviado, tu nombre de hoy en adelante será Kai.
Kai asintió con la cabeza.
Kai no había olvidado nada de lo que le acababa de explicar Kris, Sehun y Chanyeol, solo había un vacío en su cabeza, un bloqueo que no le permitía recordar  su pasado como humano. Sentía que había olvidado algo muy importante, aunque no sabía exactamente qué.
-Está listo -dijo Kris sonriendo de nuevo.



Kai permanecía inmóvil viendo a Kyungsoo dormir sobre la barra de la cocina.
Sus lágrimas caían solas, sin que él haga algo por detenerlas.
Acababa de recordar todo lo que supuestamente no debía, lo que supuestamente estaba bloqueado. ¿Qué había salido mal? ¿Acaso los poderes de Kris no eran lo suficientemente fuertes?
Kai tragó saliva y limpió las lágrimas de sus mejillas.
Luego de unos segundos razonó: ¿Kyungsoo seguía vivo? No, eso sería imposible.
De pronto recordó que una de las tantas veces que había escuchado hablar a Sehun y Kris, había escuchado algo de la reencarnación, aunque no la entendía completamente.
Dijeron que eran casos aislados, uno en mil, pero que todas tenían su razón.

¿Será que Kyungsoo había reencarnado para reencontrarse con él?


Tres                             Cinco

kaisoo kai kyungsoo exo fanfic

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