(no subject)

Jan 19, 2009 12:32



Lo malo del episodio en que tu pareja shipper después de años de tensión sexual al fin se acuestan juntos, es que estás tan tremendamente emocionada por lo que ocurre en el capítulo (o mejor dicho por lo que intuyes que ocurre, porque vamos ver lo que se dice ver no es que vieramos mucho ¬¬) que eres incapaz de prestar atención a los pequeños detalles.
Y eso me ha pasado.

Estoy escribiendo un post All Things para regalarselo a alguien (no diré su nombre porque es una sorpresa :P) y hoy al volver a ver All Things, me he dado cuenta de que algunas de las cosas que narro no van acorde con ciertos aspectos del capitulo. Vamos, que eso me pasa por no fijarme en los detalles ¬¬ lo peor es que ahora tengo que borrar toda esa parte que llevaba escrita y me da pena porque era la única parte del fanfic que me estaba gustando como me quedaba.

Tercera parte del fanfic huddy


POR UN HILO ROJO III

Notó como la temperatura de la noche comenzaba a descender y se subió el cuello de la chaqueta. El otoño estaba apunto de decir adiós para dar la bienvenida a un invierno que parecía presentarse bastante frío; por suerte, pronto llegaría la Hannukah y marcharía unos días con sus padres y su hermana a Puerto Rico, donde podría disfrutar del clima caribeño y de la playa. Se lo habían prometido por su dieciocho cumpleaños y la mayor virtud de su padre es que siempre cumplía sus promesas.

Miró el reloj y por primera vez en toda la tarde fue consciente del tiempo transcurrido. Eran casi las ocho y media, el cielo estaba ya totalmente negro cubierto de un manto de estrellas y en el campus ya no quedaba nadie. No entendía como había podido pasar tanto tiempo sentada en aquel banco, ni siquiera era consciente de las horas que habían pasado. Y lo más extraño de todo es que sólo había estado reviviendo en su mente una y otra vez lo ocurrido hacía ya dos días.

¿Qué demonios le estaba pasando? ¿Por qué no podía quitarse de la cabeza lo ocurrido? ¿Por qué le estaba dando más importancia de la que tenía?

Ella era experta en hacer una montaña de un grano de arena y en darle demasiada importancia a asuntos que realmente no la requerían, pero en este caso sabía que había algo más. Sentía que era distinto.

¿Y si lo que decía su tía Ling era cierto?

“Un hilo rojo, invisible, conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, a pesar del tiempo, del lugar, a pesar de las circunstancias.” Su tía siempre solía repetir ese viejo proverbio chino, para explicar como ella y el tío Bob Cuddy, habiendo nacido en lugares tan lejanos y distintos, habían llegado a conocerse y a amarse casi desde el primer momento en que se vieron.

¿Acaso ella y House estaban unidos por aquel hilo oriental y por eso se habían encontrado en aquel bar y ahora, por quién sabe qué motivo volvían a encontrarse en clase?

Sonrió, pensando en lo estúpida que sonaba esa idea.

¡Por Dios! ¡Sólo le había visto durante un par de horas!

Y ella hacía tiempo que había aprendido que el amor verdadero y el destino no existen, porque el destino se lo labra uno mismo y el amor… siempre tiene fecha de caducidad.

Notó el crujir de unas hojas secas al ser pisadas y se asustó. Era ya de noche y en el campus ya no quedaba nadie, incluso las luces del edificio de Administración estaban ya apagadas.

Fue entonces cuando empezó a notar el pánico apoderarse de ella. ¿Y si quien estaba allí era un violador, un ladrón, un asesino…?

Se levantó del banco, recogió sus libros con toda la tranquilidad que fue capaz de aparentar, pues no quería mostrarse alarmada y se disponía a marcharse rápidamente cuando notó a alguien tras ella. Los libros se le cayeron al suelo y casi sin darse cuenta comenzó a rezar mentalmente todo lo que recordaba de las clases de religión judía que le dieron en la escuela…

-¡Buuu! -Se volvió furiosa y le golpeó en el pecho con toda la fuerza que pudo.

-¡Maldito idiota! ¡¿Se puede saber que estabas haciendo?! ¡Me has asustado!

-¿Y tú se puede saber qué haces aquí sola a estas horas? Deberías dar gracias a Dios, Buda o Allah de que se trate de un apuesto caballero y no un violador o un asesino. Andan muchos sueltos por la ciudad, ¿sabes? Y podrían hacerte cositas malas -Lisa resopló con evidente fastidio y se agachó a recoger los libros que habían quedado desperdigados por el suelo.

-¿Quieres algo o es que no tienes a nadie más que aguante tus payasadas? -Le dijo, mientras él se agachaba junto a ella y la ayudaba a recoger. En algún momento,  sus manos se rozaron y ella volvió a sentir de nuevo la presencia de aquella atadura que ya les estaba comenzando a unir…

-Sí, venía a terminar lo que empezamos el otro día. ¿Qué dices, mi habitación o la tuya?-Su sonrisa perversa la hizo enrojecer hasta la raíz del cabello y rápidamente le arrebató su agenda, que él había recogido del suelo, y se puso en pie.

-Creo recordar que dijiste que buscarías una chica menos remilgada. ¿Qué pasa que no conseguiste a ninguna que estuviera lo suficientemente borracha o desesperada como para irse a la cama contigo? -Directa. Tal vez como él esperaba… o mejor aun, como no esperaba.

-Psss ya deberías saber que yo doy una palmadita y tengo a cien como tú revoloteando a mi alrededor. -Repuso con chulería, chasqueando los dedos.

-Menos lobos, caperucita.

-Lo que pasa es que soy hombre de una sola mujer. -Podría decirse que House realmente tenía interés en ella y aunque se moría de ganas por continuar lo que empezaron, sabía que ese no era el camino a seguir. Si le demostraba lo loca que estaba por volver a besarle, las tremendas ganas que tenía de llevarle a su habitación y mostrarle lo “remilgada” que podía llegar a ser aquella novata, entonces él obtendría la victoria.

La usaría por un tiempo y después le daría la patada y para entonces ya sería demasiado tarde porque ella estaría totalmente enamorada de él y aquella herida le dolería más que cien latigazos. Ya le había ocurrido una vez y no estaba dispuesta a que ningún hombre volviera a utilizarla.

Por muy tremendamente sexy que fuera.

Y por mucho que sus ojos la intentaran desarmar.

-Pues ve buscando a esa sola mujer, porque conmigo pierdes el tiempo. -El le sonrió y se acercó a ella con cautela, esperando su reacción. Lisa, aunque empezaba a sentir nuevamente aquel cosquilleo acrecentarse en ella, no se movió ni un ápice. Abrazó los libros contra su pecho, en un gesto de autoprotección y él siguió avanzando hasta quedar a sólo unos centímetros de su cuerpo.

-No parecía perder el tiempo la otra noche. Al menos no fue la sensación que me dio mientras me comías la boca…

-¡Ya basta! ¿Vas a estar recordándome la otra noche durante todo el curso? ¡Mira Gregory House, si la otra noche me enrollé contigo fue ni más ni menos porque estaba borracha! Y a ver si te entra en la cabeza que nunca, nunca jamás volveré a hacerlo y mucho menos estando sobria… -Una de sus manos la agarró de la nuca, atrayéndola hacia él y la besó. Los libros rodaron por el suelo pero ninguno de los dos se molestó en recogerlos. Su mano le acariciaba el cuello y la otra se perdía en su cintura, buscando el borde de la sudadera y mimando la piel que encontraba a su paso. Ella se abrazó a él y dejó que sus labios siguieran el camino que empezaron la otra vez.

Se besaban como si nunca antes se hubieran besado y podrían haber jurado que cada vez que sus labios se tocaban, era la primera vez.

Se oprimían los labios con desesperación, mezclaban sus salivas como si la vida les fuera en ello y sus lenguas se reconocían con cada roce.

De repente, él interrumpió el beso y la soltó. Lisa le miró, tenía los labios hinchados y los ojos enrojecidos. Y entonces empezó a sentir frío, porque su mano ya no acariciaba su cuello y sus dedos ya no se colaban bajo su sudadera y jugueteaban con la cálida piel de su espalda…

-No volverás a enrollarte conmigo sobria… eso no te lo crees ni tú. -Y se marchó de allí, dejándola con el cuerpo tiritando por el frío que había empezado a sentir al alejarse él, las manos vacías al no tocarle, el corazón roto por la repentina ausencia, los ojos llorosos por no poder mirarle… y la boca temblorosa de deseo por seguir besándole.

CONTINUARÁ

Por cierto, tengo que darle las gracias a nurilay  por ayudarme a descubrir a Noa!!!! GRACIAS!!!! Me encanta!!! Desde ahora me declaro fan suya!!!!
Me he metido muchas de sus canciones en el mp4 (que ya era hora de renovar porque llevaba con la misma música desde antes del verano) y no paro de escucharla, tiene una voz increible!! aunque cuando más me gusta es cuando canta en hebreo, pero en castellano también suena genial y en gallego... ufffff sin palabras

Estoy deseando verla en Eurovisión con Mira Awad, que también tiene una voz muy bonita y posiblemente pronto me baje también canciones suyas

Lo dicho, que Noa tiene una voz preciosa!! me alegro de haber ampliado mis horizontes musicales  ^^

all things, mulder y scully sex, noa, fanfic huddy

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