Bueno... como seguramente sabrán, ya han venido a este mundo cruel mis adorados nuevos sobrinitus: Alejandro y Leonardo... con toda la alegría y las preocupaciones que ello conlleva... yo los quiero mucho, y me gustaría ser parte de su vida lo más posible... aunque su organismo no funcione -ñic!- como relojito... pobre su mami, yo duermo bien toda la noche, ainn...
La cuestión es, como era previsible, Gustavú y Melitá... pues, como que han sentido mucho la pegada, ya no ser el centro exclusivo de atención de su mami... y eso que entre ellos dos se la compartían... igual, ahora una adolorida e insomne madre no rinde lo mismo que antes... así que ella y mi mamá se apechugan como pueden la atención a los mayores, mientras prestan los cuidados que requieren los recién llegados, quienes obviamente tienen la prioridad... mal que bien ellos lo necesitan más, y los minis ya casi saben atenderse solos en muchas cosas...
Ahora no los estoy ayudando directamente, pero espero poder ser útil cuando me necesiten... no quiero que me olviden, buuuuuuuuuuuuuuuu... los voy a extrañar muchísimo... aunque me hayan hecho renegar tantas veces... espero que se acuerden también de lo bueno, ainnnnn
Por aquí unas fotitos:
Aquí con su cansada mami... después de la operación... la pobre estaba matadaza, aunque lo bueno es que bajó de peso =P
Acá en su megacuna... que antes era de uno de los minis, sólo que la repintaron, para evitar conflictos... a Gus y Melitá le mandaron hacer un bello camarotito en colores celeste y rosado... azul y verde es el color de los shinkininis -los colores de telefónica ¬¬\\\
En el Shinkininimóvil... su megacoche que no pasa por el marco de ninguna puerta... creo q tampoco pasa por la vereda... por la pista nomás... tal vez si lo amarramos detrás del carro...
El encuentro de las dos generaciones de hermanos... al principio se llevaban bien... hasta que, pues.... bueno, al menos, todavía no se pegan... creo... Melitá siempre quiere cargarlos...
Gustavo y Melissa en su nuevo cuarto, con su nuevo camarote... su mami estratégicamente los cambió semanas antes, para que no tuvieran ciertas ideas... al menos ya se han acostumbrado a dormir allí, pero aún quieren que su mami les cante, o que yo les cuente un cuento... el clásico es el de la medusa y el camello, que eran amigos...
Y así, ahora mi hermana tiene que lidiar con cuatro pequeñuelos ávidos de atención... espero que ya no hagan más berrinches mis minis, y que no se vomiten tanto mis shinkininis... de verdad, ya me había olvidado de todo eso... pero es mejor tenerles paciencia y llevar esto lo mejor posible...