Drugs and more {baekchen}

Mar 31, 2014 21:48

Título: Drugs and more
Pareja: baekhyun/chen
Clasificación: PG-13
Géneros: ??? au
Número de palabras: 3013
Resumen: Baekhyun está perdido y se pierde con Jongdae.
Notas: Para la Quinta Gala de Rey de una Noche (exo_12eyes)
N/A: Tengo que decir que: 1. Sí, la he vuelto a cagar con el final y está abiertísimo, perdonadme 2. Sé que es una caca de trama, sorry ;; T, como no, me ha quedado el enamoramiento apretado y mal escrito pero... sorry T T 3. Es la primera vez que escribo en presente así que si hay algún fallito, perdonadme 4. Después de cagarla por segunda vez consecutiva creo que es hora de anunciar mi hiatus de escritura... Espero volver a tener ganas de escribir pronto :c


Le conoció en un bar, probablemente. No lo recuerda ni recordará. Un bar quiere decir una laguna más en su memoria.

A veces intenta recordar cosas, pero solo sabe qué comió ayer y dónde vive. Ah sí, también recuerda su nombre. A veces.

Siempre es a veces. Nunca es siempre. Siempre es nunca.

Se siente confuso todos los días pero, tras unas gotas y unos gramos, siempre olvida. Su vida consiste en olvidar. Vive para olvidar.

Ni siquiera recuerda por qué quiere olvidar, pero es lo único que quiere. No quiere a su madre, no quiere a su padre, solo quiere olvidar. Tampoco les quiso nunca.

A veces, mientras sueña, le viene la imagen de ese chico que conoció hace tiempo. Entonces despierta y vuelve a preguntarse cómo se llamaba. Quiere volver a verle.

Jongdae vuelve a su vida al día siguiente.

▫▪▫▪▫▪

-¡Jongdae! ¡Jongdae!

Luhan llega a su lado y, tras una carrera desde el metro para alcanzarle, consigue agarrarle de la mochila. El muy idiota lleva los cascos puestos.

-Llevo llamándote media hora, ¿por qué no coges el móvil?

-Voy a la biblioteca.

-¡Oh, venga ya, si acabamos de terminar los exámenes!

-Quiero adelantar.

-Ah, cómo te odio -ahora que están quietos, consigue doblarse un poco y respirar.

-¿Crees que voy a ir con vosotros de fiesta, insensato? Nunca. Me meteríais en un problema.

-Podrías abrirte un poco. Solo quiero ser tu amigo.

-No me caes bien.

-Mira, sé que por mi culpa ahora no puedes estar mucho con Chanyeol, que era tu amigo más cercano y con el que más confianza tenías y que ahora que sale conmigo apenas te ve -Jongdae se sorprende de que lo sepa, tal vez Chanyeol se lo haya dicho. Mientras lo dice, parece realmente triste-. Pero por eso quiero que vengas, para que salgas. No es bueno que te quedes encerrado todo el día.

-Prefiero la biblioteca. Los libros no quieren hacerme daño.

Jongdae se pone de nuevo los cascos y se da la vuelta. A Luhan le puede su inexpresividad de siempre, pero no puede hacer nada. Cierra el puño y suspira.

-¡Yo no quiero hacerte daño! ¡Gilipollas!

Mientras, Jongdae se aleja.

▫▪▫▪▫▪

-¡Baekhyun! ¡Baekhyun!

Al oír que le llaman, levanta la cabeza de golpe y lo ve todo negro. Se marea, se cae de la silla y vomita en el suelo.

-Chico, este ritmo de vida para ti no es bueno.

Si Baekhyun hubiese estado presente, "vivo", hubieran discutido. Eso seguro. Siempre lo hace. Es un cascarrabias y no le gusta que le manden ni le aconsejen ni le digan absolutamente nada de su vida y su manera de vivir. Cree que es solo suya y que nadie puede decirle nada. Por lo tanto, quien le dice algo es un entrometido.

Pero después de dos porros, una pastilla e incontables vasos, en su cabeza no hay más que unicornios y payasos.

Así, mientras Joonmyun le arrastra a la puerta y le sienta en las escaleras, tiene los ojos entreabiertos y no para de reírse. Se sienta a su lado y enciende un cigarro.

-¿Sabes? Hace unos años tenía un amigo como tú. Acabó mal. Sobredosis. No sé qué motivos tendrás tú para destrozarte así la vida, espero que sean suficientes.

Baekhyun sigue riéndose sin motivos. Eso, en el fondo, es lo que más le gusta. Aunque su boca sabe aún a ácido y le quema la garganta, no puede parar las carcajadas, ni siquiera para respirar, así que termina cogiendo pequeños sorbos de aire.

-Qué envidia -sonríe Joonmyun, soltando el humo poco a poco. Eso, en el fondo, es lo que más le gusta-. ¿Me prestaría su risa, caballero?

En un intento de espontaneidad, Joonmyun se acerca y le besa. Eso le dicen, que haga locuras, y lo hace. Para Baekhyun en sus fantasías, está besando a una sirena. Le gusta. Le sigue.

-¿Q- -mientras Baekhyun se abalanza sobre él, Joonmyun siente un peso que se levanta con ganas bajo sus pantalones y no puede evitar meter la lengua en la boca de su cliente-. ¿Qué haces? -consigue preguntar a duras penas, excitado y juguetón.

-Estás muy guapa.

La sirena de Baekhyun es pelirroja, tiene unos preciosos pechos al aire que aprieta y araña y quiere chupar, ojos verdes y cola verde. El chico no lo nota, pero esa sirenita tiene una bestia escondida en su cola.

-Tonto...

Los besos con sabor a ácido y a humo continúan, cada vez más rápidos y salvajes. Se descontrolan, no paran de moverse hasta que Baekhyun está sobre él. Esta vez es Joonmyun el que cree estar en una fantasía, ambos están tan calientes que siente como si su ropa se derritiera.

Cuando Joonmyun mete la mano en su pantalón y lo nota caliente, crecido, palpitante, Baekhyun abre los ojos y sale corriendo.

▫▪▫▪▫▪

Días después, Chanyeol aparece en su casa. Jongdae hace que no está, ignora sus llamadas, apaga la tele y se esconde bajo las mantas. Sin querer, caen lágrimas silenciosas por sus mejillas, que inundan la cama en la parte donde él solía estar.

Pero no basta para Chanyeol, sigue aporreando la puerta dos horas después. Empieza a llover y sigue. Se empapa, empieza a estornudar, se le moja hasta el más mínimo centímetro de ropa que lleva, pero sigue ahí.

Jongdae, débil de voluntad, se cansa de ignorarle. No puede ignorar a Park Chanyeol, aunque ya no sea su Park Chanyeol. Aunque nunca lo fuera.

-¿Qué quieres? -grita tras la puerta.

-¡Jongdae, abre!

Al agarrar el pomo, duda varios segundos. En cualquier momento volverían las lágrimas y no quiere.

-Venga, que no muerdo... -susurra Chanyeol lo suficientemente alto como para que Jongdae, que sigue sujetando el pomo con fuerza, incapaz de abrir, le oiga.

Todavía no abre. No puede abrir. Es como si le perdonara. Es como si volviera a abrirle la puerta a su vida y a sí mismo y no quiere. No cuando Luhan ya la cerró.

Chanyeol vuelve a dar un golpe sordo en la puerta pero no se oye nada más. Jongdae pega la oreja y ni siquiera oye su respiración.

Al abrir por fin, está en el suelo, terriblemente pálido e inmóvil.

▫▪▫▪▫▪

Al despertar, está en un lugar que no conoce. La cama sobre la que imaginaba que estaba es en realidad un cartón mojado y roído por los ratones, pero tiene una manta encima. Está frente al Angel, el bar de Joonmyun. No sabe cómo ha llegado hasta ahí ni por qué, pero tiene hambre, el estómago revuelto y el bar está cerrado.

Sin embargo, un silencioso Joonmyun espera tras la puerta, mirando por la mirilla. Al sacar la basura a las siete, le vio. A las ocho, le secó. A las nueve, le tapó. A las diez, se despertó.

Espera con ansias que toque, que llame a su puerta y pueda abrirle. Porque entonces, le querrá.

Baekhyun no toca. Se sienta sobre el cartón y mira a su alrededor. Es entonces una de las muchas veces en que Joonmyun le mira y se pregunta qué pensamientos pasarán por esa mente destrozada por el alcohol y las drogas, pero sabe que Baekhyun es inteligente y tiene una gran imaginación.

Ve pasar un coche y lo sigue con la mirada hasta que desaparece.

Un pájaro se posa sobre la papelera y lo observa hasta que se echa a volar.

Una ráfaga de viento sopla sobre las recién caídas hojas de otoño y se las lleva.

Entonces se levanta. Se va a marchar.

-¡Eh!

Baekhyun se asusta. Joonmyun corre hasta él y le abraza.

-No te vayas. Quédate.

Baekhyun se queda y besa a Joonmyun pero no sabe por qué. No recuerda si alguna vez hizo algo en su vida y supo por qué lo hacía, qué le impulsaba.

A veces se toma muy en serio lo de no pensar sus acciones. Y menos cuando afectan a otra persona, porque ya olvidó que puede hacer daño.

▫▪▫▪▫▪

Hospitales, enfermos, médicos, antibióticos, sangre.

Mientras está en la sala de espera, Jongdae cierra los ojos e intenta no prestar atención a su alrededor. Parece que, cuanto más tiempo pasa sin entrar a un hospital, más aumenta su fobia.

-Perdona -abre los ojos y ve a una enfermera con una carpeta y una sonrisita-. ¿Venías con Park Chanyeol, verdad?

-S-Sí -responde nervioso, visiblemente incómodo.

-Puedes pasar a verle, está en la habitación 308.

Jongdae quiere decirle un simple "Gracias", pero no puede. Se dirige rápido y silencioso por los pasillos verdes y blancos hasta llegar al número correcto. Al entrar, ve a su amigo con algo más de color y su eterna sonrisa en la cara.

-Jongdae, has venido.

-S-sí. ¿Q-qué tal... estás? -es tímido pero su titubeo muestra ansiedad.

-Bien, mucho mejor -desaparece su sonrisa en segundos y posa su mirada en sus ojos, ocultos tras sus gafas-. Siento haberme desmayado, yo... Siento las molestias, en serio.

-No pasa nada, Chanyeol.

Quiere decirle más cosas, pero el nudo en su garganta se hace cada vez más grande.

-Yo... he roto con Luhan.

Silencio, miradas, nerviosismo, corazones desbocados. Sobre todo el de Jongdae.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Verás... No somos compatibles.

-¡Si lo sois!

Chanyeol vuelve a mostrar una sonrisa melancólica y que transmite en segundos a su amigo toda la pena y tristeza que guarda en su corazón.

-Simplemente no funciona porque yo no le quiero tanto como él me quiere a mí.

-Seguro que tú le quieres más -susurra.

-No, en realidad... Rompí yo porque siento cosas por otra persona.

Quiere saber la respuesta pero a la vez no. ¿Qué pasa si...?

-Siento cosas por ti. Mariposas, sonrisas, latidos. Esas cosas.

▫▪▫▪▫▪

-Toma, Chen, prueba este.

Aunque ya está bastante colocado, Baekhyun le pasa un porro a mitad y, con una calada, Jongdae ve las estrellas.

-¿Qué sientes? Es de los buenos -dice Baekhyun, que empieza a reírse mientras hace la croqueta por el suelo.

-Mariposas, sonrisas, latidos.

-¿Qué dices, idiota? -esta vez hace que le dé un ataque y empiece a dar patadas al suelo de la risa.

-Me lo dijo una vez Chanyeol.

Al mirar las estrellas que pinta su mente en el techo, ve la constelación Park Chanyeol. Forman unos ojos grandes y una sonrisa enorme.

-Le echo de menos.

-¿A tu ex?

-Si.

Sin darse cuenta, se echa a llorar.

-Eres un blandengue, no dejes que las drogas te hagan llorar.

-Le quería, era mi mejor amigo.

-Ahora me quieres a mí.

-¿Qué dices, estás pirado? A ti no te quiero ni bajo el agua.

-¡Te odio!

A la mañana siguiente no lo recuerdan, pero todas esas palabras casi inentendibles quedaron grabadas en las estrellas que, juntos, pintaron en el techo.

▫▪▫▪▫▪

Baekhyun, al despertar cada mañana frente a Joonmyun en esa cama doble que él dice "es nuestra", se siente perdido. Enrrollarse con el dueño de un bar no es buena idea y menos para él, que al ver cada mañana cómo llegan camiones cargados de alcohol al bar, solo desea que llegue la noche.

Se pone un desafío, sentarse todos los días en la silla al lado de la ventana y, paso por paso, ir recordando la noche. Su mayor avance es un Miércoles de Marzo, consigue recordar que tras los dos chupitos de inicio toman una tapa.

A veces no le hace falta recordar nada, solo con el dolor trasero sabe qué ocurrió y no le gusta.

Así, pierde la cuenta de los días que llevan juntos. Parecen días pero son meses, incluso un día llegan al año.

Ese día Baekhyun decide parar. Porque ya no le gusta Joonmyun ni su whiskey bueno que le quita absolutamente todas las penas ni el sabor a su semen con el que despierta cada mañana.

Desaparece. Ni siquiera deja una nota.

Tampoco piensa en que Joonmyun, después, cierra el bar. Ni en que decide tomar un año sabático porque le quería de verdad. Ni en que se apunta a alcohólicos anónimos y encuentra a un tal Sehun que le cae muy bien.

Baekhyun, simplemente, ya no piensa en nada.

▫▪▫▪▫▪

Hay veces que esas cosas, por muy fuertes que sean y se sientan, no funcionan.

Aunque Jongdae odia a Luhan, no sabe cómo fue capaz de soportar a Chanyeol tanto tiempo seguido. Con una semana ya ha tenido suficiente Park Chanyeol.

Se equivoca y lo sabe. Mezcla sentimientos de amistad con un intento de amor que para ninguno de los dos sale bien. Porque Chanyeol tampoco cree que lo que ellos tienen se pueda llamar amor.

Aún así, lo intentan.

El problema es que Jongdae necesita un espacio que su amigo (supuestamente más que amigo) no le da. Quiere ir a la biblioteca solo y él siempre le acompaña. Quiere ducharse tranquilo y él no para de tocar la batería y la guitarra y "dios, ¿¡cuántos instrumentos toca!?".

Y aunque Jongdae sea pacífico y tranquilo, no lo puede evitar.

-¿Puedes callarte un rato, por favor? -se le escapa un día.

Chanyeol permanece callado más de un rato. Más que minutos, horas. Y, sin querer, pasan días. ¿En qué momento dejaron de hablarse? Ni siquiera lo recuerda.

Un día, al volver de clase, Chanyeol no está. Por primera vez, no está. Y aunque pasan las horas, sigue sin estar. Y, sin querer, pasan días.

Cuando viene a darse cuenta, Chanyeol le llama disculpándose. Ha vuelto al piso de Luhan y quiere recuperar sus cosas, pero le da vergüenza ir a buscarlas. "No te avergüences", le dice Jongdae. "Es sin querer", responde él. Como todo.

Lo que nunca fue un amor, dejó de intentar serlo. Todo volvió a la normalidad. Jongdae volvió a su soledad rutinaria, donde a pesar de todo se sentía seguro, y bajo sus libros de clase volvía a dormir tranquilo.

▫▪▫▪▫▪

Cuando se conocen, todo ocurre por una serie de coincidencias sorprendentes.

Luhan arrastra a Jongdae a la discoteca. Baekhyun arrastra su alma a la perdición.

-No sé qué pretendes, estúpido.

-Era por las buenas o por las malas y sabes que yo puedo hacer cualquier cosa con tal de que vengas.

-¿Qué es, tu nueva meta personal?

-No, sé que me odias y quiero recompensarte.

-Ya no te odio.

-Entonces mejor, porque ahora sí que me odiarás.

Cuando Luhan le suelta la mano a Jongdae en medio de la pista de baile, entre pechos excesivamente altos y manos especialmente sueltas, entiende a qué se refiere. Y le odia. Intenta buscarle con la mirada pero es imposible. Hay demasiada gente.

En ese momento, Baekhyun lleva ya tres copas. Está contento entre dos chicas, pero no le gusta que le restrieguen las partes intímas con tanto ahínco. Aún así le da bastante igual.

Un chico hace caer una copa en el vestido de la de delante y se enfada, la de detrás se resbala, agarra la chaqueta de Jongdae y le tira hacia atrás, Baekhyun se tambalea y ambos chocan.

Y, como no, le vomita encima.

Jongdae simplemente no sabe qué decir y mira asqueado su chaqueta mientras él parece echar todos sus órganos por la boca. Y, sin saber cómo, consigue llevarle al baño, aunque no es muy buena idea, apesta a cloaca.

-¿Tú quién eres? -es lo primero que se le ocurre preguntar.

-¿Y tú qué? Yo, al menos, no te he vomitado encima.

-Me llamo Byeonbi, encantado.

-¿Qué te has fumado?

-Unos petas pero no se lo digas a nadie.

Cuando le ve reír tan divertido por ¿nada? siente envidia. Bastante.

-¿Tú quién eras?

-Jongdae.

-No eres de por aquí, forastero.

-No había venido nunca.

-¿No has bebido nunca?

-Tampoco.

En unos segundos, Baekhyun se levanta como si nada hubiera pasado y le agarra por el hombro.

-Amigo, te voy a llamar Chen y vas a descubrir un mundo magnífico.

▫▪▫▪▫▪

Jongdae no vuelve a ver a Chanyeol ni a Luhan. En parte, porque se adentra en un mundo nuevo y más atrayente. En otra, porque tampoco le llaman.

-Ese tío es un gilipollas.

-No, no, fue culpa mía.

-No me jodas. Perdiste su amistad porque él decidió decirte todo aquello y tú simplemente te enredaste y te dejaste llevar. ¡Encima luego se largó! Qué gracia.

Por más que pasen meses más largos y fríos como una ducha tras una buena borrachera o cortos y cálidos como un chupito o uno de los besos que le roba Baekhyun, Jongdae no supera nunca la pérdida de Chanyeol.

-No seas estúpido, anda.

-Fue mi mejor y único amigo desde los seis años, no pretenderás que le olvide de un día para otro.

-¿Y dices que no estabas enamorado de él? Porque lo parece.

-Vamos, no te pongas celoso, no tengo otro compañero de juerga como tú.

-Ese es el problema. Solo soy eso.

▫▪▫▪▫▪

¿En qué momento empieza Baekhyun a sentir algo? ¿Tal vez empieza todo cuando le da a Jongdae su primera cerveza, copa, chupito, cóctel, porro, pastilla, beso? ¿O tal vez todas las veces que él se niega en rotundo veinte veces y a la veintiuna acepta y se pone rojo?

Ambos son, a la vez, totalmente iguales y totalmente distintos. En lo que más se distinguen es que Jongdae, aunque empiece a aferrarse al alcohol y a los cigarrillos con demasiado énfasis, consigue controlarse. Y no deja los estudios, nunca. Sus notas bajan un poco, pero consigue mantener la beca y eso es lo importante.

A pesar de todo, a Baekhyun se le rompe el corazón cada vez que ve a Chen demasiado colocado, casi incosciente, mareado o perdido. Porque, por una vez, le duele ver que ha llevado por mal camino a alguien y quiere a ese alguien.

¿Tal vez sea hora de dejarlo? ¿De perder juntos los miedos y luchar contra el mundo sin ir puestos? Realmente quiere.

No lo sabe. Porque, como siempre y como nunca, sigue sin saber nada de sí mismo ni de lo que quiere de verdad. Pero, al menos, quiere saberlo y quiere que sea al lado de Jongdae, de su Chen.

Tal vez, juntos, construyan un futuro digno de dos personas que no dependan del alcohol ni las drogas. Tal vez.
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