No creo que haya un personaje en la televisión que sea tan cool o entrañable como Stiles, no sólo en este par de años, sino en mucho mucho tiempo. Tan bien desarrollado y todavía mejor interpretado por Dylan O´ Brien. A mi no me cabe duda, Stiles es el corazón de Teen Wolf.
Me siento una fan, una supporter, follower apasionada, aunque apenas llevo una semana (a lo mucho) sabiendo lo genial que es la serie.
Esta vez la culpa es toda de mi hermana, que se acordó que en nuestra lista de pendientes estaba ver Teen Wolf (hay que ver que ocupadas estamos, nuestra agenda es tan apretada como la de Enjuto Mojamuto). Ella ya estaba loca por Stiles, apesar de haber visto (¡Sin mi! Alta traición) los primeros tres episodios. En dos días vimos las dos temporadas, no sin mis débiles protestas y la manía que tengo de estirar los programas que me gustan para que no se acaben.
Pero no pude resistirlo. Teen Wolf me atrapó. Pasan cosas, una tras otra. Ruedan cabezas, se revelan secretos, van al grano. Y se agradece. Acostumbrada a series que si, me divierten y disfruto, pero que alargan los arcos argumentales o se ocultan cosas tan inofensivas a veces ridículas alrededor de las que se hace una tormenta en un vaso de agua.
Teen Wolf no recurre a retener la acción para mantener el interés. Se arriesga y va por todo. Uno piensa si ya se ha revelado un secreto o confrontado una situación ¿qué sigue? ¿qué más puede pasar?
Todo. Todo puede pasar.
Y Stiles. Ay, Stiles. Si, puede que esté en una etapa fangirl de lo peor, con los wii y squee y una sonrisa estúpida cada vez que sale a robarse una escena. Aunque soy más una fanwoman, aunque me ponga como adolescente.
Y si, Dylan es como la versión heterosexual y masculina de Chris Colfer, no idénticos pero comparten ciertos rasgos. Plegarias fueron escuchadas ¡si Señor! ¡Aleluya! Pero no es sólo que el chico sea lindo.
Lo que me hizo enamorarme de Stiles/Dylan es algo más. Es la sensibilidad a la hora de actuar.
Verlo en escena me provoca una chispa de inspiración, de cariño, entusiasmo, me hace decir ¡maldita sea! ¡Así es como se debe actuar! ¡Así se deben hacer las cosas! Con pasión, con entrega. Es difícil no compararlo con los otros miembros del cast (a quienes adoro por cierto y encuentro encantadores a todos), Dylan los opaca. No se roba el brillo de nadie, sino que resplandece con una luz propia.
Me hace pensar en cómo hago yo las cosas que se supone que amo ¿las hago con la misma entrega? ¿realmente doy el máximo?
La magia de Dylan/Stiles proviene de la generosidad. Dylan da lo mejor, y es evidente que ama hacer felices a las personas con su actuación, entretenerlas con calidad. Y el tipo no finge, no es sobreactuado o poco creíble. Le da vida a Stiles. Es como si, estuviera allí afuera en el mundo real porque Stiles está vivo.
Es más que el sidekick, es el héroe que le tocó ser el mejor amigo. Lo que lo hace genial es su lealtad. Hacía mucho que no veía un personaje así, al pie del cañón, capaz de ir hasta el fin del mundo por sus amigos y plantarle cara a la muerte.
Creo que Stiles es el personaje que hacía falta en una serie juvenil.
En Glee y Gossip Girl (me gustaron mucho las dos en su momento, pero a Glee le perdí la pista) la amistad es relativa y la lealtad es débil cuando algo se interpone en el interés de los involucrados. Ni siquiera se trata de algo de vida o muerte como en Teen Wolf, sino un interés o capricho.
Stiles representa todo lo que creo que debe ser la amistad. El amigo que está allí y al que le importan tus problemas aunque se lo esté llevando el diablo. El que si falla no es porque no lo haya intentado, y si lo hace lo intenta otra vez.
Probablemente, en próximas temporadas veamos cambios importantes en él. No sabemos si sucumbirá a los celos o si se sentirá relegado, pero tengo fé en que será todo muy bien llevado.
Por lo pronto sólo me queda la alegría y la motivación, la energía positiva que este personaje deja.
Son emociones como estás, las que me hacen respetar tanto la industria del entretenimiento y sobre todo a los que son directamente responsables de tu felicidad a pesar de lo que pase en el mundo real.
Gracias Stiles, gracias Dylan.