Ya comienzan las despedidas.
Yo se que hace mucho que no escribía aquí, pero ahora quiero volver a retomar la práctica ya que en mes y medio me voy por fin de intercambio a Inglaterra y creo que esta es una buena forma, tanto de expresar todas las cosas nuevas y diferentes que voy a experimentar, pero también para mantener algo de contacto con las personas que dejo aquí en México. Así que, aquí vamos de nuevo.
Ayer me tuve que despertar muy temprano (de hecho me quedé dormida y mi tío Ricly me despertó a las carreras a las 7:00am) ya que a las 7:30 pasó mi tía Martha por mi para llevarme al consulado Británico. Todo fue tan a las prisas que tuve que comerme la fruta que me preparó Abuelita en el carro mientras nos íbamos. De suerte no hubo tanto tráfico y llegamos a tiempo, incluso para pasar al baño de Sanborn's a que me lavara los dientes y a caminar tantito por la colonia Cuauhtémoc admirando la arquitectura de los edificios.
Después de esperar como por media hora, pasé a entregar mis documentos y que me tomaran las fotos y huellas digitales; me tardé como 3 minutos en eso (o sea que fue más rollo prepararme y esperar de lo que fue entregar los famosos papeles). Se supone que en 15 días hábiles recibo noticias de si me dan la visa o no. Según Cahir, mi asesor, no debe haber razones para que no me la den, así que estoy optimista.
Desayunamos en un restaurant oaxaqueño cerca del consulado... ¡nada como un buen chocolate de Oaxaca para despedirme de mi amado México! Y de regreso a casa de Abuelita. Después de dormirme por como una hora, Martha volvió con mi primo Juan para llevarnos a Abuelita y a mi a comer a la Marquesa. ¡No me podía ir por un año sin comerme unos buenos tlacoyos de requesón antes de irme! Claro, ¡con su obligatorio Boing de guayaba! ¡Ay cómo me encanta la Marquesa! Y de postre unas obleas con pepitas... ¡no podía haber pedido nada mejor!
Saliendo de la Marquesa recorrimos un poco de los alrededores, cerca de La Cañada y Juan aprovechó para practicar su manejada. Finalmente, como Martha tenía pacientes esperándola, yo me llevé su carro a casa de Abuelita y ahí nos quedamos, viendo las novelas jajajaja... ¡ya me se todos los dramas! ¡Y eso es con lo que se educa nuestro país! Por eso estamos como estamos... ¡en serio! D:
La primer despedida del día fue de Abuelita, ya que como me fui a dormir a casa de Martha, ya no la iba a ver. Sí me dolió un poco despedirme de ella, especialmente porque se pasa mucho tiempo sola y cada vez se pone más viejita. ¡Ay cómo quiero a mi Abuelita linda! Ya me fui con Ricky a casa de Martha y ahí fue la segunda despedida, de mi tío el volador. También fue conmovedora, porque sus ojos sí se llenaron de lágrimas al despedirse de mí, desearme buena suerte y que me cuidara mucho, pero que sobretodo aprendiera mucho. En serio espero que el próximo año me pueda ir a visitar a Leeds, ya que a como es de viajero, de seguro sí va a querer animarse a ir a pasar un tiempo a Inglaterra en Semana Santa.
Antes de dormir vi la película de "Paris, Je T'Amie" y bueno... ¿para qué digo que no estoy enamorada, si la verdad... sí lo estoy? Eso de las películas siempre me ha afectado mucho y cuando una me llega de verdad, termino con todo el sentimiento a flor de piel. La tercera despedida fue de Juan, aunque esa ya mucho más relajada porque... pues, somos jóvenes, es diferente. Ya después me fui a dormir, aunque sí me tardé bastante porque no me podía acomodar (eso de dormirme de lado ya no se me da, aunque sé que tengo que acostumbrarme porque dormir boca abajo es malísimo).
Hoy a las 5:00am ya estaba despierta para irme al aeropuerto, de regreso a Monterrey. Martha me llevó y ya ahí nos despedimos. Fue... emotivo pero alegre. Me deseó mucho éxito, que me cuide mucho y que no dude en pedirle cualquier cosa si la necesito. Finalmente, con todo el sueño encima me subí al avión y me quedé dormida. ¡Aaaah!, pero nadamás llego a la casa, dispuesta a dormirme unas 3 horitas... ¡y nada! Que ya no me llega el sueño y ahí estoy dando vueltas en la cama intentando dormir. A ver cómo me va mañana en el campamento con tanto sueño atrasado encima...
Por lo pronto, me voy al super y al cine a ver Harry Potter por segunda vez.
Rock On!
*malú
Ayer me tuve que despertar muy temprano (de hecho me quedé dormida y mi tío Ricly me despertó a las carreras a las 7:00am) ya que a las 7:30 pasó mi tía Martha por mi para llevarme al consulado Británico. Todo fue tan a las prisas que tuve que comerme la fruta que me preparó Abuelita en el carro mientras nos íbamos. De suerte no hubo tanto tráfico y llegamos a tiempo, incluso para pasar al baño de Sanborn's a que me lavara los dientes y a caminar tantito por la colonia Cuauhtémoc admirando la arquitectura de los edificios.
Después de esperar como por media hora, pasé a entregar mis documentos y que me tomaran las fotos y huellas digitales; me tardé como 3 minutos en eso (o sea que fue más rollo prepararme y esperar de lo que fue entregar los famosos papeles). Se supone que en 15 días hábiles recibo noticias de si me dan la visa o no. Según Cahir, mi asesor, no debe haber razones para que no me la den, así que estoy optimista.
Desayunamos en un restaurant oaxaqueño cerca del consulado... ¡nada como un buen chocolate de Oaxaca para despedirme de mi amado México! Y de regreso a casa de Abuelita. Después de dormirme por como una hora, Martha volvió con mi primo Juan para llevarnos a Abuelita y a mi a comer a la Marquesa. ¡No me podía ir por un año sin comerme unos buenos tlacoyos de requesón antes de irme! Claro, ¡con su obligatorio Boing de guayaba! ¡Ay cómo me encanta la Marquesa! Y de postre unas obleas con pepitas... ¡no podía haber pedido nada mejor!
Saliendo de la Marquesa recorrimos un poco de los alrededores, cerca de La Cañada y Juan aprovechó para practicar su manejada. Finalmente, como Martha tenía pacientes esperándola, yo me llevé su carro a casa de Abuelita y ahí nos quedamos, viendo las novelas jajajaja... ¡ya me se todos los dramas! ¡Y eso es con lo que se educa nuestro país! Por eso estamos como estamos... ¡en serio! D:
La primer despedida del día fue de Abuelita, ya que como me fui a dormir a casa de Martha, ya no la iba a ver. Sí me dolió un poco despedirme de ella, especialmente porque se pasa mucho tiempo sola y cada vez se pone más viejita. ¡Ay cómo quiero a mi Abuelita linda! Ya me fui con Ricky a casa de Martha y ahí fue la segunda despedida, de mi tío el volador. También fue conmovedora, porque sus ojos sí se llenaron de lágrimas al despedirse de mí, desearme buena suerte y que me cuidara mucho, pero que sobretodo aprendiera mucho. En serio espero que el próximo año me pueda ir a visitar a Leeds, ya que a como es de viajero, de seguro sí va a querer animarse a ir a pasar un tiempo a Inglaterra en Semana Santa.
Antes de dormir vi la película de "Paris, Je T'Amie" y bueno... ¿para qué digo que no estoy enamorada, si la verdad... sí lo estoy? Eso de las películas siempre me ha afectado mucho y cuando una me llega de verdad, termino con todo el sentimiento a flor de piel. La tercera despedida fue de Juan, aunque esa ya mucho más relajada porque... pues, somos jóvenes, es diferente. Ya después me fui a dormir, aunque sí me tardé bastante porque no me podía acomodar (eso de dormirme de lado ya no se me da, aunque sé que tengo que acostumbrarme porque dormir boca abajo es malísimo).
Hoy a las 5:00am ya estaba despierta para irme al aeropuerto, de regreso a Monterrey. Martha me llevó y ya ahí nos despedimos. Fue... emotivo pero alegre. Me deseó mucho éxito, que me cuide mucho y que no dude en pedirle cualquier cosa si la necesito. Finalmente, con todo el sueño encima me subí al avión y me quedé dormida. ¡Aaaah!, pero nadamás llego a la casa, dispuesta a dormirme unas 3 horitas... ¡y nada! Que ya no me llega el sueño y ahí estoy dando vueltas en la cama intentando dormir. A ver cómo me va mañana en el campamento con tanto sueño atrasado encima...
Por lo pronto, me voy al super y al cine a ver Harry Potter por segunda vez.
Rock On!
*malú