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minerva_1
Autora:
malumalu2
Juego: Operación BeKinney. Semana 2.
Tema: Brian y Michael antes del 1x01 Br
Comando: UST (Unresolved Sexual Tension)
Rating: General
Disclaimer: Si les hace ilusión se los dejo.
“A las seis. Ya sabes donde”
Michael releyó la nota sin saber a qué atenerse. Brian había estado muy raro todo el día. Apenas le había prestado atención cuando salieron al patio y al terminar las clases se marchó sin él, con tan solo un “luego nos vemos”. Y ahora, esto. Un mensaje críptico en el bolsillo de su mochila donde suele llevar las llaves de casa. Contrariado, barajó la posibilidad de ignorarlo. Pero necesitaba explicaciones.
***
Lleva casi veinte minutos sentado en “su” banco. Pero no es culpa de nadie salvo de su propia impaciencia. Es raro pero el parque parece desierto. Ni niños, ni perros, ni ancianos. Solo él y los patos que remolonean en el estanque. Mira el reloj. Un minuto o menos para las seis. Y justo en ese último segundo el más hermoso ramo de rosas se materializa ante sus ojos. Rojas, con un rojo profundo y carnal.
- Dieciséis. Ni una más ni una menos.- La voz inconfundible de Brian sobre su hombro, su precioso rostro iluminado por la más brillante sonrisa. Michael se levanta y le mira sorprendido. O tal vez habría que inventar la palabra que exprese lo que siente. Es Brian. Brian regalando flores, regalando sonrisas, regalando esa mirada llena de amor.
- ¿Para mí?
- Es tu cumpleaños ¿no?- Michael no tiene oportunidad de responder atrapado por un extraño hechizo. Brian rodea el banco despacito, sinuoso, para llegar hasta él. Cerca, más cerca, casi demasiado cerca. Hasta que lo que brilla en sus ojos se convierte en un beso. Labio contra labio. Suave y dulce al principio. Aunque crece deprisa, se vuelve apasionado, casi cruel. Las manos buscan piel, palpan, acarician, presionan, apresan, queman… Sí, Michael se siente arder. Febril, enreda sus dedos en los mechones castaños…
***
- ¡Feliz cumpleaños, cariño!
- Arriba, remolón. Brian ya está aquí.
Michael cede a las voces que rompen su sueño con una maldición a flor de labios. Debbie le sacude sin compasión y le besuquea como si fuese un crío. Aturdido, siente la piel caliente y sensible y una dolorosa mezcla de rabia y ganas de llorar. En ese momento odia a su madre, odia a su tío y odia cada uno de esos días que ha pasado anhelando el amor de Brian. Brian, que le mira desde la puerta y no con la expresión que tenía en sus sueños. Brian que lee en su mirada y tiembla. Porque en los ojos de Michael ha visto ese amor en el que no cree, en el que no quiere creer porque, en su corta experiencia, ha comprobado que es tóxico, que se pudre y se convierte, con facilidad, en odio y desprecio. Y Brian no necesita eso. Brian no quiere eso. No quiere un amante. No quiere sexo. No de Michael. Quiere lo que tiene. Un amigo, un hermano, una familia, un refugio, un hogar. Así que, piensa, tendrá que aprender a lidiar con ese sentimiento, con el deseo que aflora en la mirada de Michael, si no quiere perder todo lo que tiene, ese poquito de esperanza que encontró entre los Novotny.