Oct 12, 2015 02:38
A Game of Thrones,
por George R. R. Martin.
Tardé tiempo en acercarme a la saga de A Song of Ice and Fire de George R. R. Martin por miedo. Porque te lo presentan de mil maneras: que olvidarás los nombres de los personajes, que no hay manera que puedas parar, que no es para tanto, que es un libro más, y un montón de comentarios con tonos tanto positivos como negativos. Aquí un (mal) consejo: no hagas caso.
Si no los has leído, trataré de ser lo más breve posible y sin soltar avances, aunque las redes sociales y los grupitos más cercanos de tus amigos quizá ya te hayan bombardeado más de una vez con contextos o situaciones que despegan durante el segundo o tercer libro, ya no hablemos de temporadas...
Hay pros y contras con este punto, el de los avances: probablemente para cuando llegues al tercer o cuarto libro ya no lo recuerdes, a menos de que sea un avance que explique detalladamente la muerte de algún personaje principal. Pero hay muchas. Agárrate. Los avances no son nada: incluso lanzados al azar, no los logras captar todos a la primera, no sabes cuándo van a llegar y probablemente se te olvide el nombre del personaje en cuestión. Relájate, pero mantente atento.
Me voy a centrar en el primer libro, A Game of Thrones, pues es el primero que he leído y no puedo dejar en paz hasta que le escriba unas cuantas líneas. No he querido abrir el siguiente. No quiero saturarme de los personajes, no quiero tratar de entender lo que sigue hasta entender lo que justo acaba de terminar para mí. Y es que, al menos en el primer libro, todo pasa linealmente: desde el desarrollo de los personajes hasta los lugares en donde se ubican éstos. Las conversaciones, los banquetes, el flujo de las ideas de cada personaje. Se puede decir que sabes hacia dónde va cada capítulo, puedes saber de qué modo van a meterse en tu cabeza, mas no sabes cuándo ni con qué intensidad. Esto es una de las cosas que me agradan: los capítulos tienen una misma estructura que empiezas a notar apenas agarras el hilo, como el punchline de un chiste, el cual esperas con ansia y no te decepciona. El mismo capítulo te hace esperar por ello.
Respecto a los personajes, hay quienes se desarrollan rápido por los lugares que visitan o lo que les sucede, pero hay otros que no. Maduran en cuanto a rasgos positivos como pensamientos, valor, instinto paterno o materno, instintos de supervivencia, habilidades que jamás habían ejercido... y rasgos negativos como ingenuidad, dudas, cobardía, facilidad de traición, entre otros. Las emociones que plasma Martin son tan humanas, así que le ponemos palomita en la verosimilitud, pues no son emociones que se desarrollen de la noche a la mañana, son emociones que ves a través de sus puntos de vista, incluso ves al resto de los personajes a través de sus ojos, lo cual resulta fascinante. Puedes llegar a sentir alguna emoción negativa como coraje hacia un personaje que adoras porque simple y sencillamente hizo algo que no esperabas hacia algún personaje indefenso, el cual lo observa en un capítulo que lleva su nombre... por poner un ejemplo.
No me atrevería a decir algo más hasta seguir con la lectura del libro número dos, A Clash of Kings, lo que sí queda pendiente son las observaciones de la serie de televisión que está basada en este libro... de la cual he escuchado un montón de cosas. Pero dejémoslo para otro día con el comentario final, el cual se resume a no, no deberías tenerle miedo a una saga como ésta. A ninguna saga. Deja que te llenen y siente, pues cuando sientes a través de un libro es porque dicho libro vale la pena. No te van a importar las páginas, no te van a importar los comentarios de quienes estén alrededor tuyo, sólo vas a dejar que fluya y, te lo aseguro, vas a pasar momentos de calidad en donde no vas a poder despegarte de éstas letras. Tranquilo, no eres tú, es el libro. Así sucede: es envolvente.
topic: fantasía,
work: reseña,
auth: martin