Con el tiempo pegado al culo, porque así soy yo.
Comunidad:
glee_espReto:
Reto!FluffyTítulo: ¿Real o no?
Palabras: 880
Claim: Klaine
Summary: Blaine ha descubierto los libros de "Los juegos del hambre".
Advertencias: Spoilers del final de "Sinsajo" y de toda la saga de dichos libros. Historia ubicada en el verano entre la S2 y la S3.
¿Real o no?
Kurt suspira mirando la pantalla de su IPhone donde se refleja el mensaje “Llamada sin respuesta”. Blaine no le coge el teléfono. Y eso sólo puede significar una cosa, que lo tiene en silencio porque está leyendo.
Como lleva leyendo las ultimas treinta y dos horas.
Kurt vuelve a suspirar. Va hacia una de las piedras del jardín, que es falsa, y la abre para sacar la llave de repuesto. Vio a Blaine hacer eso una vez que se le olvidaron las llaves, sonriendo embarazosamente. Duda un instante si utilizarla o no antes de introducirla en la cerradura y girar.
Lleva esperando diez minutos y ha ido hasta Westerville, no va a volverse. Además, está seguro de que Blaine (y sólo Blaine) está en la casa.
Se dirige hacía el cuarto de su novio, subiendo las escaleras con cuidado. La puerta está entreabierta y empuja delicadamente.
-¿Blaine? ¿Cielo?
Su novio está sentado en su butaca de cuero, con un libro de tapas azules en las manos y la cara en blanco. Kurt no está seguro de si está durmiendo con los ojos abierto. Podría ser. Por eso de las treinta y dos horas leyendo.
-Blaine.- Lo llama. En un tono un poco gruñón.
-¿Kurt?- Parpadea. Lo mira confundido, con los ojos rojos. -¿Qué haces aquí? ¿A estás horas?
-Hemos quedado para ir a comprar a las rebajas, Blaine.
-Sí, mañana.
Kurt intenta no poner los ojos en blanco.
-Ya es mañana, Blaine.
-¿Eh? ¿Cómo?- Mira su reloj de bolsillo. -¿Ya son las nueve de la mañana?
-Sí, Blaine- Suspira. -Me dijiste que viniera a recogerte a las nueve, para ir temprano al centro comercial.
-Yo…- Se pasa la mano por la cara y se la frota. -Lo… lo siento muchísimo, se me ha ido la hora pro completo, yo…
-No, si ya lo veo. Te llame y no te diste cuenta.
-Oh, Dios Santo, Kurt, lo siento muchísimo.
La cara de culpabilidad por no haberle cogido el teléfono es tal que Kurt se ablanda un poco. Al fin y al cabo está ahí, con la ropa arrugada por haber estado en el mismo sitio sentado demasiado tiempo, el gel del pelo con menos fuerza de lo habitual y unas ojeras como puñetazos rodeándole los ojos.
-Estás loco- Le dice, yendo hacía él. Se sienta en el brazo del sillón y se inclina para darle un beso en la sien. Nota como Blaine se relaja ante el gesto, casi se derrite entre el cuero y su cuerpo.
-Pero es que… la historia… tenía que saber cómo acababa.
-Ya, lo sé. Me lo dijiste. Pero te das cuenta que has estado leyendo “Los juegos del hambre” desde el jueves. Da gracias a que sea verano.- Intenta quitarle “Sinsajo” de las manos, pero Blaine se resiste. Tiene cara de emoción total, a pesar del cansancio.
-Tenía que saberlo, Kurt. Temía tanto que alguno de los dos muriera y al final…
-¿Te has duchado?- Le pregunta, interrumpiendo.
-No. No podía dejar de leer.
-Pues deberías.
-Peeta fue secuestrado, Kurt. Le hicieron un lavado de cerebro a la “Naranja mecánica” pero para que odiara a Katniss y…
Kurt siempre ha sido muy práctico y sabe que ese instante no es ni momento para irse de compras (para su desgracia) ni para que Blaine verborré por su amor hacía Los juegos del hambre. Se pone de pie y obliga a su novio a imitarlo (después de conseguir, por fin, que suelte el maldito libro). Le quita el jersey sin que este ponga mucha resistencia.
-… te puedes imaginar lo horrible que es, Kurt. Todo empezó porque Katniss quería proteger a su hermana y al final ella muere de esa manera y…
Decide dejarle los pantalones (porque aún no han llegado a ese momento de su relación donde se visita el ecuador de sus cinturas, no señor) y le destapa la cama.
-…¿Te lo puedes imaginar? Es una historia tan dura, Kurt. No es solo un libro de acción o de amor. Hay auténtica psicología humana. Matan niños, Kurt. Es un mundo donde se entretienen matando niños…
-Acuéstate, Blaine- Ordena.
El otro obedece, deslizándose bajo las sábanas sin dejar de murmurar. Realmente no parece notar que está teniendo más un monologo que un diálogo. Kurt baja las persianas y apaga las luces. Aun así entra algo de claridad del exterior.
Luego vuelve a mirar hacía la cama de su novio. La mañana de compras se ha cancelado, pero Kurt no tiene porquée volverse todavía.
Se acurruca al lado de Blaine, por encima de las sabanas. El chico ha dejado ya de hablar, con el cansancio venciéndole. Los ojos los tiene cerrados y, perezosamente, saca un brazo por debajo de las sabanas para rodear su cintura.
-Siento no haberte cogido el móvil- Murmura. -Y haber arruinado nuestra cita.
-Tranquilo.- Sonríe. -Ya haré que me lo compenses.
Sus labios se curvan levemente. Se acercan más y Blaine esconde la cabeza en el hombro de Kurt.
-¿Real o no?
Kurt no tiene ni idea de a que se refiere, pero Blaine insiste.
-¿Real o no?
Ahora que no puede verlo, Kurt si que rueda los ojos.
-Sí, yo también te quiero.
Blaine se queda más que satisfecho con su respuesta y se queda, por fin, profundamente dormido.
Que sepais que esta historia tiene mucho de realidad. Cambia a Blaine por mi persona y al novio dulce de Kurt por una madre echandote la bronca por leer sin dormir y tendrás mi versión.