Ains, como soy un desastre escribo las cosas y luego no las publico. Lo siento, lo siento mucho, es que se me olvida (Tengo memoria de tres minutos, está visto y comprobado). Así que traigo una (ingente) cantidad de drabbles y chorradas ahora que tengo un ratito libre.
Voy a empezar con los drabbles que hice para la Klaine Week en el LJ de
michan_kitamura y que ya he beteado. Para leer el resto de drabbels de las chicas (muy recomendable) pasaos por
AQUÍ. Todos están hechos antes de que saliera el 3x15, por lo que aunque nombro a Cooper, no estaba segura como era su personalidad.
Título: Klaine Week
Fandom: Glee
Pareja: Klaine (Duh)
Palabras: Muchas, en total. Son drabbles varios, ninguno superior a mil.
Summary: Diferentes drabbles, uno por día, de tematica también diferente.
KLAINE WEEK
Día 1 - Bebés/Niños (Los hermanos son el mal)
-Oh, Dios mío…- A Kurt se le cae la chaqueta de las manos al darse cuenta de lo que está viendo. Al procesar lo que está viendo. -Ese es…
-Kurt eras adorable- Blaine ni siquiera aparta la vista del álbum de fotos que Finn le ha pasado. Sí, ha sido Finn. Está cien por cien seguro.
Va a matarlo.
-Voy a matarte- Anuncia, dando dos grandes zancadas y fulminando a su hermanastro con la mirada. El gigantón traga saliva con miedo e intenta encogerse en el sofá y pasar desapercibido. Luego centra su atención en Blaine e intenta quitarle el álbum, pero este logra apartarlo en el último segundo. Malditos reflejos de ninja. -Devuélvemelo. Tú no puedes ver eso.
-¿Por qué no?- Blaine hace un puchero, abrazando el álbum contra su pecho. -Sales monísimo- Abre en una página especialmente humillante y se la enseña con una sonrisa amplia. -Mira que cucada, ¿estabas improvisando un concierto con el cepillo del pelo? ¿Y qué era eso que llevabas por encima?
-Un chal de mi madre.
-¿De lentejuelas?
-Los noventa hicieron mucho daño a la moda- Vuelve a intentar agarrar el álbum, pero Blaine pega un salto y lo esquiva. -Imitaba a Cher.
-Dios, estás para comerte. Mira que mejillas más rollizas…
-Oh, genial. Ahora sabes que era un niño gordito.
-No estás gordito- Blaine lo mira indignado ante sus palabras, cómo si no aceptara que nadie, ni siquiera Kurt, se metiera con el niño de cuatro años cantando encima de la mesita de café de su salón. -Eres seguramente el niño más adorable del mundo…
Kurt bufa, sonrojado. Gira la cabeza hacia Finn para volver a lanzarle rayos por los ojos.
-Te dije que entretuvieras a Blaine mientras me cambiaba. ¿Por qué demonios le has enseñado eso?
Finn se encoge de hombros, incómodo.
-Es que si juego con él al Mario Kart me pega una paliza.
Kurt bufa, Blaine se ríe. Y sigue mirando el álbum.
º-º-º-º-º-º-º-º
Blaine desea que se lo trague la tierra. Que en ese mismo instante se parta en dos el suelo de parquet del salón de su casa y que se lo lleve.
-No te pierdas esta, Kurt- Cooper le pasa otra foto y Kurt chilla un poco, un sonido entre gemido emocionado y risa estrangulada. -Tenía unos tres años…
-Dos y medio- Le corrige a su hermano, cruzando los brazos incómodo.
-… y estaba pasando su etapa rebelde. Así que se quitó los pantalones y el pañal y se dedicó a correr por todo el salón desnudo delante de la tía Molly, que casi se desmaya porque es una vieja estirada.
-¿Podemos irnos ya?
-Venga, hermanito, que no he hablado casi nada con tu novio y aún hay tantas historias que contar.- Cooper sonríe y es el mal, él autentico mal personificado. Blaine lanza un gemido y mira suplicante a Kurt, pero este parece muy ocupado riéndose.
-Awn, mira ésta, Blaine- Kurt escoge una foto del gran montón que Cooper le ha estado enseñando. Blaine está colgado de un árbol boca abajo, enseñando una sonrisa mellada, con las ropas y las rodillas muy sucias y con el pelo disparatado. -Mira tus rizos, Blaine, son tan encrespados.
-Me acuerdo de esa. Costó una hora que se bajara de ese árbol. Casi se abre la cabeza.
-Era un niño algo inquieto…
-Eras un puñetero grano en el culo, Blaine. Papá, mamá y yo vivíamos acongojados a que un día saltaras desde el tejado o algo.- Cooper se gira hacia Kurt con una media sonrisa. -Le gustaban los sitios altos, por eso mamá le puso el apodo de “monito”
-¿Monito?- Kurt pone sus ojos azules sobré él y Blaine nota su cara arder de vergüenza. -¡Es adorable! Creo que empezaré a llamarte así.
-Te odio, Cooper.
Su hermano se estira en el sofá.
-No te enfades, Blaine. Soy el mayor. Mi trabajo es avergonzarte.
-¿Delante de mi novio?
-Sobre todo delante de él.
-¿Puedo quedarme con está?- Pregunta Kurt, ignorando las miradas de ira de Blaine y la diversión en el rostro de Cooper.
-Claro que sí.
Blaine gime derrotado.
Día 2 - AU (Primer encuentro)
Cuando Blaine llega a ese edificio abandonado no espera encontrar a nadie. Mucho menos a un chico con un rifle de largo alcance observando con una mirilla hacia la calle.
Los instintos de Blaine se ponen en marcha, por supuesto. No sabe quién es ese chico, sólo sabe que apuntaba hacia el callejón donde se va a reunir su blanco con uno de sus clientes. No sabe si es amigo o enemigo y Blaine debe asumir lo segundo, porque es lo más sensato. Sobre todo para sobrevivir en ese mundo.
Se acerca lentamente, paso a paso, sin hacer ruido. Sabe que no lo oye, porque si en algo es bueno Blaine es en acercarse sin ser detectado. Desgraciadamente, no ha llevado el arma, un error muy estúpido. Aunque realmente no creía que fuera a necesitarla, había subido ahí sólo para observar los pasos de Doc Hauser, el traficante de armas.
Y realmente, a Blaine le gustaba más el cuerpo a cuerpo. No es como si llevarla encima marcara mucha diferencia.
-Deja el rifle en el suelo y ponte de pie. Muy lentamente.- Dice, observando la nuca pálida, fijándose en una pequeña cicatriz en ese blanco cuello. Nota el cuerpo tensarse y hacer lo que ordena, con cuidado. Blaine lo observa. No puede evitarlo. Va vestido de negro, pegado a todo su cuerpo. Tiene unas piernas musculosas y definitivamente detiene más de unos segundos la mirada en su trasero.
Imperdonable.
El chico da un paso hacia atrás para impulsar su codo mejor contra la cara de Blaine. Consigue esquivarlo por los pelos, pero desgraciadamente el movimiento que debe hacer es precario. El chico se le echa encima para terminar de desequilibrarlo y ambos golpean contra el suelo. Le pone una rodilla sobre el pecho y un brazo sobre el cuello.
-¿Quién eres?- Echa un rápido vistazo, le abre el abrigo y palmea por todos lados en un rápido cacheo. Blaine le deja porque, bueno, vaya par de ojos azules. Y porque realmente las técnicas de lucha cuerpo a cuerpo de ese chico son muy básicas. -No llevas ni siquiera un arma- Parece ofendido ante su estupidez. Blaine ve como dirige la mano hacia su tobillo. Se libra de su agarre con un rápido giro y acaba él encima del chico, agarrándole las muñecas.
-No la necesito.- Sonríe. El chico se intenta soltar, pero Blaine es mucho más fuerte. -Soy Blaine, contestando a tu pregunta anterior.- Los ojos azules lo miran con desprecio. Rueda los ojos y sonríe de manera prepotente.
-Kurt.
-Encantado.
-Y después de la presentación formal, ¿vas a matarme?- Pregunta, mirándolo con fría calma. Blaine sospecha que está analizando la situación, buscando como escapar. Una mente fría como el hielo.
-Depende. ¿Trabajas para Hauser?- El tal Kurt lo mira confundido.
-¿Qué? ¿No eres tú uno de los matones de Hauser?
-No. Me han contratado para matarle.
-Ah, no.- El chico se indigna. -Ponte a la cola. Me van a dar cien de los grandes por ese cretino.
-Vaya, así que a ti también te han contratado. ¿Colombianos?- Kurt niega con la cabeza.
-Los yakuzas.
Dos asesinos contratados por un objetivo común. Vaya, el mundo es un pañuelo. Y Doc Hauser un hombre con pocos amigos.
Quizás eso podría ayudar.
-Sabes, podríamos unir fuerzas.
-Ja, no.- Kurt rueda los ojos. -Yo trabajo sólo. Y he llegado antes.
-Yo llevo investigando a Hauser desde hace un mes. Y tú no.
-¿Cómo sabes que yo no?- Le pregunta, sospechando.
-Porque no hubieras estado esperando para dispararle. Sabrías que Hauser cuando se reúne con un cliente no sale de su coche. Y tiene cristales blindados.
Kurt frunce el entrecejo.
-Lo sabía. Pensaba intentar disparar cuando abrieran la puerta.
-Eso es un ángulo imposible.
-No para mí.- Oh, ahí estaban otra vez los ojos llenos de veneno. -Pero gracias a ti mi oportunidad se ha ido. Tenía poco tiempo para hacer esto. Soy un hombre ocupado.
A Blaine le hace gracia la actitud un tanto diva del chico. Tiene que contenerse las ganas para no reírse.
-Oh, venga, déjame compensarte entonces. Crearé una oportunidad para ti. Tu jefe creerá que lo has hecho solo, los míos igual y todos contentos.
-No.
Blaine sonríe ampliamente y se inclina un poco sobre él.
-Siempre puedo matarte y quedarme con toda la gloria.
El castaño bufa y rueda los ojos.
-No vas a matarme- Dice con seguridad. -Si quisieras hacerlo ya lo hubieras intentado.
Blaine tiene que reconocer que es verdad. No mata por matar. Aunque podría dejarlo encerrado hasta acabar el trabajo. Pero realmente quiere trabajar con él, parece bueno. Terriblemente bueno. Sería muy interesante.
-Bueno, plantéatelo así. Puedes hacerlo conmigo o no hacerlo- El chico arruga tanto el entrecejo que parece que va a estallarle una vena.
-Vale- Termina accediendo. Casi le ha escupido la palabra en la cara. -Pero con dos condiciones.
Que adorable, en esa situación y aun queriendo llevar la voz cantante. Y lo mejor (o peor) de todo es que los instintos de Blaine le dicen que tuviera cuidado con él. Que tenía motivos de peso para ser tan confiado, para tener ese temple.
-¿Cuáles?
- La primera es que seguiremos mi propio plan. Al pie de la letra.- Blaine asiente, interesado. Podría evaluar de primera mano lo bueno que era Kurt. -Y la segunda es que te quites de encima.
Riendo Blaine se levanta y estira la mano para incorporar al chico. De esa manera cierran el pacto.
La alianza más importante de toda su vida.
Día 3 - Momentos perdidos (De cosas de las que no se hablan)
-A cabo de ver a Finn irse- Kurt se apoya sobre una de las taquillas. Blaine lo observa, pero enseguida vuelve a centrarse en el saco de boxeo. -Así que… habéis hablado, ¿no?
-Sí- Contesta. Vuelve a golpear el saco. Izquierda, derecha, izquierda. -Estamos bien ahora. Hemos aclarado… cosas.
-Bien. Eso está bien.
- Me he quedado un poco más porque necesito… Soltar algo de adrenalina.
Sigue un silencio de varios segundos. Blaine no deja de atender al saco de boxeo.
-¿Estás en modo pasivo-agresivo conmigo?
-Puede- Kurt hace un gesto leve con la mano. -No quiero presionarte ni nada. Además me distraigo mucho cuando te veo…- Lo señala con una sonrisa pícara. -… así.
-Entonces no vas a decirme que he estado totalmente fuera de lugar.
-Nop.
-Ni que Sam merece una disculpa por mi exabrupto.
-Exacto.
-Ni que nunca he creído que hacer streaptease sea una profesión deshonrosa, que es un trabajo decente como cualquier otro y simplemente fui a lo más fácil para hacer daño porque reventé al sentir que me trataran como un idiota que no sabe lo que hace.
-¿Yo? Ni una palabra.
-Guay.- Blaine lanza un par de golpes con fuerza antes de tomar aire. -Entonces tampoco vas a decirme que esto no es Dalton y que cada cual debe luchar con uñas y dientes por su individualidad y no siempre hay que trabajar de manera coordinada. Y tampoco vas a opinar que es un poco hipócrita de mi parte ponerme así con el tema de “vender sexo” cuando el año pasado fue a mí a quien se le ocurrió hacer algo “sexy” con los Warbles.
-Nunca.
-Genial- Lo mira a los ojos antes de soltar un puñetazo fuerte. -Porque para que conste, desde que tú y yo hemos…- Inclina un poco la cabeza, ligeramente sonrojado. -… eso, me tomo el tema del sexo mucho más en serio. Como a nivel de sagrado.
-Me alegra mucho oír eso.- Toda la expresión de Kurt se suaviza tremendamente por su sonrisa. Él también está sonrojado.
-Además, no es por eso tampoco. No es que me moleste hacer algo que sea… sexual. Me molesta querer hacerlo para ganar, como si no tuviéramos talento a no ser que ofrezcamos carne.
-Lo entiendo.
-Pero no vas a decirme que he parecido un moralista prejuicioso, teniendo en cuenta además que la situación de Sam no es fácil.
-Mis labios no se separan para nada.
Los golpes de Blaine van perdiendo intensidad.
-Y entonces tampoco vas a… decirme que estás terriblemente decepcionado por cómo me he comportado y cómo he herido tanto a un amigo tuyo y que no quieres saber nada más de mí.
-Te juro que esas palabras no han cruzado por mi cabeza. Si he pensado que todos somos humanos y erramos. Pero es de sabio rectificar. Y de nobles pedir perdón.
-Entiendo.
-Pero sólo lo he pensado. No voy a decirlo en voz alta ni nada.
Blaine suelta una ligera carcajada.
-Ya veo. Entonces, y no me malinterpretes porque me encanta tenerte cerca, ¿a qué has venido?
-Oh, pues nada en particular. A verte boxear. A verte un poco sudado, estás muy guapo…- Sonríe. -A decirte que Sam se quedará en la sala del coro hasta las siete, más o menos.
Blaine se quita los guantes y suspira.
-Voy a… darme una ducha y… Bueno. A disculparme y eso.
-Entonces mejor me voy, ya sabes lo tonto que me pongo con las duchas.
-Kurt- Lo llama Blaine antes de que se gire y se vaya de los vestuarios. -Muchas gracias.
-Siempre es un placer charlar contigo, cariño.
Día 4 - Aniversario (Good morning, sunshine)
Kurt nota un beso en la nuca, el aliento de una risa al golpear contra su piel. Lo nota, pero no lo despierta del todo.
Es la voz cantarina de Blaine la que hace el resto del trabajo.
-Arriba, dormilón.- Nota unos dientes clavarse un poco en su hombro. Lo justo para provocarle un escalofrío. -Arriba.
-Pero si es…- Bostezo. -… muy temprano.
-No es tan temprano.- Otro mordisco. Un beso. Kurt frota la mejilla contra la almohada. -Ya ha salido el sol.
-Sí, como hace cinco minutos.
-Una hora, exagerado.
Kurt se gira por fin, para mirar a la cara a su adorado, guapísimo y asquerosamente madrugador novio.
Es entonces cuando ve la bandeja en sus manos y se espabila del todo.
-¿Y eso?- Pregunta, incorporándose y señalando su mayor punto débil, las tortitas con nata y chocolate. Único plato que Blaine sabe hacer sin quemar la cocina, hay que añadir. Y había un pequeño jarrón con unas flores y todo. Y una enorme taza de café con leche desnatada.
-Feliz aniversario.
Kurt siente un segundo irrefrenable de pánico que le provoca un apretón en el estómago. Luego su mente vuelve a enfriarse.
-No es nuestro aniversario, aún queda mucho.
Blaine coloca la bandeja en las piernas de su novio y se sienta a su lado. Sólo lleva el pantalón del pijama (y ya va más vestido que Kurt) y nota el calor de su piel morena contra la suya, mucho más pálida.
-Hoy hace cinco años y siete meses que estamos juntos.- Le besa con una sonrisa. -El cinco es tú número favorito y el mío es el siete.
Kurt cruza los brazos detrás de su cuello y lo atrae hacia él para un beso profundo. Nota el brazo en su cintura, el gemido dentro de sus bocas.
Hay mañanas en las que Kurt despierta preocupado por alguna factura o practicando mentalmente para una audición.
Otras mañanas Kurt despierta y simplemente recuerda que está enamorado, profunda e irremediablemente.
Y luego mañanas como esa, Blaine se lo recuerda sin proponérselo.
Día 5 - Graduación/Universidad (Café de madrugada)
A Kurt le duele, le duele físicamente ver así a Blaine. Las ojeras que se comen sus ojos, el pelo enredado, la postura tensa de la espalda.
Kurt suspira y camina despacio y haciendo algo de ruido hasta la cocina. Blaine tiene cafeína más que plasma en las venas y si se acerca sigilosamente puede dar un salto hasta el techo. Prepara la cafetera, coge la taza más grande que tienen en su pequeño piso de estudiantes y la llena.
-Toma- Le dice, acercándose a la mesa donde miles de papeles y libros de leyes abiertos compiten por un pedazo de madera.
-¿Eh? ¿Cómo?- Levanta los ojos, perdido. En cuanto se enfocan en Kurt sonríe ampliamente. Agotado. -Gracias, eres un ángel.- Toma la taza entre sus manos y da un sorbo.
-No, no lo soy. No debería darte más de esto, has tomado tanto café estos días que te saldrá una úlcera.
-Sólo es…- Blaine bosteza. -Hasta el viernes. Mi último examen.
-De derecho- Kurt arruga la nariz. -Aun tienes todos esos proyectos para NYADA y…
-Kurt, no…
-Vale, me callo.- Suspira. Odia eso. Maldice al padre de Blaine y que le obligar a tomar la carrera de derecho si quería que fuera a NYADA. Como si una sola carrera no fuera complicada. Lo está matando.
Blaine se termina el café y apoya la frente en el vientre de Kurt unos minutos.
-Lo siento. Duerme, por favor, son las tres de la mañana. Me acostaré en cuanto acabe de repasar este tema.
-De acuerdo- Accede. Le da un beso en la cabeza.
Pero sólo hasta que media hora después Blaine se acurruca a su lado en la cama es cuando Kurt puede por fin abrazarlo y dormir junto a él.
Día 6 - Proposición/Matrimonio (Es un voto)
La promesa de amor no la hace Blaine en el juzgado. No, la promesa la hizo diez meses atrás, una noche cálida. Blaine recuerda que cenó (Sopa de marisco) y que cenó Kurt (Ensalada cesar). Blaine recuerda que ropa llevaba Kurt y como se ensució los pantalones al ponerse de rodillas. Recuerda que lo llamó “Blaine Warble” sólo por hacer la broma y recuerda la sensación de incredulidad, de aleteo por el estómago, ante lo que estaba sucediendo.
El día de la boda, todo el mundo le ha dicho que no se ponga nervioso. Rachel le hace ensayar trescientas veces las dos palabras. Es un momento importante, le dice, debes pronunciarlo con un tono perfecto.
Blaine lo hace, porque a Blaine no le apetece llevar la contraria a nadie, no ese día en el que está tan feliz. Pero Blaine no va a decir que no está nervioso, que no le tiemblan las rodillas y que da un poco igual como conteste cuando el juez haga la pregunta.
Blaine ya contestó hace diez meses, con la voz ronca por la emoción y casi tirando a Kurt al suelo en un abrazo desesperado.
-Sí, por supuesto. Sí me casaré contigo.
Día 7 - Escenas domésticas/Padres (Beautiful Boy)
No es tan fácil como sus padres siempre lo han hecho parecer. Puede que después se vuelva más fácil, quien sabe, pero Kurt no está seguro. Es sólo que desde el punto de vista de un hijo los padres parecen superheroes o algo. Siempre estaban allí, siempre conseguían que todo saliera bien.
Pero en realidad es dificilísimo estar en todos lados a la vez. En realidad es casi imposible estar en un lugar que no sea junto a Orlando. Y es increíble como algo tan pequeñito requiera tanto tiempo, tanto trabajo.
Kurt lleva tres días sin ducharse y lleva una camiseta vieja, fea, que no pega en color con sus pantalones de chándal. También está manchada por vómito. Huele a vómito. Si se lo hubieran dicho hace un año que él pudiera llevar esas pintas hubiera pedido un exorcismo para esa persona.
Porque hace un año Kurt no sabía que por fin les habían dado a Blaine y a él el visto bueno para adoptar. Y no sabía que después de interminables papeleos terminarían teniendo un pequeño, recién nacido, en su casa.
-Ey- La puerta principal se abre y Blaine entra con prisa. Hace mucho frío fuera, en la calle. Sus pintas son iguales o peores que las de Kurt. -Ha costado, pero encontré la farmacia de guardia.
Kurt tiene ganas de besarle con lengua, a pesar de que no está seguro de que se haya lavado los dientes desde esa mañana (No que Kurt recuerde si él mismo lo ha hecho).
-¿Cómo está?- Pregunta, mientras prepara la medicina y observa a Kurt dar vueltas por todo el salón.
-He encontrado la postura perfecta, ¿ves?- Le dice. Orlando está en su hombro izquierdo, con uno de sus diminutos puños agarrando el cuello de su sucia, asquerosa camiseta. -Así la barriguita está presionada y parece que le alivia.
-Esto…- Blaine mueve un frasco. -Debería aliviarle los cólicos. Lo otro es para la fiebre. ¿Por qué no paras de dar vueltas?
-Si paro llora. Y si me siento.
-¿Llevas de pie desde que me fui?
-Sí.
-Fue hace tres horas.
-Lo sé, he estado contando los segundos.
Blaine le sonríe débilmente. Kurt le ayuda a darle la medicina, con problemas ya que al cambiar de posición el pequeño de tres meses llora como si se hubiera tragado una sirena de barco.
-Ya está, ya está- Dice Blaine, cuando consiguen que se la trague. -Venga, dámelo, ve a sentarte.
A Kurt le duelen los riñones, le duele la cabeza y le duele el alma por ver a su niño así. Blaine tararea suave y no saben si pasa una hora o dos (pero saben que pronto amanecerá) hasta que el pequeño por fin se duerme y pueden subirlo, de puntillas, hasta su cuna.
-¿Vas a dormir?- Le pregunta el moreno, después de arroparlo. La fiebre ha bajado, pero sólo un poco.
-No.- Contesta Kurt. Se sienta en la mecedora al lado de la cuna. -Me voy a quedar aquí hasta que se ponga bien.
Blaine se sienta en el suelo, a su lado, apoyando la espalda en la pared.
-Yo también.
Kurt se muerde la punta del pulgar.
-No debería de ponerse enfermo. No siendo tan pequeño, es…- Suspira. -La naturaleza está mal. Deberían de nacer con una… no sé, capa protectora que los volviera invulnerables hasta una edad decente.
-Como los cuarenta.
-Cómo mínimo.
Blaine busca una de sus manos y entrelaza sus dedos con los de él.
-Se pondrá bien.
-Lo sé, pero…
-Ya. Es horrible.
Orlando no se recupera del todo hasta dos días después y Kurt redescubre el significado de baño, que casi lo había olvidado. Blaine tardó media hora en desenredar todos sus rizos y casi estaba convencido de que le habían cambiado el peine, porque de ese ni se acordaba. El descanso les dura hasta el siguiente pañal sucio y unos muy buenos pulmones que lo anuncia y, definitivamente, Kurt sabe que podrá enseñarle a su hijo a alcanzar una F Alta.
(Sólo decir que el segundo día, el AU, es una semi precuela a mis dos fics Asesinos a sueldo!Klaine que podeis encontrar por mi LJ por los tags)
Bueno y esta pequeña cosita MUY chorra la hice en veinte minutos para
michan_kitamura que quería un Cooper vs. Wes. No me quedo exactamente así. Lo hice poco después de que se emitiera el 3x17.
Título: No son celos (Sólo que sí lo son)
Fandom: Glee
Claim: Cooper, Blaine y Wes. Ligero Klaine.
Palabras: 1.032
Summary: La relación que tienen Wes y Blaine no es para nada algo de lo que Cooper Anderson deba preocuparse.
Advertencias: Cooper siendo... Cooper. Intento de humor.
No son celos (Sólo que sí lo son)
-¡Blainey!
-Hey, Coop. ¿Qué tal?
-Genial. Genial. Fantástico. Me encanta L.A. ¿Te lo he dicho? Porque me encanta vivir aquí.
-¿Ya has terminado de instalarte en el nuevo piso?
-Sí, hace un par de semanas- Cooper traga saliva. -Pero he estado ocupado, muy ocupado yendo a castings y hablando con mí agente. Por eso no he podido llamarte. Pero hoy me he despertado y me he visto en el espejo y he pensado “Ey, Cooper, llama tu hermanito pequeño que seguro está deseando saber cómo es la vida aquí en Hollywood”.
-Oh, sí, sí- Blaine suena bajo. Cooper se pregunta si es problema del teléfono. -Cuéntame.
-Ah, todo es tan maravilloso, Blainey. Esto aprendiendo a pasos agigantados. Y, no quiero sonar petulante, pero estoy seguro de que me van a escoger para una campaña de “Colgate”. Bordé la sonrisa, Blaine. Quien puede decir que no a una sonrisa de los Anderson, ¿verdad?
-Sí, claro. Espero que te lo den, de verdad. Tu sonrisa por un montón de vallas publicitarias, ¿cómo no voy a querer eso?
-Y bueno…- A Cooper se le atraganta un poco la garganta y se seca las palmas de las manos en el vaquero. -¿Cómo te va en la nueva escuela? Empezaste la semana pasada, ¿sí? No te habrá molestado nadie, ¿verdad?
-No, no. Dalton es genial.- Su hermano suena más alto esta vez. Excitado quizás. -Algo estrictos con algunas normas y tradiciones, pero son todos muy amables. Me he apuntado al coro. Bueno, en realidad me han casi obligado a apuntarme. Uno chico, Wesley, me escuchó cantar en las duchas y dijo que lo hacía muy bien, que era justo lo que necesitaba para darle un empujón al Glee Club.
-Oh, ¿en serio? Que guay, Blaine. Obviamente ese chico tiene ojo para notar el talento de los Anderson.
-Es muy guay, se ha molestado en enseñarme todo el colegio y aunque es dos años mayor, se sienta conmigo en la cafetería. También me ha presentado a su amigo David.
-Es… tú sabes… O sea…- Cooper se siente incómodo y era raro, una sensación extraña para él. Hace nota mental de grabarla en su repertorio de actuación. -O sea, ¿te gusta?
-¿Qué? No, no, para nada. Además tiene novia, no. Sólo, tú sabes… Me parece guay.
Cooper no entiende muy bien porque le molesta tanto esa contestación. Así que corre a cambiar el tema a algo que nunca le incomoda.
Él.
X-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-X
-Ey, Blainey, siento mucho no haberte llamado últimamente, he estado muy ocupado con…
-Tranquilo, Coop, yo también. ¿Sabes? ¡Wes me ha dado un solo para las seccionales! Bueno, no me lo ha dado Wes, me lo ha dado el consejo, pero fue él quien los convenció. ¡Todos confían en mí en el coro, Coop!
-Eso es genial.
-¿Verdad?- Blaine parece excitado. Cooper casi puede imaginárselo saltando y no puede evitar recordar otra escena, Blaine con cinco años brincando porque Cooper iba a llevarlo a ver la última película de Pixar. -Estaba tan nervioso, Coop, que creí que iba a vomitar. Pero Wes me tranquilizó diciéndome que si me habían dejado el solo es porque confían plenamente en mis habilidades. No sé qué haría sin él.
Cooper arruga el entrecejo casi sin darse cuenta.
Es raro, él nunca arruga el entrecejo. Podrían producirle arrugas prematuras.
X-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-X
-Ey, hermanito…
-Oh, Cooper, lo siento. He quedado con Wes y David, tengo que irme ya. Ya sabes, desde que se graduó del Dalton y yo estoy en el McKinley no podemos vernos tanto ¡Hablamos luego!
Cooper tarda casi un minuto en darse cuenta de que Blaine ha colgado.
Nunca suelen colgarle a él.
X-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-X
-¡No puedo creer que te hayan hecho eso! Cuando mamá me lo contó fue, fue… Quería ir a verte, pero tenía la grabación de frecreditratingtoday.com y…
-Tranquilo, Coop, de verdad. Estoy bien.
-Pero… pero eran tus amigos. ¡Y casi te dejan ciego!
-No es para tanto, los trasplantes de córnea son muy comunes hoy en día.
-¡Oh, vamos, Blaine! No puedes decirme que no estás enfadado con ellos. No me lo creo.
Su hermano suspira largamente por el teléfono.
-Lo estaba. Realmente lo estaba. Pero luego Wes me llamó y hablamos durante horas y, no sé… Supongo que me calmó. Sigo decepcionado y no creo que vuelva a ver a los chicos como lo hacía antes. Pero me consoló mucho ver que al menos tenía alguien de mi lado, alguien que también era amigo de ellos. Además, Wes les ha mandado a todos un email personalizado contado lo decepcionado que se encuentra con cada uno de ellos. Conociéndole les habrá echo llorar.
-Yo…- Cooper se atragantó con las palabras. Cosa que no debe de pasarle a un actor nunca. -Yo también estoy de tu lado.
-Oh, lo sé, Coop, lo sé.
Y Cooper se siente nervioso, otra vez. La contestación de Blaine ha sonado automática, sin pensar. Como si no se creyera lo que él mismo dice.
-Voy a ir a verte- Dice de golpe. -En cuanto tenga un tiempo libre entre las grabaciones y eso. ¿Te parece bien?
-Oh, sí, claro. Suena genial, Coop.
-Vale. Guay. Cuídate bien ese ojo, Blainey.
X-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-X
-¿Blaine?
-Ey, Coop.
-¿Estás bien? Es algo tarde.
-No podía dormir, yo… Lo siento, es sólo que… Mierda, debería dejarte dormir.
-No, no, no estaba dormido, estaba…- Cooper se inventa algo rápidamente. -Viendo el último anuncio que hice, para pulir mi actuación, tú sabes. ¿Ha pasado algo?
-… Me he peleado con Kurt.
-Oh, Blaine. ¿Ha sido grave?
-Yo… no sé, creo que sí. Estoy muy… Agg, lo siento. Creí que si hablaba con alguien de esto podría entenderlo mejor. Ya sabes, diciéndolo en voz alta.
-Oh, claro.- No puede evitar pensar algo. Traga saliva antes de hablar. -¿Soy el primero al que has llamado?
-Sí. Lo siento.
-No, no, no te disculpes. Está genial. Llámame siempre que lo necesites, ¿vale Blaine?
-No quería molestarte…
-No me molestas, hermanito. Ahora cuéntaselo todo a tu hermano mayor.
No pudo evitar pensar un “Chúpate esa, Wesley” antes de focalizar sus cinco sentidos en lo que le contaba su hermano.
Fue duro, no estaba acostumbrado. Pero valió la pena.
Y bueno, eso es todo :P