Bueno, voy con el tiempo pegado al culo (como no) pero he de reconocer que de hacer sólo un pequeño drabble he terminado con cuatro. Obviamente no puedo charlar con
michan_kitamura y
albaclara, me descontrolo.
Todos necesitan un beteo, pero estoy MUY cansada, así que lo dejaré para mañana con otra cosilla que voy a publicar.
Comunidad:
glee_espReto:
Glee!CrackTítulo: A bite of you
Palabras: 1.107
Claim: New Directions. Brittana. Algo leve de Klaine.
Resumen: Santana no es una zombie, es una infectada. No, perdón, una enferma.
Advertencias: Un pelin, pelin de sangre de animales inocentes de carnicería de barrio.
Notas: Se explica la diferencia de zombies no-muertos e infectados en el fic, peor por si acaso. ¡Aquí no hay ningún cadaver!. Ah, y está basado un poco en
ESTE fanart de Sherlock (el segundo) que no es mío.
A bite of you
-No me siento cómodo ahora mismo- Dice Kurt, cruzándose de brazos de forma inconsciente para protegerse. Blaine le sonríe con cariño y le acaricia la espalda como si dijera “No pasa nada” y la verdad, su novio tiene suerte de que lo quiera tanto porque si no le daría un golpe en la cabeza.
Porque pasa. Vaya que pasa.
-Estoy con Kurt- Dice Mercedes, mirando de reojo con mucha sospecha. -Es peligroso.
-Tonterías- Dice Brittany, acariciando el pelo de Santana. Esta se gira buscando el contacto y lanza un mordisco. Pero la máscara que lleva al más puro estilo de “El silencio de los corderos” consigue que sea un efecto infructuoso. Brittany le sonríe con cariño. -¿Veis? Es totalmente inofensiva. Sólo quiere jugar.
-Quiere comerte un dedo- Le dice Puck.
-Chicos, chicos- Habla el señor Shue levantando un poco las manos, intentando calmar la situación. No parece demasiado asustado. -Sé que esto es inusual, pero estoy seguro de que Santana podrá manejarse bajo la supervisión de Brittany con su enfermedad…
-¿Enfermedad?- Corta Kurt, alzando una ceja. -¡Es un zombie!
La latina se gira hacia donde está el chico queriendo saltar hacia él, pero la cadena que tiene Brittany en sus manos y que termina en una correa en su cuello se lo impide. Kurt pega un grito y se esconde detrás de Blaine (cosa bastante ridícula, porque no es como si Blaine pudiera taparlo por completo) asustado ante las manos que se contorsionan como garras hacía su dirección.
Todo New Directions da un paso hacia atrás excepto su profesor y la rubia.
-¡Chicos, por favor! No llaméis así a vuestra amiga, no son zombies. Son simplemente enfermos. Santana está pasando por una difícil situación y todos debemos apoyarla hasta que las farmacológicas den con una cura.
-Las farmacológicas han provocado esto.
-Artie, no empieces con tus teorías conspiranóicas- Suspira Quinn.
-¡Pero es cierto! El primer caso se dio por un conejo de laboratorio que mordió a un científico y se ha ido extendiendo por todo el país, todo el mundo. ¡Ellos han iniciado un apocalipsis zombie!
-¡Artie! ¿Pero bueno, que acabo de decir?
-Bueno, señor Shue, técnicamente si es un zombie. Sólo que no es una no-muerta, es una infectada. Pero el término zombie sigue siendo válido para referirse a Santana ahora mismo.- Comenta Puck.
-¿Y cuál es la diferencia?- Pregunta Sam.
-Un no-muerto es alguien que ha muerto y ha vuelto a la vida para comerte los intestinos. Un infectado es alguien que se ha vuelto completamente loco, violento, y sólo busca comerte los intestinos.
-Pues para el caso no me quedo nada tranquila- Suelta Mercedes.
-¿Y cómo sabes tú eso?- Le pregunta Rory.
-Tío, las películas de zombies son mi vida. Soy un gran fan de Romero.
-¡Oh, yo también!- Salta Blaine, hablando por primera vez. Da un par de pasos hacía Puck, animado. Kurt lo sigue enseguida, agarrado a su chaqueta y mirando con desconfianza a la zombificada -¿Qué has visto las originales o las remake?
-¡Tío, todas! ¿Cuál es tu favorita? La mía es “El amanecer de los muertos” versión original…
-Chicos, por favor.- Interrumpe de nuevo el profesor. -Esto no es la ficción, esto es la vida real.
-La vida real se parece mucho a la ficción ahora mismo, señor Shue- Contesta Finn.
-Vale, mirad. Entiendo que la situación actual os resulte complicada, pero las autoridades lo tienen todo bajo control. Los focos de infección están desapareciendo y los enfermos están siendo tratados. Es cuestión de tiempo que todo vuelva a la normalidad.
-El otro día la dependienta de Claire’s intentó morderme y tuve que golpearla con un bolso en rebajas para distraerla y salir corriendo- Se queja Rachel, con un mohín. -A mí eso no me parece bajo control.
-¿Y no te llevaste el bolso?- Le pregunta Sugar extrañada.
-Mirad, chicos- Cambia de tema Will rápidamente. -Santana es la primera en entrar en un programa de reinserción para infectados aquí, en Ohio. Al parecer el virus no le ha despertado tanta agresividad como a otros enfermos.
-¿No será que ya era agresiva antes de la infección y no se nota la diferencia?- Pregunta en un susurro Tina a su novio. Mike se encoge de hombros, preocupado.
-Así que vamos a hacer todo lo posible para que se sienta cómoda y en un entorno seguro, a ver si conseguimos que mejore en su condición hasta que encuentren la cura definitiva.
-O que se escape de sus cadenas y nos coma a todos vivos- Refuta Kurt, con tono sombrío y pesimista.
-Que no- Dice Brittany haciendo un puchero. -Que hemos mejorado mucho. Ya he conseguido que apenas estrangule a nadie y sigue bien mis indicaciones con la correa. Estoy segura que en poco tiempo también desaparecerá la manía de querer morder y alimentarse de carne humana y podremos quitarle el bozal.
-¡NO!- Es el grito general. Santana suelta un gruñido ronco y vuelve a abalanzarse sobre ellos, estirando las manos y babeando como un perro rabioso a través de los pequeños barrotes de su mordaza.
-¡No la asustéis!- Riñe Brittany, logrando apenas mantenerla en su sitio sujetándola con la correa. Saca del bolsillo de su chaqueta de animadora una bolsa de plástico sanguinolienta, la abre y extrae un trozo de carne crudo.
-¡Oh, Dios mío! ¿Qué es eso?
-Ternera, le encanta. Ven, Santana, mira lo que tengo.
Brittany menea el trozo de carne delante de la nariz de la chica. Sus ojos inyectados en sangre se quedan quietos y las aletas de la nariz se abren para olfatear la carne. Se pone inquieta, dando saltitos para alcanzar el bocado que se le ofrece mientras saca la lengua entre los barrotes de su mordaza. Brittany deja el trozo caer hacia la boca de la chica, que lo engulle con presteza.
-Oh, Dios, voy a vomitar- Susurra Tina y hay una afirmación general de sus compañeros.
-¡Awn!- Exclama Brittany, ignorando a sus amigos. Santana ha envuelto sus pálidos brazos alrededor de sus hombros y restriega su cara en el cuello de la rubia, sacando la lengua entre los barrotes. -¿Veis? Está contenta.
-Quiere morderte el cuello.- Dice Kurt.
-No, no es verdad. Santana es una buena zombie- Le acaricia el pelo y la espalda con cariño, ignorando nuevamente las miradas incrédulas de casi todos los presentes. Los únicos que no parecen aterrorizados o incómodos son el señor Shue, que las mira con una sonría, y Blaine y Puck, que se han puesto a hablar que si “28 días después” es mejor o peor que “Zombiland” como películas del género de infectados.
-Bueno, venga, volvamos al ensayo.- Corta Will, dando unas palmadas. -¡Uno, dos, tres, cuatro!
Comunidad:
glee_espReto:
Glee!CrackTítulo: El último de la caja.
Palabras: 533
Claim: Klaine, Finnchel y Samcedes.
Resumen: Sólo el mejor lo conseguira
Advertencias: Ligeras insinuaciones sexuales.
Notas: Basado en
ESTE fanart, que no es mio. Y que es mil veces mas gracioso que mi intento de crack humorístico.
El último de la caja
Los tres chicos miran la caja encima de la pequeña mesa de café fijamente. Luego se miran entre ellos. Hay una pequeña pausa, un segundo de silencio tenso como las cuerdas de un violín.
Entonces saltan a la vez, todos en el mismo exacto segundo, con una perfecta sincronización. Tres pares de manos hacen volar la caja con su valioso contenido y los dedos luchan para atraparlo entre empujones y gritos.
Rachel, Mercedes y Blaine lo miran todo desde la puerta del salón. La primera incrédula, la segunda indignada y el tercero con un poco de preocupación.
-Si no lo veo no lo creo- Murmura Rachel.
-Lo dije- Dice Mercedes, cruzándose de brazos. -Lo dije, varias veces. ¿Pero alguien me escucha? ¡No!
Se escucha un estrangulado “No es… el… momento… nena”. Mercedes bufa, rodando los ojos. Hay un fuerte ruido seco cuando caen al suelo, un lio de brazos y piernas reptando por la alfombra hacia su ansiado objetivo. Todos saben, por regla no escrita que el primero que lo cogiera podría quedárselo y usarlo.
-¡Joder!
-¡Eso es trampa!
-¡Ahg!
Vieron algún que otro codazo contra las costillas, una patada suelta y chillidos cada vez más agudos. Las palabrotas también empezaban a manar, los empujones y los tirones de pelo.
-Oh…- Murmura Blaine. -Cielo, ten cuidado con…
-¡Agh!
-Bueno, ya no importa.
-¡Ouch!
Rachel se gira hacía Mercedes y Blaine con decisión.
- Esto se está yendo de las manos. Debemos intervenir.
-¡Oh, infiernos que no, Barbra!
-Rachel, son reglas de su casa.- Razona Blaine. -Si nos metemos será peor… ¡No le muerdas! ¡Que se le hacen moretones con nada!
-¡Por Dios!- Grita Rachel escandalizada. -¡Que sois hermanos!
-¡Hermanastros!- Resuenan dos voces a la vez.
-Esto va a acabar en sangre- Profetiza Mercedes.
Y casi tiene razón cuando un codo acaba en la cara de alguien para avanzar todo su cuerpo y alcanzar el preciado trozo de plástico cuadrado en él suelo. Se produce un tirón, se escucha un crujido de ropa que sólo puede indicar un desgarro de una preciosa rebeca de lana cien por cien natural teñida a mano. Pero le da igual.
-¡LO TENGO!- Grita. -¡Es mío!
-¡NO!
Se levanta cansado, adolorido pero estoico como el guerrero victorioso que es. Él, Kurt Hummel, sosteniendo la prueba de su ansiada victoria. El preciado tesoro por el que seguramente tenga que remendar una chaqueta de más de setenta dólares.
El último preservativo.
-Blaine- Exclama sin perder tiempo, acercándose a su novio. Le falta el aliento. -Mi dormitorio. Ahora.
-¡OH YEAH!- Grita Blaine, alzando los puños al aire. Su cara pura satisfacción y alegría. -¡Sabía que vencerías, Kurt! ¡Lo sabía!- Luego se recompone, tose ligeramente para aclararse la voz tras tremendo chillido y les dedica una sonrisa de disculpa a Rachel y Mercedes. -Lo siento, chicas.
Rachel da un suspiro, exasperada.
-¡Habríamos ahorrado más tiempo si alguien hubiera ido a comprar condones! ¡Y tendríamos para los tres!
Finn mira hacia el suelo como un perro que está siendo regañado. Mercedes se frota las sienes con las manos.
-De verdad, Sam. De. Verdad. O los hombres de esta casa empezáis a compraros las cajas de preservativos por separado o vamos a tener una desgracia.
Comunidad:
glee_espReto:
Glee!CrackTítulo: Geltervention
Palabras: 893
Claim: Blaine y chicas de ND. Ligero Klaine.
Resumen: Blaine tiene que tomar una por el equipo.
Notas: Si recordais la broma de "Cinco años y medio" que ruló por Tumblr hace ya tanto, tenedla en la cabeza mientras lo leeis y quizas os haga gracia el final.
Gelterventión
-¿A dónde me estáis llevando?- Blaine está nervioso. Tina lo tiene agarrado de un brazo y Rachel del otro. Y Mercedes lo empuja por la espalda. -Eh… chicas. Ese es vuestro cuarto de baño. Vuestro cuarto de baño, no él mío. Chicas no quiero entrar en vuestro cuarto de baño, de verdad.- Mira el letrero negro, redondo con una figurita con falda en blanco como si fuera el letrero al infierno. Se echa hacía atrás, pero los tres pares de brazos lo tienen firmemente sujeto. -Sé que Kurt a veces entra con vosotras y está bien, pero yo realmente no…
Le obligan a cruzar la puerta.
-…quiero. Ay, Dios.
Así que ese es el cuarto de baño de las chicas. Olía a… Chicas. Y a baño. Un sudor frío le recorre la espalda. No se siente muy cómodo ahí, no señor. Totalmente lo opuesto a lo cómodo.
-Relájate, gorgorito- Dice Santana, que está con Brittany, Sugar y Quinn. -Que esto no es como vuestros cuartos de baño, donde todos meáis en una pared y tenéis los genitales de otros machos en vuestra periferia. No temas, no veras ni una vagina.
Sabe que Santana lo dice como un sarcasmo, pero no puede evitar sentir cierto alivio. No mucho. Porque bueno. Vaginas. ¿Quién no se pone nervioso con eso?
-¿Por qué me habéis traído hacía aquí?
-Blaine, no temas- Dice Rachel. Y si ella quería que no temiera, no debería de empezar con semejantes palabras. -Esto es necesario, un bien para el equipo.
-Para las chicas del equipo.- Aclara Mercedes.
-Te vamos a hacer una geltervención- Vuelve a tomar la palabra Rachel.
Blaine parpadea una, dos, tres veces.
-¿Qué?
-Oh, ya sabes lo que es- En ese momento Santana, Quinn y Sugar sacan tres neceseres no sabe de dónde exactamente. Los abren para mostrar botes de champú, acondicionador y mascarilla hidratante. Francamente, si hubieran sacado cuchillos de carniceros manchados con sangre le hubiera dado menos miedo. Retrocede instintivamente y los dedos en sus brazos se clavan con más fuerza para evitar que escape.
-No. No quiero, dejad mi pelo en paz.
-¿Pelo? ¿Qué pelo?- Dice Santana con un mohín de disgusto. -Eso es un casco de motorista, Anderson.
-Blaine, por favor. Hazlo por nosotras. Por tus compañeras.
-¿Pero qué más os da que me eche gomina en el pelo, chicas?- Pregunta confuso y algo ofendido. -Es mi pelo.
-Nos importa cuando tú pelo nos arranca mechones a nosotras- Contesta Tina, mientras que lo arrastran poco a poco hacía el lavamanos.
-¿Qué? Eso no es verdad.
-Sí lo es- Dice Brittany por primera vez. -Cuando bailamos contigo. En los giros y las vueltas, si nuestro pelo toca el tuyo se queda pegado. Muy pegado. Me arrancaste un mechón el día de las regionales.
-Eso… eso no es…
-Blaine, he dejado de llevar mechas de colores por miedo a ti- Le suelta Tina, con un puchero.
-Lo siento, Blaine, pero debes comprender que trabajas con muchas mujeres con hermosas melenas. ¿Qué trabajo te cuesta?
-Pues bailaré con la que tiene el pelo más corto- Mira esperanzado a Quinn, que sostiene todos los neceseres en su regazo mientras Sugar y Santana comprueban el agua.
-Lo siento, Blaine, pero me solidarizo con mis compañeras.
-Esto ya está- Informa Sugar. Brittany le pone una toalla por encima de los hombros mientras él se resiste.
-Chicas, chicas, no por favor. Tengo el pelo horrible, lleno de rizos sin control. Necesito la gomina. La necesito.
-Tienes que aceptar tu adicción, Blaine- Dice Santana sin miramientos, obligándolo junto con Mercedes a agacharse sobre el lavamanos. El agua está cada vez más cerca de su cabeza. -Es el primer paso.
Cuando el agua toca por fin su pelo, empieza la auténtica lucha. Blaine se retuerce con todas sus fuerzas. Hay refriegas, hay tirones. hay agua por todas partes y un suelo encharcado.
Hay muchos gritos.
-Sujetadlo con fuerza.
-¡Oh, por dios, el agua no le cala!
-¿Pero qué te echas, un cubo de pegamento todas las mañanas?
-¡Me estoy ahogando!
-Pues deja de chillar con la boca abierta bajo un grifo.
-No me lo puedo creer, ya hemos gastado dos botes y no se va. Y es el mejor champú de la ciudad, me lo compra mi papá.
-¡Me vais a arrancar el pelo!
-¡Pero si ni siquiera podemos meter nuestros dedos en él, blanquito! ¡Estate quieto!
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Dos horas después un Blaine muy mojado, muy enfurruñado y con una espesa mata de rizos dispersa por todos lados se sienta apartado en la sala del coro mientras su novio pasa sus manos por su pelo sin parar.
-Oh, cielos, es tan suave- No para de decir Kurt sin parar de reír. Blaine bufa.
-Está hecho un desastre.
-No, para nada, te queda muy bien. ¿Por qué no te gusta? Tienes un pelo precioso.
Blaine se sonroja un poco.
-Es que… hace que parezca más joven.- Murmura. -Ya es bastante malo ser un año más pequeño que tú, pero si no me peinara así o me vistiera con pajaritas seguramente te meterían en la cárcel porque creían que estarías saliendo con un crío de trece.
-Oh, cielo, eso no es verdad- Kurt le sonríe aun más, pero Blaine no le hace caso. -Venga, alegra esa cara. ¿Y si te compro un helado cuando terminemos de ensayar?
Los ojos de Blaine brillan con emoción.
-Trato hecho.
Comunidad:
glee_espReto:
Glee!CrackTítulo: Cinco veces que Cooper quiso ponerle una correa a Blaine y una en la que no se la puso él.
Palabras: 1.139
Claim: Anderson brothers. Klaine.
Resumen: Título autoexplicativo como él sólo.
Advertencias: Ligero BDSM, insinuaciones sexuales. Y mi Cooper, que es una advertencia en si misma.
[EDIT]:
kiky_midou ha hecho un fanart de este drabble monerrimo! Podéis verlo
AQUÍ.
Cinco veces que Cooper quiso ponerle una correa a Blaine y una en la que no se la puso él.
5.
Cooper siempre había creído que sus padres lo hicieron muy bien. Porque él pidió por navidades o un perrito o un hermano. Y ellos le trajeron a Blaine, que era un hermano como un perrito. ¡Un dos en uno! No podía estar más encantado.
Lo miraba en la cuna del hospital, tan pequeñito y precioso, mirando hacia todos lados con sus grandes ojos, ya despierto para el gran momento que era nacer.
A Cooper le encantó su hermano en cuanto lo vio, estirando sus manitas hacia su cara.
Y como lo quería tanto no quería que sucediera uno de esos casos horribles de intercambio de niños en los hospitales que solía ver en sus culebrones favoritos (De donde sacaba los mejores consejos de interpretación). Cooper estuvo pensado todos esos nueve meses, pero no dio con la idea perfecta hasta que se encontró con su hermano barra perrito.
Consta decir que su madre no pensó igual y que le quitó la correa roja con el nombre “Blainey” escrito con marcador negro del cuello en cuanto lo vio.
X-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-x-X
4.
Blaine fue un niño precoz para todo, muy despierto e inteligente.
Muy activo también.
Fue cuestión de tiempo, de muy poco tiempo, que se volviera móvil. Blaine aprendió enseguida a gatear.
También aprendió enseguida a destrozar los comics y las revistas de Cooper metiéndoselas en la boca. O peor, en el pañal.
Y Cooper quería mucho a su hermano.
Pero también quería mucho sus cosas.
Aunque, siendo el genio imaginativo que era, encontró rápidamente una solución.
-¡Cooper Marcus Anderson! ¡¿Por qué demonios tu hermano está atado al radiador!
-No está atado al radiador- Refuta, indignado. -He atado su peto al radiador y tiene un metro de radio. Espacio más que de sobra para que juegue sin que toque mis cosas.
-¡¿Cómo tengo que decirte que tu hermano pequeño no es un perro?!
-¿Estás segura? Porque me llenó de babas las zapatillas el otro día.
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3.
La cosa es que cuanto más mayor se hacía Blaine, más mono resultaba. A los tres años Cooper le había enseñado un montón de trucos guays, incluyendo una de hacer girar una pelota en su nariz o tocar la armónica con el sobaco y se moría de ganas de que se los enseñara a sus amigos y lo envidiarán por tener el mejor hermano del universo.
El problema era que Cooper no tenía permitido salir sólo con Blaine. Que era demasiado distraído y podría perderlo. Tonterías, de verdad.
Pero si sus padres no se fiaban de él para cuidar a Blaine, demostraría que podía ser responsable. No iba a perder a Blaine, no. Para nada.
-Levanta los brazos, enano- Le pide alegremente, mientras cierra el pequeño arnés. Sobre su pecho. Agarra la correa, tira un poco para comprobar si se aguanta.
Perfecto.
Desgraciadamente, su madre los pilló antes de que salieran del jardín y arrastró a Cooper de una oreja hacía la casa, diciendo cosas como que “Ya eres demasiado mayor para esto, Dios Santo” y “Definitivamente me vas a matar de un disgusto”
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2.
Cuando Blaine tenía ocho años y un mes se perdió en el centro comercial. Habían ido para comprarle unas maletas a Cooper que se iba a ir a buscar trabajo en L.A y cuando se giraron los tres, simplemente no estaba. Puf. Desaparecido.
Los treinta minutos más aterradores del mundo. Lo buscaron por todas partes, sin parar, con el agente de seguridad del centro. Y Cooper no podía parar de repetirles a sus padres una y otra vez:
-¡Si me hubierais dejado ponerle una correa, nada de esto hubiera pasado!
-¡Cooper, cállate!- Le ladró su padre.
-¡Pero es que es la verdad! ¿No veis que es un niño inquieto? ¡Y he visto a gente llevar a sus niños con correas por el parque!
-A niños de un año, Cooper, no de ocho.
-¡Pues porque no perderán a los de ocho!
Lo encontraron llorando bajo una escalera y cuando se fueron a casa Cooper lo tuvo en el regazo todo el viaje en coche.
-Venga, Blainey- Intentaba convencerle. -Te comprare una correa bonita, lo prometo. Con dibujos de pajaritas.
-Pero a mí no me gustan las correas.
-Para eso son los dibujos de pajaritas, colega.
-¡Cooper, deja a tu hermano en paz!
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1.
¿No ibas a salir a comer con tu hermano?- Le preguntó su madre. -Deja de picotear en la cocina.
-Es que aún queda mucho- Se quejó, cogiendo trozos de la zanahoria que ella estaba picando. -¿Le va bien a Blaine en el nuevo colegio?
-Sí, temía que no por lo que pasó pero…- Negó levemente, para borrar malos recuerdos. -Su novio, Kurt. Creo que lo ayuda bastante.
-¿Cómo es?
-No se parecen en nada, pero se parecen. No sé si me entiendes, pero en cuanto lo veas lo comprenderás.
-Guay. Bueno, me largo. No quiero que el enano me espere.
Cooper saltó demasiado alegremente de taburete. El ruido tintineante de su chaqueta lo delató.
-Cooper.- Le dijo su madre, muy seria. Cooper hizoun puchero.
-Oh, venga mamá. Sabes como soy. Lo voy a perder.
-Cooper, que tiene diecisiete años. Que sólo le sacas medio palmo.
-Pero y sí…
-Ya lo intentaste en navidad y te ganaste una buena patada en la espinilla, ¿recuerdas?
Oh, sí, lo recuerda. Y un codazo en el estómago. El enano pegaba fuerte cuando quería.
Mascullando palabrotas, Cooper dejó el arnés con la cadena encima de la encimera de la cocina y se fue a buscar a su hermano para invitarlo a comer.
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+1.
Cooper entró sin llamar porque era su casa, era el cuarto de su hermano y realmente el sonido estrangulado que le había despertado le había preocupado.
La escena no podía ser más incómoda, seguro que no. Nadie quiere ver a su hermano pequeño con poca ropa en la cama, con su novio también con poca ropa encima de él mientras sujeta una flamante cadena que acaba en un grueso collar negro de cuero.
Sí, seguro que cualquiera hubiera deseado que se lo tragase la tierra en ese momento. Kurt y Blaine y sus caras pasando del blanco, al gris y luego al rojo profundo así lo decían.
Pero Cooper Anderson no. Cooper sólo abrió la boca y el tono más alto e indignado posible salió mientras los señalaba con el dedo.
-¡Así que a él si le dejas y a mí no!
Sólo me queda añadir, antes de correr a dormir, que están enteramente dedcados TODOS a mi cuñado favorito (
michan_kitamura) y mi Little Bro (
albaclara) de su Cooper ;)
[EDIT]: ¡BETEADOS TODOS! Que montón de gazapos.
[EDIT 2]: ¡¡Lo pongo algo tarde, pero mirad que banner más bonito!!