Hace casi un mes iba caminando de regreso al departamento después de un largo día en la oficina y vi a un payaso esperando en la parada del camión. Estaba recargado en la pared, el maquillaje de su cara un poco corrido y una brillante nariz roja posicionada perfectamente en el centro de su cara.
Pero lo que me llamó la atención no fue su atuendo colorido o su maquillaje exagerado.
Fue su mirada y la expresión en su rostro.
Nunca antes, en toda mi vida, había visto un payaso tan triste.
Y sé que puede sonar hasta cómico, pero me impactó tanto ver ese payaso con mirada tristona que me detuvo un par de segundos y solo me quedé observandolo fijamente.
El payaso nunca me volteó a ver, él observaba la calle con la mirada caída y una sonrisa de cabeza en los labios.
Seguí caminando a casa, pensando que un payaso triste era una de las cosas más curiosas que me había tocado ver esa semana.
Pero ahora que reflexiono al respecto, no puedo evitar pensar: "Y bien, un payaso sigue siendo una persona. Estaba triste, y esa es una emoción normal en cualquier humano. No puedo esperar que porque estaba vestido de payaso eso significa que siempre tiene que estar alegre o inflando globos en forma de animalitos!"
Y pues supongo que eso aplica para todos nosotros, en realidad.
Muchas veces las personas esperan que yo siempre esté alegre o parlanchina cuando me ven. Si estoy aunque sea un 10% más seria de lo normal, me preguntan si estoy enferma o si hay algo que me preocupa.
Y la verdad es que, a veces, simplemente amanezco un poquito más seria de lo normal y pues, eso es normal.
Pero las personas están tan convencidas de que siempre debo mantenerme energética y positiva que cuando amanezco seria, creo que me ven tan raro como yo me quede viendo al payaso ese día.
A veces asumimos que una persona que suele estar enérgetica siempre debe de estarlo.
Que una madre siempre debe de ser paciente.
Que un ejecutivo exitoso siempre debe ser profesional.
Las niñas deben ser señoritas y los niños deben disfrutar el fútbol.
El científico debe tener todas las respuestas y los médicos deben usar batas blancas.
Pero todas estas son sólo expectativas, ideas que asumimos que son el "deber ser".
Así que aunque nunca intercambié palabra con él, le agradezco a ese payaso triste.
Porque me ayudó a ver que incluso YO tengo ideas del "deber ser" MUUUY profundo en mi inconsciente que no tienen sentido ni razón para existir.
Intentaré nunca asumir que una persona debe actuar de tal o tal forma simplemente por su profesión, país, costumbre o personalidad.
Intentaré recordar la anécdota del payaso triste y la curiosa reflexión que se me ocurrió varias semanas después de habermelo topado.
Y ya. Tan tan, de eso quería escribir el día de hoy.
Mi audio cápsula de hoy es sobre un panqué delicioso que me tocó comer, así que yaaay!
Aunque sé que nunca verá esto, gracias Monse! Estaba muy rico, om nom nom...
Este ejercicio de grabar audio cápsulas ha sido bastante divertido hasta ahora. Siempre que grabo me comprometo a no borrar nada y simplemente FLUUUIRRRR. Después de subirla, no vuelvo a escuchar mi audiovlog para evitar la tentación de borrarlo o corregir cosas.
Quiero una bitácora sincera de lo primero que pasó por mi mente al reflexionar sobre mi día a día.
Espero estarlo logrando...
M