Pequeños 20: Lavando el pasado.
* * * * * *
"¡Despierten dormilones!"
Le contestaron dos gruñidos sincronizados seguidos de un suspiro sincronizado.
"¡Hoooooola!"
Otro suspiro sincronizado.
Se dio la vuelta para ver a Ed, parado junto a la puerta mirando a los gemelos con los ojos saltones. "¿Ves? Te aseguro que están completamente bien y de regreso a la normalidad."
Solo se encontró con el pequeño quejido del joven, que tenía la boca abierta como un pez.
"Oh, vamos, por ahora no están teniendo sexo el uno con el otro, así que eso debería contar para algo."
Ed podría haber estallado en llamas y Winry ni hubiera parpadeado, con la forma en que él hacia ruidos sordos y se sonrojaba hasta los dedos de los pies.
Puso los ojos en blanco y le quito a Edward la cubeta que le había estado cargando. "Solo dame eso."
* * *
"Me alegra saber que no cambias." Al la miro de mala forma. "Pero de verdad no necesito que me bañes. Ya no soy un niñito, ¿sabes?"
"Si, si." Ella asintió despreocupadamente, aun lavando la gran cantidad de shampoo en su cabello.
"Winry, lo digo en serio." No quería que sonara como berrinche, pero así sonó. "¡Tengo diecisiete! Ni siquiera soy tu verdadero hermano; ¿No deberías de asustarte de mi? ¿O al menos avergonzarte o algo? Tengo a mi cosa aquí afuera, en caso de que no la veas."
Le aventó agua en la cara y él gritó un poco. "He visto suficientes cosas en mi vida para que no me asuste la tuya, así que cállate y déjame lavarte en paz." Contestó mientras le pasaba el agua a su cabeza llena de jabón.
"Fonzy nunca me va a dejar en paz por esto." Murmuró Al, hundiéndose más hasta que el agua le llegaba a la barbilla. Winry le dio otro 'si, si' y él la dejó quitarle el jabón de la cabeza. "Es raro." Dijo, tratando de distraerse a si mismo de su vergüenza. "Siempre me arrastrabas a mi al baño y no a Fonzy."
"Nunca antes te habías negado." Contesto ella, empujándolo para tallarle la espalda."
Al suspiró. "No sabía que no eras mi hermana."
Winry ni parpadeo. "Y Alfons si."
Por un momento, no hubo ningún sonido, además de la esponja tallando la piel.
"... Siempre pensé que Alfons mantenía la distancia contigo, con mamá y papá, pero también pensé que solo era mi imaginación."
"No lo era." Winry dejó la esponja y le mojó la espalda. "Eres el único con el que se abre."
"¿Por qué?"
Winry dio un largo suspiro. "Supongo que es por lo del Senador."
Al miró el agua frente a él, moviéndose, y pensando como decir lo que estaba pensado. "Por que... por que papá, uhh, ¿Mató al Senador?"
"Supongo que si."
Más silencio.
"Sabes," dijo Al, tratando de romper el silencio incomodo. "Nunca lo conocí. Digo, al Senador. Sabes que pasé más tiempo en la calle que en casa, así que, umm..."
"El Senador era todo lo que Alfons tenía."
Al se revolvió, incomodo. "Eso creo. Digo... yo le tenía envidia por que... " se detuvo para tallarse rápidamente la nariz. "Bueno, ¡Pensé que siempre había estado con ustedes! Me preguntaba por qué tenía mucha más suerte que yo."
Winry le pasó los dedos por el cabello. "Lo sé. Eras muy obvio, ¿sabes?" Había una risa en su voz. "Le quitabas todo lo que pudieras. Comida, agua, armas. Era obviamente una venganza."
Al sintió como se le calentaba el rostro. "¡Cállate, tenía diez años!"
"Lo que lo hace aun más comprensible." Winry se levantó y fue hacia la esquina del baño. Regresó con una toalla grande. "Ten."
Al se salió de la tina y tomo la toalla, cubriéndose cuidadosamente entre las piernas para que Winry no lo viera. Ella sacó otra toalla y se la puso en la cabeza. Estuvieron parados ahí, callados, ella secándole el cabello cuidadosamente y él mirándola fijamente.
"Has crecido mucho." Dijo ella de repente.
Al le sonrió. "Voy a recibir el mismo tipo de tratamiento de parte de mamá por algún tiempo, ¿Verdad?"
"Y también de papá." Dijo Winry, sonriendo ampliamente, provocándole a Al un gran suspiro de sufrimiento. "Ahora ve y vístete, a menos de que quieras que yo también lo haga."
Él le hizo caras. "No gracias."
"Bien. Ahora muévete." Dijo ella, estirándose para abrir la puerta.
"Oye, Winry."
Se dio la vuelta "¿Hmm?"
"Gracias. Por todo."
"Ni lo menciones," dijo ella, sonriendo. "Después de todo, soy tu hermana."
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"¡Despierten dormilones!"
Le contestaron dos gruñidos sincronizados seguidos de un suspiro sincronizado.
"¡Hoooooola!"
Otro suspiro sincronizado.
Se dio la vuelta para ver a Ed, parado junto a la puerta mirando a los gemelos con los ojos saltones. "¿Ves? Te aseguro que están completamente bien y de regreso a la normalidad."
Solo se encontró con el pequeño quejido del joven, que tenía la boca abierta como un pez.
"Oh, vamos, por ahora no están teniendo sexo el uno con el otro, así que eso debería contar para algo."
Ed podría haber estallado en llamas y Winry ni hubiera parpadeado, con la forma en que él hacia ruidos sordos y se sonrojaba hasta los dedos de los pies.
Puso los ojos en blanco y le quito a Edward la cubeta que le había estado cargando. "Solo dame eso."
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"Me alegra saber que no cambias." Al la miro de mala forma. "Pero de verdad no necesito que me bañes. Ya no soy un niñito, ¿sabes?"
"Si, si." Ella asintió despreocupadamente, aun lavando la gran cantidad de shampoo en su cabello.
"Winry, lo digo en serio." No quería que sonara como berrinche, pero así sonó. "¡Tengo diecisiete! Ni siquiera soy tu verdadero hermano; ¿No deberías de asustarte de mi? ¿O al menos avergonzarte o algo? Tengo a mi cosa aquí afuera, en caso de que no la veas."
Le aventó agua en la cara y él gritó un poco. "He visto suficientes cosas en mi vida para que no me asuste la tuya, así que cállate y déjame lavarte en paz." Contestó mientras le pasaba el agua a su cabeza llena de jabón.
"Fonzy nunca me va a dejar en paz por esto." Murmuró Al, hundiéndose más hasta que el agua le llegaba a la barbilla. Winry le dio otro 'si, si' y él la dejó quitarle el jabón de la cabeza. "Es raro." Dijo, tratando de distraerse a si mismo de su vergüenza. "Siempre me arrastrabas a mi al baño y no a Fonzy."
"Nunca antes te habías negado." Contesto ella, empujándolo para tallarle la espalda."
Al suspiró. "No sabía que no eras mi hermana."
Winry ni parpadeo. "Y Alfons si."
Por un momento, no hubo ningún sonido, además de la esponja tallando la piel.
"... Siempre pensé que Alfons mantenía la distancia contigo, con mamá y papá, pero también pensé que solo era mi imaginación."
"No lo era." Winry dejó la esponja y le mojó la espalda. "Eres el único con el que se abre."
"¿Por qué?"
Winry dio un largo suspiro. "Supongo que es por lo del Senador."
Al miró el agua frente a él, moviéndose, y pensando como decir lo que estaba pensado. "Por que... por que papá, uhh, ¿Mató al Senador?"
"Supongo que si."
Más silencio.
"Sabes," dijo Al, tratando de romper el silencio incomodo. "Nunca lo conocí. Digo, al Senador. Sabes que pasé más tiempo en la calle que en casa, así que, umm..."
"El Senador era todo lo que Alfons tenía."
Al se revolvió, incomodo. "Eso creo. Digo... yo le tenía envidia por que... " se detuvo para tallarse rápidamente la nariz. "Bueno, ¡Pensé que siempre había estado con ustedes! Me preguntaba por qué tenía mucha más suerte que yo."
Winry le pasó los dedos por el cabello. "Lo sé. Eras muy obvio, ¿sabes?" Había una risa en su voz. "Le quitabas todo lo que pudieras. Comida, agua, armas. Era obviamente una venganza."
Al sintió como se le calentaba el rostro. "¡Cállate, tenía diez años!"
"Lo que lo hace aun más comprensible." Winry se levantó y fue hacia la esquina del baño. Regresó con una toalla grande. "Ten."
Al se salió de la tina y tomo la toalla, cubriéndose cuidadosamente entre las piernas para que Winry no lo viera. Ella sacó otra toalla y se la puso en la cabeza. Estuvieron parados ahí, callados, ella secándole el cabello cuidadosamente y él mirándola fijamente.
"Has crecido mucho." Dijo ella de repente.
Al le sonrió. "Voy a recibir el mismo tipo de tratamiento de parte de mamá por algún tiempo, ¿Verdad?"
"Y también de papá." Dijo Winry, sonriendo ampliamente, provocándole a Al un gran suspiro de sufrimiento. "Ahora ve y vístete, a menos de que quieras que yo también lo haga."
Él le hizo caras. "No gracias."
"Bien. Ahora muévete." Dijo ella, estirándose para abrir la puerta.
"Oye, Winry."
Se dio la vuelta "¿Hmm?"
"Gracias. Por todo."
"Ni lo menciones," dijo ella, sonriendo. "Después de todo, soy tu hermana."
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