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"Tu hermano asusta."
Ed levantó la cabeza de su libro y se sorprendió al ver al estudiante que trataba de ayudarlo el día anterior. Cerró el libro y le sonrió. "¿Verdad?"
"No, en serio," dijo el tipo, golpeando levemente el libro con un dedo. "Es la primera vez que te veo sin él cerca. Generalmente esta a menos de un metro de ti, matando con la mirada a cualquiera que se atreva a mirarte siquiera."
Ed se rió, nervioso, y pensó en decirle a Winry sobre eso. Al podía ser un tipo bastante sigiloso cuando se trataba de acabar con alguien, pero era el guardaespaldas más obvio que jamás se había encontrado.
"¿Y como te deshiciste de él?" preguntó el estudiante, evidentemente sorprendido de encontrarlo solo en esa esquina secreta que había encontrado en la biblioteca de la universidad.
"Lo dejé en el baño," dijo Ed, riéndose.
El estudiante también se rió. "Debió ser difícil crecer junto con él."
Ed esperaba que la forma en la que resopló cubriera el hecho de que no respondió. De verdad que odiaba mentir y ya era muy difícil fingir que Al era su hermano. Este tipo de preguntas lo ponían inesperadamente incomodo, tanto, que por un segundo se preguntó si Al trataba de alejar a la gente para evitar esto.
"Ah," dijo el estudiante. "Se me olvidó preguntar tu nombre."
Ed volvió a mirar al estudiante y sonrió. "Edward Elric, química."
El tipo le tendió la mano, sonriendo ampliamente. "Soy Russell, agricultura. Gusto de conocerte, por fin."
Edward le tomó la mano y la agitó calidamente.
* * *
Winry suspiró frente a Ed. "Nene, en serio. Si te quieres morir, deberías habernos ahorrado la pena y dispararte tu solo, en lugar de ponernos de nervios a todos."
Al menos el niño tenía la gracia de parecer como castigado.
"¿Sabes que después de que Al se dio cuenta de que no estabas, se mojo los pantalones tratando de buscarte, antes de ir con Alfons para confirmar que no, no habías dejado el edificio?"
Ed se balanceo en sus pies.
"¿Sabes que los dos pasaron toda la tarde buscándote por el vecindario, preguntándose si te habían matado, mientras tu dormías por ahí en una maldita biblioteca?"
El chico agacho más la cabeza.
"¿Sabes que por fin nos contactaron, y TODOS nosotros terminamos buscándote por toda la ciudad?"
Winry podía jurar que él trataba de hacer un oyó en el suelo con su pie, para esconderse en él.
"¿Y sabes que Papá no esta contento con los gemelos y decidió castigarlos?"
Ed levantó la cara cuando oyó eso. "¡No fue su culpa!"
"No, no lo fue, pero eso no cambia el hecho de que eres su responsabilidad y fallaron en vigilarte."
"Pero-"
"Y es por eso que tenemos esta conversación, Ed."
EL chico bajó la cabeza de nuevo, y por un momento, nadie dijo nada, antes de que abriera la boca de nuevo. "No desapareceré sin permiso de nuevo."
"Super." dijo ella, levantándose de la única silla en el cuarto de Ed, y dirigiéndose a la puerta. Antes de irse, se sintió obligada de decir algo más. "Mira, se que es difícil vivir constantemente en alerta, especialmente si no estas acostumbrado. Lo entiendo. Al menos, ¿Podrías aligerarnos la carga a todos en lugar de actuar como la Pequeña Señorita Delicada?"
Ed hizo una mueca. "Hago lo mejor que puedo."
"Lo se. Pero no es suficiente. Así que tenlo en mente."
Con eso, Winry salio y cerró la puerta.
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"Lo siento." Alfons lo volteó a ver. Lo miró fijamente por un momento antes de mirar la vista frente a ellos.
Estaban parados en el balcón, el bullicio de la vida nocturna de Ciudad Central debajo de ellos. Alfons no dijo nada, y Ed sintió que se le encogía el corazón de una forma que le hacia querer arrastrase hasta su miserable cuarto y encerrarse, para siempre si era posible.
Sin embargo, antes de poder hacerlo, la suave voz de Alfons lo detuvo. "Se supone que deberías disculparte con Al."
Ed levantó la mirada y vio a Alfons mirándolo con su sonrisa de siempre.
"Debo admitir que fue un buen truco el que hiciste esta tarde."
Ed movió la cabeza. "No debía hacerlo."
Alfons se encogió de hombros. "Tal vez. Pero sirve para probar que no hemos cubierto todo. Prefiero tener este lío ahora, en lugar de más tarde, cuando de verdad estés a un segundo de morir."
Ed se pregunto si el tipo solo lo hacía para hacerlo sentir mejor, pero sus palabras sí lo calmaron. Alfons no estaba enojado con él. Al menos no mucho.
"Pero, aun creo que deberías disculparte con Al. Estaba muy preocupado."
Ed miró a Alfons y a su sonrisa animada, y asintió, esperando que Al no lo matara en cuanto lo viera.
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