Últimamente no escribo nada que sea así ¿cómo decirlo? ah, claro, bueno que sea sobe lo que hago normalmente. De las historias que tengo en curso (originales todas, of course) solo me salen viñetas o trocitos de X personajes. La poca inspiración que tengo se me ha quedado solo y únicamente para un nuevo proyecto: "Rebelión en las aulas" y en lugar de publicarlo vía blogger, lo voy a hacer por aquí, en plan Friends Only, que viene a ser lo mismo pero no es tanta traya.
El personaje principal es, a mi parecer, el mejor personaje que he creado en mi puta vida. Puede que no sea de los mejores que se hayan hecho (de hecho, no tengo tantos humos) pero en cuanto a mi persona, para lo que he hecho yo, pues si. Y bueno, aquí pongo un pequeño trozo de lo que quiera que sea, para que se le conozca un poco.
Por los mejores amigos de este puto mundo.
Estoy sentado en el sofá de piel rojo de un piso reformado a lo vintage en un mugroso edificio de Tenderloin, mi edificio. Me estoy fumando un porro mientras a mi derecha un adicto al ácido se mete la dosis diaria y una puta de las caras me cuenta sus nuevas experiencias sexuales con curas reprimidos; digamos que no tengo las amistades más normales del mundo.
Vivo en un edificio de mala muerte en pleno centro del barrio de Tenderloin, San Francisco, un barrio de mierda lleno de yonkis, putas y vagabundos así como narcotraficantes varios. Un barrio de mierda en el que pasé mi adolescencia y al que le tengo un aprecio importante, y al cual no he querido renunciar pese a mi nivel económico medio.
Vivo debajo de una casa de putas llevada por la novia del chulo de todas ellas, Ninnete, que es la que está sentada a mi lado relatándome con detalles como sufren los curas con la eyaculación precoz y los remordimientos espirituales. De vez en cuando subo a verlas porque son cinco chicas muy majas, y siempre me dan buena conversación. Antes me las tiraba, pero ahora solo somos amigos, no compartimos cama.
De vez en cuando sube Danny, el adicto al ácido, el caballo y la falopa. Danny es el novio de una de las prostitutas, Suzzane, esa que está ahora mismo en la cocina americana preparándose un sándwich mientras su novio se prepara una raya. Danny es un tío majo al que las drogas han reventado el cerebro completamente, pero le tengo aprecio.
Mientras me llevo el porro a la boca y le doy una de esas caladas que hacen que viajes en el tiempo a los setenta y te codees con Bob Marley, Ninnete me termina de relatar que detesta tirarse a curas porque, aunque pagan bien, no tienen ni idea de follar como Dios manda. Irónico, ¿no? Yo le digo que no se sulfure, que luego vienen los recién divorciados y esos tienen más gancho, aunque Ninnete insiste que como su "Johnny" no hay nadie.
Johnny es su novio formal y el chulo encargado de cobrar un sesenta por ciento de los trabajos. El tío vive de puta madre y no tiene ni el graduado escolar.
Vivo rodeado de sujetos catalogados como amorales y desvergonzados por la mayoría de la sociedad. La gente con la que más me relaciono consiste en proxenetas, fulanas, drogadictos y vagabundos adictos al porno barato. Podría decirse que vivo en una flora hostil con una fauna sin moral alguna.
Pero, sinceramente, prefiero a una de mis prostitutas preferidas a una mujer con un vestido de Chanel y tantas operaciones como dinero en la cartera. Estoy más a gusto con un adicto al sexo que con un sacerdote pajillero. Puedo soportar a un yonki, pero me cago en los adictos al trabajo. Y prefiero a un delincuente juvenil que a un puto niño de mamá malcriado y consentido.
Mientras me termino el porro y Ninnete se va a hacer una de esas infusiones suyas que le ponen a tono antes de que le venga el próximo viejo verde, Danny se frota la nariz, que le sangra levemente por el contacto de los pequeños cristales con sus venas nasales. Yo le doy un par de palmaditas en la espalda para que estornude, mientras otra ramera, Lorraine, sale de una de las habitaciones con un tipo bien vestido y trajeado.
Prefiero a los puteros salidos que no tienen dónde caerse muertos que a los putos empresarios con familia e hijos que se gastan el dinero del "tabaco" en putas.
Nosotros despedimos al tío, que nos mira nervioso, con la mano. Seguramente ahora se repeinará y se irá a su casa, con su flamante coche nuevo y sus queridos hijos, acariciará a su puto y jodido perro y le dará un beso a su mujer con esa boca que acaba de recorrer el cuerpo entero de una puta.
Prefiero a los que van de frente, y no a los jodidos hipócritas que luego te miran por encima del hombro.
-Tío, creo que me he esnifado mal esta mierda-Me dice Danny, que está adquiriendo un color amarillento preocupante.
Así que, mientras dejo lo poco que queda del canuto en el cenicero de la mesa que hay frente al sofá, Ninnete vuelve con su taza de cosa-rara-afrodisíaca, Suzzete corre a socorrer a su novio y yo bostezo con aburrimiento.
A veces uno elige mal a sus amigos, otras simplemente los elije sin importarle una puta mierda de dónde cojones vengan. A mí me la suda a quien se folle Ninnete o qué se meta Danny, yo voy a encenderme otro porro y voy a dedicarles la cogorza a los mejores amigos de éste puto mundo.
Ya se que el tono es de esos bizarros que puedes flipar, que me paso la amabilidad por el forro y que educación 0. Pero bueno, es lo que tiene tirarse un verano entero leyendo a Chuck Palahniuk como una posesa de mierda, que al final los contenidos literarios que salen de tu persona no son, precisamente, amables. Pero en fin.
Yo estoy bastante satisfecha con éste tipo de narración, aunque entiendo que pueda haber gente que termine aborreciéndola con toda su maldita alma xD