Jan 16, 2007 18:52
Reto: Tabla 100 drables - Aire.
Rating: PG
Pairings, spoilers...: OC
Comentarios: Dadme una canción y moveré el mundo. O algo.
El aire le trae la música, la calidez, y pequeñas chispas, diminutas partículas incandescentes, que se escapan del fuego. El aire lo despeina y lo acaricia, el aire lo mantiene despierto y, a la vez, lo embriaga. Cierra los ojos, inspira. Los músicos, esos que no se cansan nunca, al otro lado de la hoguera, cambian suavemente los acordes, un poco cada vez, hasta que tienen una nueva canción, sin haber hecho el silencio en ningún momento. Dos corrientes diferentes, las dos cargadas de las melodías suaves, lo golpean, una de cada lado, cada una habiendo rodeado la hoguera en un sentido. Su pelo sube, aletea, cae sobre sus ojos y vuelve a alzarse.
Y él abre los ojos, mira a su recién conocido amigo, y sonríe.
Él, Iain, estirado sobre la pierna izquierda y apoyado en el codo, le sonríe también, de lado, muy suavemente, mientras vuelve la vista a la hoguera, donde una muchacha, ya lo ha notado él hace rato, no deja de atraerlo, hipnóticamente. Sin hacer, curiosamente, nada más que estar de espaldas a él.
Chris cierra los ojos y se echa hacia atrás, volviendo a la ilusión de la música, corriendo, volando, llegando hasta él, por un lado y otro de la fogata. El violín, la flauta, ese tambor delicioso que quiere para sí, para que le marque el resto de la vida cómo ha de batir su corazón...
Iain dice algo, muy rápido y riendo, a alguien más, que él no entiende pero que lo obliga a abrir los ojos. El otro, sea quién sea, para él nada más que una sombra negra contra el resplandor, replica, en gaélico mordaz, algo sobre dar cuartel a las muchachas. Y ríen algo más, e Iain mira a Chris, y asiente, y hace gesto de levantarse.
-Vamos -le sugiere, con un encogimiento de hombros.- Empiezan a hablar mal de nosotros. Dicen que somos blandengues. Habrá que enseñar a los mayores cómo se hace el Samhain, ¿no?
No, está tentado de decir, sin abandonar su enorme sonrisa. ¿Bromea? Estar estirado en un rincón, en medio de todo y, a la vez, en tanta paz, es tan genial como se puede estar en este mundo. Es tan genial como saber que el resto de su vida le pertenece, que no importa, que puede hacerlo casi todo, siendo su propio amo, como quedarse a los festejos, como no perderse todo aquello, como ser parte de algo, otra vez. Por primera vez. Lo que fuere.
Y entonces Iain se aleja tres pasos, y saluda a una muchacha que para él es borrosa y, de nuevo, completamente oscura al trasluz, y se acerca, y la abraza, muy suavemente, y baila con ella.
Y Chris, sólo lejanamente molesto consigo mismo por la paz perturbada, se sienta, hace a un lado el plaid, se levanta, se acerca a la hoguera. De espaldas a Iain, se presenta a otra muchacha, que es un claroscuro a su lado. Pronto, muy pronto, le está hablando al oído. La está mirando, la cabeza inclinada, una sonrisa pintada en sus labios, para ella, sólo para ella, y su mano reposa,lo más levemente, sobre su espalda. Ella ríe. Alza un hombro y se encoge encantadoramente, riéndose.
Y él inspira el aire, que le trae música, y calidez, y el olor dulce de todos sus deseos colmados
tabla_100