Retos 1ª parte

Oct 12, 2009 20:56

Justin ríe y le abraza por detrás mirando a los dos jóvenes recoger las cosas mientras ríen con esa confianza que te da estar plenamente enamorado. Ya tendrá tiempo para decirle a Brian que Andy no es solo el novio de Gus sino su prometido. Ya puede oír los gritos, reclamando que le queda mucho por hacer hasta llegar a eso.
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Título: Son esas pequeñas cosas las que te hacen pasar los límites
Para: urderkesthai
Pairing: Jared/Jensen
Palabra: beso
Resumen: Jared siempre está pasando los límites con él y Jensen no puede esperar para saber la razón
Notas: año 2006, tras el beso que Jared intenta darle a Jensen en los Critics Choice Awards


No suele sentarse a pensar en el sofá de su caravana mientras fuera se decide que planos tienen que grabar hoy. Normalmente está muy ocupado jugando a los dardos con Jared, paseando a los perros de Jared o comiendo burritos y enchilada… con Jared.

No es que su compañero de reparto y mejor amigo esté en cada una de las facetas de su vida, o sí, pero posiblemente se esté dando cuenta como en una epifanía, de que también está en algunas de ellas en las que no debería estar. Vale se está liando.

Es como intentar besarle en los Critics Choice awards y luego desaparecer, como abrazarle en las fiestas de la CW y sonreír con todos los dientes como si le gustara la broma pero en realidad le gustara más sobar a Jensen, como salir en la mayoría de fotos que Google le reporta cuando busca Jared Padalecki apoyado en él, tocándole, bromeando cuando los reporteros les dicen que parecen más que hermanos.

Tiene algunos ejemplos en los que Jared, su amigo, su hermano, Jared se salta el límite y al principio le parecía que todo era parte del espectáculo pero ahora no está muy seguro.

-                   Hey Jen, hace un día estupendo, vamos a la tienda de las madalenas de colores

-                   Qué?- es ese tipo de cosas que Jared hace. No le deja pensar y entra como si fuera un puto huracán tropical, sonriendo y pegando botes (un día va a hacer un agujero en el suelo) como si le emocionara su presencia y pensara que ir con él a cualquier parte, y cualquier parte quiere decir o bromas o comida, fuera lo que le hace más feliz en el mundo, más que Sandy, más que los perros, más que San Antonio.

-                   La tienda que tiene esas madalenas azules con lacasitos o color rosa con virutas, la que está cerca de aquí- es como un niño

-                   Eh, no rodamos?- entonces Jared pone esa cara de “en que mundo vives” y parece que va a decir algo que le deje en evidencia pero se sienta a su lado y se echa un mechón de pelo hacia atrás, preocupado aunque no demasiado.

-                   Jen, que te pasa?- has intentado besarme como en una travesura solo que, piensas en algo más que no sea en tocarme? Te gusto?- te ha venido la regla?

Lo sabía.

-                   Pensaba que, creía que había cosas pendientes

-                   Las hay pero al director le falta un escenario y un…por que hablamos de esto en vez de estar comiendo madalenas?- vuelve a lo mismo pero peor porque se apoya en su hombro y nota el pelo de Jared cayendo por su brazo y esa es una de las cosas que le hace pensar que su relación es de todo menos normal.

-                   Jared- parece serio, voz ronca, ojos semicerrados, realmente serio - solo me preguntaba…bueno estaba pensando- dilo ya! Le dice su mente- planeaste besarme en los Critics Choice awards?

Y lo peor del mundo, ahora que ha hecho poco menos que un archivo enorme en su cabeza de momentos en los que Jared ha pasado de la raya es su cara, cómica, perversa de una forma que no imaginaba.

-                   No, nunca lo preparo.

-                   Ni cuando estoy hablando y vienes y me abrazas por detrás, o cuando simplemente me abrazas?

-                   Te avergüenza?- y vuelve a parecer un niño pequeño.

Jared? Avergonzarle? Podría avergonzarle si no fuera Jared y si no hubiera conseguido que su vida dejara de ser una mierda en la que nunca se vuelve a casa, ni se ve a los amigos. Porque con él los nueve meses de rodaje se pasan más rápido y porque le echa de menos el resto del año y supone que es la única familia que tiene cuando no tiene a nadie de su familia cerca.

No podría avergonzarse de eso.

-                   No Jay. Solo que…que no somos como los demás- consigue decir

-                   Lo sé- y parece tan normal cuando lo dice que hace que Jensen sonría, de verdad. Que más da lo que haga Jared si lo hace por él.

-                   Habrías llegado a besarme?- no sabe si quiere saber la respuesta pero le apetece jugar, o eso se dice y en realidad le apetece probarle, porque nadie puede quererle así, sin más, como si pasar el límite no fuera una reivindicación sino una necesidad. Juega con él porque Jensen es el primero que necesita que Jared pase el límite e invada  su espacio de seguridad y su miedo al que dirán.

No recibe una respuesta verbal pero llega a saber la respuesta. Llega en forma de un tenue beso en los labios, sin lengua, solo presión. Jared se agacha y le besa y es corto pero su pelo llega a hacerle cosquillas en la cara y puede que sea lo que le hace reírse pero seguro que no.

-                   Anda venga…vamos a por esas madalenas

Y tiene que seguirle porque es Jared, no son normales pero lo único que tiene son sus sonrisas, sus bromas y sus atracones a madalenas. Quizá lleguen a pasar el siguiente límite, no lo sabe y puede que le asuste pero cada imagen, cada vídeo que ve de los dos le hace sentirse seguro, en casa.
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Título: Y en el camino, al final de todo
Para: sheislilyx
Pairing: Dean/ Sam
Palabra: Cariño ( no está incluida como palabra sino como lo que significa como sentimiento)
Resumen: los demonios se comen las calles del mundo, pero Lucifer está cerca
notas: post 5ª, en un futuro no muy lejano. Supùestamente es como un final

 
La calle estaba llena de las ramas caídas de los árboles, trozos de arcén levantado y ningún signo vital, señal de una calle abandonada por el hombre y tomada por los demonios. Dean caminó mirando a ambos lados, dando pasos pequeños pero seguros, esperando que en cualquier momento la tierra se abriera y el infierno volviera a por él.

Habían matado a tantos demonios en las últimas semanas que ni siquiera había llegado a limpiar toda la sangre de su chaqueta y sin embargo solo había sido un rasguño para Lucifer, que vagaba buscando a Sam para conseguir un recipiente más perfecto, mucho más potente. Por eso le había dicho que se encerrara en el último motel que habían visitado en Houston, ciudad en ruinas por aquel entonces.

No es que supiera cuantos eran en aquel momento, pero casi podía escuchar sus risas así que cogió el cuchillo de Ruby con fuerza, esperando volver a matar a una manada de sucios engendros infernales. Apretó los dientes preparado para la lucha ante un signo de movimiento en el horizonte pero un sonido agudo le hizo recular:

-                   Dean? Dean- contestó al teléfono o pensarían que estaba muerto

-                   Lo siento…no me acostumbro a que me llame un ángel por teléfono

-                   Donde estáis?- La voz de Castiel era serena, como siempre la había mantenido, aunque había aprendido a matar a todo el que se interpusiera en su camino, ya no se fiaba de ángeles ni demonios.

-                   En Houston- respondió Dean, aunque poco quedaba ya del urbanismo de la ciudad.

-                   Ya lo sé, he estado en el motel que me dijiste…me refiero a…sé donde está la Colt.

Un rayo iluminó la mente de Dean y pensó que tenían una oportunidad, pero al mismo tiempo su corazón dio un brinco, un aleteo de furia y cansancio.

-                   Cass, no has visto a Sam?

-                   No, por eso os he preguntado...

-                   Mierda- colgó el teléfono con un solo movimiento y volvió a sacar el cuchillo, seguro de que si Sam no estaba en la habitación es que algo más grande estaba sucediendo. Podía notar a Lucifer cerca pero sabía que no iba a matar a Sam.

Sin embargo no podía asegurar lo mismo de sí mismo pues en cuanto le viera iba a clavarle el cuchillo, y quizá muriera y seguro que no mataría pero así al menos Sam podría tener una oportunidad de escapar.

Solo pensaba “por favor, que no le haya dicho sí”

Entre una horda de más de doce demonios pudo ver la silueta de Lucifer en forma de hombre joven y a su hermano, arrastrado en el suelo, maniatado y siendo parte del espectáculo y no pudo soportarlo, tenía que luchar aunque fuera en desventaja.

Sabía que sería difícil llegar hasta el demonio pues sus lacayos estaban allí para ponérselo demasiado difícil pero se armó de valor y los mató a todos, quedando delante de Lucifer, quién levantó a Sam poniéndolo entre él mismo y Dean.

-                   Estúpido- dijo, Sam intentaba soltarse pero el poder de Lucifer era tal que podía conseguir que no se moviera- Hola, Dean. Estábamos charlando Sam y yo.

-                   No parece muy interesado en tu conversación- dijo Dean con desdén, el cuchillo aferrado y solo pensaba: cuando voy a morir? Seguro que puede matarme desde ahí.

-                   Por desgracia, debería, pero no logro convencerle, y mi oferta es buena…tu hermano, Sam, a cambio de un sí.

Dean pensaba lanzarse pero notó una mano invisible en su cuello  que empezaba a ahogarle, era lo mejor si el siguiente paso era ver a Sam convertirse en el rey del infierno y deseó que su hermano pequeño no fuera tan débil.

Que él no fuera su talón de Aquiles.

-                   Sam no le hagas caso, va a venir- la voz se escapaba de su garganta, a punto de romperse el cuello con una fuerza sobrehumana

-                   Si te refieres al Apocalipsis sí, Dean, está aquí entre nosotros.

Solo esperaba que Sam le hubiera entendido, que pese a su muerte, todavía había esperanza, que no podía condenar al mundo por ver a su hermano vivo.

-                   Dean- Sam le miró buscando aprobación pero los ojos de Dean estaban tranquilos, no mostró dolor ni pena, solo fuerza, la fuerza que necesitaba que su hermano tuviera para no caer.

-                   Sam, solo di sí

-                   No Sam…tomará tu cuerpo y luego me matará igualmente, no creas a este hijo de puta…no quiero ver como tú acabas conmigo.

Prefería morir en manos de ese desconocido de ojos tristes, como si el cuerpo de Lucifer fuera un recipiente gastado, demasiado pequeño para alguien como él.

Dean esperaba la muerte y quizá el cielo, o el infierno por segunda vez pero le daba igual, porque la tierra ya era un infierno.

Pero no sabe como, no murió. La mano de su cuello se soltó y al abrir los ojos supo que Sam había hecho algo.

Lucifer sangraba y eso no le gustaba, un demonio de tal ego no moriría desangrado pero Sam solo vio una escapatoria de esa forma. La herida se curaría pero el brazo que se cernía sobre su hermano dejaría de actuar.

El recipiente se esfumó pero la forma demoníaca creció como la onda expansiva de una bomba tirando a Sam al suelo.

-                   Sam!!

-                   No necesito más poder del que tengo ahora- Dean estaba, por primera vez , frente al mismísimo demonio, una fuerza sobrenatural que movía los cimientos de la tierra con pies de plomo.

A eso no se le podía matar. Fuera antes o ahora, él y la tierra estaban condenados a desaparecer. Su voz rompería edificios pues era la voz de un ángel que ha sido encerrado durante eones, su forma real era tan aterradora que su silueta mataba todo lo que tocaba. Dean miró a Sam, tendido en el suelo, como el resultado de un incendio en Kansas en 1983, desprotegido por primera vez, lejos de sus brazos y sus armas.

El demonio tembló y Dean supo que le quemaría durante años, un gatillazo sonó en el cielo rojo apocalíptico y una luz brotó de la extraña criatura. Su aura descendió y el cielo se volvió violeta mientras un hombre de ojos tristes, solo el recipiente, yacía en el suelo, víctima de un balazo.

Dean se levantó aunque sus piernas no le sostenían. Lucifer no se movía, pero Sam tampoco y en el ferviente nuevo horizonte de Texas, un ángel con gabardina sujetaba un arma. Dean quería correr, pero sus pulmones aún no habían llegado a ser humanos.

Castiel llegó antes que él hasta Sam, semblante serio, como siempre, los ojos vidriosos, la Colt en el suelo.

-                   Dean, lo siento, yo, tuve que matar cien demonios para conseguirla, tuve que abandonar mi recipiente para luchar…fue…

Dean no le escuchaba, mecía a Sam como si aún fuera un niño, su niño

-                   Sammy…oh dios, otra vez no- sollozaba parloteando como si estuviera loco-, es lo único que tengo, no, joder! Dios- solo miraba a Sam incapaz de darse cuenta de que Castiel estaba inmóvil, como escuchando una voz que no llegaba de ninguna parte.

-                   Está bien, lo haré- solo cuando Dean le escuchó hablar pudo mirarle, sonreía como nunca le había visto, cerró los ojos y su cuerpo se desmayó y cayó al suelo. En ese instante Sam abrió los ojos

-                   Dean- susurró. Su hermano le abrazaba tan fuerte que le dolían los músculos, pudo ver que había llorado y al ángel tendido a su lado.

-                   Qué ha pasado?- consiguió decir algo aturdido

-                   Estabas muerto, joder- fue lo único que Dean consiguió decir pero entonces Castiel se levantó, con otra mirada, aturdido como ellos, mirándoles como si de verdad no supiera que decir.

Entonces Dean supo que ya no era Castiel, que era Jimmy. El hombre sonrió como si contuviera la mayor verdad dentro de su ser. Les miró, tendidos en el suelo, deshechos y desquebrajados como las grietas de la acera de Houston, dispuesto a marcharse, a casa.

- Castiel?- preguntó Sam, que aún no entendía lo que estaba pasando.

- Tranquilos- dijo el hombre- ahora está con él.
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Al resto no desesperéis!!

Y ahora me dice que no caben y tendré que hacer un post con un solo reto, que asco

El que falta de QAF Aqui

spn fics, retos frescos, queer as folk

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