QAF AU: Chico de catálogo III
Título: Chico de catálogo
Autor: lynx_pal
Género: AU
Resumen: El mejor trabajo del mundo para alguien que disfruta con el sexo es hacer que otros disfruten viéndolo y cobrar por ello, pero esta idea puede convertirse en tu peor perdición cuando encuentras algo que te hace clic, esa pequeña señal que te dice que el contacto no es suficiente.
Advertencia:Nc- 17 con sexo no siempre presente pero si implícito.
Notas: Brian tiene 24 años (aspecto 1ª temporada más o menos) y Justin 21 (3ª por el pelo) , es una diferencia de edad nunca vista pero encaja con el AU.
Capítulo 4: Cuando esa noche es la noche
Le tumbó en la cama y sintió que temblaba pese a que había cerrado la ventana y por un momento vino a su cabeza que quizás Justin pensaba en él como el actor porno. Se notaba que tenía miedo de no estar a la altura, de estar con él como otros antes y no darle lo que buscaba y necesitó recordarle algo:
- Justin, soy solo un hombre…uno más de los hombres con los que has estado- puede que no creyera en el amor pero su filosofía de cuidar al amante con el que estuviera en cada momento era lo que le había dado un nombre en el porno.
- Ya lo sé pero…lo deseo tanto- le tocaba con la prisa de un principiante hasta que Brian le miró a los ojos y comprendió que debía calmarse.
A partir de ahí todo fue increíble.
Recordaba la boca de Justin. Tan cerca de su ombligo, su aliento haciéndole cosquillas donde más duele, sus brazos en todas partes, sus labios rodeando la base de su polla, poco a poco, metiéndosela en la boca, tal y como él mismo le explicaba a los principiantes que debían hacerlo.
Se desnudaron con rapidez, pero Justin no dejó de utilizar su boca en todas partes, no importaba el tiempo que estuviera dedicando a su cuerpo sin ni siquiera tocarse. Brian lo miraba, le acariciaba el pelo intentando respirar, era un experto en aguantar pero no iba a aguantar demasiado si Justin seguía llevando las cosas tan rápido, entregándose totalmente a él.
Le dio la vuelta. Debía llevar las cosas hacia su terreno porque él era el experto, le abrió las nalgas y comenzó a acariciarle su abertura, primero solo por fuera y luego introduciendo un dedo que había chupado primero. Justin gemía agarrado a las sábanas, con los ojos entrecerrados, tan sexy, que Brian estuvo a punto de penetrarle y olvidarse de todo lo que estaba haciendo, pero no le dejaría así, su lengua daría buena cuenta de él entrando en su interior, humedeciéndolo, acariciando su polla por delante, dándole un 2x1 en sensaciones.
Justin se arqueaba buscando más fricción, intentando follarse con la lengua de Brian, tan maestra y juguetona a la vez, se movía guiado por una fuerza sobrenatural a través de la velocidad que le causaba más placer.
- Dios Brian.
Eso era Brian, un dios, un maestro, el hombre más guapo y con el cuerpo más bonito que había visto nunca y el hombre que mejor había sabido conquistarle, sin convencionalismos. Un hombre con un gran ego y un gran miembro que le hacía llegar al clímax.
Estuvo a punto de correrse en cada embestida, desde la primera, sin manos ni otras fricciones.
- Brian, por dios, tócame por dios- aunque eso fuera su final y quién sabe si el final de los polvos con ese dios del sexo.
- Just- le ponía demasiado que le pidiera las cosas- Sunshine
Por primera vez ese nombre sonó sucio y Justin tuvo ganas de besarle pero solo pudo que agarrarse a sus muslos, que golpeaban sus nalgas. Pareció que Brian le leía la mente pues le agarró de la cara y le besó los labios, sin lengua, un simple roce húmedo, desquiciado, que hizo que se corrieran a la vez con un chorro abrasador que dolía demasiado, respirando con dificultad, confundidos.
- Joder. Te lo tenías muy callado- susurró Brian casi sin fuerzas, Justin le miró de reojo sonriendo como un niño
- Quieres que me quede?- preguntó entre asustado y responsable. Pese a todo no sabía qué quería Brian de él
- Si. Podemos intentarlo por la mañana- Brian puso una casa lasciva y Justin se tiró sobre él, jugando y riendo como dos críos.
- Cochino
- Mira quién fue a hablar.
Despertarse con Justin fue lo más raro que le había sucedido nunca y ni siquiera sabía si estaba bien o mal, si era lo que quería en un principio. No era como un compañero de trabajo en el que los polvos duraban tres tomas ni como un amante ocasional que se vestía después de haberse corrido con la estrella del porno.
Al ver a Justin durmiendo apaciblemente pensó que para él no era más que Brian, un chico de Mykonos que le gustaba y sin embargo eso no le disgustó. Estaba harto de no poder demostrar que las cosas que hacía por sí mismo, como persona individual también eran importantes, solo esperaba que el chico no se hubiera enamorado de él. Una cosa era un pequeño affair de verano y otra muy distinta una relación sentimental (tenía fobia incluso a ese término)
Capítulo 5: El trabajo y las consecuencias
- Vaya, pareces cansado- no podía soportar las palabras condescendientes de un técnico de sonido
- Estoy bien- respondió Brian mojándose la nuca- hace calor, eso es todo
- Ese último polvo no ha sido muy entregado- Por supuesto ese estúpido empleaducho que solo le tenía envidia no sabía lo entregado que había sido su polvo de anoche.
- Eso es porque mi amante aún llevaba pañales.
Y se fue sin dar más explicaciones. Lo cierto es que la noche con Justin le había marcado para bien. Elegir un amante siempre era mucho mejor que esperar que la inspiración surgiera con cualquiera.
Se dirigió corriendo a grandes zancadas al despacho improvisado del productor en Mykonos. Tenía una de las habitaciones más lujosas e iluminadas de todo el hotel, era tan grande que incluso cabía una entrada y una mesa de escritorio de mármol blanco en ella. Gavin solía pasarse los días allí, eligiendo que fotos colgar en la página web o que segmentos de vídeo introducir en cada película.
- Gavin
- Brian!- el hombre levantó la mirada, al moreno le parecía que fingía para tenerle siempre completo- quieres tomar algo?
- No, ya me voy..quería pedirte, que coño, exigirte…
- Quieres más dinero?
Como si todo fuera una cuestión de eso, como si no tuviera bastante con ser independiente y pagarse la carrera de publicidad con lo que ganaba en la agencia.
- Quiero más libertad, quiero elegir a quién me follo
- Ya lo haces
- Quiero elegirlo en la pantalla, si no lo hago tendrás una escena como la de hoy, sin química- el hombre se levantó pero no parecía desafiante sino divertido
- Es que eres tú el que tiene que ponerla, no olvidemos que eres actor
- Los actores no penetran a sus compañeros ni tienen que correrse gritando. Estoy harto de tu promesa de que me dejarás llevar el marketing de la empresa, el porno está bien si es legal y yo quería seguir en esto, pero siento que me mientes para que me quede.
- Eso no es verdad, tienes veinticinco años ya Brian, no va a quedarte mucho para ser novedoso, un joven al que cada cuarentón aburrido quiera tener gimiendo en su sofá para conseguir una paja.
- Más vale que se lo digas a esos hombres, por que si no me voy.
Entonces Gavin George sí que pareció precocupado, conocía el carácter de Brian y que no mentía.
- Yo soy el que produce…
- Y yo el que folla…abandonaré Mykonos esta misma noche.
Y en cuanto lo dijo supo que quizá no se despediría de Justin, que si perdía su trabajo no valdría la pena. Quién querría a una ex estrella del porno que fracasa antes de los treinta por una rabieta inútil?
Gracias por vuestra paciencia!! pensad que habrá fic pronto aunque no sea este
Autor: lynx_pal
Género: AU
Resumen: El mejor trabajo del mundo para alguien que disfruta con el sexo es hacer que otros disfruten viéndolo y cobrar por ello, pero esta idea puede convertirse en tu peor perdición cuando encuentras algo que te hace clic, esa pequeña señal que te dice que el contacto no es suficiente.
Advertencia:Nc- 17 con sexo no siempre presente pero si implícito.
Notas: Brian tiene 24 años (aspecto 1ª temporada más o menos) y Justin 21 (3ª por el pelo) , es una diferencia de edad nunca vista pero encaja con el AU.
Capítulo 4: Cuando esa noche es la noche
Le tumbó en la cama y sintió que temblaba pese a que había cerrado la ventana y por un momento vino a su cabeza que quizás Justin pensaba en él como el actor porno. Se notaba que tenía miedo de no estar a la altura, de estar con él como otros antes y no darle lo que buscaba y necesitó recordarle algo:
- Justin, soy solo un hombre…uno más de los hombres con los que has estado- puede que no creyera en el amor pero su filosofía de cuidar al amante con el que estuviera en cada momento era lo que le había dado un nombre en el porno.
- Ya lo sé pero…lo deseo tanto- le tocaba con la prisa de un principiante hasta que Brian le miró a los ojos y comprendió que debía calmarse.
A partir de ahí todo fue increíble.
Recordaba la boca de Justin. Tan cerca de su ombligo, su aliento haciéndole cosquillas donde más duele, sus brazos en todas partes, sus labios rodeando la base de su polla, poco a poco, metiéndosela en la boca, tal y como él mismo le explicaba a los principiantes que debían hacerlo.
Se desnudaron con rapidez, pero Justin no dejó de utilizar su boca en todas partes, no importaba el tiempo que estuviera dedicando a su cuerpo sin ni siquiera tocarse. Brian lo miraba, le acariciaba el pelo intentando respirar, era un experto en aguantar pero no iba a aguantar demasiado si Justin seguía llevando las cosas tan rápido, entregándose totalmente a él.
Le dio la vuelta. Debía llevar las cosas hacia su terreno porque él era el experto, le abrió las nalgas y comenzó a acariciarle su abertura, primero solo por fuera y luego introduciendo un dedo que había chupado primero. Justin gemía agarrado a las sábanas, con los ojos entrecerrados, tan sexy, que Brian estuvo a punto de penetrarle y olvidarse de todo lo que estaba haciendo, pero no le dejaría así, su lengua daría buena cuenta de él entrando en su interior, humedeciéndolo, acariciando su polla por delante, dándole un 2x1 en sensaciones.
Justin se arqueaba buscando más fricción, intentando follarse con la lengua de Brian, tan maestra y juguetona a la vez, se movía guiado por una fuerza sobrenatural a través de la velocidad que le causaba más placer.
- Dios Brian.
Eso era Brian, un dios, un maestro, el hombre más guapo y con el cuerpo más bonito que había visto nunca y el hombre que mejor había sabido conquistarle, sin convencionalismos. Un hombre con un gran ego y un gran miembro que le hacía llegar al clímax.
Estuvo a punto de correrse en cada embestida, desde la primera, sin manos ni otras fricciones.
- Brian, por dios, tócame por dios- aunque eso fuera su final y quién sabe si el final de los polvos con ese dios del sexo.
- Just- le ponía demasiado que le pidiera las cosas- Sunshine
Por primera vez ese nombre sonó sucio y Justin tuvo ganas de besarle pero solo pudo que agarrarse a sus muslos, que golpeaban sus nalgas. Pareció que Brian le leía la mente pues le agarró de la cara y le besó los labios, sin lengua, un simple roce húmedo, desquiciado, que hizo que se corrieran a la vez con un chorro abrasador que dolía demasiado, respirando con dificultad, confundidos.
- Joder. Te lo tenías muy callado- susurró Brian casi sin fuerzas, Justin le miró de reojo sonriendo como un niño
- Quieres que me quede?- preguntó entre asustado y responsable. Pese a todo no sabía qué quería Brian de él
- Si. Podemos intentarlo por la mañana- Brian puso una casa lasciva y Justin se tiró sobre él, jugando y riendo como dos críos.
- Cochino
- Mira quién fue a hablar.
Despertarse con Justin fue lo más raro que le había sucedido nunca y ni siquiera sabía si estaba bien o mal, si era lo que quería en un principio. No era como un compañero de trabajo en el que los polvos duraban tres tomas ni como un amante ocasional que se vestía después de haberse corrido con la estrella del porno.
Al ver a Justin durmiendo apaciblemente pensó que para él no era más que Brian, un chico de Mykonos que le gustaba y sin embargo eso no le disgustó. Estaba harto de no poder demostrar que las cosas que hacía por sí mismo, como persona individual también eran importantes, solo esperaba que el chico no se hubiera enamorado de él. Una cosa era un pequeño affair de verano y otra muy distinta una relación sentimental (tenía fobia incluso a ese término)
Capítulo 5: El trabajo y las consecuencias
- Vaya, pareces cansado- no podía soportar las palabras condescendientes de un técnico de sonido
- Estoy bien- respondió Brian mojándose la nuca- hace calor, eso es todo
- Ese último polvo no ha sido muy entregado- Por supuesto ese estúpido empleaducho que solo le tenía envidia no sabía lo entregado que había sido su polvo de anoche.
- Eso es porque mi amante aún llevaba pañales.
Y se fue sin dar más explicaciones. Lo cierto es que la noche con Justin le había marcado para bien. Elegir un amante siempre era mucho mejor que esperar que la inspiración surgiera con cualquiera.
Se dirigió corriendo a grandes zancadas al despacho improvisado del productor en Mykonos. Tenía una de las habitaciones más lujosas e iluminadas de todo el hotel, era tan grande que incluso cabía una entrada y una mesa de escritorio de mármol blanco en ella. Gavin solía pasarse los días allí, eligiendo que fotos colgar en la página web o que segmentos de vídeo introducir en cada película.
- Gavin
- Brian!- el hombre levantó la mirada, al moreno le parecía que fingía para tenerle siempre completo- quieres tomar algo?
- No, ya me voy..quería pedirte, que coño, exigirte…
- Quieres más dinero?
Como si todo fuera una cuestión de eso, como si no tuviera bastante con ser independiente y pagarse la carrera de publicidad con lo que ganaba en la agencia.
- Quiero más libertad, quiero elegir a quién me follo
- Ya lo haces
- Quiero elegirlo en la pantalla, si no lo hago tendrás una escena como la de hoy, sin química- el hombre se levantó pero no parecía desafiante sino divertido
- Es que eres tú el que tiene que ponerla, no olvidemos que eres actor
- Los actores no penetran a sus compañeros ni tienen que correrse gritando. Estoy harto de tu promesa de que me dejarás llevar el marketing de la empresa, el porno está bien si es legal y yo quería seguir en esto, pero siento que me mientes para que me quede.
- Eso no es verdad, tienes veinticinco años ya Brian, no va a quedarte mucho para ser novedoso, un joven al que cada cuarentón aburrido quiera tener gimiendo en su sofá para conseguir una paja.
- Más vale que se lo digas a esos hombres, por que si no me voy.
Entonces Gavin George sí que pareció precocupado, conocía el carácter de Brian y que no mentía.
- Yo soy el que produce…
- Y yo el que folla…abandonaré Mykonos esta misma noche.
Y en cuanto lo dijo supo que quizá no se despediría de Justin, que si perdía su trabajo no valdría la pena. Quién querría a una ex estrella del porno que fracasa antes de los treinta por una rabieta inútil?
Gracias por vuestra paciencia!! pensad que habrá fic pronto aunque no sea este