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Hace mucho que no uso esto como solía hacerlo, la vida cambia, qué le vamos a hacer.
Hoy quería decirte que te quiero.
Eso no es nada nuevo, espero que sea algo que tú ya sabes. Pero echo la vista atrás para ver qué ha sido este año y ahora que volvemos a tener más tiempo para estar juntos, no puedo menos que alegrarme.
Ha sido un año duro, de mucho esforzarse, mucho llorar, mucho seguir adelante sin tiempo para pensar y puedo decir con seguridad que si no hubieras estado a mi lado me habría vuelto loca.
Ahora todo eso queda atrás y vuelve a ser verano: días largos para estar juntos sin tener que mirar el reloj, sin cronometrar el tiempo, sin hacer malabarismos el fin de semana porque tengo que estudiar o quedar para hacer un trabajo (o tres).
Ahora volvemos a estar tranquilos, a hacer planes, a irnos juntos a ninguna parte a no hacer nada.
Mucha gente no lo entiende y a decir verdad, no me importa. Ellos no saben lo que somos, lo que hemos vivido juntos. No saben lo que has hecho por mí, lo que haces cada día, las cosas que me has aportado, la serenidad que me das. Qué importa.
Yo te quiero porque no existe en el mundo nadie más para ti que no sea yo.
Porque siempre me has apoyado, me has acompañado y me has sujetado de la mano.
Porque nunca has dudado de que querías estar conmigo.
Porque no ha pasado un sólo día de estos casi dos años sin que me dijeses que me quieres.
Te quiero porque eres distinto de los demás, porque a ti no se te van los ojos detrás de cualquier putilla, porque me respetas, porque tienes planes conmigo, no te da miedo mirar al futuro a mi lado.
Te quiero porque eres diferente, porque eres único y me haces sentir única a mí también, con nuestras pequeñas Caricoqueces, con mis quesitos hacia dentro y mis morritos gatunos. Por esas cosas que son nuestras y de nadie más y que nadie entiende.
Te quiero por todo lo que eres y por todas las pequeñas cosas que conforman el mundo que tú has creado para mí.
Te quiero.
Gracias por acompañarme, por apoyarme y no dejarme nunca sola.
Tú eres lo que yo quiero, mi amor.
Hoy quería decirte que te quiero.
Eso no es nada nuevo, espero que sea algo que tú ya sabes. Pero echo la vista atrás para ver qué ha sido este año y ahora que volvemos a tener más tiempo para estar juntos, no puedo menos que alegrarme.
Ha sido un año duro, de mucho esforzarse, mucho llorar, mucho seguir adelante sin tiempo para pensar y puedo decir con seguridad que si no hubieras estado a mi lado me habría vuelto loca.
Ahora todo eso queda atrás y vuelve a ser verano: días largos para estar juntos sin tener que mirar el reloj, sin cronometrar el tiempo, sin hacer malabarismos el fin de semana porque tengo que estudiar o quedar para hacer un trabajo (o tres).
Ahora volvemos a estar tranquilos, a hacer planes, a irnos juntos a ninguna parte a no hacer nada.
Mucha gente no lo entiende y a decir verdad, no me importa. Ellos no saben lo que somos, lo que hemos vivido juntos. No saben lo que has hecho por mí, lo que haces cada día, las cosas que me has aportado, la serenidad que me das. Qué importa.
Yo te quiero porque no existe en el mundo nadie más para ti que no sea yo.
Porque siempre me has apoyado, me has acompañado y me has sujetado de la mano.
Porque nunca has dudado de que querías estar conmigo.
Porque no ha pasado un sólo día de estos casi dos años sin que me dijeses que me quieres.
Te quiero porque eres distinto de los demás, porque a ti no se te van los ojos detrás de cualquier putilla, porque me respetas, porque tienes planes conmigo, no te da miedo mirar al futuro a mi lado.
Te quiero porque eres diferente, porque eres único y me haces sentir única a mí también, con nuestras pequeñas Caricoqueces, con mis quesitos hacia dentro y mis morritos gatunos. Por esas cosas que son nuestras y de nadie más y que nadie entiende.
Te quiero por todo lo que eres y por todas las pequeñas cosas que conforman el mundo que tú has creado para mí.
Te quiero.
Gracias por acompañarme, por apoyarme y no dejarme nunca sola.
Tú eres lo que yo quiero, mi amor.