[EXO] Monstruos #09 (2/2)

Nov 01, 2014 17:37

Título: Monstruos
Fandom: EXO.
Parejas: Varias.
Resumen: Los monstruos habitan en la oscuridad de los corazones de las personas y nadie, absolutamente nadie, se libra de ello.
Advertencias: UA, yaoi, NC-17, tiempo no lineal.
Cronología: Pinchando sobre el título del fic iréis al masterpost donde encontraréis una cronología ordenada de los hechos.
Licencia: Monstruos #09 - (c) - lurque


Parte 1 | Parte 2

*

19 Julio 2015

La primera parte del plan de Xiumin se estaba llevando a cabo con éxito.

Apenas le había otorgado tiempo a Kai para que asimilara lo que estaba ocurriendo. Le hizo seguirle por la red de pasillos hasta el parking subterráneo cuya existencia, hasta ese momento, le era desconocida. Chungho y los otros dos hombres habían cargado el cuerpo del apostante hasta meterlo en un coche diferente del que ellos se habían montado. En cada uno de los dos vehículos ya había su correspondiente conductor esperando a que bajaran, así como otros dos hombres más por coche; todos formaban parte de la plantilla de seguridad del Two Moons. Marcharse con todos ellos no iba a disminuir la seguridad habitual con la que contaba su local e incluso sin su presencia, confiaba en sus empleados para que pudieran hacerse cargo de todo sin problemas.

-¿Cómo has descubierto que era el corredor de las apuestas? -preguntó Kai en el trayecto.

-Estudiando a Kim Donghwa. El imperio que tenía lo levantaron entre su hermano y él, y cuando éste murió, Kim Donghwa crió a su sobrino como si fuera su propio hijo. Sin embargo, Kim Hwayoung no es un tipo muy inteligente, y le pierde el sexo tanto como el dinero, así que ha caído en mi trampa fácilmente.

Mientras que Kai permanecía visiblemente inquieto por todas las incógnitas que debía haber en su mente, Xiumin se mostraba tan imperturbable como de costumbre, y los dos hombres sentados frente a ellos lucían como estatuas de lo serios e inmóviles que se encontraban, acostumbrados a ese tipo de escenas, pues Xiumin les había dejado muy claro cuál era su papel y cómo debían comportarse desde que los había contratado. El único que estaba nervioso era Kai.

-Kim Donghwa delegaba en su sobrino la tarea de llevar las apuestas, pero no sé cuánto sabe sobre lo que de verdad estaba ocurriendo y eso es lo que vamos a averiguar esta noche. -Xiumin metió la mano en el bolsillo interno de su chaqueta y sacó el sobre que contenía las copias de las fotografías que Yixing le había entregado semanas atrás-. Dime si reconoces este lugar.

Kai tomó las fotografías con precaución y las examinó cuidadosamente. Xiumin no se perdió detalle alguno de sus expresiones.

-Parece un plató de televisión…

-Lo es. Hasta donde me consta, los juegos estaban amañados. Lo que veían los apostantes no eran chicos secuestrados y entrenados para matarse entre ellos, sino actores que interpretaban ese papel.

Cuando Kai levantó la mirada de las fotografías, en sus ojos podía leer la confusión, pero todos los músculos de su cuerpo se tensaron y los guardaespaldas que los acompañaban se pusieron en alerta de inmediato.

-¿Actores? -repitió como si no hubiera escuchado bien-. Nadie de los que estábamos allí adentro fingía nada. Nos hicieron entrenar hasta la extenuación, nos trataron como a animales y nos ponían continuamente en situaciones límites para comprobar qué clase de espectáculo éramos capaces de ofrecer. Y después nos soltaban en el bosque para que nos matáramos entre nosotros. Cuando la policía me sacó de allí sobrevolamos el campamento y vi los cuerpos apilados de los otros chicos. Habían sido tiroteados hasta morir. Tengo el cuerpo lleno de cicatrices de cada uno de los castigos a los que me han sometido durante los últimos tres años. ¡Todo eso fue real! -acabó gritando.

Xiumin se limitó a asentir y dejó que Kai se calmara solo. Se cubrió el rostro con manos temblorosas y se encogió sobre sí mismo. Había emociones que surgían de forma natural y eran imposibles de imitar a la perfección. El pánico era una de ellas. Xiumin supo que le estaba diciendo la verdad.

Después de tomar un desvío que los alejaba de la carretera principal que conectaba Seúl con las afueras, avanzaron por un camino lleno de curvas durante un largo tramo cuya única iluminación fueron los faros de los coches hasta que finalmente llegaron a su destino. Se salieron de la carretera para aparcar en un descampado, junto a un tercer coche que ya estaba allí. A su alrededor se extendía una pequeña arbolada en cuyo interior había una luz que los invitaba a adentrarse. Xiumin consultó la hora en su reloj de pulsera, comprobando que todavía tenían unos minutos más antes de que se pasara el efecto de la dosis del sedante que le habían suministrado al Kim Hwayoung.

Uno de los hombres que ya estaban allí se acercó a ellos bañado en sudor y con la ropa manchada de tierra, sin hacer nada por ocultar la pala que portaba consigo.

-Ya casi hemos terminado -anunció.

Xiumin se limitó a asentir. La luz que procedía de entre los árboles eran los focos que habían encendido para iluminar el lugar en el que estaban cavando. Tan pronto como Kai se percató de ello, adoptó una posición defensiva que alertó a los dos hombres que habían venido en el coche con ellos, sus guardaespaldas habituales.

-Todavía tenemos que esperar unos minutos más a que el efecto del sedante se le pase para interrogarle -dijo Xiumin mientras sacaba su pitillera.

Por la expresión de Kai, debía haber supuesto que se encontraban en su cementerio particular y, peor aún, le había permitido hacerse un plano mental del camino. Por supuesto, todo formaba parte de su plan para presionarle. Con esas dos ideas en mente temería que fuera a matarlo y entonces mostraría su auténtica naturaleza.

-¿Quieres uno? -le preguntó mientras le tendía un cigarrillo.

Kai lo aceptó y se lo llevó a la boca. Xiumin le acercó la llama del mechero para que se lo encendiera y después hizo lo mismo con el suyo. Kai fumó la primera calada con necesidad. Xiumin podía leerle con una facilidad pasmosa. El cerebro del chico cavilaba a toda velocidad: estaban lejos de la civilización y eran doce hombres contra él, en el caso de que tuviera que enfrentarse a todos ellos y, milagrosamente consiguiera salir vivo de allí, podía tratar de conducir de vuelta a la ciudad, pero para ello necesitaba forzar un combate cuerpo a cuerpo que les impidiera disparar por temor a dar a alguno de sus compañeros, aunque todavía no le conocía lo suficiente como para saber si él sería capaz de sacrificar a los suyos con tal de conseguir sus propósitos.

Su intuición le decía que el chico era transparente como el agua, pero su lógica le gritaba que cualquier precaución que tomara respecto a algo que involucrara al Joker era poca.

-Ese agujero no es para ti -le informó para tratar de relajarle un poco, porque tampoco podía permitirse que perdiera los nervios antes de tiempo-. Creo que tu historia es cierta. Todo indica que realmente había un campamento militar donde os tenían secuestrados, sin embargo, parece que lo que veían los apostantes era una farsa. ¿Puedes confirmar que no lo era?

-Cuando nos seleccionaban para la arena, nos explicaban que no éramos más que el entretenimiento pasajero de nuestros patrocinadores. Y que si queríamos sobrevivir, debíamos ofrecer un buen espectáculo para que apostaran por nosotros. Pero nunca vi una cámara y tengo demasiadas lagunas como para ordenar los hechos de forma cronológica.

-Nos falta la pieza del puzle que lo une todo. Por eso estamos aquí. Kim Hwayoung nos dará las respuestas que queremos.

Sus palabras no le tranquilizaron, pero al menos sirvieron para que no saltara sobre ellos como parecía dispuesto a hacer minutos atrás. Para Kai, el infierno estaba en cualquier lugar al que fuera porque nunca terminaba de despertar de la pesadilla.

Y Xiumin sabía mejor que nadie lo que era eso.

-¿Te gusta el Two Moons, Kai? -preguntó en lo que fumaban para hacer tiempo.

-No -respondió con total sinceridad.

Xiumin mostró una pequeña sonrisa.

-A nadie le gusta en un principio, pero al final todos acaban encontrando su lugar.

-Yo ya tenía un lugar -dijo expulsando el humo hacia el manto nocturno-. Y ahora que estoy más cerca de casa que en los últimos años, parece que estoy más lejos que nunca.

-En tu caso, proteger a tu familia significa hacerles creer que estás muerto. En el mío, significa reunir la información para poder anticiparme a los movimientos del enemigo.

No pudieron continuar la conversación porque Chungho, con la ayuda del mismo hombre junto al que habían metido a Kim Hwayoung en el coche, estaban ahora sacándolo. Se había despertado ya pero todavía estaba lo suficientemente aturdido como para moverse por sí mismo.

-Es la hora -musitó Xiumin.

Tiró su cigarrillo al suelo y lo aplastó con la suela de su zapato. Kai hizo lo mismo. En cuanto las colillas estuvieron en el suelo, uno de sus hombres las recogió para no dejar evidencia alguna con la que la policía pudiera relacionarlos en el caso de encontrar la fosa.

Caminaron desde los coches hacia el hoyo y durante esos metros de distancia, la mente de Kim Hwayoung se despejó lo suficiente como para percatarse de lo que estaba ocurriendo y tratar de zafarse del agarre sin demasiada energía. Comenzó a gritar amenazas todo lo alto que su garganta le permitía, pero nada le libró de ser arrojado al agujero.

-¡Xiumin! ¡¿Qué es todo esto?! -gritó histérico en lo que trataba de ponerse en pie con extrema dificultad porque sus extremidades no tenían la fuerza necesaria para sostener su peso todavía-. ¡¿Qué crees que estás haciendo, hijo de puta?!

Las linternas con las que los hombres le apuntaban le cegaban y eso incrementaba sus nervios, pero Xiumin supo que su mente estaba lo suficientemente despejada cuando pronunció su nombre.

-Estás en un hoyo, rodeado por cuatro hombres con palas preparados para enterrarte vivo a mi señal. No tienes escapatoria y estamos en medio de la nada, así que nadie te oirá por mucho que grites -le explicó con su serenidad habitual.

-¡¿Con quién te crees que estás tratando?!

-Con un inútil de pocas luces que se gasta el dinero de su tío en putas y alcohol. Pero enhorabuena, tienes la oportunidad de ser útil esta noche respondiendo mis preguntas.

-¡Y una mierda voy a decirte nada! ¡Sácame de aquí inmediatamente o…!

-No creo que estés en situación de exigir nada -dijo con una sonrisa sórdida y con un ligero cabeceo, le indicó a sus hombres que comenzaran a echar tierra en el agujero.

Los gritos se multiplicaron cuando se dio cuenta de que realmente tenía intención de enterrarle vivo si no cooperaba y utilizó las fuerzas que tenía para tratar de trepar sin éxito. A su lado, Kai se revolvió inquieto, pero sus hombres estaban preparados para bloquearle si hacía algún movimiento sospechoso.

-¡Detente! ¡¿Es una broma?! ¡Para esto, maldito loco! ¡¿Realmente vas a hacerlo?!

-Háblame de Kim Donghwa y su red de apuestas. ¿Estaban amañadas?

-¡Basta! ¡Parad…! -gritó desesperado al ver que la tierra continuaba cayendo sobre él-. ¡Joder! ¡Sí! ¡Sí! ¡Claro que lo estaban! ¡¿Sabes cuánto dinero sacaba de eso?! ¡¿Cómo iba a depender del azar con tanta pasta de por medio?!

Xiumin hizo una señal con su brazo para que dejaran de enterrarle y de apuntarle directamente con las linternas para que pudiera verles.

-¿Y qué hay del periodista falso que contactó con el Seúl News?

-No sé de qué periodista me estás hablando -dijo mientras acostumbraba su vista a la reciente oscuridad que le había dejado el haber sido alumbrado directamente por las linternas.

-Tu tío contrató a falsos periodistas para que grabaran las imágenes de la arena que más tarde se emitirían en televisión, o quizás eran personas del propio estudio. Empezó a matarlos cuando dejó de necesitarlos pero uno logró escapar y alertó a la prensa, aunque debisteis dar con él entonces porque no ha vuelto a manifestarse.

A su lado, Kai escuchaba con total atención los detalles de lo que había averiguado. Xiumin se había pasado las últimas semanas contrastando la información que le había entregado Yixing, y finalmente había descubierto que era cierto.

-No sé nada de eso, ¡lo juro! Yo sólo me encargaba de llevar las apuestas, ¡pero no sé nada de lo demás!

-Entonces conoces a los implicados. -Sonrió astuto-. Empieza a cantar si no quieres que te llueva tierra de nuevo.

Kim Hwayoung le dio una lista de nombres que Xiumin se encargó de anotar rápidamente. Conocía a la mayoría; eran figuras públicas, gente multimillonaria cuyos negocios mantenían la economía coreana en su estabilidad actual.

-El chico que está a mi lado, ¿le conoces? -preguntó en lo que terminaba de escribir los últimos nombres en su teléfono móvil.

Kai se puso tenso, más de lo que ya lo estaba, pero Xiumin sabía la respuesta antes de que la pronunciara.

-¿Debería? ¡Ya te he dicho todo lo que sé! ¡Sácame de aquí!

-¿Seguro? Porque la Hanjae ha estado buscándole desde que se desmantelaron los juegos -dijo Xiumin, permitiéndole sumar dos más dos y que se diera cuenta de quién era el chico con el objetivo de que se delatara a sí mismo.

Tal y como lo había previsto, el empresario abrió los ojos como si acabara de ver a un fantasma.

-¡No puede ser…! -murmuró y dirigió la vista hacia Xiumin entonces-. ¿Eres…? ¿Eres el maldito payaso? ¿El de las cartas?

Xiumin frunció el ceño ante su acusación. Su mente hizo una recapitulación rápida de lo que sabía: los chicos del campamento no eran los mismos que los apostantes veían en sus pantallas porque Kim Donghwa había manipulado el juego para desplumar a quien le convenía. Sin embargo, Kim Hwayoung sabía que el Joker había intercedido en el rescate de Kai, de modo que tenía constancia de los chicos secuestrados. Y ahora pensaba que él era el Joker, lo que significaba que no sólo había sacado a Kai y lo había dejado a su cuidado, sino que había permitido que la Hanjae supiera que había sido él quien les había robado al chico.

El Joker estaba jugando contra la Hanjae. Xiumin por fin tenía una primera certeza sobre ese tipo misterioso.

-Si timabais a los apostantes con actores, ¿entonces por qué nos secuestrasteis? ¿Con qué fin nos entrenabais? ¿Por qué no nos utilizabais para el juego? ¡Contesta o bajo ahí y te mato con mis propias manos! -dijo Kai con voz imperiosa y Xiumin le miró con curiosidad, porque no estaba seguro de si sería capaz de cumplir su amenaza.

Lo primero que hacía Xiumin cada mañana era revisar las cintas de seguridad y no se perdía detalle de cómo reaccionaba Kai cuando despertaba de sus pesadillas. También tenía a su personal pendiente de él en todo momento mientras realizaba sus tareas, e incluso había hecho que Jinyoung le molestara a propósito para poner a prueba su paciencia. Pero Kai había logrado mantener la calma en todo momento y, hasta la fecha, había cumplido con sus encomiendas a la perfección y sin quejas. Xiumin había llegado a la conclusión de que el trabajo le servía como estabilizador mental.

-¡No lo sé! -gritó exasperado-. ¡No sé qué hacía con vosotros! ¡Yo sólo me encargaba de las apuestas! ¡Eh, vamos! ¡No hice nada malo! ¡No era yo el que jugaba con vuestras vidas!

-Pero eras su cómplice. Si no vas a contarme nada que no supiera de antemano, no me eres útil.

Xiumin no necesitó decir nada más para que sus hombres comprendieran que era el momento de volver a echarle tierra encima. Le ponía de mal humor que la gente continuara mintiéndole cuando era evidente que los tenía calados.

-¡Eh! ¡No! ¡¿Qué haces?! ¡Te he dicho lo que sé! ¡Para! ¡Detente por dios!

-Sólo me has hecho perder el tiempo.

-¡Te he dado los nombres de los apostantes! -chilló con todas sus fuerzas mientras se cubría con los brazos para protegerse de la tierra que le caía encima sin piedad alguna.

-Sí, y has elegido llevarte el resto de la información a la tumba.

Xiumin comenzó a alejarse, pero Kim Hwayoung gritó con más desesperación que las veces anteriores.

-¡Está bien! ¡Está bien! -accedió en un alarido-. ¡Te lo diré todo! ¡Pero sácame de aquí primero!

Xiumin continuó avanzando, ignorando sus condiciones.

-¡No! ¡Vuelve aquí! ¡Hablaré! ¡Ejecutores! ¡Mi tío quería crear su propio ejército de ejecutores! ¡Y ese hipnotizador iba a ayudarle! ¡No sé su nombre!

Xiumin se detuvo y se giró ceñudo. Sus hombres dejaron de echar tierra al hoyo. Kim Hwayoung se limpió la tierra del pelo y de la cara mientras respiraba con dificultad. Un olor desagradable llegó hasta ellos, revelándoles que el miedo había hecho que defecara en sus propios pantalones.

-No había tiempo para educarlos desde niños, así que secuestró a adolescentes de toda Asia para entrenarlos. Luego iba a manipular sus mentes mediante hipnosis.

-¿Ejecutores? -preguntó Kai confuso-. No fue eso lo que nos dijeron. Incluso el emisario del Joker me dijo que sólo éramos el entretenimiento de estos tipos. ¿Qué es todo esto? ¿Un plató de televisión? ¿Ejecutores? ¡No entiendo nada!

-Los ejecutores eran el cuerpo de asesinos de élite de la Hanjae hasta que se rebelaron y entonces, decidieron eliminarlos -resumió Xiumin-. Al parecer, Kim Donghwa decidió montar su propia fábrica de ejecutores y tú eras uno de sus productos. Si ese hipnotizador es quien creo que es, entonces a Kim Donghwa lo traicionaron.

-¿Pero por qué yo? -cuestionó Kai-. No era nadie especial. No tenía ninguna habilidad que resaltara. ¿Por qué me eligieron a mí?

-Si hay un motivo especial lo averiguaremos -le aseguró-. Pero también pudo haber sido puro azar. Tienes que estar preparado para las dos posibilidades. Ahora te toca elegir. Después de lo que has descubierto esta noche, muchas de las preguntas que te hiciste durante tus años de reclusión tienen respuesta por fin. -Xiumin hizo un gesto con los dedos para indicarle a uno de sus hombres que se acercara y tendió la mano para que le entregara su arma. Cuando la tuvo, le quitó el seguro y se la tendió a Kai-. La decisión es tuya.

Kai contempló el arma con ojos dubitativos, pero acabó tomándola con manos temblorosas. Kim Hwayoung comenzó a suplicar arrodillado en el suelo, rogando que lo perdonara con absoluta desesperación. Kai le apuntó sosteniendo la pistola con ambas manos bajo la atenta mirada de Xiumin. Era la última prueba a la que le sometería esa noche, porque tenía que ver de lo que era realmente capaz, de hasta dónde alcanzaba su rencor, el deseo de venganza que había manifestado al descubrir quién era Kim Hwayoung en la habitación secreta del Two Moons.

No obstante, la voluntad de Kai se quebrantó. Bajó los brazos y le devolvió el arma con lágrimas de impotencia en sus ojos. Echó a correr a trompicones hasta el árbol más cercano, se apoyó en él y vomitó. Xiumin mostró una pequeña sonrisa; Kai había conseguido sorprenderle. A veces se olvidaba de que no todo el mundo era capaz de arrebatar una vida sin vacilar.

Él, en cambio, sí podía. Apuntó con un solo brazo y disparó sin reparos. Acto seguido, se hizo el silencio.

Xiumin inició el camino de vuelta a los coches, sin necesidad de dar ninguna orden a proceder. Sus hombres terminaron de rellenar el hoyo, porque desde el principio, no había habido otro final posible para Kim Hwayoung.

Una vez eliminaron toda evidencia de lo que había acontecido esa noche, regresaron al Two Moons iluminados por los primeros rayos de luz del alba.

*
30 Julio 2015

Yifan estaba revisando unos documentos de la oficina en su ordenador portátil antes de irse a dormir. Ya estaba metido en la cama y se había cambiado las lentillas por las gafas. Debería simplemente operarse de la vista y despreocuparse del tema, pero no tenía tiempo ni para eso.

El teléfono de Kyungsoo vibró en su mesita de noche. Una de ella contenía su ropa interior, y la otra empezaba a contener la de su pareja, un hecho que no se le había pasado desapercibido. Desde su reconciliación tras la discusión telefónica, había ido a recogerle al bar cada noche y se lo había traído a casa para dormir juntos. Y por primera vez, Kyungsoo había guardado algo de ropa en los cajones que siempre habían estado vacíos para él.

-Love, te llaman al móvil -le avisó alzando la voz, porque Kyungsoo estaba en el cuarto de baño cepillándose los dientes.

No pareció escucharle, así que Yifan estiró el brazo hacia la mesita de noche para coger el teléfono y ver de quién se trataba. Lo que no había esperado, bajo ningún concepto, era reconocer la fotografía asignada al nombre de el bebé.

Oh Sehun.

En otras circunstancias podría haberle hecho gracia la forma en que le tenía registrado, pero la última vez que se vieron, Sehun y él no acabaron en muy buenos términos y se sentía incómodo incluso viendo una fotografía suya.

La llamada se cortó, pero Yifan continuó mirando la pantalla como hipnotizado.

-¿Qué haces? -preguntó Kyungsoo al regresar del baño y encontrarle de esa manera.

-Te acaba de llamar Sehun -respondió, y al momento se dio cuenta de que acababa de delatarse porque Kyungsoo no tenía registrado su contacto por su nombre, sin embargo, no pareció darse cuenta de ello.

Kyungsoo cogió su móvil y le devolvió la llamada. Yifan aprovechó para cerrar sus documentos, apagar el ordenador y quitarse las gafas. Lo dejó todo sobre su propia mesita de noche. Como Kyungsoo había salido afuera para hablar, Yifan tuvo esos minutos para asimilar que todas las historias que le había contado sobre su amigo Sehun se refería al mismo Sehun que él había conocido cinco años atrás. Todas las anécdotas, todas las quejas y todas las preocupaciones vinieron de golpe a su mente en una reconstrucción desordenada de lo que había sido la vida de Sehun durante los últimos cinco años.

El destino volvía a unirles a través de Kyungsoo esta vez.

-Vale, no te preocupes. Sí, mañana te veo. Te lo prometo. Ahora vuelve a casa y ve a dormir directamente, ¿entendido?

Kyungsoo colgó, enchufó el móvil al cargador que ya tenía conectado a la corriente, y se metió en la cama con un suspiro de cansancio. Yifan le miró preocupado.

-¿Va todo bien?

Cuando Kyungsoo se quedaba con la mirada fija en algún punto, en el techo en esta ocasión, significaba que algo le andaba perturbando.

-Sehun está raro -dijo finalmente-. O sea, no es raro que se emborrache y me llame, pero ayer nos visitó mi hermano y él no vino a verle. Junmyeon también está preocupado; han tenido un par de broncas últimamente y Sehun actúa como si no hubiera pasado nada, pero está distante. Y entre que estoy pasando menos por casa y que él ha dejado de venir a comer, me preocupa que se esté volviendo a encerrar en sí mismo de nuevo.

-¿De nuevo? -no pudo evitar preguntar Yifan, a pesar de que su cabeza le decía que no indagase.

Kyungsoo se giró de costado hacia él y Yifan apagó la luz y copió su misma postura, dejando de estar sentado con la espalda apoyada en el cabezal de la cama.

-Cuando Luhan se mudó, Sehun lo pasó muy mal durante los primeros meses. Dejó de visitarnos y de cogernos el teléfono, así que Baekhyun y yo íbamos a visitarle con frecuencia, pero muchas veces hacía como que no estaba. Luego mejoró y volvió a ser él, pero no quiero que se aisle de nuevo.

-¿Pudo afectarle de aquella manera porque le gustaba Luhan quizás? -se atrevió a preguntar.

-No lo sé, igual sí, de todas formas no sería raro porque todo el mundo se acaba enamorando de mi hermano -respondió encogiéndose de hombros-. Pero Sehun nunca me ha dicho nada sobre eso. Nunca habla de lo que siente. Mi hermano y él son iguales en eso, aunque creo que entre ellos sí que hablaban de sus cosas.

Yifan sabía que uno de los motivos por los que Kyungsoo no quería presentarle a Luhan era por miedo de que se enamorara de él después de conocerle. Había intentado darle la seguridad de que eso no iba a ocurrir de muchas maneras diferentes, pero hasta la fecha no había conseguido quitarle ese temor.

-Si el problema es entre ellos, no hay mucho que puedas hacer porque son ellos quienes tienen que resolverlo -le dijo y le rodeó con sus brazos para atraerlo a su pecho-. Tú puedes aconsejarlos y estar ahí para los dos, pero no te exijas demasiado a ti mismo que nos conocemos.

Kyungsoo se encogió entre sus brazos y se agarró a su camiseta.

-El problema es que la mayoría de las veces no sé qué decir. Ya es difícil que Sehun cuente algo, y cuando lo hace, quiero tener buenas respuestas que le ayuden, pero me suelo quedar callado. No soy bueno comprendiendo a los demás. Ojalá fuera como Baekhyun.

-Pero piensa que es a ti a quien llama cuando necesita a alguien -le dijo y le achuchó con fuerza para trasmitirle la confianza que en ese momento le faltaba-. No a Baekhyun. Hay algo que sólo tú le puedes dar y por eso es a ti a quien necesita.

Yifan podía hacerse una idea muy acertada de qué era eso exactamente, lo mismo que necesitaba él de Kyungsoo: el cariño y la paz que no podía encontrar en ninguna otra parte.

-Debería estar ahora con él...

Como acto reflejo, Yifan le estrechó contra su cuerpo de forma posesiva.

-Ya es muy tarde para volver y está borracho, ahora lo único que necesita es dormir, así que no hay mucho que puedas hacer. Ya le verás mañana.

De nuevo esa sensación de amenaza ante lo que consideraba suyo transmitida por la misma persona. Era como si Sehun tuviera un radar para aparecer en la vida de cada una de las personas de las que él se enamoraba para competir por su atención.

Por supuesto, era un pensamiento inmaduro por su parte porque no había sido más que coincidencia y estaba completamente seguro de que Kyungsoo no le habría hablado de él porque Baekhyun le había confirmado que tan sólo él sabía de su existencia.

-Tienes razón. Ya le veré mañana.

Yifan respiró aliviado y buscó sus labios para besarle.

Por más que supiera que era un sentimiento egoísta, quería a Kyungsoo para él solo y ya bastante le costaba tener que compartirlo con Baekhyun como para que Sehun se sumara a la lista.

Kyungsoo era suyo y no iba a permitir que nada ni nadie se lo arrebatara.

*
28 Junio 2015

Cuando Jongdae comenzó con su última misión, nunca imaginó que llegaría el día en que haría lo que estaba a punto de hacer en ese momento:

-Junmyeon, te presento a Tao; era un ejecutor como yo. Tao, él es Junmyeon, mi compañero de operaciones.

Cuando Jongdae comenzó su última misión, nunca imaginó que necesitaría ayuda de dos personas como ellos. Junmyeon tenía inteligencia militar, podía desarrollar estrategias de ataque difíciles de predecir y era capaz de lidiar y resolver situaciones de emergencia o acontecimientos inesperados. Tao tenía los reflejos, la agilidad, la fuerza y la resistencia para llevar a cabo cualquier misión que implicara cercanía y carecía de escrúpulos a la hora de ejecutar a sus objetivos. Pero eso era sólo la parte buena de implicarlos; al hacerlo también tenía que lidiar con el código moral de Junmyeon y con la imprevisibilidad de Tao, que podrían arruinar la misión en cualquier momento. No obstante, no le quedaba más alternativa que correr el riesgo porque por mucho que le pesara, no podía hacerlo todo solo.

No cuando su objetivo era la Hanjae.

-Encantado, Tao -dijo Junmyeon con una sonrisa cordial tras el intercambio de reverencias-. Jongdae me ha hablado mucho de ti.

-¿Ah, si? -preguntó sorprendido, dirigiendo una mirada de desconfianza al otro ejecutor-. ¿Y qué te ha dicho?

-Sólo cosas bonitas, no te preocupes -respondió Jongdae y le palmeó la espalda para que se relajara-. Vamos a sentarnos, tenemos mucho de lo que hablar.

Jongdae los había reunido en uno de los pisos francos que tenía repartidos por todo Seúl. Cada uno de ellos estaba equipado con lo necesario para darle uso en una situación de emergencia en la que tuviera que cambiar repentinamente de escondite: cocina y baño completamente equipados, comida en latas de conserva, un botiquín de lo más complejo y bolsas de su propia sangre guardadas a baja temperatura por si necesitaba hacerse una transfusión. También tenía un ordenador guardado en el armario de la habitación, así como teléfonos móviles con baterías cargadas para darle uso en cuanto los encendiera. La mesa del salón era baja y no había sillas, por lo que se sentaron en el suelo de madera sin problemas. Como buen anfitrión, sirvió bebidas y puso algo para picar porque la hora de la cena se aproximaba.

-Pues a mí apenas me ha hablado de ti -decía Tao para cuando se unió a ellos-. ¿Cómo y cuándo os conocisteis?

-Eso después -dijo Jongdae tomando asiento entre los dos-. Primero vamos a hablar de lo de mañana.

Junmyeon asintió conforme y Tao hizo un mohín de disgusto, pero no le quedó más remedio que aceptarlo.

-Tengo el coche preparado y he encontrado un lugar donde estará a salvo. ¿Pero qué pasará contigo? ¿Estás seguro de que quieres llegar tan lejos por ese chico?

Junmyeon asintió por segunda vez consecutiva.

-Quiero salvarlo a toda costa. Después de eso, la Hanjae me vigilará de cerca, así que no podré hacer mucho durante un tiempo. Ahí es donde entras tú, Tao. Vas a ocupar mi lugar hasta que pueda volver a moverme libremente.

-Sé lo que tengo que hacer -dijo diligentemente.

-Gracias por ayudarnos -le dijo con una sonrisa gentil que sorprendió mucho a Tao porque no se lo esperaba-. Mañana me ocuparé de la seguridad interior para que no tengáis ningún problema cuando os llevéis al muchacho. Lo suyo es sacarlo del país por un tiempo, hasta que quitemos de en medio a las personas que le quieren muerto.

-Sí, descuida, ya te he dicho que le he encontrado un sitio -dijo, y no mentía, simplemente le ocultaba parte de la verdad, pues no tenía intención de sacarlo del país.

-Bien. Ya me han asignado al departamento de crimen organizado como compañero de Park Chanyeol -informó.

-Cuanto más pendiente esté de ti Park Chansik, mejor podremos movernos nosotros -dijo con una sonrisa de las suyas-. Pero ten en cuenta una cosa, Junmyeon: por mucho que quieras salvar a Kim Jongin, ese chico nunca volverá a ser el mismo.

-Nadie vuelve a ser el mismo cuando ha vivido un tiempo en el infierno -respondió sosteniéndole la mirada-. Y una vez iniciamos la lucha contra el monstruo de nuestro interior, ésta es para siempre. No podemos descansar si no queremos que nos devore. Pero estoy seguro de que él no perderá. Su voluntad por sobrevivir es infinita.

Jongdae bebió de su vaso para no responder inmediatamente. Salvar a Kim Jongin no había entrado en sus planes en un principio, pero Junmyeon se había empeñado, por supuesto, así que había buscado la forma de sacarle provecho, porque él carecía de una moral que le dijera que salvarle la vida a alguien que no le aportaba nada era lo correcto. Pero para poder trabajar bien con Junmyeon, había tenido que aprender a ceder en ese tipo de asuntos si no quería iniciar un conflicto con él.

-Y tu conciencia es infinitamente molesta -dijo con una sonrisa cargada de burla-. Si quieres salvar al chico, lo salvaremos, pero no te desconcentres porque a partir de ahora serás un blanco fácil. En el momento en que no necesiten vigilarte, te quitarán de en medio.

-Lo sé, tranquilo -contestó con una sonrisa que invitaba a la calma-. Pero como has dicho, cuanto más se fijen en mí, más pasaréis desapercibidos vosotros. Y eso es lo que nos interesa al fin y al cabo, que seáis invisibles a sus ojos.Continuará…

Para quien lea Monstruos desde la primera versión, sabrá que los capítulos especiales los publico después de los que acaban en números 4 o 9, así que el próximo capítulo será un especial, ¿pero de quién?~~

Muchísimas gracias por vuestro apoyo y paciencia. Para mí es muy importante <3.

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