¡Feliz cumpleaños, AglaiaCallia!
Sos una de las personas más adorables y amigables que he conocido <3 Te deseo un gran año en tu vida, porque cualquiera se daría cuenta de que te lo merecés más que nadie. Ojalá pases muy bien, y bueno, ya sabés, por estos lares tenés una amiga dispuesta a ayudarte en todo lo posible.
Te dejo mi regalito. Lo siento, admito que quizás no es muy apropiado para un cumpleaños, porque es un poco triste, pero lo hice con mucho cariño <3 Es que a mí no se me da muy bien el humor, por ejemplo, y haberte escrito algo decente de TBBT se me hubiese hecho imposible (aunque me hubiese encantado). Así que opté por el fandom tal vez más clásico y querido, y por Harry, que sé que nos gusta a las dos :)
Amanecer.
Cada bendita mañana era lo mismo. Abría los ojos y no lograba ubicarse en el espacio y tiempo correspondientes, por lo que debía dejar que transcurrieran los segundos para que su mente finalmente se despertara. Y cuando lo hacía, el alivio comenzaba a recorrer su cuerpo. Porque Voldemort ya no estaba ahí afuera asechándolo, porque no tenía más el peso de los horcruxes sobre sus hombros, porque todo había terminado…
Pero incluso sabiendo que el futuro ya no era tan oscuro, comenzar el día no era fácil. Los recuerdos empezaban a surgir en su mente ya consiente, y más de la mitad de ellos no eran precisamente agradables. El peso de estos era tanto, que cuando Harry se miraba en el espejo no se veía a sí mismo, no, en su lugar, cientos de rostros aparecían y desaparecían, contemplándolo con atención desde el otro lado del vidrio.
A algunos los quería mucho y la nostalgia lo invadía con tan sólo mirarlos: Remus, Sirius, Tonks, Fred… Pensaba durante unos instantes qué diferente sería todo si no hubiesen muerto, si estuvieran todavía con ellos, y la angustia era insoportable.
A otros, tan sólo los conocía, de Hogwarts y de otros sitios del Mundo Mágico, pero el dolor al verlos no era menor. Los admiraba aunque no los conociera en profundidad, porque fueron personas que murieron defendiendo sus principios, los mismos que él apoyaba: el amor y la paz.
Y había rostros que sólo recordaba haber visto en fotos conmemorativas y homenajes, pero que habían quedado igualmente guardados en su mente. Porque sentía que era lo menos que podía hacer por ellos. Les profesaba un agradecimiento eterno, pero además, también sentía mucha intriga sobre sus identidades, deseando haberlos conocido, tan sólo haber intercambiado un par de palabras con ellos. De seguro tenían muchas historias, ideas y pensamientos interesantes que compartir, y al menos un pequeño motivo para haberse involucrado en la lucha, desde las buenas enseñanzas de un padre hasta el amor hacia un ser querido perdido.
Y no era fácil dar pasos hacia adelante llevando todos esos rostros en su mente, todas esas historias que lo habían tocado tan de cerca, todas esas ausencias que quedaron en el mundo. Sentía un agradecimiento inmenso por todas aquellas personas caídas en la Guerra, porque era consciente de que, sin su fuerza y su esfuerzo, sin la energía apasionada de sus ideales, quizás la situación hubiese sido diferente. Quizás él no estaría allí, mirándose al espejo.
Pero levantar la mirada era obligatorio. Por ellos. Porque todos habían muerto pensando en el futuro, habían caído defendiendo al mundo que ellos querían tener. Y no sería justo no seguir adelante, ni quedarse ahogado en la ausencia. Ellos no lo querrían así. Lo menos que podían hacer para honrar su memoria era ayudar a construir el Mundo Mágico que todos habían soñado juntos, y por el que habían luchado incluso hasta la muerte.
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Bueno, tenía miedo que el fic te dejara un poco triste, así que supuse que lo mejor sería darte algo un poco más bonito:
