Dec 10, 2007 19:05
Hoy es la clase de días que no encuentro ánimo ni nada que me satisfaga. De por sí, el día lo empecé algo perdido. Sin noción del tiempo, no sabía que día era y tampoco mi mente encontraba los días. Por un instante, no conocía la división de ellos. Me decían lunes o martes y no sabía qué responderles. Simplemente me resultó muy raro.
Hoy desperté y realmente esperaba encontrarme con un día nublado o lluvioso. Sin embargo, hallé un sol espléndido y también así al calor. Al fin y al cabo, tanta tormenta de la madrugada para este día espantoso. Qué pena, me habría hustado encontrarme con otro clima y otra temperatura. ¿Por qué? La necesitaba.
Hoy no estoy cómodo en ningún lado. Estoy muy inquieto e irritable. Tan es así que mi malhumor está bastante avanzado y se nota claramente en mi rostro que remarca: No me rompan las pelotas. No tengo un buen día.
Hoy estuve viendo la televisión; todo lo referido al inicio del mandato de Cristina Fernandez y los ministros que la acompañarán. Por un momento me gustaría creer que pueden sacar los asuntos de buena manera y haciendo las cosas bien. No obstante, rápidamente esa inocencia desaparece para darme cuenta que otra vez ocurrirá lo mismo. Que el cambio no es notorio y que no hay nada nuevo. Una pena. Más allá de eso, espero que finalice su mandato como dios manda. Sin que ningún grupo de pelotudos ande hablando de golpes de estados y esas pelotudeces que se le ocurre a la oposición pelotuda que tenemos en nuestro país.
Hoy estoy preocupado y con muchos miedos encima. La verdad estoy muy inseguro. Hace mucho que no se pronunciaba tan claramente este estado en mi persona. No son dilemas que se solucionan con abrazos, besos, caricias, ni similares. Sino que son asuntos que yo deberé encontrarles la vuelta. Por supuesto, que los terceros tendrán responsabilidad en algunos sucesos como en otros no tendrán absolutamente nada que ver.
Hoy no encuentro paciencia. Esto está muy relacionado con el malhumor que acarreo desde el despertar. Aún así, ya encontraré con qué descargarme y de esta manera recuperar, poco a poco, mi habitual paciencia.
Hoy ya no sé qué más escribir o en realidad sí lo sé pero no quiero escribirlo acá ni tengo ganas de que lo lean. Son opiniones personales que no suelo compartir más que conmigo mismo en estos días. Puede que a alguna persona en especial le comente una parte pero no más que eso. Por lo tanto, tiendo a encerrarme.
Hoy no agrego más. Posiblemente mañana continúe.
tiempo,
pensamientos,
reflexión