Jan 11, 2005 21:46
Hay dias que pienso que, realmente, no quiero ser del todo feliz. Y me pregunto que pasaria si todos esos pequeños inconvenientes que se me hacen un mundo se solucionaran: si tuviera autoestima, si encontrara un trabajo agradable, si pudiera expresarme con libertad... ¿que haria entonces? ¿que trauma infantil me sacaria de la manga? Supongo que esta relacion sadomasoquista que mantengo conmigo misma no es nada sana. Pero claro, una lo que quiere no son grandes desgracias, sino dramas de bolsillo; pequeños dolores que me hagan sentir viva. Pues hazte un piercing, joder.
El resto de los dias intento llevar una vida normal. Ser una suicida emocional todo el tiempo resulta bastante agotador.
Ayer encontre en el bosillo de mi abrigo dos euros, una entrada de museo, un caramelo de fresa y un pañuelo arrugado; no esta nada mal. Cualquier dia de estos rebusco y encuentro un futuro prometedor.
Maka dice que se me daria bien ser correctora. De pequeña, mis amigas del colegio me escribian cartitas y puntualizaban: "no corrijas las faltas". ¿Repelencia o amor por el lenguaje? Es dificil establecer los limites.
Mi madre, en cambio, lleva años empeñada en que lo mio es el arte dramatico; mis amigas me veian como una excentrica profesora de Literatura; y mi tia imagina a una Memole feliz vendiendo flores. Es interesante saber como te ven los demas.
Hace unas cuantas tardes pase por delante de una relojeria increiblemente vieja y, justo en ese instante, la mujer que estaba dentro comentaba: "siempre he querido aprender a bailar el tango". Me parecio algo tan fuera de contexto, tan ajeno al apresurado trasiego de gente por las calles, que decidi grabar ese momento en mi memoria y no olvidarlo nunca mas. Creo que lo teñire de sepia.
Con los dos euros que encontro, la ratita presumida se compro un libro de cocina macrobiotica. Como cambian los tiempos.