"Jane Eyre" de Charlotte Brontë

Jan 24, 2012 19:23

"Gentil lector, ¡ojalá no te sientas nunca como yo me sentí entonces! Que tus ojos nunca viertan lágrimas tan tempestuosas y abrasadoras como las vertidas por los míos; que nunca supliques al Cielo con oraciones tan desesperanzadas y agónicas como las que yo pronuncié en aquella hora; y que como me sucedía a mí entonces, nunca temas convertirte en instrumento del mal para aquel a quien amas plenamente".

Jane Eyre

Una de las cosas que tienen los personajes de las hermanas Brontë es que parecen ser tan imperfectos que uno llega a preguntarse cómo seres como aquellos pueden convertirse en protagonistas de una historia, que, conforme se va desarrollando, va desplegando en ella un abanico de situaciones en las que se entremezcla el dolor, la pérdida, la desesperación, la obsesión, el engaño y donde parece haber resquicios de amor colándose en algunos párrafo.

Pero en este caso en particular, creo que es justo ocuparse nada más de este novela de Charlotte de la que me moría de ganas de leer desde ya hace un tiempo hasta que voilá, resultó que por fin estuvo disponible en Gandhi (¿soy la única qué piensa que es ridículo que sea TAN difícil encontrar best-sellers?) y... ahí comenzó todo.

Jane Eyre nos cuenta su historia. Desde que es condenada a vivir con una familia que no la quiere, siendo tratada como peor que basura (¿por qué por ratos me recordó a Candy Candy y al odioso John, a aquel Neil déspota que gozaba de maltratarla?) hasta que la tía, harta de Jane y consciente de que la niña nunca le traería ningún tipo de beneficio, decide internarla en un colegio donde Jane huye contenta con renovadas esperanzas y termina cayendo en un hospicio insalubre donde por suerte logra sobrevivir... y salir de ahí.

Y por supuesto, es ahí donde comienza la parte más interesante del libro. Jane llega como institutriz a Thornenfield Hall y en uno de esos encuentros azarosos de la vida, auxilia a un hombre que resulta ser su Sr. Rochester, dueño de la misma. Y, ¿quieren más spoilers?

Creo que es bastante obvia la historia que se va formando después. Lo que no es nada esperado, es lo que ocurre con este par, especialmente con el Sr. Rochester. Aquí me volveré bastante imparcial: ambos son adorables. Me encanta que Charlotte Brontë insiste en recordarnos una y otra vez cuán comunes y "feos" son sus personajes. De hecho, una de las preguntas que Edward Rochester le formula primero a Jane Eyre es si pensaba que él era guapo. Ella le responde que no. Y yo creo que ahí la química es inmediata.

No puedo hacer más que recomendarla. Amé todos los matices de los personajes, tan imperfectos y por ende tan humanos. Admito que hasta me hizo llorar, casi al final, cuando se da un hecho que no me esperaba en lo absoluto.

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