Oct 23, 2011 16:27
Para nosotros, la Independencia no trajo consigo la igualdad, sino que dejó una clase que siguió comportándose como los conquistadores, con gran "señorío" y que se sigue comportando igual a pesar de cien años de pleitos y cincuenta de justicia social.
Art. Si no fuéramos quienes somos . Reflexiones sobre la colonia
Una de las razones de porqué este libro sigue pareciéndome tan vigente a pesar de que es una recopilación de artículos escritos por Ibargüengoitia entre los años 1969 - 1976 es por ejemplos como el párrafo citado. Creo que parte de nuestra historia como mexicanos son esos detalles que describe este señor en su libro y que forman parte de nuestra identidad.
Un ejemplo de ello lo vivimos hace un año, con la conmemoración de nuestro Bicentenario y Centenario de la Independencia y Revolución respectivamente. ¿Ustedes saben de todos los monumentos que intentaron levantarse, cuántas obras fallidas no se acabaron y recuerdan el macabro espectáculo de los restos de los "héroes patrios" siendo exhumados para ser exhibidos? Cosas así son las que nos narra este autor en otro de sus artículos.
Esos y otros temas como nuestra mexicanidad, la burocracia, la educación y por supuesto, las mujeres mexicanas. Es una delicia leer algo que pareciera que fue escrito en nuestra época y que nos retrata tan bien como sociedad de modo certero, sin tapujos y además, muy, muy hilarante. Definitivamente creo que es uno de los libros que más he gozado este año porque me ha hecho reír bastante al encontrar, de alguna manera, el reflejo de mi país en él. Como nos cuenta de esa burocracia con siete copias por favor, y ¡ah!, ¡cómo tenemos que lidiar con ella todos los días, a pesar de que ahora hay herramientas que podrían hacer el trabajo más eficiente! ¿Qué hay de esos días a la madre en los que en las escuelas se les obliga a los niños a hacer adornitos que casi siempre acaban en el basurero? ¿O de nuestra mutilada historia oficial que sigue enalteciendo esa ridícula leyenda urbana de los niños héroes y nos hace repetir frases como "el respeto al derecho ajeno es la paz" sin que le encontremos ningún sentido? Al respecto, me gustaría terminar citando lo siguiente:
La historia que nos han enseñado es francamente aburridísima. Está plagada de figuras monolíticas, que pasan una eternidad diciendo la misma frase: "la paz es el respeto al derecho ajeno", "vamos a matar gachupines", "¿crees tú acaso, que estoy en un lecho de rosas?", etcétera.
Los héroes, en el momento de ser aprobados oficialmente como tales, se convierten en hombres modelo, adoptan una trayectoria que los lleva derecho al paredón y adquieren un rasgo físico que hace inconfundible su figura: una calva, una levita, un paliacate, bigotes y sombrero ancho, un brazo de menos; ya está el héroe, listo para subirse al pedestal. .
Ustedes, estimadísimos lectores, no dejen que la escuela interfiera con su educación. Y como diría este autor, no formen parte de esos profesionistas fracasados que creían que lo único que había que aprender, era lo que se enseñaba en la escuela.
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