Jan 16, 2013 05:25
Maldita sea, dijiste que tenías el control de esto. Dijiste que no me preocupara, que lo dejara en tus manos. Pero no está funcionando.
Controla a tu estúpido juguete. Me juraste que siempre la última palabra sería tuya, que siempre serías capaz de salirte con la tuya pese a tenerle a tu lado.
¿Por qué rayos he vuelto a tener un puto dragón en el pecho, me lo quieres explicar?
No te rías. No, no era obvio. Ni siquiera parece un dragón.
Y ahora resulta que, al momento de finalmente sellar el pacto, tengo un dragón imbécil que se niega a seguir tus órdenes del que ocuparme.
Si pierdo esta oportunidad ve despidiéndote de tu cargo, encanto.
No lo dejes arruinarlo, oh, por favor no. Sé que te parece de lo más divertido ver cómo me hundo de nuevo, pero por favor intenta recordar que al final sería un chiste muy, muy malo.
Te quiero. No seas el hijo de puta que sé que eres al menos esta vez. Que si yo caigo ustedes caen conmigo.
Dijiste que podías hacer esto. No nos falles.