All Dogs Go to Heaven

May 06, 2011 00:57

Hayate, mi niño hermoso, lo siento tanto, tanto... te fallé hasta el final.

Nunca me olvidé de ti, aunque este verano ni siquiera fui a visitarte. Los humanos hacemos una cosa muy estúpida llamada trabajar, que es por desgracia inevitable. Nunca renuncié a ti. Siempre tuve claro que lo primero que haría si alguna vez lograba conseguir un hogar sería ir a buscarte y traerte de vuelta conmigo, para que pudieras volver a estar cómodo y calentito, dormir bajo un techo y en una cama y recibir caricias a diario. Como antes.

Nunca acepté que te apartaran de mi. Me partía el alma saber que estabas afuera cuando llovía, en el frío del invierno, tú, una cosita pequeñita y casi sin pelo que yo había criado durmiendo en mi cama y retozando en mi regazo. Bebé, me consta que nadie te hacía cariño ni jugaba contigo allá. Me consta que muchos días lo más probable es que nadie siquiera te dirigese unas palabras.

Sé que al menos te daban de comer bien, y que de una forma lejana, te llegaron a querer. Se ocuparon de ti cuando te enfermaste. Tuviste un patio grande, mucho espacio para correr, y la compañía de la Eve. Tuviste hijitos. Para ser un perro, no tuviste una mala vida.

Pero... eras mío. Yo quería poder estar contigo, y acariciarte, y tenerte limpio, y dormir contigo por las noches, y contarte mis cosas, y sacarte de paseo, y cuidarte cuando te enfermaras, y comprarte chucherías en el supermercado. Y pensé que podría. Pero ya es muy tarde.

Me tardé demasiado y no pudiste esperarme más...

Lo siento. Te merecías una madre menos fracasada, una que hubiese podido cumplir su promesa de volver por ti. Lo siento.

Hoy decidí tu partida, y espero que entiendas que es, a estas alturas, la única muestra de amor que puedo darte. No quiero que sufras más. Es mejor que te vayas ahora, mientras estás dormido, mientras no te das cuenta.

Haré lo que pueda por estar allí contigo mañana, lo prometo. Aunque no notes siquiera mi presencia. Te lo debo, despedirme es lo mínimo que puedo hacer.

Te amo mucho, mucho. Espero que nunca lo hayas dudado. Espero que tu pobre cabecita de perro haya tenido claro que nunca fuiste abandonado, que siempre fuiste amado, que te extrañaba y te extrañaré horrores. Y espero puedas perdonarme.
Previous post Next post
Up