Titulo Fanfic: Five Ways to Fall Autor/a: Linnafishing Fandom: EXO Personajes: Chen/D.O. (Chensoo) Rating: PG Género: Fluff Palabras: 2,7K Resumen: Jongdae siempre había escuchado la frase “amor a primera vista”. Sin embargo, hasta donde él sabía, existía más de un sentido. n/a: Este fic va dedicado a mi secta pingüino ♥ GRACIAS POR TANTO, PERDÓN POR LO POCO. Mi advertencia es que es súper cliché. [n/a:]Hace años no improvisaba un fic tan rápido por eso la calidá
I. Hear you calling (oh baby, I can listen to you all night) (W434)
Comenzó con un simple accidente. Jongdae nunca había sido una persona entrometida ni mucho menos un fisgón, pero si lo pensaba detenidamente, tal vez la culpa era del mismo Chanyeol. Siempre supo que compartir el mismo ringtone traería problemas.
Es por ello que cuando escuchó la ya tan familiar melodía no dudó un segundo y tomó el teléfono que reclamaba atención.
-¿diga?
-Uhm... ¿Chanyeol?
Esa fue la primera vez que lo escuchó.
Su voz fue como un trueno que sacudió la tierra en la que estaba parado. Era un sonido apabullante; grave y aterciopelado, que lo hizo pensar de inmediato en chocolate, sin tener muy claro por qué. Lo único que sabía era que nunca había escuchado una voz como aquella y que era muy agradable.
Jongdae se consideraba a sí mismo como un cantante, lo suficientemente cantante que se le puede considerar a alguien quien ha estado toda su vida en un coro y que canta en un bar medianamente decente todos los martes y jueves, por lo que se creía con las facultades para juzgar cuando una voz tenía potencial, y esta era fascinante.
Sin embargo, este no era el momento más oportuno para pensar ese tipo de cosas, el chico de la voz bonita seguía esperando al otro lado de la línea.
-¿aló? ¿hay alguien?
-O-oh, uhm lo s-siento… no, Chanyeol no está, está en el baño.
Yikes! Balbucear no era algo muy propio de Jongdae, y esta conversación, definitivamente, no lo hacía enorgullecerse.
-Bien, entonces lo llamaré más tarde. Adiós.
-¡Espera!
La desesperación lo asaltó y las palabras salieron de su boca antes de que su cerebro pudiese inventar una excusa. Sólo quería seguir escuchándolo.
-¿Sí?
-Tu nombre -soltó de pronto, felicitándose a sí mismo cuando se dio cuenta que aquello no era del todo absurdo y no hizo parecer de él un completo idiota.
La línea al otro lado se sumió en un profundo silencio por unos instantes, provocando que la respiración se le atascara en la garganta mientras esperaba.
-Kyungsoo.
Tras eso, Jongdae expulsó el aire contenido y la sombra de una sonrisa amenazó con propagarse vertiginosamente rápido por su rostro. Hasta su nombre sonaba musical.
-Bien, Kyungsoo, pues yo soy Jongdae y quiero seguir hablando contigo.
Kyungsoo, era el compañero de cuarto de Chanyeol, y a pesar de que todavía no lo conocía en persona, el sólo escuchar su voz le hizo sentir un irrefrenable deseo de acercarse a él. Es por ello, que con un poco de esfuerzo y un poco más de insistencia, su gigante amigo accedió a darle el número.
II. Darling, just the sight of you makes my heart go wild (W651)
A pesar de la reticencia inicial de Kyungsoo, cuando un total desconocido como él comenzó a escribirle (no tan desconocido, según su opinión, porque se presentó con su nombre en esa primera conversación que mantuvieron), sólo bastaron un par de días para que se volvieran algo muy parecido a amigos.
Se enviaban mensajes de textos a diario e incluso evolucionó a llamadas por teléfono en algunas ocasiones.
Jongdae recuerda como una noche, cuando el reloj colgado en la pared de su dormitorio marcaba cerca de las una de la madrugada, Kyungsoo le escribió preguntándole si podía llamarlo en ese momento.
El corazón se le aceleró en el pecho, sintiéndose nervioso sin razón. Ellos ya habían habían escuchado sus voces antes, entonces, ¿por qué?
Depositó sus reparos en el fondo de su cabeza y contestó con la única respuesta correcta para aquella petición.
Con un claro deje de timidez tiñendo la profundidad de esa voz, entre susurros apenas audibles para el volumen de la oscuridad, Kyungsoo le confesó que no podía dormir y que no quería importunarlo, ya que ni siquiera esperaba que Jongdae le contestara.
Jongdae sintió su pecho hincharse en un tumulto de emociones que iban desde afecto, ternura y anticipación. Kyungsoo era jodidamente entrañable.
Esa noche hablaron hasta entradas las cinco de la madrugada, importándole muy poco que tuviera que levantarse en sólo una hora para asistir a las clases de la mañana.
¿Cómo iba a importarle si había sido arrullado por la suave voz de Kyungsoo hasta quedarse dormido?
Jongdae nunca había visto a Kyungsoo.
De pronto cayó en la cuenta de lo extraña que era su relación. Se sentían cercanos, pero ni siquiera tenía idea de cómo lucía el hombre detrás de la voz que hacía flaquear sus rodillas.
Recuerda que en una ocasión buscó a Kyungsoo en redes sociales, para sólo descubrir lo hermético que era el chico.
Nunca quiso preguntarle a Chanyeol para no parecer desesperado o… raro.
Por lo que tomó una decisión: le preguntaría a Kyungsoo si podían quedar algún día. Aquello no tenía absolutamente nada de antinatural.
No obstante, la vida se le adelantó.
Un día que estaba con Chanyeol almorzando en la cafetería de la universidad, repentinamente sintió un golpe en la mesa seguido de un escandaloso alarido.
-¡Kyungsoo! ¡Por aquí!
La cabeza de Jongdae giró tan rápido que creyó escuchar el tronar de todos los huesos de su cuello. ¿En serio Kyungsoo estaría allí?
Cuando al fin logró identificar la persona a quien Chanyeol frente a él le hacía exagerados gestos para que se acercara, Jongdae creyó que se le iba desencajar la mandíbula.
Porque wow, la vida es injusta.
Si hace un par de minutos a Jongdae le hubiesen preguntado cómo se imaginaba a Kyungsoo, éste simplemente respondería que nunca había querido pensarlo con mucha detención.
Sin embargo, esto definitivamente es una sorpresa.
Kyungsoo era precioso.
Era un chico de baja estatura, cabello negro y bien cortado, y a medida que se aproximaba al lugar donde se encontraban, Jongdae pudo admirar sus facciones cada vez con mayor nitidez. Ojos grandes y expresivos, cejas pobladas, nariz bonita y labios obscenamente abultados.
De alguna manera, resultaba difícil de imaginar a alguien con ese rostro tan adorable tener una voz ronca y sensual. Era una combinación exquisita.
-Kyungsoo… -pronunció casi sin aliento y carraspeó un poco para recuperar su voz -definitivamente esto no era lo que esperaba -soltó sonriendo, bordeando una actitud despreocupada
El chico abrió los ojos viéndolo con incredulidad ante sus palabras, mas de inmediato mudo la expresión frunciendo el ceño, y para deleite de Jongdae, pudo ver como esas mejillas se tintaban ligeramente de rosa.
Kyungsoo entonces, abrió la boca para replicar, con aire evidentemente ofendido, pero Jongdae aun no terminaba.
-Eres mucho más bonito de lo que podía haber imaginado.
Y allí estaba, una de las vistas favoritas de Jongdae: Kyungsoo con el rostro encendido, completamente azorado.
III. And now, the night smell like you (W611)
Jongdae pensaba que su vida había cambiado en tan sólo dos meses.
Antes, cada vez que la universidad le daba un respiro, en lo único que podía pensar era en dormir hasta nuevo aviso y apenas hacía caso a los reclamos de sus amigos. Ahora, en cambio, su mente sólo podía pensar en cuándo sería la próxima vez que podría volver a ver a cierto chico de ojos grandes y voz grave.
Afortunadamente, al parecer era igual por ambas partes, porque si no era él quien proponía en quedar, Kyungsoo ya estaba preguntando cuándo era su próximo día libre.
Cuando estaban juntos, solían ir al cine (Kyungsoo era un gran fanático del séptimo arte), probar nuevos restaurantes (Kyungsoo también era un gran fanático del mundo culinario) o simplemente iban a relajarse y pasar el rato en algún bar.
Jongdae podía pasar horas viendo y escuchando a Kyungsoo, aunque éste no fuera el ser más conversador del universo, pero esas pequeñas frases carismáticas o comentarios sarcásticos, podían hacer su día.
Los días que más le gustaban eran aquellos donde se reunían con el fin de sólo estar juntos.
-¿Sabes que no tienes que acompañarme hasta mi departamento, cierto? -preguntó sin poder evitar sonreír.
Kyungsoo volteó a verlo por segundo, y rodó los ojos fingiendo fastidio, pero Jongdae a estas alturas ya era inmune a estos pequeños actos y pudo ver una pequeña sonrisa asomarse por la comisura de esos gruesos labios.
-Ya te dije que lo hago porque quiero. Además, tengo que ir a un lugar cerca de allí.
Una vez dentro del bus de recorrido, Kyungsoo tomó el asiento junto a la ventana, la cual se encontraba abierta, permitiendo que una ligera brisa se colara entre ellos, y fue allí donde Jongdae lo percibió.
Una esencia fuerte, pero no en un mal sentido. Era una mezcla entre un toque suave de madera, vainilla y limpio, y en un momento de lucidez supo que ya había olido algo como aquello antes; en el departamento de Chanyeol, antes de conocer a Kyungsoo. En ese entonces se sentía muy sutil, y recordó haber pensado que era un aroma agradable.
Ahora no podía más que confirmarlo.
De súbito, fue consciente de sí mismo. Jongdae tal vez... no olía así de bien.
Con disimulo, volvió el rostro hacia el lado contrario de donde estaba Kyungsoo y olfateó del suéter que traía. No pudo evitar arrugar la nariz cuando pudo notar el fuerte olor a pollo frito y jjamppong picante.
-¿Qué haces? -le preguntó Kyungsoo con una pequeña risilla al final.
Jongdae se enderezó en su asiento bajo la mirada divertida de su acompañante. Carraspeó un poco avergonzado.
-Nada, es sólo que me di cuenta que huelo horrible en este momento. Lo siento.
-¿De verdad?
Sin previo aviso, Kyungsoo se inclinó hacia él en un intento por corroborar lo que le estaba diciendo, sorprendiendo a Jongdae y de paso dejándolo sin respiración. A pesar del ligero bochorno que gorjeaba en la boca de su estómago en ese momento, su cabeza no podía dejar de pensar que con Kyungsoo tan cerca tal vez podría tratar y sentir un poco más del aroma del chico.
Jongdae no quería nada más que enterrar su nariz justo donde el cuello y hombro de Kyungsoo se unen, porque wow Kyungsoo tenía un bonito cuello.
¿Acaso, esos son esos lunares?
-No te preocupes, no se siente a menos que alguien esté muy cerca.
En un abrir y cerrar de ojos, el bajito ya estaba fuera de su alcance. Pero su olor seguía allí, danzando a su alrededor, jugando con sus sentidos y haciendo a su mente hundirse en el delirio.
IV. All I want is the taste of your lips allow (W761)
Jongdae empezaba a desesperarse.
La relación que tenía con Kyungsoo claramente era algo más que de sólo amigos, y a pesar de su actitud relajada, discurso directo y de sus sentimientos a flor de piel, Jongdae no sabía cómo dar el siguiente paso.
Sentía pánico de sólo pensar que podían estancarse ahí. A veces pasa y no era agradable.
El día que se volvieron a ver, después de dos semanas ajetreadas donde sus horarios no lograron coincidir, decidieron aprovechar el día soleado y pasar el rato a orillas del río Han.
En cuanto lo vio, Jongdae sintió como si un peso que hubiese estado sosteniendo todo este tiempo sin saberlo se esfumara. Y le gustaba; le gustaba cómo Kyungsoo lo hacía sentir.
Definitivamente debía pasar al siguiente nivel. Pronto.
-Aún no puedo creer que tú hayas hecho estas galletas.
El más bajo lo miró con rostro inexpresivo y sin decir nada, cogió la galleta de manos de Jongdae que estaba a medio comer y se la metió á la boca sin quitarle la mirada de encima, cómo retándolo a que dijera algo
Jongdae se limitó a ver la acción entre atónito y divertido.
-¡Hey! Yo estaba comiendo eso -se quejó entre risas e intentó tomar otra del recipiente donde estaba el resto, pero Kyungsoo fue más rápido al agarrar dicho recipiente y apretarlo contra su pecho, protegiendolos de las malagradecidas manos de Jongdae.
-¡Oh, vamos! Estaba bromeando. ¡Dame una!
Kyungsoo frunció los labios y escondió las galletas detrás de su espalda en su infinita tozudez, mientras Jongdae seguía intentando coger una.
-Si no me crees, no deberías comer lo que te da un mentiroso -alegó.
Oh, como le gustaba Kyungsoo.
Aquello lo hizo estallar en explosivas carcajadas, lo que provocó que perdiera el equilibrio por un momento. Como acto reflejo, se vio obligado a apoyar las manos justo a ambos lados de las caderas de Kyungsoo para evitar caerle completamente encima.
Ambos se quedaron viendo sorprendidos, con los rostros muy cerca, a tan sólo unos centímetros. Exactamente como la típica y estúpida escena cliché de los dramas que tanto le gustaba ver a Baekhyun.
Jongdae tragó saliva nervioso. Su mente empezó a funcionar a mil por hora pensando si debía lanzarse sin miedo al abismo que representaba Do Kyungsoo o si debía recular para no arriesgarse a incomodar al chico.
Sus ojos lo traicionaron y por unos segundos se desviaron a los labios de Kyungsoo. Eran jodidamente tentadores y él era débil, pero luchó para no dejarse aturdir ante sus deseos. Fervientes deseos, si le permiten agregar. Además, no es como si fuera la primera que se le cruza por la cabeza besar a Kyungsoo.
Dios.
Justo en el momento en el que se decidió por la segunda opción, sintió unas manos aferrarse a sus muñecas.
-Espera…
Jongdae fijó la mirada en Kyungsoo, y vio que éste tenía la mirada hacia el suelo, y sólo entonces fue capaz de notar el leve temblor en las manos que lo sujetaban.
Sonrió.
Había llegado el momento.
En un intento por apaciguar al otro, el mayor se acomodó ligeramente para tomar las manos del más bajo entre las suyas y entrelazar sus dedos. Le dio un pequeño apretón alentándolo a continuar.
Entonces, Kyungsoo levantó la cabeza hacia él, con una seguridad renovada brillando en sus bonitos ojos. Abrió la boca para tomar aire en tanto sus mejillas comenzaban a verse sonrosadas.
-Me gustas -soltó -. Me gustas de hace un tiempo, no tengo muy claro desde cuando exactamente, pero… -vaciló un instante- eso, sólo quería que lo supieras.
Jongdae no pudo evitar sonreír a todo lo que le permitían sus labios. Era real y estaba sucediendo.
Su corazón que había estado desbocado desde el comienzo de la escasez de la distancia entre ellos, mas ahora simplemente se había vuelto loco y podía escucharlo alborotado en sus oídos.
Iba a explotar.
-Esa es una información realmente valiosa, sobre todo porque tú me gustas muchísimo y no he parado de pensar en si podré besarte en todo este rato.
La sonrisa que le obsequió Kyungsoo en ese momento fue una de las más deslumbrantes que le había visto al chico en todo el tiempo que lo llevaba conociendo. Y era dirigida a él; y por él.
Ambos se acercaron al mismo tiempo, para encontrarse en el medio.
En cuanto sus labios tocaron los de Kyungsoo, Jongdae supo con certeza que no quería estar con nadie que no fuera él.
Kyungsoo sabía a galletas de jengibre y chocolate, con un ligero toque de menta fresca.
V. It burns whenever my fingers touch you (just like my heart) (W244)
Jongdae había agregado una cosa nueva a su lista de cosas favoritas: besar a Kyungsoo.
Si antes pensaba que podía pasar horas sólo viendo y escuchando hablar a Kyungsoo, pues bien, besarlo estaba peligrosamente poniéndose en el puesto número uno de sus actividades predilectas.
Es que Kyungsoo simplemente tenía labios nacidos para besar. Eran tan suaves y voluptuosos, jodidamente seductores a la vista. Jongdae perdía la noción de la realidad cada vez que se quedaba contemplándolos por mucho tiempo.
No obstante, no se trataba sólo de los labios, su boca completa era una exquisitez. La maestría de sus belfos, la autoridad de su lengua y la cordura de sus dientes, concebían la mezcla perfecta de su sabor predilecto.
Jongdae estaba completamente prendado de Do Kyungsoo, y no creyó que era posible seguir enamorándose más de él.
Pero estaba equivocado.
La primera vez que realmente tocó a Kyungsoo, sintió un desborde de emociones y sensaciones abismante. Su mente desvariaba y lo único que lograba atarlo al mundo real eran sus dedos sobre esa piel suave y blanquecina, y los lascivos suspiros que soltaban esos maltratados labios.
Tocó, besó y mordió toda la piel que encontraba a su paso, en un intento desesperado por memorizar y sentir todo lo que era Kyungsoo.
Sus sentidos no paraban de confundirse y en ocasiones se fusionaban de forma irracional; Oía, admiraba, olía, saboreaba y tocaba a Kyungsoo. Respiraba Kyungsoo.