Caminó con cautela por los grandes pasillos de ese establecimiento que dentro de uno o dos años, tal vez se convierta en su nuevo lugar de estudio, mientras buscaba habitación por habitación el número 608.
Cuando lo encontró, se detuvo un momento antes de entrar. Tenía miedo, no lo podía negar, y no estaba seguro si se encontraba preparado para lo que sea que vería detrás de esa puerta. Inspiró profundamente por última vez, agarró con fuerza su mochila y con la otra mano giró el pomo.
La imagen que vio sin duda lo dejó sin aliento... pero de una forma ligeramente distinta a la que pensó.
Un chico que creía no conocer (no podía verle bien el rostro) estaba inclinado sobre la camilla donde la cual debía encontrarse Baekhyun, en una posición bastante comprometedora. Si le preguntaran, él diría que se estaban besando casi sin dudarlo.
Por un segundo creyó estar en la pieza equivocada, y quiso volver a chequear el número, pero supo que no era así cuando los chicos se alertaron con su presencia y se separaron para saber de qué se trataba.
Claramente pudo ver la cara de sorpresa de Baekhyun recostado sobre la camilla, y luego desvió la vista hacia el desconocido, y wow. Era alto (no tanto como él), al parecer bien formado, con espalda ancha, la piel inusualmente morena, labios gruesos, una mandíbula ridículamente masculina, y unos ojos profundos que te hacían querer pedir perdón por todos tus pecados. Definitivamente se voltearía a mirarlo dos veces si lo veía en la calle. No obstante, al parecer Chanyeol no causó tan buena impresión en el chico, ya que en cuanto lo vio, frunció el ceño evidentemente molesto. Entonces fue cuando recordó lo acaba de presenciar entre ellos.
Se estaban besando.
De pronto sintió la garganta seca, y una puntada cerca de sus ojos provocando que comenzaran a escocer. Así que esta era la verdadera razón por la cual el mayor no quería estar con él. Se sentía jodidamente patético. Ver a aquel pedazo de adonis y compararlo con él... ni siquiera tenía comparación.
-Chanyeol -pronunció tenue el más bajo con una expresión que se le antojo lacerantemente indescifrable, y ahora el moreno junto a él ahora se veía incluso más enojado que antes.
Chanyeol se quedó de piedra en la puerta sin saber qué hacer. Apretó más fuerte las tiras de su mochila y carraspeó un poco para invocar su voz.
-S-siento interrumpir. Yo-
-¿Él es Chanyeol? -interrumpió irrespetuoso el moreno preguntando al mayor, mientras paseaba sus ojos sin ningún pudor de arriba a abajo por el cuerpo el recién llegado haciéndolo sentir incluso más incómodo.
Baekhyun entonces estiró su brazo para darle un pequeño golpecito en el brazo al chico y le daba una mirada de desaprobación.
-Eso es grosero, Jonginnie -Vaya hasta apodos lindos le tenía. Esto era cruel.
-Yo... yo sólo vine para saber cómo estabas, y uhm, veo que estás bien -musitó viendo de soslayo a 'Jonginnie'. Claramente estaba de maravillas, y él sólo estaba estorbando allí-. Así que creo que ya me voy -dijo apuntando la salida tras él.
La expresión de Baekhyun decayó automáticamente y Chanyeol de alguna forma se sintió increíblemente traicionado con ello.
¿Qué...?
Entonces Jongin resopló sonoramente distrayendo ligeramente su atención.
-Eso sí es grosero -masculló entre dientes el chico ganándose una mirada asesina por parte del mayor, que cambió de inmediato cuando se volvió nuevamente hacia Chanyeol.
-Oh entiendo, debes tener mejores cosas que hacer -dijo forzando una sonrisa que removió algo en Chanyeol que lo hizo querer cambiar de opinión y quedarse a pesar de todo. No soportaba esa tristeza mal camuflada en su rostro.
Maldita sea. Nop, no la soportaba.
Suspiró derrotado.
-Pero... -continuó el alto-. ¿No les molesta si me quedo un rato, cierto?
No sabía lo que estaba haciendo. Se sintió mal al ver la cara de desolación del mayor cuando le anunció que se iba, pero no entendía el porqué de ello, ya que ¿no se la estaba pasando de lo mejor con su noviecito? Otra vez estaba recibiendo señales confusas que le quebraban la cabeza con pensamientos caóticos.
El rostro de Baekhyun se iluminó enseguida y empujó emocionado al moreno para que se moviera.
-¡Oh eso es genial! -exclamó feliz-. Jongin ve a la cafetería y tráele algo de beber a Chanyeol ¡Apúrate! -el aludido miró con mala cara a su mayor y refunfuñó en silencio, pero sin intención de protestar.
Chanyeol se adentró lentamente hacia una silla cerca de la camilla del lado contrario donde se encontraba Jongin, quien de pronto se movió hacia él.
-Soy Kim Jongin -se identificó el moreno con semblante serio tomando por sorpresa a Chanyeol-. Me presento, ya que al parecer Baekhyun-hyung no tiene intención de hacerlo.
-¡Oh es verdad! Lo siento, lo siento -rió divertido el más bajo-. Chanyeol, él es Jongin, mi vecinito.
¡¿Su qué?!
-¡Hyung! -le gritó el menor avergonzado-. ¡Deja de tratarme como un niño! -Baekhyun esta vez se rió más fuerte burlándose del puchero del moreno.
Chanyeol tenía sus ojos tan abiertos que creyó que se le habían secado. Ese chico no podía ser el vecinito de Baekhyun, es decir, ¿no se supone que era sólo un chiquillo? Oh Dios algo no estaba bien en todo esto.
-Y-yo soy Chanyeol, un gusto -contestó aún aturdido por su nuevo descubrimiento en tanto hacia una venia por mera educación.
-Lo sé -le dijo el menor mirándolo directo a los ojos, incluso tal vez a su alma. Su mirada era tan profunda, que juraba que en cualquier momento le perforaría la cabeza. Era jodidamente siniestro- Ahora, ¿qué quieres para beber Chanyeol? -le preguntó desafiante, cruzándose de brazos.
-Chanyeol-hyung -le corrigió Baekhyun-. Es mayor que tú, muestra respeto.
Jongin rodó los ojos, y murmuró un par de maldiciones.
-Chanyeol-hyung, ¿Qué vas a querer? -preguntó ahora controlando su tono de sarcasmo haciendo sonreír satisfecho al mayor de todos.
El alto todavía estaba estúpidamente perdido en lo que sucedía, y terminó contestando con un «Lo que sea está bien, gracias», para luego ver desaparecer al menor tras la puerta.
-Es raro -llamó su atención el mayor cuando quedaron solos, haciendo que Chanyeol volteé a verlo-. Él suele ser más tímido cuando conoce a las personas. Supongo que tú eres la persona menos intimidante de la tierra o algo así -comentó divertido, molestando al alto.
Chanyeol no podía creer que fuese tan masoquista. En vez irse y ahorrase todo esto, está allí sentado escuchando como Baekhyun hablaba cariñosamente de su novio o lo-que-sea, y más rabia le daba el hecho de que el más bajo ni siquiera le tomaba importancia o trataba de justificarse con él; está bien, no eran nada, pero eso no significa que no haya pasado nada entre ellos.
Joder...
De pronto su corazón se estrujó dolorosamente en su pecho y sintió unas inmensas ganas de llorar. No era justo, nada de esto lo era. A él en serio le gustaba mucho Baekhyun, mucho para ser real y soportable, y no creía haber hecho nada tan malo en su vida como para ser lastimado de esta manera. Dolía como el condenado infierno.
Agachó la cabeza en un intento por controlar sus emociones desbordadas y concentrarse en lo que fuese mejor para el mayor. Baekhyun tenía que recuperarse, y eso era lo más importante. Tenía que estar bien y ser feliz, aunque nada de eso conllevara al inútil de Chanyeol.
-Hey, ¿qué pasa? -pronunció suavemente el chico en la habitación volviendo a llamar su atención-. Estás muy extraño -Baekhyun dudo por un momento y luego agregó:- Si tenías algo muy importante que hacer, no tienes que quedarte. Estoy mejor -oyó el alto sin atreverse a levantar la cabeza.
En serio no podía verlo en estos instantes.
-No, no es eso -apenas abrió la boca, el menor sintió la urgencia de descargarse aunque fuese sólo un poco, de otro modo se ahogaría. Era casi tan necesario como respirar. Exhala-. Uhm, ¿Por... por qué no me dijiste acerca de Jongin? -cuestionó con un tono inevitablemente dolido.
Baekhyun entonces se limitó a verlo evidentemente confundido.
-¿De Jongin? Ya te había hablado de mi vecinito. Es el dueño de la consola en la que jugamos, ¿no lo recuerdas? -le aclaró con inocencia.
Chanyeol pasó saliva. De verdad no quería poner lo siguiente en palabras; lo haría más real, y no estaba preparado para afrontarlo.
-No hablo de eso -farfulló lo suficientemente fuerte para que el otro lo oyera- Hablo de tu relación amorosa o lo que sea que tengas con él.
Chanyeol seguía con la mirada pegada en el suelo, y no fue capaz de ver el desconcierto pintado en la cara de Baekhyun por una fracción de segundo, mas de inmediato cambió su semblante a uno más neutro.
-¿Qué fue lo que te hizo llegar eso? -la voz del mayor salía inusualmente sin emoción.
¿Qué significaba aquello? ¿Lo estaba admitiendo? Bueno, no es como si pudiese negarlo, ¿o sí? Pero Chanyeol muy en el fondo rogaba porque lo hubiera hecho... pero no lo hizo. Entonces algo dentro de él comenzó a quebrarse.
-Se estaban besando cuando entré... y yo- hubiese sido más fácil si me lo decías desde un comienzo, digo, no estoy molesto, sólo... -Chanyeol comenzó a tropezar con sus propias palabras ya que ni siquiera él tenía claro lo que quería decir, sin saber si debía mentir o no, hasta que fue interrumpido de nueva cuenta.
-¿Por qué eres así?
¿Qué?
Chanyeol abrió sus ojos muy grandes cuando fue tomado por sorpresa al no entender lo que quería decir con esa pregunta. ¿Baekhyun estaba enfadado? No, definitivamente hoy no entendía absolutamente nada.
-¿Cómo así?
-¿Eso es todo lo que me dirás después de haber jugado contigo? -cuestionó con un ligero tono de reproche rozando su voz, pero más que despertar su indignación, Chanyeol sintió otra hiriente daga clavarse en su corazón.
¿Cómo es que nunca se dio cuenta de que este era Baekhyun? Estaba siendo pérfido.
Él quería reclamarle muchas cosas, de verdad sí quería, pero las palabras atoradas en su garganta tenían miedo de salir y lastimar a Baekhyun o a él mismo. Seguía y seguiría siempre malditamente preocupado de su bienestar antes que el de él mismo, porque a pesar de ser cruelmente lastimado, estaba perdido hasta las patas por ese chico.
Lo mejor sería largarse de allí de una vez.
Sin embargo, antes de que pudiera moverse un centímetro, el mayor volvió a abrir la boca.
-¿En serio, por qué eres así? -reclamó al aire, ahora con aspecto derrotado. Chanyeol sólo estaba más confundido-. Crees que jugué con tus sentimientos y te lo restriego en la cara, y a pesar de todo tú no haces nada -Baekhyun se volteó hacia él nuevamente con expresión seria y decidida- Chanyeol, yo no me estaba besando con Jongin ni tengo nada con él ni con nadie, excepto tal vez contigo -regañó irónico.
Muy bien, ahora sí que estaba perdido.
-Baekhyun yo… los vi. No tienes que negar-
-Tú, ¿en serio no necesitas anteojos? -lo cortó y el más alto no sabía si hablaba en serio o si se estaba burlando de nuevo-. Jongin estaba acomodando mi almohada cuando entraste -le aclaró cuando se quedó falto de palabras.
Chanyeol entonces, abrió sus ojos cómicamente (por millonésima vez en el día), y su cerebro empezó a rebobinar la imagen que vio cuando entró y… oh mierda. En cuando la realidad lo golpeó, se sintió tan abrumado que tuvo que ponerse de pie para poder respirar de nuevo. Es que, ¿cuál era su problema? ¿Por qué diablos tuvo que imaginarse la peor escena posible? Baekhyun no era…
Oh Dios Mío.
Estrelló sus palmas estrepitosamente contra su cara para, de algún modo, tratar de matar la estupidez de su ser, provocando que Baekhyun lo viera asustado.
-¡Oh dios! Soy tan estúpido. Estúpido, estúpido, idiota, idiota… -Chanyeol se paseaba de un lado para otro y seguía golpeándose la cabeza- ...retrasado mental, dios...
-¿Quieres parar?... empiezas a asustar -sólo entonces el menor pareció aterrizar en la realidad de nuevo y darse cuenta de que no estaba solo en su mundo de recriminación, sino en una habitación de hospital con Baekhyun. Rápidamente volvió a sentarse en la silla con las mejillas totalmente sonrojadas.
-Lo siento, yo uhm... lo siento -se disculpó cabizbajo sin saber bien qué decir en el momento que Baekhyun sólto una pequeña risita.
-Está bien, no tienes para qué ponerte de esa forma. Supongo que tu estupidez te hizo ver algo estúpido -rió.
-Supones bien -suspiró vencido mientras dejaba caer su gran mochila al suelo desde uno de sus largos brazos. El chico junto a él no pudo evitar mirarlo curioso.
-Oye gran idiota, ¿qué traes en esa mochila? -preguntó divertido desde la camilla, apuntando el bolso, y cambiando conscientemente el ambiente de incomodidad.
Chanyeol se lo agradeció internamente, y dirigió su mirada hacia el objeto de atención, recordando el propósito de su visita.
-¡Oh es cierto! Traje algunas cosas para hacer tu sesión de risoterapia -con renovada emoción, Chanyeol rebuscó en su mochila y sacó una diversidad de objetos que le mostró orgulloso a su mayor-. Sé que no podemos salir ni hacer muchas cosas, pero con estas cosas podemos divertirnos aquí, ¿no?
Baekhyun esbozó una genuina sonrisa conmovido, y Park Chanyeol ya se había dado por pagado.
-¿Ahora serás tú quién me dé las sesiones? -le preguntó enarcando una ceja con divertida presunción. Chanyeol asintió fervientemente con falso aire de solemnidad.
-Sí. Leí que el “creador” de la risoterapia tenía una enfermedad, de la cual no me acuerdo, donde sufría de dolores horrorosos, pero decía que en lugar de todos sus medicamentos, sus dolores sólo pasaban tomando vitamina C y viendo capítulos de los Tres Chiflados
* -dijo a modo explicativo en tanto revolvía los cachivaches esparcidos sobre la cama-. Es decir, se mataba de la risa, y es lo que haré contigo, así queee... -con los ojos muy abiertos, Baekhyun observó como la mano del más alto se alargó hacia un colorido bigote y se lo plantó de improvisto en la cara.
-¡Esto es para que asumas tu edad, hyung! -se carcajeó exageradamente el alto aplaudiendo a su absurda acción-. Ya eres mayor, pero te hacia falta algo de bello facial -Baekhyun lo vio incrédulo por un momento, y sólo cuando logró salir de su estupor rompió en carcajadas y tomó otro de esos bigotes, uno más oscuro con puntos anaranjados, y se lo puso a su compañero.
-Sólo tenemos meses de diferencia, así que si yo tengo bigote, tú también.
Chanyeol le sonrió sintiendo como su corazón se rearmó rápidamente luego del fiasco del comienzo. Como si nunca hubiera sucedido... la verdad es que nada sucedió, sólo imaginó cosas que no debía. Pero el punto es que ya estaba todo bien, ¿no?
Con diferentes tipos de objetos en la cara, comenzaron a jugar uno de los juegos de mesa que había traído el más alto y entre risas sin sentido, fueron interrumpidos por el sonido de la puerta al ser abierta.
-¿Qué rayos es lo que están haciendo? -preguntó Jongin con el entrecejo arrugado, mientras cerraba la puerta tras él entre malabares con uno de sus pies, debido a que sus manos estaban ocupadas con las bebidas-. Las carcajadas se escuchan desde el pasillo... -los reprendió el moreno con tono severo pareciendo el mayor en la habitación por un instante-. Estamos en el hospital por si no se han dado cuenta.
El menor le tendió la bebida a Chanyeol aún con semblante serio, pero que cambió de inmediato en el momento que acercó una silla hasta donde estaban, sentándose a horcadas sobre ella con el respaldo al revés, preguntando con un brillo infantil en los ojos, si él se podía unir a ellos y si también podía tener una nariz de payaso.
Baekhyun había sido hospitalizado producto de una serie de horribles dolores de cabezas y desmayos sufridos demasiados seguidos como para continuar ignorándolos. Allí podían mantener los síntomas bajo control por un tiempo, pero la palabra operación comenzaba a sonar cada vez más fuerte. Chanyeol no sabía si debía estar asustado o no; si todo salía bien, el tumor podría ser extraído de raíz, y la vida del mayor sería la que tiene que ser a la edad de 21 años, mas existía la posibilidad de que aquello no sucediera, y pudiera terminar todo mucho peor. Esa probabilidad era dolorosamente del cincuenta por ciento.
El aquejado, no obstante, no emitió comentario acerca de ello. Al parecer quería seguir actuando como si no tuviera nada grave, y que su internación no fuera más que por un simple resfrío mal cuidado, lo que llevaba al más alto a no tener idea de que lo sucedería. Por el momento, esperaría.
Por otro lado, sus sesiones de risoterapia iban de maravilla. Chanyeol era conocido como el nuevo Patch Adams
* en el lugar, y por medio de las enfermeras, se había enterado que los días en que visitaba al mayor, eran los días donde éste requería menos calmantes y su ánimo era el mejor. Chanyeol iba casi todos los días, por lo que aquello sucedía prácticamente siempre.
Se dedicaban a jugar todos los tipos de juegos que existiesen, en los cuales, al menos Baekhyun, no se tuviera que mover mucho. También veían películas o simplemente charlaban cosas sin sentido. Eso era suficiente para ellos.
Sin embargo, pese a sus esfuerzo también estaban esos días en los que el más bajo estaba tan sedado o tan cansado cuando llegaba, que lo único que hacía era dormir, y esas eran las ocasiones en las Chanyeol se dedicaba a estudiar y ponerse al día con la materia.
A pesar de aquello, sí podía decir que había conseguido una cosa buena de esa situación, y esa, sin duda, era Jongin. ¡El chico era adorable! La hostilidad que mostró en un principio quedó rápidamente en el olvido (se había justificado diciendo que no lo conocía y que no quería que Baekhyun-hyung fuese lastimado y Chanyeol le concedió aquello totalmente), y su lado divertido e inocente salió a la luz (eso no quitaba que estuviera para chuparse los dedos. Oh sí).
Jongin solía coincidir con él en los horarios de visita de la tarde, ya que por lo general los padres de Baekhyun iban en la mañana, mientras que su hermano mayor lo hacía más entrada la noche, es por ello que su amistad se forjó con una rapidez impresionante. El menor participaba de casi los juegos, aunque lo único que realmente hacía era reír y golpear a Chanyeol cuando su risa era demasiada para ser controlada. Otras veces, el chico sólo se dedicaba a dormir como un tronco, acurrucado en una esquina de la camilla, o tirado en algunas sillas, y lo que más impresionó al más alto, es que a pesar de toda la bulla, Jongin no despertaba con nada. Chanyeol lo consideraba como un valioso talento.
También descubrió que el moreno bailaba en una de las academias más importantes de la ciudad, y un día mientras Baekhyun dormía, Jongin le mostró un vídeo grabado desde su celular, donde él bailaba algo que parecía jazz en una sala de ensayo. Chanyeol quedó sin palabras. ¡Jongin era sensacional! Desde ese día, con mucho orgullo, se auto-declaró el fan número uno del menor. Prometió entusiasmado ir a una de sus presentaciones algún día.
Esperaba que Baekhyun fuese con él.
-¡Joder!
Chanyeol corría a velocidad contenida a través de esas enfermizas paredes blancas, e intentaba no chocar con el cuerpo médico o pacientes que se encontraba, recibiendo más de un par de regaños, pero que debía ignorar. Iba tarde. Por primera vez desde que Baekhyun fue internado, se retrasó producto un pequeño percance universitario que incluía a Kyungsoo, una credencial de biblioteca, y distancias demasiado largas. No había estado en sus manos, y se lo debía a su amigo.
En el momento que la puerta de la habitación de Baekhyun apareció en su rango visual, vio a Jongin salir de allí cabizbajo y expresión preocupada.
Se acercó rápidamente y el menor sólo reparó en su presencia, una vez estuvo a su lado, y de inmediato frunció las cejas dedicándole una mirada llena de reproche.
-¿Dónde estabas? -reclamó-. Baekhyun-hyung te ha estado esperando toda la tarde. La hora de visitas está por terminar.
Lo sabía. Demonios, lo sabía.
-Él no lo dice, pero siempre espera el momento en el que llegas. Ahora está allí deprimido y yo voy a la cafetería porque ya no sé que hac-
-Lo siento, creo que fue mi culpa -y no, ese no fue Chanyeol.
Un chico bajito, cabello negro azabache y ojos grandes, había salido de detrás del más alto, tomando totalmente por sorpresa al moreno. Chanyeol había traído a Kyungsoo consigo, por cierto.
Jongin pareció conmocionado en ese momento, sin poder articular palabra cuando su boca se abría y se cerraba de forma ridícula. Sus mejillas se tornaron carmesí, y lucía realmente cohibido por la súbita aparición de un extraño en el momento que estaba regañando a su mayor.
Oh, es verdad. Es tímido.
Pero Chanyeol no tenía tiempo para ponerse a analizar al menor ni sus problemas, y mucho menos para presentaciones, ya bastante tiempo estaba perdiendo parado allí afuera. Ignoró a los chicos junto a él y tomó la manija de la puerta impaciente por entrar.
-Te voy a estar esperando en la cafetería -avisó el ojón, y el alto asintió distraído sin prestarle mucha atención, mientras ingresaba a la habitación.
Apenas cerró la puerta, oyó: «Hey... uhm.. ¿vas a la cafetería? ¿q-quieres compañía?».
Chanyeol se limitó a suplicar internamente a sus amigos deidades que Kyungsoo tuviese un poco de compasión y no fuera el desagradable de siempre con el pequeño bebé Jongin. No obstante, su preocupación no era lo suficiente como para esperar escuchar la respuesta.
-Pensé que hoy ya no venías -Chanyeol volteó hacia la voz, y vio a Baekhyun acomodarse y quedar levemente más sentado para recibirlo.
El alto sonrió, y Baekhyun no pudo más que devolverle el gesto con esa calidez que sólo sus pequeños ojos podían tener.
Se acercó sin prisas hacia él, y se sentó a su lado sobre la camilla, al tiempo que miraba el reloj en su muñeca.
-Sólo me quedan diez minutos antes de que la simpática enfermera me venga a sacar, ¿qué te parece si me dejas besarte como compensación por lo que queda de tiempo? Además, Jongin no está con nosotros.
Baekhyun soltó una risotada, y simplemente atrajo a Chanyeol para sellar sus labios como respuesta.
Y por extraño que parezca, esta era la primera vez que se besaban desde la vez que lo hicieron en la casa del menor. Es por ello, que a pesar de no poder haber pasado el tiempo de siempre juntos, al final del día tal vez había conseguido algo mucho mejor.
Hoy había sido día de películas, y acaban de terminar de ver una que los dejó con una extraña sensación sacudiéndose en el cuerpo, ya que el final había sido verdaderamente insólito.
-Sigo insistiendo que tu gusto en películas es pésimo jirafa -comentó como solía hacerlo el mayor cuando no quedaba conforme con lo que habían visto, lo cual se podía resumir a siempre. Chanyeol rodó los ojos queriendo parecer mosqueado.
-La próxima vez deberías decirme cual quieres ver pigmeo quisquilloso -e contestó de igual manera, en tanto estiraba sus largas piernas que comenzaban a sentirse adormecidas, debido a la extraña posición en la que se encontraba, ya que una de sus extremidades se había perdido en algún lugar bajo su trasero.
-No soy quisquilloso, y menos un pigmeo, rascacielos con orejas. La película era pésima y apenas reí -contestó con aire de diva cruzando los brazos sobre su pecho.
Chanyeol no pudo controlar la risa que escapó de sus labios. ¿Rascacielos con orejas? Esa era nueva. Debía admitir que adoraba la creatividad del mayor, y esperaba que la usara también en sus trabajos de arquitectura y no la malgastara sólo en cosas estúpidas.
-Pero te reíste y ese era el punto. Eres insufrible. Nunca he escuchado a Jongin quejarse -el mediano entonces vio hacia el mencionado, pero este parecía algo perdido en su mundo y no había pronunciado palabra en todo el rato. Chanyeol frunció el ceño con extrañeza y volvió a llamarlo-. ¿Jongin?
El aludido se giró hacia él con curiosa decisión, y le clavó su oscura mirada en los ojos.
-Chanyeol-hyung, ¿En qué momentos te juntas con tus amigos? -preguntó de pronto algo tímido, y el más alto pudo notar como un leve sonrojo brotaba en sus mejillas.
Aquí vamos de nuevo.
La vez que Kyungsoo fue con él al hospital, al parecer Jongin había logrado que éste dejara que le hiciera compañía en la cafetería, haciendo que se conozcan un poco; poco que había sido suficiente para maravillar a Jongin al parecer.
Después de aquello, no pasó un día en el que el menor no lo tapara con absurdas preguntas acerca de sus amistades. Al principio no entendía el porqué del repentino interés del moreno en su vida personal, ya que siempre comenzaba con algo tan general, para luego derivar al verdadero objetivo que era su pequeño amigo de ojos grandes. La primera vez incluso, Jongin preguntó si es que acaso tenía amigos. ¡Si tenía amigos, por dios! Chanyeol quedó tan descolocado, que no supo si sentirse ofendido o reír por creer que se trataba de una broma, mientras que Baekhyun había explotado en estruendosas risas vociferando que el menor pensaba que el más alto era un inepto social. Chanyeol no necesitaba escuchar ese tipo de cosas, muchas gracias.
Sólo vio la luz de esos tontos interrogatorios cuando el mismo Baekhyun un día le dijo: «Nuestro pequeño Jongin tiene un enamoramiento por tu amigo». Chanyeol entonces, se sintió profundamente enternecido. Sin embargo, hablábamos de Kyungsoo, así que el sentimiento de lástima no tardó en aparecer, sobretodo cuando el más bajo ni siquiera había mencionado al pobre de Jongin en todo este tiempo.
- … es decir, pasas todas las tardes aquí, entonces...
-¿Por qué la pregunta Jonginnie? ¿Quieres conocer a los amigos de Chanyeol?... Oh, espera, ya conoces a uno, ¿no? -irrumpió Baekhyun con su rostro teñido en malicia. Él más alto se limitó a suspirar con pesadez; Baekhyun no tenía solución- ¿Quién era? ¿Kyungsoo? -el mayor ahora se volteó hacia él- Chanyeol, él era el más enano, cara de pocos amigos y ojos chistosos, ¿no? -el interpelado asintió distraído.
-Te aconsejo que nunca repitas lo que acab-
-¡No digas eso hyung! Sus ojos no son chistosos -rebatió algo molesto el menor.
Chanyeol vio la cara de Baekhyun iluminarse, y supo de inmediato que hasta aquí llegaría el juego de hacerse los desentendidos. Oh, pobre Jongin.
-¿No son chistosos? Entonces, ¿qué son? -la sonrisa torcida del mayor alertó a Jongin, quien abrió sus ojos como platos y ahora toda su cara parecía ser una olla a presión.
Era hora para que el bonachón salvavidas Chanyeol entrara en acción. Bueno eso, y porque había recordado algo con aquel tema.
-Hablando de eso, Baekhyun-hyung -habló dirigiéndose al mayor-. Jongdae me ha estado insistiendo que quiere venir a visitarte. ¿Te parece bien si vienen? -la expresión divertida de Baekhyun decayó y ahora lo veía perplejo.
Chanyeol sabía que era extraño que sus amigos fuesen a ver al mayor, ya que sólo se habían visto una vez antes, pero Jongdae cuando quería podía ser tan jodidamente insoportable, que decidió hacerle caso por esta vez.
El mayor parecía algo aproblemado, pero igualmente sonrió azarado.
-Por supuesto que pueden venir, pero será algo raro, ¿no?
-Lo sé, lo sé, lo siento, pero ellos tienen muchas ganas de conocerte mejor -Baekhyun se encogió de hombros sin quitar su sonrisa incómoda.
Sus amigos estaban verdaderamente interesados en conocer al chico que lo traía de cabeza, y Chanyeol ya no podía seguir prolongando el tan ansiado encuentro. Sumado ello, en el fondo sabía que ellos querían conocerlo antes de que algo malo pasase, pero eso era algo que ellos nunca mencionarían, y se los agradecía.
Por otro lado, admitía que disfrutaba el hecho de que Baekhyun se cohibiera con la presencia de Jongdae y Kyungsoo.
-¿Dijiste amigos? -preguntó de pronto Jongin interrumpiendo a sus mayores-. ¿Eso quiere decir, que vendrá Kyungsoo-hyung? -el menor parecía haber recobrado sus energías de manera misteriosa, y la malvada sonrisa de Baekhyun volvió a dibujarse en sus labios.
Bueno, tal vez el salvavidas no era tan bueno, o Jongin era demasiado idiota como para aprovecharlo.
-¿Así que Kyungsoo, eh? -dijo el mayor arrastrando sus palabras, mirando al moreno insinuante- Creo que es una excelente idea que vengan tus amigos, Chanyeol -finalizó con una cándida expresión. Sí, claro.
Sólo pasaron cinco días luego de esa conversación cuando Chanyeol se encontraba llegando a aquella habitación de hospital a la hora de siempre, acompañado por un par de chicos mucho más bajos que él. Justo en el momento en que iba a entrar al lugar, el alto se detuvo y se volteó a ver a sus amigos.
-Se los advierto -habló intentando parecer amenazante, y apuntándolos de forma acusadora-. Compórtense, y no me hagan pasar vergüenza o los echaré.
Kyungsoo rodó sus ojos con impaciencia, y Jongdae resopló sonoramente de forma irrespetuosa, en tanto lo apartaba de la entrada.
-Sí, sí, como si necesitaras de nosotros para avergonzarte -Jongdae entró al lugar con aires de grandeza, seguido por los otros-. ¡Hola, hola!
Chanyeol estrelló una mano contra su cara con frustración. Demonios. Esto iba a ser malo.
En cuanto entraron, vio a Baekhyun pegar un saltito de la impresión sobre la camilla, y a Jongin tropezar sentado (no tiene idea cómo), debido a la repentina intromisión, y al estado de adormilamiento en el que se encontraba. Su cara se transformó en un semáforo al instante.
-Baekhyun -soltó Jongdae señalando al mayor, a lo que éste sólo pudo asentir algo perdido-. Y tú debes ser Jongin -dijo ahora volteando hacia moreno con semblante ladino- ... nada mal -comentó inspeccionándolo de pies a cabeza provocando que Jongin lo viera desorientado.
Chanyeol ahora sabía que tal vez había cometido un error en tal vez comentarle algo acerca del moreno y un aparente enamoramiento hacia Kyungsoo. Oops.
Este último por otro lado, en su tono menos escandaloso, sólo había hecho una venia a modo de saludo.
-Sí, bueno Baekhyun-hyung ya conocías a Jongdae y Kyungsoo -tomó la palabra antes de que sucediera una tragedia, presentándolos a todos mientras los indicaba-. Jongin, ellos son Jongdae y Kyungsoo, y ustedes chicos ya saben quienes son ellos.
-Muchas gracias por venir -sonrió Baehyun de forma tímida a sus visitas, y Chanyeol no pudo evitar sonreír también. Era realmente lindo así-. Siéntense... -ofreció, pero se dio cuenta de que sólo habían dos sillas en todo el cuarto donde solían sentarse Jongin y Chanyeol, por lo que no había mucho espacio para todos- donde puedan -finalizó con una tonta sonrisa, mientras se acomodaba y trataba de dejar espacio donde él estaba.
Chanyeol rápidamente fue a sentarse en su silla a la izquierda de la cama, importándole muy poco donde se sentara el otro par. No obstante, casi al mismo tiempo, Jongin se había acercado a ellos con su propia silla.
-Kyungsoo-hyung, puedes sentarte aquí si quieres -el aludido volteó a verlo con expresión seria, y luego miró la silla en sus manos, sólo para terminar negando con la cabeza, y esbozando al fin una diminuta sonrisa.
-No te preocupes Jongin, est-
-¡Kyungie! Acepta lo que te ofrece el chico -Jongdae entonces tomó la silla el mismo, donde se sentó, y acto seguido, tiró de Kyungsoo hasta sentarlo en su regazo. El más bajo sólo lo vio de mala gana, pero tampoco tuvo intensiones de moverse.
Chanyeol sabía muy bien a qué estaba jugando el chico de sonrisa felina, y supo que Baekhyun también lo descubrió cuando vio a éste sonreír con complicidad. Al parecer Chanyeol era la única alma pura que quedaba en este mundo, que no disfrutaba del sufrimiento ajeno. Sacudió la cabeza con resignación, vislumbrando lo bien que se llevaría ese par si se llegaban a conocer mejor.
Jongin, por otra parte, sólo observó la escena con algo de decepción, y se movió hasta la ventana al otro lado de la habitación, para quedar allí de pie, y en silencio por el resto de la tarde.
Y tal como había predicho Chanyeol, Jongdae y Baekhyun congeniaron de maravilla. Hablaron estupideces hasta por los codos, y la única vez que salieron cosas cuerdas de sus bocas fue cuando hablaron de música. Allí, inclusive Kyungsoo se les unió. El más alto admitía haber sentido un poco de celos, pero tendría que acostumbrase, después de todo Baekhyun era malditamente encantador.
Pero Jongdae no sólo había hecho sentir celos a Chanyeol. No, no, no. Cada tanto se acordaba de la presencia silenciosa de Jongin en la habitación, era cuando apretaba el agarre en Kyungsoo o se ponía irritantemente meloso, mientras miraba a Jongin con semblante retador. Era un verdadero maldito. Kyungsoo, no obstante, parecía totalmente ajeno a toda la situación.
Veinte minutos antes de que acabara el horario de visitas, Jongin avisó que debía irse, alegando que debía ir a casa a buscar un par de zapatillas de un tal Sehun, y los amigos de Chanyeol tomaron aquello como señal para marcharse también.
-¿Por qué no se van todos juntos? -propuso entonces Baekhyun cuando Jongin ya estaba por salir solo de la habitación.
Los tres chicos se miraron entre sí, y aceptaron la sugerencia de forma implícita, abandonando la estancia a la vez. Solos, Chanyeol miró a Baekhyun con recelo. Conocía demasiado bien a este chico.
-¿Tú sabes que Kyungsoo y Jongin viven sólo a una estación de diferencia, no? ¿Y que Jongdae va hacia el lado contrario? -el alto entrecerró los ojos hacia él cuando los del mayor destellaron con astucia, sonriendo con presunción.
-Soy un genio, ¿a qué no? -preguntó de forma retórica carcajeándose como idiota-. Jongin me lo agradecerá más tarde -finalizó creído y orgulloso de sí mismo.
Chanyeol puso los ojos en blanco con algo de preocupación.
-Pero no sé si Kyungsoo...
-¿Él es un buen tipo, no? -dijo ahora algo más serio. El más alto puso un dedo en su mentón y lo pensó por un instante.
-Kyungsoo debe ser de las mejores personas que conozco, y es de mis personas favoritas en este mundo -hizo una pausa antes de continuar-. De hecho, fue algo así como mi primer amor.
Baekhyun abrió sus ojos estupefacto, y sólo atinó a asentir aún en shock. Chanyeol sonrió por su adorable reacción.
Ahh, era su secreto obligado.
-¿T-tu primer amor? -balbuceó, y Chanyeol rió con añoranza.
-Sí, pero no estoy muy seguro. Sólo sé que cuando tenía trece años, hubo una semana que no podía sacármelo de la cabeza, pensando en lo mucho que me gustaba jugar con él, llegando a creer que me gustaba, pero el día que se lo dije, él sólo me golpeó en la entrepierna y me advirtió que nunca volviera a repetir algo tan asqueroso -el más alto ahora se carcajeó divertido ante la mirada de disgusto del mayor-. Mi enamoramiento despareció antes de pararme del suelo.
Baekhyun chasqueó la lengua.
-Eras gay desde muy pequeño, rarito -añadió sólo para decir algo. El más alto lo miro con obvia entretención.
-¿Estás enojado? -preguntó picando sus mejillas, y el más bajo infló los cachetes haciendo un infantil puchero.
-No -espetó evidentemente más molesto y golpeó con fuerza las manos de Chanyeol.
Vaya.
Baekhyun también podía sentir celos. Eso era nuevo y muy agradable. Chanyeol ahora sonrió ampliamente hasta lo que más le permitía su rostro.
Los días siguieron pasando hasta que Chanyeol escuchó la tan temida determinación; Baekhyun debía operarse. El tiempo pareció detenerse entonces. La noticia le cayó como balde de agua fría, ya que aún no decidía si eso era lo que realmente quería. Aunque, no es como si lo que quisiera fuera lo verdaderamente importante en esta situación. Estaba angustiado, y muy, muy asustado.
Al día siguiente del que se enteró de aquello, cuando fue a visitar a Baekhyun al hospital pudo ver con sus propios ojos como aquella decisión había afectado al mayor. Se veía... completamente destrozado.
Estaba acostado sobre la camilla con ojos cristalinos pegados en el techo, sin tener intención alguna de conocer quien acababa de entrar a la habitación. Chanyeol no había notado antes (o tal vez, no quería darse cuenta) de lo delgado que Baekhyun se había puesto en este tiempo, sin contar que sus ojeras bajo sus pequeños ojos eran cada vez más profundas, o que su piel estaba casi tan pálida que se confundía con las sábanas que cubrían su frágil cuerpo. Era una imagen desgarradora.
Se le cerró la garganta, y su corazón se sintió dolorosamente inquieto. ¿Qué podía hacer él? Nada, mierda, nada. ¿Por qué tenía que pasar esto? Nadie debería pasar por esto. Incluso, egoístamente, llegó a pensar que hubiese sido mejor nunca conocer a Baekhyun, pero aquello era una colosal mentira. Estaba infinitamente agradecido de haberlo conocido, y que le haya regalado esa corriente de emociones derretir su sentir con calidez. No todo el mundo tiene la suerte de conocer a su alma gemela. Y él la conocía, porque estaba seguro que no había nadie más en este mundo que lo fuera más que Baekhyun.
Apretó los puños con impotencia hasta que sus nudillos se hicieron blancos, buscando el coraje que se le escapó por un momento, y fue hasta el chico para sentarse junto él en la camilla.
-¿Lo sabes, cierto? -preguntó en casi un susurro el mayor, aún sin voltear a verlo.
Chanyeol desvió su mirada del rostro del más bajo no pudiendo soportar aquella visión, y la dejó quieta en almohada tras él.
-¿Qué cosa? -dijo haciéndose el desentendido.
-Que me voy a operar
Baekhyun al fin había roto el acuerdo tácito de no hablar del tema, y el más alto pensó que quizás ahora era él quien no quería hablarlo. Baekhyun se veía tan pequeño e indefenso allí, que dolía.
-Lo escuch-
-Me dijeron que si sigo esperando más tiempo, luego será demasiado tarde. Estoy en el límite, Chanyeol -explicó, y el menor no pudo más que asentir-. Yo... yo no quiero seguir viviendo así. ¡Q-quiero sacarme esto de aquí! -gritó frustrado con voz asfixiada, golpeando su cabeza y tirando sus cabellos, mostrando al fin una emoción-... o morir en el intento...
Chanyeol cerró los ojos con fuerza, justo en el momento en que vio las primeras lágrimas correr por los ojos de Baekhyun. Esta era la primera vez que lo veía llorar de verdad, y dolía como loco, acalambrando cada parte de su inútil cuerpo. No quería verlo, no, no.
¡Detente!
Bruscamente se aproximó al chico y estrelló sus labios con fuerza sobre los del otro, esperando porque dejara de llorar. Cualquier cosa que lo detuviera, pero no lo logró.
-E-esto ya ni siquiera es divertido -hipó Baekhyun después del beso, limpiando alguna de sus lágrimas con el dorso de su mano-. Te v-voy a dejar...
¡Calla!
Esta vez, el más alto se acercó de nueva cuenta y pegó un lametón a los labios ajenos de forma ridícula, confundiendo al otro por un instante.
-Si los besos normales ya no son divertidos para ti, entonces innovaremos. Este fue uno de perrito -contestó a la muda pregunta, aguantando sus propias lágrimas mientras intentaba sonreír a lo más que le diera el rostro.
Baekhyun soltó un sonido que se asemejó a un risa, a la vez que empezaba a llorar más fuerte. Chanyeol se lamentó profundamente de haber obtenido la reacción equivocada. Tragó con pesadez el nudo en su garganta que quería reventar deliberadamente en sus ojos. Agachó la cabeza tratando de contenerse una vez más.
-N-no es justo. ¿Q-qué es lo que voy a hacer s-si no despierto y no v-vuelvo a ver tu estúpida sonrisa nunca más? -exigió desesperado entre sollozos con el dolor reflejado en sus ojos, alargando su mano para posarla suavemente sobre la mejilla del castaño, haciendo que vuelva mirarlo-. Dime... ¿Qué?
Chanyeol tomó esa mano sobre su rostro y negó con la cabeza. Eso no podía ocurrir.
-No pienses en eso, mi estúpida sonrisa siempre estará aquí para cuando despiertes.
-¿C-cómo puedes estar seguro de que t-todo saldrá bien? -cuestionó vacilante, sorbiendo por su nariz de forma adorable.
-No lo estoy, pero no hay nada más que pueda hacer que creer en eso -la seguridad en sus palabras inclusive lo impresionó a él mismo.
Quiso bromear y decirle que él era un buen chico y que no merecía que el chico que le gusta lo fuera a dejar solo, pero sus garganta estaba tan apretada que ya no pudo seguir articulando palabras.
Todo va a estar bien.
Este era el peor día de su vida. No sabía cuantas horas habían pasado sentado allí afuera en la sala de espera, pero comenzaba a sentirse mareado. Levantó la cabeza que estaba hundida entre sus manos, y observó a la gente a su alrededor. Estaban los padres de Baekhyun abrazados de pie junto de la puerta del pabellón, y el señor Byun acariciaba con cariño las espalda de su esposa, mientras que su hijo mayor estaba apoyado en una de las paredes cerca de ellos con expresión preocupada. También vislumbró a personas nuevas, sin tener idea en qué momento llegaron; había un chico rubio con cara de niño junto a otro más alto con oscuras ojeras y apariencia amedrentadora. Nunca los había visto.
Frente a él estaba Jongin solo y angustiado, ya que al parecer el chico que lo acompañaba, uno delgado y de expresión seria, se había marchado en algún momento. No obstante, Chanyeol estaba tan ensimismado en su propia desdicha que ni siquiera intentó consolar al chico. No es como si pudiera. Se sentía como flotando en un mar de incertidumbre, en un mundo onírico, ya que todo era tanto que ya ni siquiera sentía. Estaba completamente sedado de la realidad.
Sabía que Kyungsoo y Jongdae estaban junto a él, intentando aliviar su zozobra inútilmente, pero sólo su mente era capaz de procesar esa información. Su sentir esta solo.
Esto era asfixiante. ¿Por qué mierda se tenía que demorar tanto todo esto? Era la peor de las torturas. Sólo quería escuchar que todo había salido bien, demonios, sólo eso. Si es que llegaba a escuchar lo contrario... no sabía que es lo que iba a hacer. No quería pensarlo, no debía pensarlo, era un gasto de tiempo y neuronas, porque no lo iba a escuchar, no.
Nada malo va pasar, nada malo va a pasar...
Antes de volver la cara al refugio de sus manos, vio por el rabillo del ojo a Kyungsoo hacerle una pregunta implícita con la mirada, apuntando con la cabeza hacia la dirección de Jongin. Chanyeol se giró hacia allí viendo la evidente inquietud de éste, para luego asentir a la petición que le hacia el más bajo.
No es como si le importara algo en este momento además de Baekhyun.
Kyungsoo se movió, y fue a sentarse junto a el menor, quien pareció sorprendido por un momento, pero que de inmediato se dejó mimar por el abrazo reconfortante que le ofrecía su hyung.
De pronto, sintió algo. No sabe qué, pero fue una punzada como una corazonada tal vez, tan fuerte que tuvo que ponerse de pie, y se vio obligado a observar hacia el letrero sobre la entrada de la sala de operación con ansiedad. Su corazón comenzó a latir como loco y su respiración estaba inexplicablemente agitada.
Jongdae, Kyungsoo y Jongin, imitaron su acción sin razón aparente, y entonces notó las manos de sus mejores amigos tomar las suyas. Todos perdieron la vista en dirección a las luces que indicaban que aún se estaba operando en aquella habitación.
Emergencia.
Lo enceguecía y apenas podía respirar. El tiempo seguía corriendo y la palabra eternidad rondaba en su cabeza. ¿Cuánto había pasado? No lo sabía, pero probablemente era mucho o tal vez nada. Esa sencilla palabra iluminada frente a él y el dolor de la angustia en su pecho era la único que podía sentir y recordar. Las luces no eran tan brillantes y mucho menos atractivas, pero su significado lo estaba ahogando.
A pesar de ello... sonrió. Es lo único que podía hacer. Sonreír y esperar. Se lo debía.
Todo saldrá bien.
Y de pronto, esas luces se apagaron. Ya todo había terminado.
«Parte 3 | Epílogo
» Notas finales: Este era el final original, pero también era originalmente más corto, así que como quedó más largo tuve que hacerle un epílogo. Si alguien quiere saber que pasó con Chanyeol después de esto, la próxima semana subiré el epílogo. GRACIAS a las que leyeron y comentaron ♡♡♡.