[ChanHun] 1416

Apr 15, 2014 21:43

Título: 1416
Clasificación: G
Género: Fluffito, canon.
Pareja: ChanHun
No. de palabras: 878
Resumen: Chanyeol recuerda los días de trainee junto a quien, más joven que ninguno, empezó ese viaje con él.
Notas: Para Fuchi, feliz cumpleaños, prettiest potato! (Part of da biggest keikaku!) ♥ Espero que tengas un muy bonito día y sigas cumpliendo años llenos de cosas hermosas para princesas como tú u//v//u. Te mando todos los besitos y los abrazos.

1416
A ratos, entre las tres y las cuatro de la mañana, en el vórtice de tiempo de todas las madrugadas cansadas, Chanyeol tiene en sus manos el poder de darse insomnio y contra toda sensatez, lo toma. Se acuerda, con los ojos hechos uno con el techo oscuro, de cuando dormir no era una prioridad y lo que está haciendo no era una rebeldía, recuerda que alguna vez pasó sus días jugando con trainees y vagueando en puestos de comida callejera en la noche.

Se acuerda de cada uno de sus compañeros que afuera hacen ruido como si no fuera harto tarde, discutiendo sobre quemasdá, de sus caras redondas y bien descansadas, de sus frustraciones cuando eran niños, que no son muy diferentes a las de ahora, salvo que ahora todos tienen veintitantos años, ya nadie es un crío.

Ni siquiera Sehun, el bebé, a pesar de ser quien ve menos apuro que ninguno en crecer.

Entonces se acuerda de cuando tenía catorce y los dientes un poquitín más chuecos y de cómo le cabía bajo la axila como una cría, con su gran y triangular cabeza de virgen cabello resbaloso, riendo de las cosquillas y de en realidad cualquier cosa, gritando a su DS sobre haber atrapado a Lugia mientras se llenaba la panza de frituras.

Ahora mide una pulgada y media menos que él y tiene, tal vez, la espalda más ancha del grupo, si quisiera volver a meterlo en su abrigo al salir del instituto en enero, como hacía cuando era un niñito enano a quien Jongin podía ponerle el codo en la coronilla sin mayor problema, no podría; No le detiene de hacerle cariños, o de gastarle una broma, ni de pegarle un zape en la cabeza cuando no se está quieto en el auto porque en el fondo nunca va a dejar de tener catorce años.

Hay más de una foto de ese entonces y de ahora a diario hay cientos. Chanyeol está seguro de que la mayoría de sus recuerdos nunca fueron impresos y están olvidados en ordenadores familiares de los que quizás nunca las recuperen. Hay fotos de ellos aquí y allá, con sus familias, con otros amigos, fotos mejilla con mejilla que le recuerdan que Sehun una noche se fue a dormir criaturo y despertó hombre... más o menos. Fotos de una vida antes de ese caos placentero.

Chanyeol nunca sintió pender de un hilo su debut, pero Sehun sí. El niño que había empezado a los catorce, a los diecisiete estaba más nervioso que ninguno, con su frenillo incómodo y su pancita de muñeca, la cara redonda pero larga, terriblemente malo para, y al mismo tiempo enamorado de, cantar, ni siquiera bueno rapeando, su talento era su cara y sabía bailar, a veces. Cada día que volvía a aparecer en la compañía era para él un suspiro de alivio y cuando les dijeron que debutarían, que definitivamente debutarían, que ya no eran un proyecto, eran un hecho, Sehun echó a llorar y no puede mentirse a sí mismo -quizás tampoco les mentiría a los demás- él también lo hizo. Saberlo no detuvo a Sehun y sigió, casi cada noche que pasaban juntos, invitándolo con una sonrisa a orar porque todo saliera bien.

Con los años, Sehun se va vuelto diferente. Ha aprendido qué puede decir y qué no, qué puede hacer y qué no, qué cosas le traerán qué consecuencias y Chanyeol ha estado allí para sobarle el lomo y decirle que es un buen bailarín, que no dude, le ha dicho que le enseñará a tocar guitarra, le ha dado tips para mejorar su rapeo y ha estado allí para verlo endurecerse.

A veces, él habla de sus hyungs favoritos y dice que Suho hace esto, que Tao hace aquello, que Luhan así y asá. Sehun casi nunca habla de Chanyeol, pero eso no importa si él puede seguir viendo a un estudiante de tercer año del secundario sonreír cuando alguien le cuenta un chiste, si a la hora de dormir sigue deseándole buenas noches, si le manda mensajes bonitos diciéndole que le quiere aunque estén a dos metros uno del otro y si puede seguirlo abrazando como si aún midiera seis pulgadas menos, no importa mientras debajo de esa carcasa de adulto que no ha podido detener de formarse a su alrededor, siga teniendo catorce años porque así, aunque él mismo tenga ojeras y se quede dormido de pie si nadie le habla durante cinco minutos, nunca va a dejar de tener dieciséis.

Cada noche que han pasado juntos y que han tenido algo que agradecer, algo que ofrendar, algo que pedir, su hermanito menor, con los años un poquito más callado, más cansado pero no menos amoroso, ha tomado su mano y después de seis años de conocerse, Chanyeol sabe exactamente qué está haciendo cuando le agarra el pulgar con una mano a comparación muy grande de la que solía hacerlo en 2009 y cierra los ojos.

Antes de dormir, se avienta una oración por él y por todos sus hermanos -haciendo allá afuera ruido como si no tuvieran que despertar en menos de cuatro horas,- por su salud y bienestar, por un futuro brillante, y por más años como los que han vivido juntos.

rating: g, pairing: chanhun, *fic, fandom: exo

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