FF: Crucigrama. S/B. Para joanne_distte y waddi_wassi

Dec 24, 2008 08:50

Título: Crucigrama.
Fandom: Harry Potter
Pairing: Sirius/Bellatrix.
Advertencias: Referencias a sexo. Incesto.
Notas: FELIZ NAVIDAD, YAY! Soy muy lista y este fic me vale por dos, así que disfrutenlo joanne_distte y waddi_wassi :3 ¡Y también le vale a todo el que le guste el sirius/bella, que yo sé que todo el mundo les shippea en el fondo. Me ha costado muchisimo, en plan MUCHISIMO, sacar este fic. No sé si me convence, pero está hecho con todo el cariño del mundo que ustedes y esta gran OTP se merecen. *tira confeti y reparte caramelos*
Nota 2: Me paso el canon por donde se me da la gana xDD


Crucigrama

Sirius comenzó a resolver crucigramas casi por casualidad, aunque luego el hacerlos adquirió un tono de todo, menos de casual y espontáneo. James no entendía esa vieja manía suya, o eso siempre le había parecido a él. Su amigo se paraba frente a la cama, le miraba con los ojos abiertos de par en par, las gafas resbalando de su nariz y la esperanza de que a Sirius se le ocurriera dejar botado el tonto crucigrama y se escapara con él a Hogsmeade o algún otro lugar donde pudieran armar alboroto. Seguro que James encontraba aquello un hábito muy impropio de una persona como Sirius.

Bebían esa noche en Las Tres Escobas, sólo por costumbre y porque hacía tiempo que hacían tantas cosas diferentes que ya casi se habían olvidado del acogedor calor que invadía el local. Estaban ya un poco borrachos; James más que él, pero no demasiado. Brindaban con Rosmerta cada vez que le veían pasar y se animaban a base de codazos para ir y hablar con la bruja de pechos grandes que bebía sola en la barra y a la cual ambos habían pasado la noche desvistiendo con la mirada. Apoyaron una frente contra la otra, sonriendo con complicidad, cuando figuraron entre susurros que tal vez ella también les desnudaba con la mirada.

La puerta del local se abrió dejando entrar una fresca ráfaga de viento. Ni Sirius ni James voltearon a ver a quien había entrado, demasiado entretenidos en reír a carcajada suelta, pero cuando ese alguien se sentó a su mesa y no era la bruja con la que habían estado coqueteando, tuvieron que ponerle atención. Sirius tensó los músculos del cuello e hizo a un lado su bebida y James miró a la mujer como si la borracha fuera ella.

Bellatrix llevaba un crucigrama en la mano, y cuando lo dejó sobre la mesa, aún sin resolver, Sirius le miró a los ojos desafiante. Lo cierto es que el corazón le bombeaba con demasiada fuerza y fue entonces que se tuvo que reprender a sí mismo, por haber creído alguna vez que al escaparse de casa y ser borrado del tapiz, se libraría para siempre de Bellatrix.

Y los crucigramas.

Cuando Sirius era niño, entraba a la biblioteca de la Casa Black a escondidas, por las tardes, cuidando de no hacer ruido, cuando nadie le prestaba atención y su hermano ya estaba demasiado cansado para jugar. No se trataba de un especial afecto a la lectura ni al envolvente olor a polvo que siempre flotaba en el ambiente, era más bien, la extraña satisfacción de hacer algo que sabía que le tenían prohibido.

Primera línea vertical y la luz entraba con reticencia atravesando las pesadas cortinas, como si le temiera a la tenebrosa oscuridad que prevalecía en la biblioteca. Sirius tenía ocho años. Inspeccionaba cuidadosamente los polvorientos estantes y luego, tomó un libro al azar. Uno muy pesado y lleno de inscripciones que le pareció curioso. Casi sin pensarlo, se dirigió hasta el escritorio para tomar el periódico de aquella mañana. Nunca lo leía, por supuesto, pero al llegar a su habitación, recortaba los crucigramas. Tampoco era que los resolviera, pero... así era él.

Abrió los ojos grises de par en par cuando se percató de que no estaba. Su padre siempre lo dejaba ahí, siempre.

-¿Buscabas esto?

Sirius se giró sobresaltado al oír a alguien más en la habitación. Cuando sus ojos se acostumbraron a la oscuridad pudo distinguir la figura de alguien sentado sobre el diván leyendo el periódico. Cuando lo dobló y lo puso sobre sus piernas, Sirius pudo ver su rostro, pero no por eso lo pudo reconocer. La chiquilla de cabellos negros le era por completo desconocida.

Era su prima Bellatrix y era la primera vez que Sirius la miraba de verdad. Sus ojos grises, idénticos, se encontraron en las penumbras, y luego de un par de palabras secas y frases cortantes, Sirius logró quitarle el periódico. Su prima sonreía cuando se lo dio y sus dedos apenas si le rozaron. Sirius abandonó la biblioteca un poco molesto. Extrañamente, cuando volvió a su habitación, tuvo que entretenerse resolviendo crucigramas. Al día siguiente volvió a ir a la biblioteca y Bellatrix también estaba ahí.

Segunda línea vertical, Sirius tenía once años y los dos años que Bellatrix le llevaba se empezaban a notar. Su prima echaba el cuello hacía atrás cuando decía con voz burlona, debajo del arbolito de navidad en el que él y ella se habían escondido durante la cena:

-¿Estamos algo grandes para crucigramas, no te parece?.-y Sirius entonces la besaba en los labios, porque simplemente no se le ocurría otra cosa que hacer. Los labios de su prima le supieron a todas las cosas prohibidas que albergaba la biblioteca de su padre.

Tercera línea horizontal y misteriosamente ya no se hablaban y sólo cruzaban miradas cargadas de rencor al cruzarse en los pasillos. Cuarta línea horizontal, catorce años, y Andrómeda les sorprendía besándose con más de un botón desabrochado en la habitación de invitados. La quinta horizontal y volvían a no hablarse.

Primera vertical y ahora su prima dejaba el crucigrama sobre su pupitre. El último año de Bellatrix en Hogwarts y Sirius continuaba engañándose a sí mismo y se decía que la odiaba como lo hacía con el resto de su familia. Luego, decidió buscarla cuando ya se había hecho de madrugada, Remus había terminado su libro y James rendido de sueño sobre la cama del propio Sirius. En cuanto la vio, le arrojó el crucigrama sin resolver y aprisionó sus labios con los suyos.

-¿Qué hacemos aquí?

-No tengo ni idea.

A veces era bueno saltarse líneas y resolver el resto de las preguntas antes. Desabrochar botones, bajar cierres, besar mucho, dejarse llevar y luego preocuparse por lo demás.

A veces no.

Séptima línea y Sirius estacionaba la motocicleta frente a la casa de los Potter. James le esperaba sentado en la banqueta con el pantalón de la pijama y sólo una camiseta puesta. Se veía aliviado cuando le miró bajarse de la motocicleta y caminar hasta él. En casa de James también había crucigramas. A montones de hecho. El padre de James no tomaba su café de la mañana hasta haber resuelto más de la mitad. Era como si le persiguieran a todas partes y no podía pasar de línea hasta haber resuelto la anterior. Bellatrix estaba a donde fuera.

Se deshicieron pronto de James. La chica guapa de la barra se había acercado hasta su mesa contoneando las caderas y mirando amenazadoramente a Bellatrix. Le preguntó a Sirius si podía darle fuego para encender el cigarrillo suspendido en sus manos. Sirius negó con la cabeza pero James sacó su encendedor y se acercó para encenderle el cigarro. Tres palabras en el oído y James ya estaba levantado de la mesa. Miró a Sirius como si lamentara dejarlo solo con su prima, pero la mirada que le devolvió Sirius le debió de dejar claro que él en realidad sí quería hablar con Bellatrix.

Iba envuelta en una larga capa negra con el capuchón puesto. Sirius podía darse cuenta de que llevaba el cabello negro recogido. Los dedos de Bellatrix, largos y fríos, se cerraron en torno a la muñeca de Sirius. No era un gesto especialmente afectuoso.

-Tienes el pulso acelerado.-observó Bellatrix.

Sirius se soltó de Bellatrix y dio un trago a su cerveza. Notó con nerviosismo cómo aún continuaba sintiendo el frío donde los dedos de Bellatrix habían estado. Cuando le miró a la cara y sus labios se curvaron en una sonrisa, Sirius pudo también recordar el calor de esos labios sobre los suyos. Recordar el peso de su cuerpo sobre él, su piel, sus besos, la forma en que le miraba justo antes de lanzarse por un beso suyo.

Y curiosamente, ahora mismo, Bellatrix tenía esa mirada. Sirius apartó los ojos de ella y se concentró en el crucigrama sobre la mesa.

-¿A qué has venido?

Bellatrix se tardó en responder. Se mojó los labios con la punta de la lengua, pareció pensarlo un instante y luego le jaló de la barbilla para obligarle a mirarlo a los ojos. El corazón de Sirius se detuvo un instante.

-Sabes a qué he venido.

-No lo sé.-respondió sinceramente Sirius. Desearía poder saberlo, así podría saber si lo que tiene que hacer es levantarse, buscar a James, y montarse un trío con la bruja de pechos grandes o bien, quedarse y escuchar lo que Bellatrix tiene que decirle.

-He venido por ti.

Sirius encarnó las cejas incrédulo.

-¿Qué?

-Mañana me voy. Ya sabes a dónde.

Una mueca de fastidio apareció en el rostro de Sirius.

-Sabes lo que pienso al respecto. No pienso repetírtelo.-sentenció.

-No quería que lo hicieras. No vengo a discutir ideales contigo.-le aclaró Bellatrix cortante.

-Entonces...-Sirius sonrió burlón. Blandió el crucigrama frente a la cara de su prima.-¿De verdad vamos a resolver crucigramas?

Bellatrix le arrebató el crucigrama repentinamente enfurecida. Lo dejó con un golpe sobre la mesa. La capucha de la capa se le cayó.

-Ven conmigo.

-¿Qué?

-Ven conmigo, deja Hogwarts. Aún estás a tiempo.

-¿Tú estás loca, verdad?-exclamó lo primero que le cruzó la mente.

Los ojos grises de Bellatrix ardieron de furia cuando abofeteó a Sirius en la mejilla. Sirius sonrió socarrón cuando se llevó una mano a la cara, evaluando el golpe.

-¿Debería contestarte el golpe?

-Atrévete.-le retó Bellatrix encarnando una ceja. Se inclinó sobre la mesa tanto que Sirius podía oler el perfume atrapado de su cabello recogido. Dio un breve vistazo al local y se percató de que Rosmerta les miraba intrigada desde la barra. Hizo hacia atrás su silla y se levantó.

-Vamos afuera.

Bellatrix le miró sin comprender y todo en su actitud parecía indicar que no se levantaría, hasta que ella también vio a Rosmerta y se puso en pie. Salieron del local y más de uno les miró al salir. Sabían quien era Sirius y quien era ella. Sabían que eran primos.

-No pienso ir a ningún lado.

Sirius lo dijo y lo dijo en serio. Podía seguir a Bellatrix por tenebrosos pasillos a medianoche, reunirse con ella a escondidas en la biblioteca de su padre cuando aún eran niños e incluso darle la razón cuando ella le decía que eran iguales. Lo que no podía hacer era irse con ella.

Esperó más discusión, pero no ocurrió. No supo en que momento pero el cabello de Bellatrix se había soltado y ahora caía largo y espeso sobre su espalda, como a él le gustaba.

-Ya sabía que no irías conmigo.-aseguró. Recargó la espalda en la pared. El pueblo estaba totalmente solo.-Si lo hubieras hecho, no serías el Sirius que yo conozco. Sólo quería asegurarme de que estábamos en el bando contrario. Quédate con el crucigrama. No quiero nada de ti.-le dijo devolviéndole el recorte del periódico.

A Sirius le tocó sonreír esta vez.

-Bella... como si alguna vez lo hubieras tenido.

La jaló del brazo y la besó en los labios. No le importó si alguien miraba. No importó nada en ese momento. La apretó contra la pared y puso una mano en su nuca, atrayéndola hacia él y otra la deslizó hasta su cintura, sin dejarla ir. Un último beso y cuando se separaron, Bellatrix hubiera deseado llevarse el crucigrama a cargar con todas las cosas que Sirius y ella prometían en ese beso, pero que ninguno de los dos, lo sabían, llegarían a cumplir.

Bellatrix se rió y enterró la cabeza en el pecho de Sirius. Luego lo apartó, se puso de nuevo la capucha y echó a andar por las calles hasta perderse por completo de vista.

El crucigrama estaba resuelto.

Esa noche, James ya estaba en el dormitorio cuando Sirius volvió. Rompió todos los crucigramas guardados en el fondo de su baúl y también los escondidos debajo de la cama. Sirius pudo haberle explicado algo a James, pero la relación de Bellatrix con los crucigramas era más bien absurda y como fuere, James lo sabía todo a su manera.

Cuando estaba en Azkaban y la cordura huía de Sirius escapándose por cada resquicio de su celda, lo único que se le ocurrió pedir fue un crucigrama.

Sabía que Bellatrix estaba también ahí.

fandom: harry potter, pairing: sirius/bellatrix, fanfics, personaje: bellatrix lestrange, personaje: sirius black

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