Lo cierto es que, hace unos siete y ocho años, cuando estaba empezando a escribir, se me ocurrió una idea para un historia basada en Ouran. La manera de hacerlo fue bastante curiosa: elegí once personajes, once palabras, once adverbios y once colores. De alguna manera que ahora mismo no logro recordar, uní aleatoriamente dos de cada categoría. Obtuve así, por cada categoría, seis grupos. Uní los grupos transversalmente.
Finalmente, conseguí seis grupos. En cada uno de ellos había dos personajes, palabras, adverbios y colores (excepto en el sexto, pues había usado números impares). Con eso, intenté montar una historia.
Y el caso es que se me ocurrió.
Uní allí prácticamente la mayoría de los headcanon que tengo de OHSHC, y empecé a escribir algunos capítulos.
Sin embargo, no sé exactamente por qué razón, nunca me atreví a subir las cosas que tengo escritas [spoiler]hasta ahora.
El caso es que, bueno, he aquí la primera entrega de lo que es probablemente lo más ambicioso que he escrito hasta la fecha. La idea está fijada; sé lo que pasa, sé cuándo pasa, y en la mayoría de los casos se cómo pasa. Ahora sólo falta escribirlo.
Como preámbulo, he aquí la "tabla" original. La viñeta a continuación no tiene nada que ver con nada que esté en la tabla, pero quizá en algún momento haya algún capítulo que sí que tenga cosas en común -se tratará entonces de uno de los capítulos originales. 1.HARUHI, HANI Sueños, inocencia. Realmente, formalmente. Azul, negro. 2.TAMAKI, HIKARU. Sonrisa, gato. Dulcemente, idealizadamente. Gris, verde. 3.MORI, RENGE. Espejo, infancia. Diferentemente, sensualmente. Amarillo, blanco. 4.KYŌYA, NEKOZAWA. Diferencia, realidad. Amablemente, infantilmente. Rosa, Negro. 5.KAORU, KUROMI. Profundidad, pendientes. Igualmente, tímidamente. Rosa, rojo. 6.RANKA Música. Normalmente. Celeste.
Éste prompt pertenece a la tabla alcohol, de fandom_insano Tema: 034. Sólo Agua sin Gas. Claim: Suō Shizue + Ōtori Kyōya Número de Palabras: 630. Advertencias: - - Notas:
1. Respecto de los honoríficos japoneses: El sufijo -sama (様) se usa para expresar que el interlocutor es de mayor categoría que uno mismo. El sufijo -kun (君) denota que el interlocutor es un varón de menor categoría. Shizue usa el -kun con un marcado deje despectivo, pero Kyōya tampoco usa -sama para mostrar algún tipo de respeto, así que están a mano. 2. El té gyokuro es el té verde japonés más prestigioso. 3. Shizue es el nombre de pila de la abuela de Tamaki.
-Suō-sama, tiene una visita esperando para entrar -le dice su secretario.
Shizue no levanta la vista de su periódico mañanero. Cuando termina el artículo que está leyendo, coge su taza de té gyokuro y se la toma en pequeños sorbos, disfrutando su toque amargo.
-Dígale a ese joven incívico que puede pasar.
El mayordomo asiente y sale de la habitación sin hacer ruido. Si le ha molestado que su patrona le haya tenido esperando diez minutos antes de contestarle, no lo demuestra.
La puerta vuelve a abrirse poco después. Ésta vez, Shizue tampoco se digna a levantar la vista del cuaderno que está leyendo. El secretario indica a su acompañante un sillón verde en el que sentarse. Una vez acomodado, le pregunta si desea algo.
-Sólo agua sin gas, gracias.
El secretario asiente antes de salir de la habitación. Vuelve rápidamente, con el pedido en una bandeja. Lo deja sobre una mesita de cristal junto al sillón. Antes de volver a irse, Shizue lo llama. El secretario se detiene sobre sus pasos.
Shizue emplea los siguientes quince minutos en notificarle todos los cambios necesarios de su agenda: cambiar las fechas de las reuniones, reestructurar la organización de los seminarios, eliminar tres viajes que considera innecesarios y organizar dos más para suplirlos.
Durante todo el tiempo en el que Shizue habla, el secretario asiente y el joven en el sillón verde parece ajeno a todo, bebiendo el agua sin gas mientras ojea su tableta.
Finalmente, el secretario se marcha, y Shizue se digna por fin al joven sentado junto a ella.
-Sólo los maleducados e inciviles visitan otras casas a la hora de desayunar, Kyōya-kun -es su manera de saludarle.
Kyōya Ōtori sonríe calmadamente -como si no hubiera estado más de media hora esperando para ser atendido- antes de contestar.
-Sólo los groseros e impertinentes dejan esperando a sus visitas durante más de diez minutos, Suō-sama.
-Ése tipo de comentarios no hará que me replantee la desheredación de ese niño inmundo.
La sonrisa de Kyōya se vuelve más tensa. Más allá de eso, no hay muestra de que le haya molestado la manera en la que Shizue se ha referido a su nieto. Cuando vuelve a hablar, sin embargo, su tono es afilado como un bisturí.
-No he venido aquí a que se lo replantee, Suō-sama.
La respuesta sin duda sorprende a Shizue, que se remueve ligeramente en su asiento. No puede eliminar todo el matiz de curiosidad de su voz cuando habla.
-¿Y a qué se debe la visita, entonces?
Kyōya sonríe como un cazador cuya presa ha caído en su trama.
-He venido a avisarla, por supuesto.
-¿De qué podría avisarme a mi alguien como usted, Kyōya-kun? -pregunta con el mayor deje de desdén que puede.
-De que voy a quedarme con su empresa -le responde serenamente, como si hablase del tiempo y no de comprar la firma más importante de todo Japón.
Shizue no puede evitarlo; empieza a reír a carcajadas.
-¿Quedarse con mi empresa? -cuestiona cuando para de reír-. No bromee, Kyōya-kun. Puede que consiguiese hacerse poder del Grupo Ōtori gracias a un golpe de suerte, pero Suō está a otro nivel. Nunca se hará con ella.